Observatorio de la Economía y la Sociedad China
Número 4 -  septiembre 2007

La invención y evolución del dinero en China


Juan Carlos M. Coll (CV)
Director de EUMEDNET
lisette@eumed.net

Resumen: China es también la cuna del dinero. Las diversas formas de dinero (de valor intrínseco, de valor simbólico y los billetes de banco) fueron utilizadas por primera vez en China. Empezamos el artículo con una breve explicación de la utilidad del dinero y de las diversas formas que puede tener. Desde el segundo milenio antes de nuestra era se utilizaron como dinero de valor intrínseco  varios objetos en diversas regiones de China: conchas de molusco o la parte metálica de palas y cuchillos. Durante la dinastía Zhou (700-256 ae) se generalizó el uso de reproducciones de estos objetos con un valor simbólico. Finalmente, durante las dinastías Tang (618-907) y Song (960-1279) empezó y se generalizó la emisión de billetes en papel.

Palabras clave: Historia de China, Historia del dinero, ciprea, monedas chinas, billetes, papel-dinero.

 


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Martínez Coll, J.C.: "La invención y evolución del dinero en China" en Observatorio de la Economía y la Sociedad de China Nº 04, septiembre 2007. Accesible a texto completo en http://www.eumed.net/rev/china/


Utilidad y formas del dinero

El trueque es el intercambio directo de bienes sin la intervención de dinero. Antes de que se inventase el dinero todas las transacciones tenían que hacerse mediante trueque. Ese sistema plantea muchos problemas ya que presupone la existencia de deseo por ambas partes de los objetos intercambiados y el equilibrio aproximado  de su valor. Los estudios antropológicos de los grupos sociales que desconocen el dinero, tribus primitivas en regiones apartadas, describen comportamientos sociales muy ritualizados que sirven de estímulo para los intercambios y transacciones económicas aunque lo que se intercambia tenga distinto valor o apreciación por las personas que intervienen. Las costumbres que hemos heredado de los regalos sociales ceremoniales en ocasiones determinadas (cumpleaños, bodas, bautizos, viajes) son reminiscencias del trueque ritualizado de los tiempos antiguos.


Yuan dinero de China
La unidad monetaria en la República Popular China es el Yuan. En el momento de escribir este artículo (agosto 2007) hacían falta diez yuanes para comprar un euro o 7,5 yuanes para comprar un dólar USA.


Pero la ritualización del trueque es una solución muy poco satisfactoria y completamente inútil para comerciar entre personas que no comparten la misma cultura, o no se conocen, o que desconfían entre sí. En cuanto se amplía el grupo social en el que se realizan los intercambios se hace necesario el uso de un bien intermedio que debe tener las siguientes características:
 - Ser deseado y aceptado por todos.
 - Ser de valor conocido y estable.
 - Ser sólido y robusto de forma que no se rompa o deteriore ni pierda valor con el paso del tiempo.
 - Ser fácilmente transportable, es decir, que acumule mucho valor en poco peso y volumen.
 - Que sea fraccionable, es decir, que haya piezas de valor variable para poder ser utilizado para transacciones de bienes de diferente valor.

Ese bien intermedio, con valor intrínseco, es la primera forma de dinero. Cuando las sociedades se van desarrollando y estructurando aparece una segunda forma de dinero que es el simbólico: se utiliza para los intercambios pero su valor intrínseco es inferior al valor que se le asigna mediante números o signos. Poco a poco la diferencia entre el valor intrínseco y el valor simbólico del dinero va aumentando. Cuando se emiten billetes de banco impresos en papel esa diferencia se hace máxima ya que el papel del billete no sirve nada más que como instrumento para los intercambios; esa es la tercera forma de dinero. Finalmente podemos considerar una cuarta forma la situación actual en la que el dinero no está incorporado a un objeto físico sino que es simplemente una anotación en una cuenta electrónica.

En China encontramos los ejemplos más antiguos de las tres primeras formas de dinero.

 

El dinero de valor intrínseco en China

En el segundo milenio antes de nuestra era (ae) se empezaron a usar las cipreas como dinero en China.  Las cipreas (Cypraea) son unos moluscos marinos gasterópodos (es decir, caracoles) cuya concha es especialmente bella, de aspecto generalmente muy suave y brillante como porcelana, adornada con hermosos colores y dibujos. La abertura que muestran es larga y estrecha y la espira queda oculta en el interior. 


Cipreas de Filipinas
Una pequeña colección de cipreas de las Islas Filipinas.


Los primitivos chinos debían asignar un alto valor a las cipreas, tan hermosas y difíciles de conseguir. Se han encontrado muchos ejemplares en tumbas de la dinastía Shang (1600-1028 ae).


