Contribuciones a las Ciencias Sociales
Mayo 2010

DE LA POBREZA MATERIAL A LA RIQUEZA MATERIAL Y AL FLORECIMIENTO HUMANO
 

 

Juan Francisco González Bermúdez
francisco.bermudez@cetys.mx



 

RESEÑA

En la era de la modernidad han existido dos sistemas-políticos sociales que no han podido distribuir los frutos del progreso técnico. Ello ha orillado a la población a vivir en la pobreza y pobreza extrema. En la pobreza material y no material que ha hecho que los niveles de violencia se hagan cada vez más agudos. Las falsas promesas y las distorsiones de la realidad global en el sentido de hacer creer que las sociedades deben perseguir la riqueza material a toda costa, nos ha llevado a las crisis económicas que en este momento tenemos. Por ello, es necesario cambiar las formas de pensamiento y crear las visiones de mundo alternativas en donde encontremos la verdadera solución de los problemas en torno a la calidad de vida y felicidad humana, con la finalidad de que sean los ejes rectores del desarrollo de las sociedades, a través de la cohesión social como instrumento que nos ayude a modificar las estructuras socioeconómicas para bien de todos. Hemos de procurar aligerar con ello la carga de pobreza que dichas sociedades soportan bajo el pensamiento del bien ser, bien hacer, bien estar y bien tener, esto nos conducirá a las fronteras del dar, mismas que hacen un mundo diferente y libre. A través de una vida cotidiana de plena y bajo el concepto de trabajo como realización (Work) y no aquel que tiene que ver con la enajenación (labor). Después de todo, el ser humano persigue la felicidad como la máxima expresión del estar y el momento en donde las formas materiales de existencia se confunden con las no materiales, sin importar el exceso de riqueza que sólo nos ha traído lo peor de los sentimientos humanos. La tarea consiste en cambiar la visión de mundo y construir las filosofías alternas de la forma en que hemos estado percibiendo la realidad en que vivimos: en tratar de ver lo que hace mejor el otro y cómo lo hace, en su forma de vida y avance educacional.

In the age of the modernity there have existed two kinds of political-social systems that have not been capable of distributing the fruits of the technical progress. It has led the population to live in poverty and extreme poverty. The material and non material poverty has made the levels of violence become increasingly more acute. The false promises and the distortions of the global reality in the sense of making people believe that the societies must pursue material wealth or richness at any expense. This is what has taken us to the current economic crisis. For it, it is necessary to change the forms of thought and create alternative visions of the world where we find the real solution to the problems concerning quality of life and happiness, with the purpose of having this vision become the governing guidelines of the development of the societies, through social cohesion as an instrument that helps us to modify the socio-economic structures for the benefit of all. We have to try to lift the load of poverty, that the above mentioned societies weighs under the thought of the well being, well to do, well be and nice to have, this will lead us to the borders on giving, which help create a different world and freedom. Through a human being´s daily life of fulfillment, and under the concept of work as a performance, and not with the one that has to do with the alienation (labor). After all, the human being pursues happiness as the maximum expression of wellbeing and the moment where the material forms of existence become confused with the non material, without considering the excess of wealth that has only brought the worse of the human feelings. The task consists of changing the world’s vision and of constructing the alternative philosophies to the form in which we have perceived the reality in which we live. Trying to see what makes others do better and how they do it, in their lifestyle and educational advancement.

Dans l'ère de la modernité ont existé deux systèmes - hommes politiques sociaux qui n'ont pas pu distribuer les fruits du progrès technique. Cela s'est rangé à la population à vivre dans la pauvreté et une pauvreté pousse à l'extrême. Dans la pauvreté matérielle et non matérielle qui a fait que les niveaux de violence deviennent de plus en plus minces. Les fausses promesses et les distorsions de la réalité globale dans le sens, de faire croire que les sociétés doivent poursuivre la richesse matérielle à tout prix, c'est ce qu'il nous a porté aux crises économiques que dans ce moment nous avons. Par cela, il est nécessaire de changer les formes de pensée et de créer les visions alternatives de monde où nous trouvons la vraie solution des problèmes autour de la qualité de vie et de bonheur humanise, dans le but de que ce sont les axes recteurs du développement des sociétés, à travers de la cohésion sociale comme l'instrument qui nous aide à modifier les structures socio-économiques pour bien de tous.

