Revista: CCCSS Contribuciones a las Ciencias Sociales
ISSN: 1988-7833


POBREZA Y DESIGUALDAD EN LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN

Autores e infomación del artículo

Juan Francisco González Bermúdez

CETYS Universidad

francisco.bermudez@cetys.mx

A partir de la era de la modernidad parece que estamos condenados a aumentar los niveles de pobreza y desigualdad. La lógica del capital buscando mayores tasas de ganancia provoca desniveles superiores nunca antes vistos desde el inicio de la humanidad. Más allá de ello, la globalización tiene un virus en la piel llamado neoliberalismo que trae consigo más desdichas que victorias. Desde los años 80 se han instrumentado en el ámbito mundial y en específico en el concierto latinoamericano las llamadas medidas de austeridad. Desde  la proclamación de la caída del muro de Berlín y desintegración de la Unión Soviética, la desigualdad se ha ensanchado a un ritmo exagerado bajo la consigna de permitir la acumulación y después la distribución. Aumentemos el PIB y después distribuyámoslo, es un clamor que jamás  ha sido escuchado, ya que el crecimiento no es sinónimo de desarrollo y como consecuencia tenemos que la miseria pulula por todo el globo. Esa ha sido la consigna de un modelo inhumano que parece insuperable.

Palabras clave: globalización, globalismo, globalidad, modernidad, modernismo, modernización, pobreza y coeficiente de Gini.



Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:

Juan Francisco González Bermúdez (2015): “Pobreza y desigualdad en la era de la globalización”, Revista Contribuciones a las Ciencias Sociales, n. 30 (octubre-diciembre 2015). En línea: http://www.eumed.net/rev/cccss/2015/04/desigualdad.html


Introducción.
El presente trabajo tiene como objetivo hacer un análisis de la globalización y su impacto en los niveles de pobreza en el espacio de América Latina y México,  así como en la desigualdad social que afecta aspectos que tienen que ver con los valores y comportamiento humano.
Por ende, hipotéticamente planteamos que la pobreza neta y desigualdad han estado aumentado debido a un paradigma concentrador- excluyente que vino a sustituir al modelo de Welfare State o keynesiano, mismo que en su momento permitió la generación de empleo y aumentó la producción beneficiándose, en cierto sentido, la sociedad. Sin embargo, el modelo neoliberal conjuntamente con la globalización, han ensanchado la inequidad y empobrecido del tejido social.
De acuerdo a lo anterior debemos preguntarnos algunos conceptos básicos que son: ¿Qué es globalización? ¿Qué es la modernidad? ¿Qué es la modernización? ¿Qué es el modernismo? Que es el globalismo? ¿Qué es pobreza? ¿Cuál es el significado de la desigualdad? ¿Qué ha sucedido con la pobreza y desigualdad a escala mundial, en Latinoamérica y México? ¿Qué es el coeficiente de Gini? Etc.
Para tal efecto revisaremos algunos conceptos básicos y después los datos duros que nos indiquen el nivel de pobreza y desigualdad a escala mundial, en América Latina y en nuestro país. Marco de referencia que nos permite observar la situación que priva en este campo a partir de la globalización que se da desde la caída del muro de Berlín.
Cabe decir que es muy importante dejar en claro que el análisis va de lo más general a lo particular y de lo más simple a lo más complejo, tratando con ello de hacer nuestra investigación  desde el  campo del desarrollo económico y social.

1.- Los antecedentes y conceptos básicos.
Hacer un escrito en donde podamos observar la relación entre la pobreza, la desigualdad y la globalización, nos conduce primeramente a intentar definir algunos conceptos y buscar sus raíces nosológicas que nos permitan entender un marco más amplio  y nos lleven a interpretar el entramado social y económico que finalmente desemboque en los niveles de cohesión social.
Si definimos los conceptos del cuadro 1  podemos establecer que la modernidad se concibe como el periodo del capitalismo (Marx, 1848, p. 12)1 surgido desde la Revolución Francesa en donde las estructuras sociales se trasforman y nos  alejamos paulatinamente de las formas feudales de existencia.
La llegada de la modernidad se pude escudriñar, aunque no es su inicio,  desde la llamada  acumulación originaria del capital que se da a partir del encuentro de Cristóbal Colón (Crisoforo Colombo) con lo que hoy denominamos América. Tal modelo revolucionario   viene a cambiar las estructuras feudales y  avasalla las formas de pensamiento centradas en las fórmulas religiosas, se divide en tres partes que son: el Liberalismo Económico, el Welfare State y el Neoliberalismo.
La modernidad  requiere de hombres nuevos que sustituyan al siervo. Obreros con la idea de trabajar bajo un salario y con una visión que supera al campesino que trabaja en el campo y se guía por una visión de mundo diferente.
Podemos decir que el mundo del trabajador moderno se reduce a las máquinas  y a los cambios sorprendentes en la técnica y tecnología necesarias para la competencia e incremento en la utilidad. Ningún sistema hasta el momento ha revolucionado tanto la vida cotidiana del ser humano a partir del surgimiento de la libre empresa.
“La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción, y con ello todas las relaciones sociales…” (Berman, 1989,  p.7)2
Máquinas que hace mejor el trabajo, lo divide y aumenta su producción, pero también genera hambre y  pobreza que se aprecia por todos lados. Se ha superado el tiempo del esfuerzo brutal que se daba en Egipto o Tenochtitlan, y ahora  se han inventado  herramientas sofisticadas que hacen palidecer a cualquiera. Verdaderos monumentos de la ciencia basados en las leyes de Boyle-Mariotte sobre la comprensibilidad de los  gases.
Para Marshall Berman (1989, p-2)3 la modernidad aparece en los mismos años en que Marx fija el periodo moderno. Lo divide en 3 fases que van desde el siglo XVI  hasta el siglo  XVII en donde apenas se empieza a entender una nueva realidad. La segunda fase empieza desde  la revolución francesa de 1789 y termina hasta el siglo XX, en donde se inicia la tercera fase. Ahí donde llama Berman que el proceso de modernización se expande.
Con Berman existe, al igual que Rosseau,  un torbellino social (Le Tourbillon social) en donde hay una contradicción con la vida anterior y la recientemente creada sociedad de seres nuevos que deben saber interpretar un mundo que ya no se está sujeto del todo a las leyes teológicas y ahora se tiene que supeditar a la ley del derecho. Las calles se trasforman en lugares de reunión con iluminación artificial. Ya no somos el centro del universo y el mundo es redondo. En suma: un nuevo paradigma social.
En efecto, con el encuentro de América por parte de occidente se revela un nuevo concepto llamado  la globalidad,  misma que se da gracias al descubrimiento que el  mundo es redondo. Mundo redondo que había sido guardado celosamente por unos cuantos que sabían de  la redondez de la tierra, ya que desde Eratóstenes, llamado también el segundo Platón,  se conocía  el diámetro de la misma. Con herramientas poco sofisticadas y con auxilio de la  geometría euclidiana calculó la circunferencia de nuestro globo terráqueo con un error de 66 kilómetros.
Esta  idea circular implica que la comunicación está a la vuelta de la esquina y les permitía a los occidentales arribar a las Filipinas o a Japón, no sólo  por el cuerno de África o por el Índico. Se  puede cruzar por la mar océano (Océano  Atlántico), y llegar  al Pacifico través del Cabo de Hornos y las islas Diego Ramírez. En suma, el ser humano puede partir de un punto y llegar a ese mismo. Cosa que no era común en aquel entonces ya que se creía en un mundo plano.
“La globalidad significa lo siguiente: hace ya bastante tiempo que vivimos una sociedad mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia. No hay ningún país ni grupo que pueda vivir al margen de los demás.” (Beck, 1998, p. 13)4
Las nuevas fórmulas en el conocimiento  se replantean y con ello hay cambios en la vida cotidiana. El capitalismo trae nuevos vientos. Una nueva visión de mundo en donde el paisaje se trasforma en edificios modernos, en calles con aparadores y la inspiración de pintores, actores de teatro y escritores.
De ahí que el modernismo se ve reflejado en el arte, la literatura y la poesía. El  arte es el reflejo de lo que sucede a nuestro derredor y vida cotidiana, además de ser, en muchos casos,  símbolo de protesta como el Guernica de Picasso que reclama un bombardeo indiscriminado a una población indefensa por conducto de Franco y el ejército nazi-italiano. Lo vemos también en el cubismo o en la época azul y rosa del malagueño.
Al modernismo lo miramos  en el art déco en la arquitectura del edificio Chrysler o en las torres de Ciudad Satélite de Luis Barragán. O bien, en los dibujos de Ernesto García, El Chango Cabral.
También  lo captamos  en  la obra surrealista de  Los olvidados de Buñuel que retrata la vida de pobreza  y violencia en que viven el Jaibo y Pedro en los barrios bajos de la ciudad de México. Así mismo, en la pintura  de Remedios Varo, cuya obra de la artista fue en parte  heredada a México.
Lo observamos en el Sueño de una Tarde Dominical en la Alameda de Diego Rivera en el Hotel del Prado. En esa ocasión, y antes que se derrumbara, lo disfrutamos  entre los comensales. Ahí se encuentra  Diego Rivera de niño tomado de la mano de la Catrina y Guadalupe Posada con Frida y Martí al centro del mural.
O quizá el modernismo lo leemos en la prosa de García Márquez retratando a un aprendiz de mecánica de una empresa y cuyo nombre es Mauricio Babilonia con cientos de mariposas amarillas dándole vueltas alrededor de su cabeza; tal como se detalla en la novela esplendida Cien Años de Soledad.
La empresa en realidad era el reflejo de una bananera llamada United Fruit Company que tenía como fin obtener beneficios a toda costa y  llevó a la matanza de trabajadores para acabar con una huelga.
En este comportamiento de obtener dinero es que se encierra el concepto  globalismo que según aquellos que están en contra de la globalización, llamados globalifóbicos, lo interpretan como lo económico, mismo que reclama intereses que tienen que ver con grandes utilidades y defoliación de las economías más atrasadas en base a las tecnologías  más avanzadas y la deuda externa. Para ellos, la globalización es sólo un pretexto que esconde serios problemas de depauperización de las economías emergentes basadas en el esquema monetarista neoliberal.