Dinero en Dinastía Zhou
Ciprea de bronce cubierta de oro encontrada en una tumba de la dinastía Zhou (700-256 ae)


Moneda china en forma de cuchillo

Moneda primitiva china en forma de cuchillo (450 - 250 ae) 165 x 26 mm. 13.41 gm.



Moneda china en forma de pala

Moneda en forma de pala (350 - 250 ae)
26 x 38 mm. 5.87 gm


Moneda china dinastia Qin
Moneda emitida por el Primer Emperador Qin Shi Huang Di (221-210 ae) Ø 31 mm. 7.43 gm.


El siguiente paso se produjo posiblemente por la insuficiencia del aprovisionamiento de cipreas para las necesidades de intercambio. Consistió en fabricar reproducciones de ciprea en hueso, piedra o bronce. Se han encontrado estas reproducciones en tumbas del período Shang-Yin (1300-1028 ae).  Durante la dinastía Zhou (700-256 ae) se amplió mucho el uso de estas reproducciones y se han encontrado reproducciones de ciprea en bronce recubierto de pan de oro.

 

El dinero chino de valor simbólico

Otros objetos que sabemos que se utilizaron en el centro de China como dinero fueron las partes metálicas de palas y cuchillos de hierro y bronce. Cumplían varios de los requisitos que debe tener la primera forma de dinero: validez y aceptación universal gracias a su utilidad intrínseca, solidez y robustez. El inconveniente de su excesivo peso y tamaño se solucionó cuando, en el siglo VII ae y VI ae empezaron a fabricarse versiones de menor tamaño, sin afilar y con inscripciones. Ya podemos considerar estas piezas claramente como moneda porque las inscripciones son los símbolos que determinan su valor para los intercambios. Ciertamente el metal con el que están fabricados tiene algún valor, pero esas miniaturas de palas y cuchillos sirven exclusivamente como moneda y su valor para el cambio es claramente superior al valor intrínseco. Cuando, en alguna ocasión, los metales suben de valor por su escasez en el mercado, esas monedas serán fundidas y desaparecerán.

Esta utilísima innovación precede en poco tiempo a la acuñación de las primeras monedas en occidente, en la Lidia de Creso, en la península anatólica (actual Turquía) en el siglo VI ae. Pero obsérvese que en occidente las monedas se acuñan en piezas de metales nobles de alto valor. El valor de cambio de la dracma de plata ateniense es el mismo que su valor intrínseco, que el precio de la plata que contiene, en cambio las monedas chinas contemporáneas son ya dinero simbólico.

Otra diferencia notable en el dinero antiguo de oriente y occidente es que en China las monedas son fabricadas mediante fundición sobre un molde, mientras que en occidente se "acuñan" es decir, se golpea la pieza de metal con un sello y un martillo.

La acuñación de moneda es ciertamente un utilísimo invento que facilita de forma extraordinaria los intercambios y el comercio y por tanto estimula la producción permitiendo el rápido crecimiento de la riqueza. Cada gobernante de cada reino hace sus propias emisiones, lo que requiere la aparición de casas de cambio especializadas.

La multitud de tipos de moneda diferentes de la época de las Primaveras y los Otoños (722-481ae) y los Reinos Combatientes (481-221 ae) fueron finalmente unificadas por Shi Huang Di, el Primer Emperador de la dinastía Qin (221- 207 ae). Un siglo antes se había producido una efímera unificación monetaria en occidente con el ‘ecumene’ de Alejandro Magno.

La forma estandarizada de la moneda china a partir de entonces es la de un disco con un agujero cuadrado en el centro. Algunos historiadores opinan que este tipo de moneda habría evolucionado a partir de los pesos que se usaban en el proceso de hilatura; otros consideran que su forma es puramente simbólica, como una representación de la cosmología china: el agujero cuadrado representando la tierra y el disco representando la bóveda que contiene los cuatro océanos que rodean la tierra. La mayoría de los historiadores coincide en que este tipo de moneda empezó a utilizarse a mediados del siglo III ae en el reino Qin, poco antes de que iniciase la expansión que acabaría unificando el país e imponiendo su sistema de pesas, medidas y moneda.

 

Los primeros billetes de papel

Para el siguiente paso, la emisión de billetes de banco, se hacía necesario el desarrollo de nuevas técnicas; la fabricación de papel y la imprenta.

El papel aparece citado por primera vez en los documentos de la Dinastía Han, en el año 105 de nuestra era. Posiblemente se estaba fabricando de forma artesanal desde dos o tres siglos antes, pero es en esa fecha que el funcionario Ts'ai Lun pone en marcha la fabricación industrial de papel a partir de corteza de morera.

La imprenta mediante bloques de madera es del año 600. Los bloques de madera se utilizaron inicialmente para la impresión sobre tela. Es durante la Dinastía Tang que se empiezan a utilizar para imprimir sobre papel, primero textos cortos budistas y muy pronto libros completos. En los siglos IX y X ya se utilizan tipos móviles, primero tallados en madera y después fundidos en bronce. Como sabemos, estas técnicas solo serán imitadas en Europa a mediados del siglo XV.