Nous avons à essayer d'alléger avec cela la charge de pauvreté que les dites sociétés supportent sous la pensée du bien été, bien faire, bien être et bien avoir, cela nous conduira aux frontières du fait de donner, la même qu'ils font un monde différent et ayez un jour de congé. À travers d'une vie quotidienne pleine et sous le concept du travail comme réalisation (Work) et non ce qu'il a à voir de l'alienation (labor). Après tout, l'être humain poursuit le bonheur comme l'expression maximale du fait d'être et comme le moment où les formes matérielles d'existence se confondent avec les non matériels, sans importer l'excès de richesse qui nous a seulement apporté le pire des sentiments humains. La tâche consiste à changer la vision de monde et à construire les philosophies alternatives à la forme dans laquelle nous percevions la réalité dans laquelle nous vivons. Dans essayer de voir ce que l'autre fait meilleur et comment il le fait.

Los hombres olvidan siempre que la felicidad

humana es una disposición de la mente

y no una condición de las circunstancias.

Locke, John.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
González Bermúdez, J.F.: De la pobreza material a la riqueza material y al florecimiento humano, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, mayo 2010, www.eumed.net/rev/cccss/08/jfgb.htm 


COHESION SOCIAL Y FLORECIMIENTO HUMANO: UN ENFOQUE PARA AMERICA LATINA

Cohesión social.

Subyace una pregunta que debemos formular y que radica en la forma de solucionar la pobreza y pobreza extrema en la región. La respuesta está en el crecimiento del “patrimonio material y social humanos” y en su justa y equitativa distribución que inciden en la promoción de los valores y de la cultura de la humanidad. Por desgracia, ni el capitalismo ni el socialismo, los dos sistemas modernos, no han podido solucionar este problema, por lo que hay que seguir buscando nuevas perspectivas en el camino del desarrollo de la democracia en que la sociedad entera organizada participe para salir de la fuerte crisis que nos aqueja, en gran medida causada por la ideología globalizadora que nos ofreció la cura de todos nuestros males económicos, políticos y sociales, cuando en realidad no es más que la justificación de la americanización del mundo, que a través de las empresas internacionales ha realizado, y cuyos resultados en su propio espacio socio político y en todo el mundo, han sido catastróficos. Y en lugar de aliviar la pobreza y los males del mundo, los han empeorado y lo sigue haciendo.

¨ El encarecimiento de los alimentos entre 2005 y 2008 arrastró a la extrema pobreza a unos 200 millones más de personas, y alrededor de la mitad de ellas no saldrán de esa situación en 2009, aun cuando los precios de los alimentos están disminuyendo. (…) Las estimaciones del impacto de la desaceleración del crecimiento en la pobreza fluctúan entre 55 millones y 90 millones más de personas en situación de extrema pobreza en 2009 que las previsiones antes de la crisis. ¨2 Aún más y en concreto, para la región Latinoamericana la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, estableció que la pobreza aumentó en el último año, entre un 2.8 y un 3.0 por ciento, bajo la consideración que entre 2003 y 2007 se logró abatir en nueve puntos porcentuales, ya que pasó de 44.0 por ciento a 35.1 por ciento. El Banco Mundial considera que la pobreza aumentará en un 1.1 por ciento, en un área en donde hay 181.3 millones de pobres en 2008. Para el BID la situación es más difícil de lo que se creé y hace propender el aumento de pobres de acuerdo a la extensión de la crisis. Establece que la pobreza rondará entre un 7 ó 9 por ciento, lo que representa 12.7 millones de personas. Para el organismo internacional, en los tres próximos años el número de pobres puede aumentar en 34 millones, a partir de sus datos que son de 192 millones de pobres. Todos estos organismos mundiales consideran que se afectara más a las economías de México Brasil, Argentina y Chile, ya que en el cuarto trimestre de 2008 su PIB decreció en 10.3 por ciento, 13.6 por ciento, 8.3 por ciento y 1.2 por ciento respectivamente.