Por globalismo entiendo la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye el quehacer político; es decir la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo.  Ésta  procede de manera monocausal y economicista y reduce la pluridimensionalidad de la globalización a una sola dimensión, la económica, dimensión que considera asimismo de manera lineal, y pone sobre el tapete (cuando, y si es que, lo hace) todas las demás dimensiones -las globalizaciones ecológica, cultural, política y social- sólo para destacar el presunto predominio del sistema de mercado mundial.” (Beck, 1998, p. 13)5
Globalifóbicos que observan que la tecnología en mucho ha servido  para beneficio de unos cuantos y se instrumenta con la finalidad de obtener niveles de utilidad extraordinarios.
Dicha tecnología nos lleva a ámbitos importantes dentro de este concierto de definiciones que estamos dando y  tienen paralelo con la  modernización,  la cual se define como  los cambios que se dan en la empresa dentro de la modernidad y se divide básicamente en tres momentos llamados revoluciones industriales.
La primera se inicia por ahí de 1780 y su impacto se deja sentir en 1850, en donde las máquinas de vapor son el eje central de trasformación de la nueva era. La hiladora Jenny inventada en 1766 y la Mule Jenny, son las tecnologías  aplicadas en la industria del vestido y confección.
La segunda es a partir de 1850 a 1914,  sustentada en las máquinas de combustión interna y su aplicación a los automóviles, conjuntamente con el motor eléctrico,  el foco y el vidrio. Industrias  que sirvieron como base al naciente capitalismo.
La tercera ola de la revolución industrial la tenemos en los años 70, cuyo eje central es el ADN, la robótica, la informática, los nuevos materiales y los superconductores. Modernización que en este momento la sentimos a través de nuestra computadora o los teléfonos celulares. La vemos con la oveja Dolly clonada de una célula adulta.
Como podemos apreciar  los seres humanos se alejan de la mano de Dios y son capaces de crear vida.
Para Max Weber la modernización de la sociedad:
 “…la comprende como el proceso por el cual emergen la empresa capitalista y el Estado moderno. La empresa capitalista se encuentra separada de la hacienda doméstica, se orienta hacia la inversión (…) y organiza (…) la fuerza de trabajo, formalmente libre desde el punto de vista de la eficiencia”. Por otro lado establece que la  modernidad: “se basa en un sistema centralizado y estable, dispone de un poder militar permanente, monopoliza la creación del derecho y organiza la administración burocráticamente” (Marturer, 2014, P. 6)6
En suma, hemos de comentar que el concepto  modernidad es sinónimo de capitalismo y la modernización y modernismo deambulan dentro de dicha modernidad; son producto de una etapa social y de un momento histórico que podrían rebasar el actual sistema de cosas.
Por  último, tenemos el concepto  globalización  se define como un proceso que tiene que ver con la religión, el arte, la economía, la política, etc., y  se presenta con la caída del muro de Berlín en 1989 y con el desmembramiento de la  Unión Soviética en 1991. Sin embargo, la globalización no es nueva. Algunos autores señalan procesos globalizadores en Grecia con Alejandro Magno en el año 334 antes de nuestra era y con Cristóbal Colón  en 1492, conformándose así tres globalizaciones.
“… la globalización significa los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios.” (Beck, 1998, p. 14)7
La globalización es  vista desde planos diferentes y en muchos casos se argumenta que es un cumplido más de la teoría del desarrollo; idea que por cierto compartimos y que se dio en el espacio de América Latina, misma que comenzó a  florecer desde las tesis duales de Raúl Prebisch y la Comisión Económica para la  América Latina (CEPAL), Celso Furtado, Osvaldo Sunkel, los mexicanos Victor Urquidi y  Juan Francisco Noyola, Anibal Pinto, Theotonio dos Santos, Enrique Cardoso, Edelberto Torres-Rivas y Samir Amín.
Algunos de ellos, sobre todo los que rodearon a Prebrich, mantenían la idea de reivindicación del libre mercado, haciendo una crítica interesante sobre el deterioro de los términos de intercambio. Concepto que llevó a  algunos de ellos al arribo  contrario de los postulados neoclásicos. 
Lógicamente la contraparte era el pensamiento marxista de la dependencia representado desde el ángulo socioeconómico por Ruy Mauro Marini, Theotonio dos Santos, Vania Bambirra y Carlos Sempat, quienes en cierto modo siguieron la pista de André Gunder Frank, así como la de Paul Baran y Sweesy, cuyo eje central era el desarrollo del subdesarrollo, como crítica a los postulados Cepalinos; pero en esencia seguían siendo postulados duales.
El caso de Vusković, Marini o Sempat, aunque tenían enfoques diferentes desde diferentes planos, los dos primeros en lo económico y el segundo en lo  histórico, mantenían una gran preocupación por el beneficio social y el desarrollo económico. Desasosiego que mostraban en el aula y  nos daban a entender en diversas ocasiones.
Por cierto, todas estas teorías duales crearon un lenguaje nuevo y fresco que relacionaba el desarrollo y el subdesarrollo, la dependencia y contradependencia, el centro y  periferia, así como el concepto  metrópoli- satélite. Tesis que se manejaban dialécticamente y que intentaban explicar los problemas económicos de América Latina.
Por otro lado,  buscando la pista de la globalización y las anteriores tesis,  hemos de decir que desde los años 60 y fuera de América Latina, Immanuel Wallestein (1974)8  dejaba ver ciertas consideraciones en torno a un comportamiento que se venía dando en términos de un comportamiento global.
Desde la Universidad Estatal de Nueva York, se analizaban situaciones que empezaron a trasparentar la atmósfera sociológica en donde se estudiaban factores que estaban afectando al mundo en su conjunto. Dichos factores se basaron en una cosmovisión que se trasformaba sistémicamente llamado sistema mundial que sólo se da en el periodo de la modernidad.
Factores que tuvieron mayor impacto en el desarrollo interno de países pequeños fueron el nuevo sistema de comunicación mundial, los nuevos mecanismos de comercio mundial, el sistema financiero internacional, y la transferencia de conocimientos y vínculos militares, el conocimiento y el armamentismo. Todo ello dio como origen  la teoría de los sistemas mundiales y sobre todo,  la construcción de los procesos globales que tenían que ver con la globalización y con aspectos del centro y periferia.
La teoría de los sistemas mundiales de Wallestein estuvo cimentada  en los trabajos del alemán Ludwig von Bertalanffy (1968)9 mismos que fueron publicados entre 1950 y 1968, los cuales mantenían como eje central la explicación de un mundo con un centro, una semiperiferia y periferia y de Fernand Braudel quien ya hablaba de economía-mundo.
Bertalanffy planteaba aspectos  sobre los sistemas administrativos y definía  un sistema como un conjunto de unidades recíprocas relacionadas con un propósito y totalidad.  El propósito es el objetivo del sistema y la totalidad es un cambio en una parte de dicho sistema que originaría modificaciones en todo. Y la entropía, agregaba,   es la tendencia al desgaste de un sistema, así como la homeostasia que es la tendencia al equilibrio de los sistemas.
Hemos de mencionar que muchas de las tesis duales para entender la realidad latinoamericana estuvieron basadas en estos enfoques, tanto el de Wallestein como el de Bertalanffy.
Al mismo tiempo florecía otra tipificación del desarrollo  fuera de esta estructura de pensamiento,  en donde las  economías debían pasar ciertas etapas para ser desarrolladas según Rostow. Formulación contrapropuesta a las etapas históricas estructuradas por Marx, las cuales  se han identificado como un manifiesto no comunista y en donde se leía que las sociedades comienzan desde una sociedad tradicional, hasta una llamada de consumo a gran escala, pasando por una etapa de transición, de despegue económico y de camino a la madurez.
Dichas etapas se asociaron al PIB per cápita, el cual, con todo  y sus problemas se intentó hacerlo significativo, ya que asociaba  la producción y el número de habitantes en una simple división.
“Se distinguen cinco etapas del crecimiento económico: antes del arranque (debajo de US$400 per cápita), el arranque (US$400-2000 per cápita) la industrialización (US$2000-8000), el consumo masivo (US$12000-20000), y la búsqueda de la calidad (arriba de US$22000). Las economías emergentes son las que se encuentran con un PIB per cápita entre US$400 y US$8000, o sea en las etapas de arranque e industrialización.” (Heyman, 1998, p-14)10
