Tesis doctorales de Economía


CAMBIO INSTITUCIONAL EN LA REPÚBLICA POPULAR DE CHINA
SU INFLUENCIA EN EL SECTOR INDUSTRIAL

José Salvador Meza Lora

 

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4.2. Las fuerzas políticas alternativas en la configuración de un nuevo orden institucional

Desde el punto de vista político las alternativas que se mostraban a fines de 1970, presentaban una triple vertiente:

a. El líder máximo Hua Guofeng y sus restauradores propugnaban por una política tradicional para la administración de la economía, es decir, por la continuación y mejoramiento de la planificación central dirigida por el Estado. Sin abandonar la preeminencia de lo ideológico y las tareas propias de la instauración del socialismo en China propugnaban por cambios de forma y no de fondo en las propuestas económicas y políticas impuestas por el viejo liderazgo maoísta.

b. La propuesta encabezada por Deng Xiaoping y sus reformadores quienes al constatar los errores cometidos durante la Revolución Cultural y los limitados alcances de la política económica en la elevación del nivel de bienestar de la población, consideraban cambios más sustanciales en lo económico y propugnaba por transformaciones institucionales más profundas que indujeran mayores incentivos hacia los trabajadores y se permitiera al mercado jugar un rol prominente; consideraban que solo mediante la introducción de un “sistema de incentivos” adecuado se reduciría la brecha que los separaba de las potencias mas avanzadas y podrían alcanzar los niveles de industrialización que sus vecinos del este de Asia habían logrado recientemente.

c. Entre los “reformistas” y los “conservadores” se mostraba una propuesta “moderada”, encabezada por Chen Yu, quienes consideraban que el sistema de planeación central había experimentado un desarrollo económico y social sin precedentes en la historia moderna de China, por lo que era difícil concluir que su potencial se había agotado, al contrario, la aplicación de mecanismos de ajuste y mejoramiento permitirían continuar con la senda de crecimiento ya experimentada durante periodos anteriores; Por lo tanto no renunciaban a la “ética” del socialismo ni se oponía del todo a la política económica del “viejo maoísmo” ni renunciaban a la guía del mercado mediante un sistema de planeación central; aunque propugnaban por cambios políticos e ideológicos y la introducción limitada y gradual de “incentivos” económicos e instituciones de corte capitalista.

Estas propuestas, no eran solo proyectos alternativos, atrás había un problema real de poder. Los grupos representantes no solo propugnaban por la aplicación de determinadas medidas económicas sino que, apoyándose en éstas, se buscaban ventajas políticas con la finalidad de lograr el control mismo del partido y ganar una presencia mayor en la dirección gubernamental. Las reformas de mercado, propuestas por Deng Xiaoping, que propugnaba por una mayor competencias y autonomía en las empresas, se planteaba como un enorme reto político a Hua Guofeng quien solo proponía un retorno al mecanismo de planeación establecidos en los primeros Planes Quinquenales. Sin embargo, era la propuesta moderada de Chen Yu la que se mostraba con mayor viabilidad dado que, si bien establecía una ruptura con el viejo pensamiento, mantenía la continuidad del sistema. Estas propuestas se pueden sintetizar en el cuadro siguiente:

Cuadro IV. 1 Tres posiciones sobre Política económica: 1978-1981

Fuente: Solinger Dorothy, China´s Transition from Socialism. Statist Legacies and Market Reforms 1980-1990. Armonk Press, New York, 1993, p. 33

De estos proyectos descritos era el más endeble el impulsado por el aparato gubernamental: el descrédito tenido por su incapacidad en aplicar un proyecto económico coherente y realista , su herencia política e ideológica ligada a las prácticas del “viejo Maoísmo”, los errores izquierdistas en el trabajo económico y la experiencia amarga de la revolución cultural, habían generado una gran desilusión en las elites del partido y en las masas sobre el futuro de la economía. Fue esta debilidad de la burocracia gubernamental, la que generó un medio ambiente político de incertidumbre propicio para la modificación en algunas de las “reglas del juego” que hasta entonces habían prevalecido en el proceso de toma de decisiones en la esfera política y económica y propició, que quienes otrora habían sido excluidos de la burocracia política, tuvieran que ser reincorporados y con ellos su visión ideológica, política y económica.. Las nuevas condiciones sociales y políticas hicieron posible la aplicación de medidas económicas y propuestas institucionales por fuera de las que había establecido la planeación central, incluso muchas de ellas, contrarias a las que alentaba el aparato gubernamental.

El Tercer Pleno del 11º Comité Central del Partido celebrado en diciembre de 1978, no tanto por la radicalidad de las propuestas, sino por el cambio de estrategia y el recambio en el liderazgo, se va a presentar como el punto de partida para el reemplazo del viejo aparato burocrático y la sustitución de la vieja ideología por una filosofía pragmática, misma que va a privilegiar los resultados y enfatizar el principio que establece que: “la práctica es el último criterio de verdad”. A pesar de estos cambios relevantes en lo ideológico y en lo político, no se aceptó en este pleno la propuesta de una reforma radical ni se aprobaron transformaciones institucionales de envergadura que modificaran sustancialmente las relaciones sociales y de producción existentes, y si bien se retomaron algunas medidas económicas y se reconstruyeron algunas de las instituciones que se habían deteriorado durante la revolución cultural, no se indujeron transformaciones radicales en el corto plazo. Con estos primeros pasos se fue fortaleciendo, de manera paulatina la propuesta de los grupos opositores, fundamentalmente la del ala moderada, y conforme estos avanzaban, se iban debilitando y deteriorando las viejas concepciones que soportaban al gobierno todavía prevaleciente de Hua Guofeng. Ante las “nuevas propuestas” los viejos esquemas actuaron como una “camisa de fuerza”, que no solo restringían su eficacia, sino que postergaba su aplicación, al grado de que habiendo sido aprobadas las medidas de “reajuste” desde abril de 1979 nada se había hecho por implementarlas hasta fines de 1980, cuando Hua Guofeng fue removido de su cargo como Jefe del Comité Central del PCCh, y pocos meses mas tarde, reemplazado como Premier.


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