Ahora bien, en su trabajo: “Una Integración Exitosa: la Unión Europea una Historia Regional y Nacional” Dávila, F. (2002) afirma que la mundialización entendida como el incremento del patrimonio “material y social humanos” con el desarrollo de la modernidad en su conjunto a pesar y frente a los estragos del proceso “globalizador,” caracterizado por la aceleración del desarrollo capitalista promovido en esta última etapa de la globalización por Estados Unidos, mediante la expansión de las empresas corporativas mayormente norteamericanas y calificado, como anteriormente lo hemos dicho, “ la americanización del mundo,” podemos ver que se ha incrementado como nunca este patrimonio. Pero, tanto en el sistema moderno como en el socialista ha fallado el reparto social,3 por lo que corresponde a toda la sociedad el corregir esta falla moral. Así, esta responsabilidad de las sociedades que aún no se ha cumplido tiene que expresarse e impulsar la promoción de una mayor libertad en la obtención de una mejor vida para todos; o sea, en el fomento de la solidaridad y cohesión sociales como uno de los caminos para lograrlas.

Así, las recientes aportaciones de la Unión Europea y Canadá4 nos llevan a pensar en las formas de cohesión social como alternativa para abolir, o al menos disminuir la pobreza y la pobreza extrema; pues es un ejemplo de la manera en que se integran los diferentes grupos sociales y cooperan solidariamente para vivir mejor y superan los obstáculos tales como la exclusión económica y social que pueden encausar al mundo hacia la promoción y el florecimiento humano5

La cohesión social, en términos generales, es un planteamiento fundamental que puede ser útil para América Latina, ya que no hemos sido capaces de unificar criterios en torno a mayores niveles de bienestar. La falta de legitimidad y gobernabilidad, la acentuación de brechas sociales, la importancia absoluta en lo económico y la individualización, así como el debilitamiento de lo público y gobiernos débiles que se someten a las medidas económicas y políticas de los países más fuertes, no nos han permitido salir del problema de la desigualdad social y la injusticia.

Tal parece que hemos perdido muchas cosas. Persistimos sobre el bien individual y no el social. Por lo cual, debemos buscar fórmulas que potencien el multiculturalismo, la democracia, la participación ciudadana y el derecho de la comunidad a disfrutar del progreso técnico y humano.

La cohesión social, como fórmula para mejorar la calidad de vida, no se reduce únicamente a los puntos arriba señalados. Se puede repensar lo concreto en términos de equidad, de inclusión y de bienestar; Por lo que se vinculan consideraciones que nos llevan a la integración enriquecedora de nuestras sociedades latinoamericanas. En las que se pueden reducir las brechas de desigualdad individual y grupal. De hecho, y en un sentido estricto, una definición de la cohesión social nos lleva a decir que es un proceso en construcción para enriquecer su contenido y desglosar sus variables explicativas.6

En un primer momento y en el plano sociológico, la cohesión social se debe ver como la pertenencia a un proyecto en donde es importante el consenso grupal. Esta postura alimenta el pensamiento de Durkeim que planteaba que la división social se debió a la división del trabajo y con ello se debilitaron los lazos sociales en un mundo capitalista. De ahí que pueden ser las formas de producción las que provoquen desunión social.

Asimismo, y en un segundo momento, la cohesión social es un término holístico que se identifica con la potencialidad que tienen los individuos y los grupos sociales para incrementar el patrimonio material y social en sus propios países. Contrario a la carga de pobreza7 y en donde nos encontremos con un tejido social que nos permita ver la capacidad para el manejo de normas, de redes y lazos sociales, que acelere la existencia de la confianza, así como la acción colectiva y de trato que faciliten el desarrollo económico y social.