Estas teorías se han venido tipificando como un principio modernizador de los países tercer mundistas que tenían que ser ayudados por los desarrollados a través de inversiones, tecnología, experiencia, etc. Al igual que los postulados Cepalinos que consideraban que el desarrollo de los países pobres dependía de los ricos; siguiendo las tesis keynesianas.  
Lo cierto es que muchos analistas vieron que ello no se podía realizar debido a la dominación de unos países sobre otros a través de la dependencia tecnológica y de otros factores; tal y como ya lo hemos mencionado anteriormente, en el sentido que la tecnología es utilizada para aumentar los niveles de ganancia y dependencia.  
En efecto, parece que el centro de atención ha sido y es, una forma de comportamiento de una sociedad dominante con respecto a otra. La tesis del crecimiento por etapas de Rostow se pensó ingenuamente y se creía en un mundo en donde el poder, la avaricia y el egoísmo no existen, y sólo suavemente se iría rebasando una etapa por otra. Mientras, las metrópolis seguían  aprovechándose de los países periféricos a través de muchos aspectos como la deuda externa y el alza en las tasas de interés.
Vamos, se consideraba que si los países desarrollados habían caminado de esta manera, ergo, los subdesarrollados lo harían, cosa que resultó ilusa en la medida en que nunca se contó con el dominio económico y tecnológico de unos sobre otros.
Habría que consultar  la historia para saber de dónde y la forma en que se generaron las grandes fortunas de los países más ricos del orbe para poder deducir que no es fácil pasar de una etapa  a otra; independientemente que en la actualidad los países avanzados ven entorpecidos sus esfuerzos para  desarrollarse por culpa de un sistema financiero  voraz que no se llena con el dinero acumulado. Quiere más y más aunque la sociedad viva en condiciones paupérrimas.
El mismo Thomas Jefferson observó el comportamiento de los bancos:
¨Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron¨. (González, 2012)11
Si alguien desea explicar la crisis actual global que tuvo sus raíces en los créditos subprime y mantiene endeudado al globo y sobre todo a algunos países de la Unión Europea, lo puede explicar principalmente en los bancos;  en la parte financiera de las naciones.
En este momento ya no es únicamente la dependencia de unos países sobre otros  o el dominio de las naciones centrales sobre las periféricas. Parece que los grandes consorcios financieros en la actualidad dominan a las propias naciones centrales que se debaten en la forma en que deben salir de este problema que fue permitido por el expresidente  Reagan y  les dejó hacer lo que quisieran bajo la égida de libre mercado.
En suma,  todo parece indicar que las bases sobre la globalización o americanización se estaban preparando. Por lo cual el mundo debe ser comprendido de acuerdo a la cultura del american way of life, la economía y las comunicaciones.
La crisis del modelo de Brettón Woods nos da la respuesta: las formas financieras de paridad estable pasan a paridad flexible, y el tablero de ajedrez económico movió una pieza que hizo que todas sucumbieran.  Ello fue porque los Estados Unidos imprimieron dinero de más, haciendo que el mundo cayera en la zozobra económica en los años 70  bajo el reclamo de Charles de Gaulle.
De ahí  que el sistema económico mundial estaba tocando la puerta de la globalización, tratando de abandonar el pensamiento dual impregnado en ocasiones de ideas marxistas o persiguiendo un desarrollo por etapas. De hecho, la globalización viene a ser un eufemismo de las teorías anteriores que prometieron el desarrollo de las economías atrasadas. Ahora, la tierra prometida – Sion, la ciudad celestial - se llama globalización y ofrece la homogenización del mundo. Un futuro alentador en donde la pobreza y desigualdad deben leerse como una pesadilla del pasado.
El comunismo se derrumbó y con ello fue factible voltear a otro lado  que nos diera la alternativa. Ese otro camino se llama  economía de mercado y reforzamiento de las ideas liberales a través, digamos, del consenso de Washington, mismo que vino a representar la bandera  de los intereses más oscuros de las sociedades opulentas y un reforzamiento de la globalización como alternativa del desarrollo para las economías más atrasadas, haciendo propuestas futuristas del comportamiento de la sociedad.
Planteamientos hegelianos sobre la eternidad del sistema de libre mercado y los aportes de Francis Fukuyama (1992)12 en torno al fin de las ideologías y el establecimiento del neoliberalismo. Su continuador es Samuel Huntigton (1993-1996)13 que sin tocar puntualmente la tesis del fin de la historia,  veía el problema de las ideológicas y con ello la lucha entre civilizaciones. A Samuel Huntigton le sigue, bajo el mismo tenor,  Kenichi Ohmae (2005)14, que hablaba sobre el  desarrollo de regiones y el fin del Estado-nación, mismo que puede abarcar varios países, pero que mantiene la idea de un mundo único desde el plano económico y bajo los conceptos del mercado.
En suma, hemos de decir que la globalización tiene en su cuerpo un virus  llamado neoliberalismo que sostiene la idea de un aumento en el excedente económico y  su principio es el desempleo, los bajos niveles salariales y la desigualdad que impulsa severamente la migración del sur al norte del planeta, haciendo complicado el ajedrez económico y político del orbe.
Así mismo, la globalización en un futuro seguirá teniendo la cara de la modernidad; del capitalismo en sí. Deberá revisar sus principios que tengan que ver con los valores humanos y ética empresarial,  mismos que le pueden  llevar al campo de una mayor distribucion de la riqueza. Ese es el quid pro quo del asunto si es que se quiere mantener en la enternidad como lo predice Fukuyama o Huntington.
2.- La pobreza en México, Latinoamérica y a escala global.
Cualquiera puede estar de acuerdo o  no con el capitalismo o el socialismo pero una cosa es cierta: ninguno de los dos  sistemas sociales ha logrado acabar con la pobreza y desigualdad. Como tampoco ha podido establecer una verdadera  democracia  política y economica que se perfile hacia la solución de los problemas que  la humanidad demanda en relación al bienestar. Si bien existen casos aislados por algunas naciones, en términos generales la situación ha sido negativa.  
Se ha caminado hacia esos rumbos como utopía realizable, sin embargo, han dosificado los esfuerzos y mantenido un equilibrio que conviene a los intereses individuales y de ciertos sectores sociales. Si bien las sociedades socialistas se acercaron al equilibrio económico, parece que éste no se dio totalmente por posturas que el ser humano no ha rebasado como la avaricia y egoísmo. Para la modernidad, su preocupación central ha sido la democracia política que ha sido un engañó a la lupa del buen conocedor, ya que la democracia es un concepto holístico que conlleva otros aspectos como la democracia económica que tiende a disminuir las brechas de la riqueza.
La pobreza hasta el momento parece que es inherente al comportamiento social; pero no siempre ha sido así. Existe porque hay excedente económico y por el impulso de la  propiedad privada impulsada por  el egoísmo, mismo que  se fue desarrollando a lo largo del tiempo  con la idea de tener. Por cierto, propiedad privada que debe ser revisada cuidadosamente ya que parece ser parte consustancial al sujeto.
Por otro lado y desde el plano histórico, hemos de decir que un pobre hace 60 años no tenía televisor o radio. Sin embargo, en la actualidad los tiene y sigue siendo pobre ¿A qué se debe?
 Invariablemente tenemos que en la medida en que las necesidades aumentan desmedidamente en la modernidad,  hace que unos disfruten de elementos materiales por encima de otros. Así mismo, cuando estos ya no son importantes como forma de poder o presunción, se relegan a otros que desean tenerlos. Sin embargo, los pobres nunca tendrán muchas cosas de los ricos, excepto aquello que funciona como utilidad económica para ellos.
La pobreza en las comunidades primitivas no existía ya que la riqueza era distribuida entre todos. De ahí que pobreza y desigualdad son dos lados de una misma moneda. La desigualdad, en el estricto sentido,  existe después de la etapa comunitaria.  Ello  es una condición sine qua non de la modernidad, ya que se vive bajo la lógica del capital. Es decir,  existen ciertos sectores sociales o individuos que tienen mucho,  gracias a que otros no tienen nada.  