Sutra de Diamante
El libro con fecha de impresión explícita más antiguo que se conserva es la Sutra del Diamante encontrado en la cueva de Dunhuang. Es un texto budista cuya impresión fue encargada por un devoto. Fue impreso el 11 de mayo del año 868. Pero se conservan textos impresos sin fechar que posiblemente tengan una antigüedad mucho mayor.


En algunas regiones de China la escasez de metal para acuñación era crónica. Quizá no tanto por la escasez de mineral como por la explosiva demanda de moneda que generaba el crecimiento económico. En cualquier caso, transportar grandes distancias cantidades elevadas de moneda resultaba engorroso, caro y peligroso. Durante la dinastía Tang (618-907) los comerciantes empezaron a utilizar órdenes de pago, unos documentos firmados en una ciudad y que permitían cobrar la cantidad de dinero especificada en otra ciudad en una fecha determinada. Al ser pagables al portador, esos documentos podían ser utilizados como medio de pago antes de la fecha de caducidad. Cuando esas órdenes de pago se emitieron en mayores cantidades, empezaron a ser impresas. El proceso se vio interrumpido durante el turbulento período de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos (907-960), pero la reunificación y la consolidación del estado en la Dinastía Song permitió que volviera la impresión de billetes por comerciantes privados en emisiones cada vez más voluminosas.

Para nosotros, en el siglo XXI, no es ninguna sorpresa lo que ocurrió muy poco después. Los emisores de esos billetes comprobaron que podían imprimirlos y distribuirlos por un valor superior a las reservas que tuvieran en moneda, en la confianza de que no todos los tenedores de billetes se presentarían a su cobro simultáneamente. Pronto hubo impagos y pérdida de confianza, rumores, pánicos y quiebras. Es entonces cuando interviene el estado, monopolizando la emisión de billetes.


Billete de banco dinastia Tang

Billete de banco privado de la provincia de Sichuan de la época de los Song del Norte. El texto indica la cantidad de moneda metálica equivalente y la fecha de caducidad.


A finales del siglo X y comienzos del XI se organiza en la provincia de Sichuan (chino: 四川, pinyin: Sìchuān, forma tradicional: Szechwan), un consorcio llamado “Las Dieciséis Casas”, dieciséis entidades bancarias. Su sede central está en la ciudad de Cheng-tu, pero tienen sucursales en diversas ciudades. Emiten billetes impresos con validez restringida a la provincia. Como era de prever, la cantidad emitida en las prensas sobrepasaba el metálico disponible. Las Dieciséis Casas disponían de un sistema de clearing interno que agilizaba los movimientos y disminuía el riesgo de pánicos bancarios y solicitud simultánea de reintegros.

No está muy claro, sin embargo, si el efecto de estas emisiones privadas fue beneficioso o perjudicial para la economía provincial. La provincia de Sichuan en aquel tiempo se convirtió en un importante centro económico e industrial, destacándose especialmente en el innovador y rentable negocio de la impresión de libros. Es posible que la nacionalización de Las Dieciséis Casas fuera tan solo una decisión burocrática adoptada por razones políticas. En cualquier caso, en la década de 1020 se estableció el monopolio de la emisión de billetes por el estado.

No tenemos datos de que haya habido debates teóricos en aquella época sobre el límite en el uso que debía dar el estado al poder de emisión de billetes. Era la primera experiencia de banca de emisión pública de la humanidad y no había lecciones históricas que pudieran avisar de los peligros. Sucedió lo que ahora resulta fácil de suponer: las emisiones crecieron superando cada vez más la cantidad de monedas de reserva, se produjeron pánicos e intentos masivos de recuperación que se solventaron apelando a la autoridad del estado y emitiendo nuevos billetes con los que pagar a los que presentaban viejos billetes al cobro. Los datos de que disponemos de la evolución de los precios en la provincia de Sichuan confirman un crecimiento extraordinario y generalizado de los precios, es decir, inflación, a lo largo del siglo XI. El gobierno intentó ampliar el territorio de validez de los billetes principalmente hacia la provincia de Shensi, pero el intento no prosperó por varias razones: en esta zona no había escasez de metálico, los comerciantes no habían tenido el aprendizaje de las emisiones de dinero privadas y los ciudadanos conocían las experiencias de sus vecinos de Sichuan por lo que desconfiaban del instrumento.