Una tercera aproximación nos lleva a pensar en lo práctico de la inclusión, esto es, no sólo saber que existen los pobres en nuestros países, sino hacer que éstos disminuyan impulsando su participación social, por lo que se tienen que establecer metas para ver los avances y cumplir con ellas en plazos razonables que sean verificados por grupos pertenecientes a organizaciones independientes del Estado. Así, la marginación irá disminuyendo y se dará un ajuste de una cuota de riqueza, tanto de individuos como de un conjunto de países. Una integración en donde los individuos o un conjunto de naciones aporten una cuota de riqueza patrimonial y en donde se adapten a una sociedad capaz de autodeterminarse y ser solidarios.

Los anteriores aspectos de la cohesión social tienen que reflejarse en las instituciones, en donde se impulsen y se den fórmulas de participación ciudadana que creen sinergias sociales; esto es, que las políticas sociales promuevan la equidad, trasmitan y crean a su vez habilidades y destrezas para desplegar las potencialidades individuales para fortalecer y empoderar a los ciudadanos más desprotegidos. De esta manera, las trasformaciones socioeconómicas y cambios en la interacción social que las instituciones promuevan, que tiene que ver con la constitución de nuevas igualdades y con el reconocimiento a la diversidad; ya sea de género, etnia o raza, pues cada uno de ellos es enriquecedor del patrimonio material y social humanos, harán los cambios revolucionarios para una sociedad más humana.

Por último, tenemos que la cohesión social se debe ver como un fin y como un medio, en la medida en que debemos construir los andamios que nos permitan llegar a la unificación; a la inclusión social sin la pérdida o merma de nuestros atributos individuales y sociales que la humanidad ha ido acumulando. Dichos andamios, a su vez nos ayudaran a ir superando los problemas de desigualdad, de pobreza y de exclusión. De este modo, con nuestros esfuerzos en nuestros países no necesitamos mesías que vengan a rescatarnos, ni que las cosas empeoren, puesto que juntos iremos comprendiendo nuestros problemas y solucionándolos.

Entonces, debemos ser claros cuando hablamos de tratar de alcanzar las dimensiones utópicas; de disminuir la pobreza, entendiéndose ésta como el ideal realizable.8 Qué es posible lograrlo, y que para el contexto de América Latina podemos poner un ejemplo que consiste en la disociación entre crecimiento y desarrollo. En países con mayor crecimiento o con una mayor acumulación de riqueza, mismos que son los que menos han hecho en términos de distribución del ingreso y en función del nivel de producción que tienen. Aún más, hemos analizado que desde los años 80 en que se instrumentaron las tesis de mercado, no se han logrado solucionar los problemas de la miseria y el hambre en nuestra región. Para la CEPAL existe un casillero vacío en donde no se correlaciona crecimiento con equidad. Casillero que también encaja con el término carga de pobreza y que tiene que ver con la equidad y la justicia social; con la falta de valores; con la inestabilidad social. Así como con las expectativas de vida, democracia, libertad y formas de comportamiento. En suma, con los elementos que explican todas las formas de pobreza material y social de existencia, que con la actual crisis y recesión mundial tenderán a incrementarse.

Otro aspecto a mencionar es el empleo como un problema concreto de falta de cohesión social. Los modelos de mercado, que se han adoptado a instancias del Consenso de Washington y que han fracasado, buscaron la asignación óptima de la utilidad. Se manejaron los recursos sin ver las necesidades de los seres humanos; de hecho, podemos decir que no es su objetivo solucionarlos. Y no es objetivo del sistema en sentido estricto. El modelo de Welfare State, por ejemplo, cuando menos buscaba el empleo como una condición sine qua non para que el sistema funcionara y se preocupó por situaciones asistencialistas que nos llevaron a cierta cohesión social.

Entonces, consideramos que una nación que no busca el empleo como un derecho y tan sólo desea la utilidad, como su máxima expresión, está condenando a sus ciudadanos más vulnerables a la exclusión social, ya que el empleo es un aspecto básico que toda sociedad debe tener para disfrutar o compartir la riqueza material generada. Riqueza que, aumenta en la medida en que se incrementa la productividad y los salarios disminuyen. Y es que la falta de trabajo hace que las familias se desunan en mucho de los casos, que el robo se trasforme en una forma de vida por las carencias existentes y se adopten vicios como el alcoholismo o la drogadicción.