Un ejemplo lo podemos ver  en algunas comunidades brasileñas que viven en condiciones apartadas del sistema en que vivimos. Todos tienen lo mismo y su mayor preocupación es cazar y comer en ese momento. Es decir, conviven con fórmulas sociales igualitarias parecidas a las que se dieron en los orígenes de la humanidad. De hecho, el gobierno brasileño  no interviene en esos lugares de la selva amazónica por respeto a la integridad cultural y social de esos grupos.
Frente a sociedades avanzadas como el sistema capitalista o socialista podemos decir que son pobres estas comunidades; pero entre ellos ni siquiera existe el término pobreza-riqueza. Esas comunidades hasta la fecha están muy apartadas de lo que conocemos como civilización en términos de sociedad compleja.
En un mundo globalizado la pobreza se hace presente en la medida en que nos comparamos unos con otros y observamos los desniveles existentes de los pueblos más desarrollados con respecto a los desarrollados.
Por ende, en un primer momento, la pobreza la podemos definir como la carencia de elementos materiales y no materiales de existencia en determinado momento histórico-espacial (pobreza relativa-absoluta), y la riqueza viene a ser lo contrario. Es decir, la posición de ambos aspectos.
Los elementos materiales los concebimos como aquellos que  tienen que ver con los alimentos, la casa, el coche, la televisión, etc. en suma  lo económico. Los no materiales están asociados con la cultura, los valores, los conocimientos, la educación, etc. en suma, con el desarrollo humano.
Si decimos que la pobreza se relaciona  con aspectos educativos, religiosos y culturales. Debemos plantear que también es un  asunto en donde influyen el arte y el humanismo. Es también preocupación por la corrupción, por la  libertad y la democracia.
En suma, pensar en la pobreza desde el campo meramente material o económico, nos transporta a un reduccionismo y por ende, a soluciones equivocadas de la misma.
De ahí que la idea se centra en darles a los pobres las oportunidades para la obtención de los mínimos necesarios de supervivencia que van  cambiando en el tiempo. Por ende, el problema no se encuentra en la pobreza en sí, sino en la distribución de la riqueza.
Un ejemplo nos podría dar luz a lo anterior. Si anteriormente los ricos tenían televisión y los pobres no, en la actualidad ellos tienen otros televisores más avanzados tecnológicamente hablando y los pobres los más atrasados. De forma tal que existen brechas de todo tipo que hacen diferencia entre unas clases sociales y otras.
Lo mismo pasa con los países cuya tecnología no va a alcanzar a la de los más desarrollados. Las inversiones que se hacen, y que supuestamente traen nuevas tecnologías, jamás se pueden reproducir dado que están patentadas. Y si así lo fuera, en los países ricos se está generando  tecnología que sigue   haciendo depender a los países más pobres.
Aún más, la tecnología la podemos analizar de dos maneras: por un lado hace que se aumenten los niveles de ganancia; como ya  lo hemos mencionado líneas arriba,  y por otro, relega a los competidores a un segundo plano. De esta manera  y como colofón, permite la apropiación de otras industrias, acelerando  la concentración y centralización del capital, y con ello los monopolios.
La  desigualdad parte de la producción y  de la lógica del capital en cuanto a que los que generan la riqueza no la disfrutan debido a salarios tan bajos. De un concepto egoísta que se ha agudizado en la etapa moderna y con la globalización.
Por lo cual  el rico trata a toda costa de tener más y tiene el deseo enorme de ser vanguardista en lo material, mientras que el pobre aspira a aquello que el rico tiene. De forma tal que en términos humanos vivimos una pobreza generalizada.
Pero: ¿Cuál es el deseo del rico que no puede obtener? Más dinero, más beneficios que se persiguen eternamente; parece que lo que se tiene no basta. Es la constante competencia que hace que siempre este con temor por perder algo o todo. Se sujeta a la tecnología y la persigue incesantemente para la obtención de los beneficios y en ocasiones obsesivamente ve que es un gran muro histórico. Desea a toda costa descubrir para avanzar en sus ganancias.  
Por ello, en un segundo momento  definimos la pobreza como la aspiración eterna de  querer tener más y no poder satisfacer dicha aspiración. De ahí que vivamos una encrucijada psicológica en donde los niveles de ansiedad se elevan día a día, acelerando procesos psicopatológicos que se encierran en el consumismo y la acumulación.
Desde otro plano, el deseo desmedido de tener  nos lleva a incrementar la producción por arriba de los satisfactores básicos, lo que hace aumentar el PIB de manera constante y contaminar nuestro hábitat, haciendo  de la tierra un lugar inhabitable.
Como podemos ver la globalización, vista de este modo, provoca ilusiones materiales globales que llevan a la humanidad en general a tratar de solucionarlas a través de la modernización del aparato industrial. Aspiraciones que intentan homogenizar el tejido social a gran escala, pero que en esencia se crean más diferenciaciones, ya que la necesidad de obtener más ganancias provoca desequilibrios regionales que se plasman en el libre comercio, en maquiladoras, patentes, industrias extractivas y financieras que han provocado, por su afán dilapidador, las crisis actuales.
La globalización parte de ese deseo enorme de imponer formulaciones  al comportamiento social, económico y cultural que los individuos  tienen desde el plano físico y mental. También se comparten avances en la cultura, el arte, la tecnología. Sin embargo,  existe un egoísmo enorme que se trasforma en  dominación y se exacerba bajo consideraciones sociales más intensas y con ello se desea mayor  riqueza y poder.
Si bien la imposición de ideas y formas culturales, económicas, sociales y políticas en la base son negativas, también tienen su connotación positiva debido a que  se pueden homogenizar ciertos aspectos que unas sociedades han descubierto, como pueden ser los avances científico- técnico  y formulas valorativas que hacen que la humanidad, al disminuir su egoísmo, pueda ser más rica en todo sentido y podamos abandonar la prehistoria para hacer historia.
Sin embargo,  hasta el momento parece que estamos en un tobogán sin fondo en donde los contravalores se han estado acentuando y con ello se  incrementa la pobreza y la desigualdad; a pesar de que se promete más desarrollo y un aumento en el Producto Interno Bruto (PIB), dando como respuesta ciertas inconformidades que se traducen en pensamientos globalifóbicos que se muestran en las calles de Seattle, los ocupas del Central Park o los indignados en la Puerta del Sol en Madrid.
En realidad el tener ilusiones materiales  no  es  del todo negativo; pero cuando es por un afán de acumular en demasía se vuelve un problema existencial. La propiedad no debe ser un torrente tan grande que nos empuje a un mundo de desequilibrios sociales de marginación pobreza y hambruna, como tampoco de dilapidación de recursos humanos y materiales.  El problema está en que nos llenamos de preocupaciones existenciales y las diferencias sociales parece que  nos empujen a querer tener más y más. Una sociedad más igualitaria no provoca estos problemas y mucho menos una de oportunidades  y  creación de capacidades.
El tener es importante ya que permite al ser humano generar los bienes materiales que le den bienestar; de ahí que la propiedad privada es algo inherente al ser humano y es positiva; pero no en el exceso en que la vemos actualmente, ni en la forma en que la conceptualizamos.  No es lo mismo tener un auto y realizarnos en él, que usarlo para pasear con nuestra familia. Por lo cual el tener no es un fin, sino un medio. Aún más, el tener tiene que ver con la vida misma. Tener padres,  nietos, hijos, miedos, angustias, creencias, etc.
Para Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, (2010)15  la preocupación sobre las necesidades, y el que éstas aumenten en la medida en que el tiempo pasa; no son ciertas. En realidad, los autores determinan que  las necesidades son finitas e iguales en cualquier momento histórico y cultural. Por ello, proponen un esquema de clasificación de necesidades con dos criterios: el primero tiene que ver con categorías existenciales como el ser, tener, hacer y estar. El segundo se relaciona con categorías axiológicas como las de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad.
En efecto, si las necesidades son finitas, debemos enfocarnos a los satisfactores que son los que provocan la pobreza. En otras palabras el aspirar a ellos y no lograrlos hace que los seres humanos sean pobres y por ende infelices.