 

La generalización del uso de los billetes de banco

Los siglos XII y XIII fueron el período de decadencia de la dinastía Song que se conoce como Song del Sur. En 1127 la presión de las tribus bárbaras del norte, los yurchen de la dinastía Jin, obligaron a la corte a abandonar la capital Kaifeng y trasladarse al sur a una nueva capital en Hangzhou. Durante un siglo y medio más, hasta su derrota definitiva ante los mogoles de la Dinastía Yuan en 1279, los Song del Sur, mantendrán un estado cada vez más débil y con menos recursos con los que mantener las continuas guerras con los invasores del norte. Para obtener financiación recurren cada vez más a la emisión de dinero de papel que, ahora sí, se impuso a todas las provincias bajo su gobierno.


Billete de banco de la dinastia Ming
Un kuan de la dinastía Ming que se emitió y circuló a finales del siglo XIV. El Kuan equivalía a mil monedas. El texto del billete dice que es válido en todo el imperio, que su falsificación será perseguida y que los que denuncien a un falsificador serán recompensados con las propiedades del falsificador.


En 1271, coincidiendo con la caída final de la  Dinastía Song del Sur, inicia Marco Polo su viaje a China tras el que informará a todo el mundo occidental de la existencia de dinero impreso en papel. Pero aún se tardará más de 500 años hasta que a comienzos del siglo XVIII un banco central occidental (el Riksbank de Suecia) emita billetes con la garantía del estado.

No me resisto a finalizar este artículo con esta larga cita de Marco Polo:

También es Cambaluc la Ceca del gran señor. Arreglolo de tal manera que el Gran Khan posee el secreto del alquimista más avisado.

Hace acuñar monedas del modo siguiente: toman la corteza de los árboles (moreras por lo general, de las que el gusano de seda devora la copa), y de la membrana que hay entre la corteza y el tronco suelen hacer una pasta como la del papiro, de color muy moreno, casi negro. A estos papeles o tarjetas las hace cortar de varios tamaños, por lo general como tarjetas largas y estrechas. Una pequeña, a la cual le da el valor de la mitad de un sueldo; otra mayor, que vale un sueldo; otra de medio ducado de Venecia, y otra de dos ducados, y otra de cinco, y otra de diez. Otra hay que vale un bizancio, y otra de tres bizancios, y así hasta diez bizancios. Todos estos papeles o tarjetas son sellados con el signo del Gran Khan. Hace fabricar tal número de ellos, que puede comprar fácilmente todos los tesoros de la tierra. Y una vez estampillados, los hace repartir por todas las provincias, reinos y señoríos y paga con ellos todas sus cuentas. Nadie puede desechar esta moneda, so pena de muerte.

Y todos los mercaderes toman esos papeles en pago de sus mercancías y con ellos se pagan las perlas, las joyas, el oro y la plata. Y el papel que vale diez bizancios no pesa ni uno. Y mientras varías veces al año llegan los mercaderes con perlas, piedras finas, oro y plata, el gran señor llama a 12 sabios que son los elegidos para estas cosas y son muy duchos en la materia, les manda que examinen las cosas que traen los mercaderes y que las justiprecien y les paguen lo que valen. Y estos 12 barones les pagan el precio en esa moneda de papel.

Los comerciantes lo aceptan con gran placer, porque con ellas pueden a su vez comprar cuanto quieran. Y así el Gran Khan hace pagar con esas tarjetas mercancías que valen sus 400.000 bizancios.

Y una vez al año se publica un bando diciendo que todos los que posean oro, piedras y plata lo lleven a la Ceca y le serán trocados por ese papel moneda. De esta manera el gran señor acumula tesoros incalculables de plata, oro y piedras finas.

Cuando estos papeles se rompen, o ensucian, o deterioran, se los llevan a la Ceca, donde los cambian por nuevos con una disminución del 3 por 100. Y cuando un hombre quiere adquirir un cinturón de oro, una vajilla de plata o joyas y preseas se va a la Ceca del Gran Khan y le lleva los papeles en pago del oro y plata que compra al barón que dirige la Ceca.

Y ya veis cómo el gran señor puede tener, y tiene, los mayores tesoros del mundo.

(Capítulo XCVII del libro de "Los Viajes de Marco Polo" también llamado "Los Millones" o "Libro de las Maravillas")

 


Referencias

Edward Kaplan: “Chinese Economic History”, ver especialmente los capítulos ME22 “Song Economic and Monetary Thought” y ME23, “The Economic Consecuences of Song Legislation” en www.ac.wwu.edu/~kaplan/

Imágenes de monedas antiguas chinas en el British Museum en www.ancientchina.co.uk/writing/explore/money.html

Monedas de la antigua China en www.grifterrec.com/coins/china/ancientchina.html

“The History of Paper” en www.silk-road.com/artl/papermaking.shtml

“History of Chinese Invention - The Invention of Block Printing” en www.computersmiths.com/chineseinvention/blockprint.htm

El más prestigioso economista y reformador social durante la Dinastía Song fue Wang Anshi (1021-1086) www.eumed.net/economistas/07/wang.htm
 



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