En todos los países en donde se han impuesto las tesis de la mano invisible han tenido el problema del desempleo como fenómeno estructural. Por ende, algunos autores definen el empleo como el medio básico de inclusión; es el eje de integración social y participación ciudadana, así como elemento base del progreso material y como se prevé en el futuro próximo; este flagelo continuará en incremento. ¨ Las previsiones más pesimistas indican que hasta 50 millones más de personas podrían quedar desempleadas en 2009 ¨9 en todo el orbe.

Otro fenómeno que expresa la pobreza es aquel que está referido a la brecha entre los activos materiales y simbólicos que conforman el “patrimonio social humano.” Esto puede entenderse en términos en que nuestros países han creado aparatos de información, de educación, de imágenes, etc. Activos muy elevados que no corresponden a los niveles de empleo. Así mismo, Hay mucha información sobre justicia, derechos políticos y sociales, pero, como hemos comprobado, los niveles de pobreza empeoran. Tenemos más participación en las urnas y sin embargo, cada vez estamos más alejados de la libertad y la democracia; del derecho como un elemento que nos permite rescatar la protección de los ciudadanos. Un caso jurídico tarda mucho en resolverse y cuando se resuelve se falla en beneficio de los más poderosos. Estos aspectos son contradictorios en un mundo más informado y con mayores conocimientos y atomizado.

El anterior problema deviene en otros que tienen que ver con una parte histórica del desarrollo de nuestras sociedades. Para la CEPAL es muy claro que existe una negación del otro. Todo parece indicar que es una forma de vida en donde la conquista, la colonización, la explotación y desarrollo van unidos. Ello ha generado problemas de etnia, religión y cultura. Existen discriminaciones enormes que alcanzan al género. Las mujeres juegan un papel mínimo en una sociedad; independientemente de que aporten más a su grupo social. No es un problema de discapacidad, es un problema de segregación a niveles más bajos, en donde los Indicadores de Desarrollo Humano, nos dicen que la mujer ha estado siendo minimizada y disminuida en sus quehaceres materiales y sociales.

Existen varios problemas que se asocian a la falta de cohesión social y tienen que ver con el individualismo. De hecho, hay proyectos socioeconómicos que lo impulsan como el darwinismo social en donde el poderoso subordina al vulnerable. En sí mismo, se dice que el desarrollo del individuo no es un problema y que el dilema tiene que ver con una cultura individualista. Bauman (2003) dice que se debe mantener la esperanza de vernos mañana. Es decir, que nos volveremos a ver en un mundo en donde los actos individuales persisten no como una forma de fomentar el egoísmo, sino la solidaridad y la ayuda mutua, porque estamos juntos y nos reconocemos como sociedad y no vivimos un mundo darwinista, donde el más fuerte es el que domina.

De aquí surge otro dilema asociado a los grupos que son los sindicatos y los gremios, mismos que tienen que ver con las negociaciones saláriales que se están diluyendo. En efecto, las ideas de los autores del neoliberalismo se escuchan como un eco desde Mont-Pélerin en Suiza, en donde se reunieron los pensadores monetaristas-neoliberales que aportaron las ideas en boga articuladas en la seudo teoría de la globalización10 que impulsa en la región latinoamericana y en gran parte del mundo dentro de esta ideología. Tales pensamientos consistían en la destrucción de las formas gremiales. Su fragmentación y desaparición eran una condición sine qua non para une nouvelle époque y una nueva fórmula económica que ha fracasado rotundamente.

Nueva era que debía estar marcada por la flexibilización de demandas laborales y saláriales. Ejemplos de la aplicación de esta forma de pensar en América Latina son muchos y en donde el sindicalismo se rindió ante el Estado de una clase y no de una sociedad organizada. Como es de entenderse, esta forma de actuar ha impactado otras formas de asociación como: los grupos étnicos, de campesinos, grupos ecologistas y otros.11