Ahora bien, a estas definiciones de pobreza que estamos revisando, se agrega otra de Amartya Sen (1981)16 en donde la pobreza es una condición de los pobres  y su falta de capacidades. Es decir, el problema no se centra en la riqueza y su posición, sino en la ausencia de medios para lograr lo que se desea.  Situación que habíamos planteado líneas arriba en torno a  una aspiración a tener más y no poder lograrlo; de ahí la importancia de las oportunidades que nos generen capacidades.
Haciendo un paréntesis, a Sen le diría que la pobreza no es una condición de los pobres. También es de los ricos, ya que el desear es algo que parece intrínseco en el ser humano y aquellos que poseen bienes y fortuna tienen un problema existencial. Los ricos están sujetos a la tecnología para aumentar su ganancia y ello depende del avance científico técnico. Además, no saben en qué  van a gastar tanto y la muerte es un acoso constante que no se compra tan fácilmente. Incluso una enfermedad terminal ni con todo el oro del mundo se puede pagar. Tampoco la muerte de los padres o los hijos.  El ser humano está en una encrucijada si piensa siempre en tener por tener. Como lo hemos dicho, el tener es importante, pero no como vanidad o presunción, sino como algo secundario que puede dar felicidad momentánea y sobre todo, que se puede compartir y vivir con otros.
Por otro lado, respetando nuestra definición de pobreza material y no material, hemos de decir que hay gente rica que es pobre por falta de elementos no materiales como son la cultura, el conocimiento, la humildad, etc. Aspectos  que hacen ver muy mal a quienes no lo poseen. A menudo podemos ver a gente con dinero que humilla a los pobres o que anda en las calles presumiendo lo que no es, sin saber que ello los hace ser más ruines.
Volviendo nuestro análisis diremos que las capacidades son aquello que una persona es capaz de hacer o ser. La capacidad de leer, escribir, comunicarse, asociarse, etc. si se tienen estas capacidades, entonces los niveles de bienestar humano tienden a aumentar bajo la libertad de elección.
Un ejemplo sería el que una bicicleta es un bien y es para trasportarnos. Esa característica le da a la persona la capacidad de trasportarse y le da  por consecuencia utilidad.
Amartya Sen en realidad está en contra de medir la pobreza  por el ingreso. Habrá que lograrlo por las capacidades y la forma en que valoramos nuestra vida. En el centro  plantea la idea del desarrollo humano con libertad. De ahí que piensa que un incremento en el ingreso no necesariamente impacta en el bienestar humano.
Lógicamente el ingreso no es suficiente para determinar el bienestar humano si no están dadas las condiciones para contener la inflación. De facto, la tesis del ingreso tiene un gran problema desde este ángulo.
Inspirados por  Sen, el  Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo  (1997)17 establece la pobreza y pobreza humana  en base a las capacidades, pero como un adendum en torno a la negación de opciones  y oportunidades para vivir una vida tolerable. Aún más, tiene que ver con  la falta de libertad política, la autoestima y  respirar aire no contaminado. Se agrega la libertad para hacer uso de los satisfactores y situaciones que tienen que ver con el analfabetismo, desnutrición, salud, la vivienda, etc.
En suma, el PNUD basa la pobreza en dimensiones que tienen que ver con vida breve, exclusión, analfabetismo y carencia de medios materiales.
En México la definición  de la  pobreza tiene que ver con un marco muy complejo en donde el CONEVAL (2009, p-21)18. Establece que: “Una persona es pobre si es carente tanto de espacio del bienestar como el espacio de los derechos”
Ahora bien, hemos pensado que si  dejamos por sentado que la pobreza es la falta de capacidades para lograr lo que se desea, entonces hemos de decir que lo que deseamos depende de una necesidad o carencia. En otras palabras, el Estado debe  hacer un análisis social de las necesidades y crear las oportunidades. Por su parte,  las personas también lo deben hacer y de esta manera  generar las capacidades para ello. En suma, necesidades y capacidades son importantes ya que no podemos generar capacidades al vacío  sin ver las carencias y lo que vamos a obtener.
Hasta aquí el lector debe pensar en dos cosas: por un lado una definición  de pobreza relativa y otra absoluta. Sen cuando habla de pobreza absoluta se refiere a las  capacidades y cuando plantea la pobreza relativa lo hace en términos de bienes.  La falta de capacidades es absolutas para Sen no dependen de otras personas si la han satisfecho, sino de uno mismo. Sin embargo los bienes sí.
El origen de estas definiciones lo tenemos en Marx cuando habló de las necesidades naturales o biológicas que tienen que ver con las condiciones naturales de las naciones o regiones y el modo de satisfacerlas de manera histórica (Pobreza relativa). Pero en determinado país y momento histórico, la pobreza es la suma de medios necesarios para satisfacer dichas necesidades  fijas. (Pobreza absoluta).
Para Robert Mac Namara expresidente del Banco Mundial la pobreza relativa se ve de país a país y la absoluta a través de  un estándar o línea de pobreza.
Todo ello nos lleva a fórmulas para cuantificar aspectos  materiales y  no materiales que en muchos casos se infieren como el caso de los valores. Además, cuantificar es importante ya que nos permite diagnosticar y planear. De ahí que debemos tomar parámetros absolutos para medir la pobreza.
Ahora bien, en nuestro país han ido cambiando en el tiempo y  se establecieron programas que en su inicio contemplaban la pobreza únicamente en las zonas rurales.  En realidad, se vivía un modelo de desarrollo hacia adentro y no se pensaba seriamente en la globalización. A ello se le denominó el periodo de Industrialización por Sustitución de Importaciones,  Desarrollo Estabilizador, Desarrollo Compartido o Welfare State.
En un principio dichos parámetros que se utilizaron fueron dos: el de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y el de Línea de Pobreza (LP),  las cuales  se calculaban a través del valor monetario de la Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales (CNSE), misma que fue diseñada por la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (COPLAMAR-1977). Ello se hacía conjuntamente con el  Programa de Inversiones Públicas para el Desarrollo Rural (PIDER- 1973-1983) y el  Sistema Alimentario Mexicano (SAM-1979).
Más adelante  se vio que la pobreza no era propia de las zonas rurales. La migración, el crecimiento urbano, las políticas neoliberales y los salarios muy bajos,  generaron focos de miseria en las ciudades, tal es el caos de Ciudad Nezahualcóyotl, en Chalco, Estado de México y en muchas metrópolis del país, como Cartolandia en Tijuana BC. Para ello se creó el Programa Nacional de Solidaridad (1988) con Salinas de Gortari. Después se le llamó Programa de Educación Salud y Alimentación (Progresa-1997) con Ernesto Zedillo. Su medición para ese entonces se basaba en las capacidades y  en el desarrollo humano; de acuerdo a los argumentos de Sen.
Después los gobiernos panistas de Vicente Fox y  Felipe de Jesús Calderón le llamaron  Programa de Desarrollo Urbano Oportunidades. Y en este momento con Peña Nieto se denomina Prospera.
En otro apartado habría que hacer un estudio del gasto que se dio en estos programas, lo cierto es que han sido ineficientes,  ya que la pobreza desde la instrumentación de dichos programas ha estado  aumentando en términos netos, tal y como nos lo muestra el siguiente cuadro que parte desde 1963 y que nos muestra un aumento en el total de pobres.
Para el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL,  2014)19 la pobreza tiene que ver con las condiciones de vida de la población que se asocian a tres aspectos: el bienestar económico, los derechos sociales y el contexto territorial.  
En cuanto a la parte económica se deben analizar las necesidades asociadas a los bienes y servicios que la población puede adquirir de acuerdo a su ingreso.
En cuanto a los derechos sociales se deben estudiar las carencias de la población y en el contexto territorial se asocia a la parte geográfica, social y cultural.
Para medir la pobreza es necesario considerar ocho indicadores como es el ingreso per cápita, rezago educativo promedio del hogar, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación y grado de cohesión social.  (CONEVAL (2014).20
Datos recién publicado por el CONEVAL (2015)21  nos indican que la población en pobreza aumentó en 2 millones de personas entre los años 2012 y 2014. Pasó de 53.3 millones a 55.3 millones de habitantes. En términos porcentuales fue de 45.5% a 46.2% y los mexicanos en pobreza extrema disminuyeron de 11.5 millones a 11.4 millones. Lo que nos da en porcentajes de 9.8% a 9.5%, tal como se describe en el siguiente cuadro.

Así mismo, el número de personas que no tienen los recursos para adquirir la canasta alimentaria básica (Ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo) pasó de 23.5 millones a 24.6 millones en el mismo lapso de tiempo. Y los que no pueden adquirir la canasta alimentaria (Ingreso inferior a la línea de bienestar) aumentó de 60.6 millones de personas a 63.8 millones. Ello es debido a un ingreso insuficiente que no varía desde hace 20 años. 

Al precisar un poco más los datos podemos dar cuenta de ellos en los siguientes cuadros que hemos tomado de Frente a la Pobreza en donde podemos observar las principales características de la población mexicana en cuanto a las formulaciones sociales. Se puede ver a través de ello, una radiografía social en donde la pobreza aumenta, más sin embargo, los servicios a la seguridad social y de salud han estado aumentando.

Cabe decir que la seguridad social está definida como el conjunto de mecanismos diseñados para garantizar los medios de subsistencia de los individuos y sus familias ante accidentes o enfermedades, la vejez o el embarazo y el acceso a los servicios de salud tiene que ver con la parte física y mental de los individuos.

Todo ello bajo la consideración que una persona pobre presenta 2.3 carencias y la pobreza extrema presenta más de 3 carencias. Para ello se toma en cuenta el rezago educativo, la seguridad de la salud, la alimentación,  los servicios de salud, la calidad de la vivienda y el espacio. 

Es interesante hacer una serie de conclusiones a partir de estos datos ya que podemos observar que a pesar de los programas en contra la pobreza la situación ha sido muy difícil para la población mexicana. Desde la etapa de modernización que impulsó el gobierno de Miguel de la Madrid y del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, hasta las llamadas Reformas en la actualidad, la promesa es elevar el nivel de vida. Sin embargo, los datos duros nos indican otra situación que no tiene que ver con la solución de los problemas más importantes en materia de ingreso.

El haber firmado un documento del Tratado de Libre Comercio con la idea de tener salarios bajos, debemos estar conscientes que ello nos ha llevado a ser en América Latina el país con menor salario e incluso más bajo que los salarios de China.

De ahí que la pobreza haya crecido, según los datos expuestos, desde 1984 en 10,8 millones de mexicanos a pesar del presupuesto tal elevado que se ha designado para acabar con la pobreza.

Por otro lado  la CEPAL (2007)22  cuantifica la pobreza a través del costo en moneda local de una canasta básica de alimentos  que cubre las necesidades en términos calóricos, tomando en cuenta hábitos de consumo, disponibilidad efectiva de alimentos y diferencias de precios en áreas urbanas y rurales. La línea de  pobreza se obtiene multiplicando el valor de la línea de indigencia por un factor constante (~ 2) que da cuenta de los gastos básicos no alimentarios. Por ende, las líneas de indigencia y pobreza se comparan con los datos sobre la distribución del ingreso per cápita del hogar, que proviene de las encuestas de hogares.
El método de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) también fue utilizado por  la CEPAL, que consideraba aspectos como la vivienda y un mínimo de habitabilidad, servicios básicos de sanidad adecuada, acceso a educación básica y capacidad económica para alcanzar los niveles mínimos de consumo.
Al observar el cuadro siguiente podemos detreminar que la pobreza en cuanto a porcentajes ha estado disminuyendo. La miden con respecto a la poblacion total. Lo mismo pasa con la pobreza exterma, cuya valoración tiende a disminuir.
Sin embargo, en la segunda grafica podemos ver como es que el número aumenta con respecto a 1980 y pasa de 136 millones a 187 millones de pobres en 2014 y los pobres extremos pasaron de 62 a 71 millones de personas. (CEPAL, 2014, p-16)23
Al hacer un estudio por pais nos encotramos con aquellos que han avanzado significativamente a pesar de las crisis globales que se han dado en el ambito productivo y financiero. Ese es el caso de Paraguay, El Salvador, Colombia, Perú, Chile, Costa Rica, Uruguay. Brasil, etc, tal como podemos apreciar en el cuadro siguiente. Desafortunadamente Mexico es el unico pais en que la pobreza tiende a aumentar significativamente.
Por otro lado, a escala mundial  las cosas cambian respecto a la tendencia de la pobreza, ya que el Banco Mundial  refiere que ha disminuido. El organismo ha definido líneas de pobreza o pobreza absoluta y las mide  de acuerdo al nivel de ingreso, llamado método directo. Por lo cual la pobreza extrema se ubica en menos de $ 1.25 dólares diarios a precios de 2005  y la pobreza moderada significa vivir con menos de $2 dólares diarios.
Anteriormente esta institución medía la pobreza extrema  con 1 dólar diario  y 2 dólares diarios para la pobreza. Todo ello en términos de Paridad de Poder de Compra (PPC) de 1993.
De esta manera, y siguiendo nuestro marco histórico desde el inicio de la tercera globalización y la aplicación  de las mediadas neoliberales, impulsadas por Regan-Thatcher, la pobreza extrema empieza a descender a escala global. No así la pobreza que se ha reducido muy poco;  según nos comenta el Banco Mundial.
Esta institución financiera  nos ofrece datos en torno a que el 17% de la población mundial en desarrollo vivía con menos de 1.25 dólares al día en 2011, cantidad muy inferior al 43% de 1990 y al 52% en 1981.
En otras palabras:  “…significa que, en 2011, un poco más de 1000  millones de personas (1,011) subsistían con menos de US$1,25 diarios, en comparación con 1910 millones de personas en 1990 y 1930 millones de personas en 1981.  El progreso ha sido más lento en las líneas de pobreza más altas. En total, 2200 millones de personas sobrevivían con menos de US$2 al día en 2011, la línea de pobreza promedio de los países en desarrollo y un indicador común de graves privaciones. Se trata de una reducción marginal con respecto a los 2590 millones que había en 1981”.  Banco Mundial (2015)24

Estos indicadores son  muy plausibles y nos informan que la economía de mercado está dando resultado. Sin embargo, tenemos que para 2014 el mismo Banco Mundial en la conferencia sobre los Objetivos del Desarrollo del Milenio en Bogotá,  estableció que la pobreza extrema aumentó en un 22.4%. Si tomamos en cuenta que la población mundial es de 7 mil millones, entonces la pobreza extrema es de 1,561 millones de habitantes.

Para la ONU (2014)25  en el año 2014 había 2, 200 millones de pobres en el mundo y 1,200 millones de pobres extremos. Así mismo, casi 1500 millones de personas están al borde de la pobreza y  agrega  que el crecimiento no es suficiente para poner fin a la pobreza.

Ante esta situación debemos preguntarnos lo que ha pasado con los objetivos del milenio y lo que ha sucedido con la lucha en contra del sida, la mortalidad materna infantil, el acceso al agua, la igualdad entre sexos y la educación.

Como conclusión si tomamos datos del Banco Mundial la población en pobreza extrema y pobreza ha disminuido a partir de 1981. Con los datos de la ONU  la pobreza extrema disminuye, no así la pobreza que se encuentra igual que en 1981 y tiende a aumentar.

Y es que contrario a esta situación, tenemos que: “…el 1% más rico de la población se ha incrementado, pasando de un 44% en 2009 a un 48% en 2014. A este ritmo, para el año 2016 habrá alcanzado el 50%. En 2014, los selectos miembros de esta élite del 1% mundial tenían de media una riqueza de 2,7  millones de dólares por adulto. Del 52% restante de la riqueza mundial, la mayor parte (el 46%) está en manos del 20% más rico. El 80% restante de la población comparte tan sólo el 5,5% de la riqueza mundial: 3,851 dólares de media por adulto, lo que equivale a 1/700 parte de la riqueza media del 1% más rico de la población mundial.”(OXFAM, 2015) 26

Aunado a lo anterior OXFAM  establece que en el Foro Económico Mundial se denunció que 85 personas más ricas poseían más que 3.500 millones de personas y que ha estado cambiando de forma tal que en este momento son 80. En el año 2010 eran 388. Lo que quiere decir que entre 2009 y 2014 la fortuna de las 80 personas más ricas se ha duplicado. De hecho,  en el 2016 el 1% más rico se espera que tenga más que todo el resto del mundo.

A eso le llamamos concentración del ingreso y malas políticas públicas que llevan a la polarización de la sociedad. No se busca una economía incluyente ni con justicia social, sino aquella que está basada en el darwinismo. 

3.- La distribución del ingreso y el coeficiente de Gini.

Ahora bien, si hablamos de la evolución de la desigualdad en México podemos ver que durante el modelo de Welfare State  el primer decil o el  diez por ciento de la población más pobre, fue perdiendo terreno desde 1963. Pasó de 1.7% a 0.9% y el décimo decil más rico lo hace en los mismos años de 41.9%  a 36.6% del ingreso. Según lo detalla el siguiente cuadro.

Con ello podemos decir que se fue consolidando una clase media-media y media alta en el país, quienes aumentaron su participación en el ingreso, tal y como se muestra en el cuadro anterior.  

Ahora bien, si nos fijamos en la parte última del cuadro, podemos ver que esta situación llevó a un cambio en el coeficiente de  Gini con un 0.523 en 1963, 0.498 en 1968 y 0.496 en 1977, lo que indica una tendencia en la reducción en la polarización y redistribución de la riqueza, tal y como se puede apreciar.
 
Sin embargo, a partir de 1984 tenemos una imagen en que aumenta la desigualdad con las medidas monetaristas impulsadas en la época de Miguel de la Madrid. La  riqueza en el decil más alto empieza a aumentar y  para el año 2010 la situación baja como se puede apreciar a lo largo de 13 años. Aun con ello el decil X pasa de 36.1 en 1984 a 37. No  así el decil I que se mantiene constante y  va de 1.6 en 1984 a 1.6 en el año de 2010. 

En el año de 1984 los niveles de menor desigualdad tocan a la puerta de nuestro país con un índice de 0.425. Desde ese momento empieza a aumentar desmedidamente, de forma tal que ya en 1994, el indicador era de 0.477 puntos.27
Datos más cercanos nos indican situaciones inversimiles en donde “el Global Wealth Report 2014 señala (…) que el 10% más rico en México concetra el 64.4% de toda la riqueza del  pais. Otro reporte de Wealth Insight afirma que la riqueza de los millonarios mexicanos excede y por mucho a las fortunas de otros en el resto del mundo. La cantidad de millonarios en México creció en 32% entre 2007 y 2012. En el resto del mundo y en ese mismo periodo, disminuyó un 0.3%.” (Esquivel. 2015, p. 7)28
Ello es posible ya que “En 1996 y de acuerdo con la primera lista publicada por Forbes, en ese entonces había 15 mexicanos con fortunas superiores a los mil millones de dólares. De 1996 a 2005—primera década de consabida publicación—el promedio fue de once mexicanos por año. Con base en los datos de 2014, figuran hoy 16 mexicanos en esa categoría, apenas uno más que hace casi dos décadas. Lo que sí ha cambiado y de manera muy significativa, es la importancia y magnitud de la riqueza de nuestros multimillonarios. Mientras que en 1996 las fortunas de esos 15 equivalían a $25,600 millones de dólares, las de los 16 mexicanos más ricos en 2014 equivalen a $142,900 millones de dólares. ¿Qué implica lo anterior? Que entre 1996 y 2014 la fortuna promedio de cada miembro de ese selecto grupo de mexicanos pasó de $1,700 a $8,900 millones de dólares.” (Esquivel. 2015, p- 17)29

Aún más, la clase media se redujo en 2012 a 2014 en 1.36% y se hubica en 6.78  cuando en 2012 era de 8.14% (El Financiero, 2015)30
Datos oficiales publicados en julio de 2015 establecen que  el  coeficiente de Gini  nos muestra una mayor  polarización de la riqueza la cual nos dice que en el año 2010 fue de  0.509, para el 2012 con 0.498 y 2014 con 0.503 (CONEVAL, 2015). Estos aumentos en el coeficiente de Gini, no se veían desde 1963 en donde los niveles de pobreza y riqueza eran muy elevados.

En suma y tomando nuestro marco histórico, podemos decir que desde 1984 al año 2014, la desigualdad aumentó en la medida en que se pasa de un coeficiente de Gini de 0.424 a 0.503.

Para el espacio de América Latina su entrada al concierto globalizador fue más prematuro que en México. Mientras en nuestro país lo hace en 1982, en el espacio latinoamericano es en 1980. La distribución del ingreso para la región ha sido muy desigual. De hecho, es la más polarizada a escala mundial, lo que hace ver que es necesario establecer políticas adecuadas a esta situación para cerrar las brechas que separan a los que más tienen con respecto a aquellos que están en la miseria.
Como podemos observar en el anterior cuadro el coeficiente de Gini tiende a disminuir de 1960 a 1980, de 0.532 a 0.497. En términos promedio y a escala mundial, se lee en la parte de abajo 0.334.

Datos más cercanos de la CEPAL (2013, p-22)31 nos indican poca evolución en el indicador de forma tal que pasaron de 0,542 a 0,486, entre los años 2002 y 2013. Es decir, hubo un aumento sustantivo y después empezó a disminuir el indicador, de forma tal que para el año 2013 fue de 0.486. Dato último que tenemos registrado y que tomamos de la CEPAL. Como se puede observar y al analizar la cifra de 1980 de 0.4975 para el año 2013 de 0.486 la tendencia fue a disminuir muy poco o prácticamente estamos igual que hace más 25 años, en cuanto a distribución de la riqueza se refiere para el área latinoamericana.

Indicadores del Banco Mundial y de Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS)32 nos indican que en 2014 el nivel de desigualdad en África Subsahariana arroja un coeficiente  de Gini de 0.565, en América Latina de 0.529, Asia con 0.447 y Europa del este y Asia Central 0.347. De hecho, Latinoamérica  entre los años 80 y 90 era la región más desigual de todo el mundo.

Al ver estos datos y compararlos con los que tenemos en el cuadro 9 de los años 80, prácticamente vemos que a escala mundial las diferencias han aumentado fuertemente, de hecho, en esos años no existen coeficientes arriba de 0.5 que se aproximan 0.6 en donde se considera que pueden existir problemas muy grandes en términos de violencia por las brechas existentes.

Para Latinoamérica la situación concluyente es que si ha estado aumentado la desigualdad al hacer la lectura de estos datos a diferencia de la CEPAL, en donde pudimos ver que casi se mantenían igual.

 

A manera de conclusiones.

Hablar que la globalización ha estado homogenizando el tejido social en términos económicos se nos hace impensable y hasta ridículo. No por un simple prurito o el  deseo que así sea. La globalización se ha preocupado más por el comportamiento de los mercados y por aumentar los niveles de acumulación global que por solucionar la pobreza y las diferencias sociales.  El mercado fija precios; pero no da de comer.

En la actualidad vemos la modernización de la planta productiva como un factor que hace aumentar los niveles de utilidad y muy poco los salarios que constantemente disminuyen. De hecho, parece que el globalismo está tomando ventaja y las sociedades se mueven entorno a la parte económica en vez de atacar aquello que tiene que ver con los valores humanos y la realización humana.

“El objetivo de la tecnología el télos de la techné sugirió Jonathan Franzen al inicio de una conferencia pronunciada el 21 de mayo de 2011 en el Kenyon College, es sustituir un mundo natural, indiferente a nuestros deseos (un mundo de huracanes, de adversidades y corazones que se pueden romper, un mundo que se nos opone), por otro tan receptivo a nuestros deseos que llegan a  ser, de hecho, una simple prolongación del yo” Bauman (2014, p- 66)33

Según el CONEVAL, por un lado nos dice que el índice de tendencia laboral, que mide el ingreso y con ello la posibilidad de comprar la canasta básica  alimentaria, ha estado aumentando en los últimos años en nuestro país, por otro, contrariamente  hay tres familias que acaparan el 62% de la fortuna acumulada. A escala mundial tenemos que el 1% posee el 46% de la riqueza.  (OXFAM, 2014, p-5)34. En Estados Unidos el 1% más rico ha acaparado el 95% del PIB después de la crisis  de los créditos suprime. Así mismo, el 10% más rico de la población posee el 50.4% de la riqueza.

Algunos datos no se pueden cuantificar ya que el dinero se mueve constantemente. Se dice que dicha riqueza se encuentra en paraísos fiscales y gira en torno a los 18.5 billones de dólares no registrados o en países con bajos niveles impositivos. La misma fuente que seguimos (OXFAM), nos indica que el 10% de la población mundial posee el 86% de todos los recursos de este mundo global. Y el 70% más pobre sólo cuenta con el 3%. Es decir, unos 3000 millones de habitantes.

Así mismo, los países del G20 como Sudáfrica, Brasil, México, Rusia, Argentina, China y Turquía son cada vez más desiguales, mientras que los más avanzados son menos desiguales como Francia, Alemania, Canadá, Italia y Austria.

La apertura de mercados y libertad económica han hecho que disminuyan los impuestos para los países más pobres y aumenten las utilidades. Con los tratados comerciales se busca que las grandes empresas produzcan en los países subdesarrollados y procuren empleos con salarios muy bajos. Mientras, el ciudadano común debe importar sus mercancías o las pequeñas empresas. Tal es el caso de nuestro país, en dónde las maquiladoras o ensambladoras de autos no pagan impuestos y la producción es enviada básicamente a Estados Unidos. Si un ciudadano desea un televisor hecho en México debe importarlo y pagar el impuesto aduanal.

Es evidente que algo está fallando de todo esto  y no nos deja salir avante. Si alguien piensa que las crisis son malas, debe analizar a quien  le va mal y quien saca provecho de ellas. Por otro lado, existe una forma de encarar la realidad bajo la perspectiva de un crecimiento desmedido que perjudica el medio ambiente y no distribuye la riqueza, ya que estamos imbuidos en un modelo económico concentrador y excluyente.

Algo está fallando fuertemente en nuestros actuar. Como dijera Bauman (2014) la riqueza de unos cuantos parece que no beneficia a todos, tratando de escudriñar la idea smithiana en torno a que el egoísmo de unos cuantos beneficia  a todos. No es así. En realidad, la concentración de la riqueza a nadie beneficia y los más ricos se deben dar cuenta que tanto dinero provoca problemas existenciales.

Vivimos una sociedad darwinista y de consumo compulsivo, en donde la idea es comprar y comprar. Se trata de empujar al consumidor a adquirir bienes innecesario bajo la idea mercadológica del deseo.

 “Pero déjenme repetirlo: contrariamente a sus engañosos argumentos, la última área que se ha abierto a la explotación en el mercado de consumo no es el amor, sino del narcisismo.” Aún más: “el camino de la felicidad pasa por ir de compras, desde este postulado, la suma total de las compras de un país es la medida principal y más fiable de la felicidad de una sociedad, y el tamaño de lo que cada uno representa en ese conjunto de compradores es la medida principal y más fiable de la felicidad temporal.” Bauman (2014, p – 66 y 67).35

Desafortunadamente esta felicidad y la globalización se han confundido y nos han traído más problemas que soluciones. Hemos de encontrar un patrón que no tenga que ver con este globalismo que vivimos y nos introduzcamos en una visión de mundo en donde las relaciones humanas, la fraternidad, el dar, el respeto al medio ambiente y sobre todo la fraternidad, nos encaucen a una globalización menos egoísta y absurda.  Y en donde los niveles de deshonestidad, corresponsables de lo que pasa, sean abandonados.

Interrogantes clave:

1.- ¿Qué es globalización, globalismo y globalidad?
2.- ¿A qué le denominamos modernidad, modernización y modernismo?
3.- ¿Qué es pobreza?
4.- ¿Qué es el coeficiente de Gini y cual la diferencia con el índice de Gini?
5.- Discuta un ejemplo de modernismo.
6.- ¿Cuál es el comportamiento de la pobreza y desigualdad a partir de la globalización?
7.- ¿A qué se le denomina pobreza absoluta y relativa?
8.- ¿Qué es índice de pobreza?
9.- ¿En qué consisten los programas PIDER y COPLAMAR?

 

REFERENCIAS:


1  MARX, Carlos y Federico Engels. (1848) Obras  Escogidas. Manifiesto del Partido Comunista.  Alemania: editorial   Progreso Moscú.

2 BERMAN, Marshall. (1989). Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. México. Edit. Siglo XXI. Segunda edit. edición. 

3 BERMAN, Marshall. (1989). Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. México. Edit. Siglo XXI. Segunda edit. edición.

4 BECK, Ulrich. (1988) ¿Qué es la globalización? España. Edit. Paidós. http://ocw.uca.es/pluginfile.php/1496/mod_resource/content/1/beckulrichqueeslaglobalizacion.pd

5 BECK, Ulrich. (1988) ¿Qué es la globalización? España. Edit. Paidós. http://ocw.uca.es/pluginfile.php/1496/mod_resource/content/1/beckulrichqueeslaglobalizacion.pd

6 MARTURET, Hernán. (2014).  Modernidad y teoría social: entre la liberación y el sometimiento. Una lectura de Karl Marx y Max Weber. En http://sociologiageneral1.sociales.uba.ar/files/2014/03/modernidad_teoria_social.pdf

7 BECK, Ulrich. (1998) ¿Que es la globalización? España. Edit. Paidós.

8 WALLERSTEIN, Immanuel. (1974) Análisis de Sistemas Mundo. Introducción

9 BERTANFFY, Ludwig (1968). Teoría general de Sistemas. http://files.homeopatia-narro

10 HEYMAN, Timothy. (1998). Inversión en la Globalización. México. Edit. Bolsa Mexicana de Valores, IMEF, ITAM y Edit. Milenio.

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13 FUKUYAMA, Francis. (1992) El fin de la historia y el último hombre. México. Edit. Planeta

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28 ESQUIVEL, Gerardo. (2015). Concentración del poder económico y político. México. OXFAM.

29 ESQUIVEL, Gerardo. (2015). Concentración del poder económico y político. México. OXFAM.

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31 CEPAL. Panorama Social de América Latina 2013.

32 Marcelo Justo.  ¿Por qué  América Latina sigue siendo tan desigual? 20 de junio de 2014. Noticias BBC Mundo.

33 BAUMAN. (2014) ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? España. Edit. Paidos.

34 OXFAM. (2015) http://www.oxfammexico.org/?gclid=CLerkJ35isgCFUJufgoddz0NNg

35 OXFAM. (2015) http://www.oxfammexico.org/?gclid=CLerkJ35isgCFUJufgoddz0NNg


Recibido: 29/10/2015 Aceptado: 22/12/2015 Publicado: Diciembre de 2015

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