Claro está que la problemática se ahonda cuando hablamos de corrupción. En este sentido se vive un doble discurso en nuestros países; tal y como lo pudimos comprobar cuando analizamos la gobernabilidad en América Latina. Por un lado, se habla de sensibilidad política, de legalidad, de legitimidad y de justicia, y por otro, no se encuentra para nada la honradez; sólo deshonestidad. Existe una brecha entre el jure y el facto. Entre la normatividad y la efectividad, donde se discrimina a los más pobres, y en donde lo más poderosos tienen sus formas para escapar de la justicia, de tal forma que ciertos delitos no son perseguidos ya que son exclusivos de los más poderosos. Véase por ejemplo los delitos de cuello blanco: crímenes de carácter financiero como el FOBAPROA en México, o crímenes de Estado que quedan en total impunidad ¿Las muertas de Juárez? El caso de los pederastas y sus políticos defensores así como el de los políticos, banqueros y abogados coludidos con narcotraficantes, por lo cual, Contrario sensu, se tiene una brecha muy grande de injusticia e inequidad, ya que los pobres son encarcelados por robar un pan para comer.

Es claro que todos estos problemas nos llevan a meditar en torno al sentido de pertenecía a una nación, región o lugar determinado. El sentido de pertenencia se fortalece en común, en aquellos aspectos de la vida cotidiana, en el andar de la gente, en la tolerancia ante la diversidad; en el combate a la violencia domestica; en la familia; el vecindario; en el trabajo y en la escuela. En suma, en aquello que me identifica como un soy de aquí y no en la vergüenza en donde me encuentro y en donde pertenezco: caso concreto de los emigrantes que esconden su pertenecía y su propio país.

De esta manera, y en un segundo nivel de análisis, la cohesión social que postulamos significa vivir en un vecindario en donde haya una vida plena de correspondencia con los servicios que presta el Estado, las formas de agrupación entre vecinos que aporten progreso al barrio. Es también procuración por los derechos sociales sin distingo de género, raza o ciudadanía. De ahí que la inclusión social sea precisamente la pertenecía social a un grupo y en conjunto a la sociedad. Lo contrario, o sea la privación, nos lleva a la no inclusión y a la no participación en el desarrollo y progreso técnico.

Y es que una sociedad justa es una sociedad de iguales (John Rawls, 1971) Una sociedad en donde existan derechos civiles y políticos que permitan una vida significativamente digna. Una sociedad en donde se apliquen normas de convivencia y formas justas de equilibrio. Y es que las tesis que enmarcan al mercado como el mejor asignador del ingreso y de justa distribución, es dudosa y se cae en muchas inconsistencias teóricas. Ya que imputar una renta de acuerdo a su productividad no es posible en el estricto sentido. Además, son tesis que por ningún motivo solucionan necesidades y oportunidades. Por ende, se requiere de una sociedad generadora de oportunidades. Esa que no regala para obtener ventajas políticas y con sentido populista, sino aquella que reparte por el bien común y bajo el cultivo del esfuerzo; impulsando la justicia y la equidad social, vinculada con mayor libertad y mejor vida para todos.

Aun más, si se habla de cohesión social, entonces debemos ubicarnos en el centro de la sociedad como ciudadanos activos y pasivos. Como seres humanos que se nos ofrecen oportunidades, pero también como generadores de las mismas. Como entes capaces de ofrecer; de dar parte de nosotros a los otros. Por lo cual, la cohesión social no significa que se generen oportunidades y el Estado, a la usanza, hegeliana los facilite, que siendo la expresión de una sociedad organizada y, por tanto, generadora de recursos materiales y no materiales de existencia, que se constituyen recíprocamente entre los componentes de la sociedad y que son, como lo hemos definido, su patrimonio material y social que se repartan entre todos, pues todos ellos son producto de nuestros tiempos y de nuestro trabajo y del empeño puesto para el bien de todos y no sólo de unos pocos.

De ahí que Marx hablaba, en un lenguaje fuerte, que el capitalismo era la transición a una sociedad de la prehistoria a la historia en donde reine la igualdad. Sin embargo, pensamos, al contrario de Marx, que la igualdad no llegará nunca, porque es un concepto negativo que soslaya las diferentes potencialidades de los individuos humanos, pero sí coincidimos cuando habla de igualdad de oportunidades para desarrollarnos y crecer. En donde los seres humanos despliegan sus potencialidades y crezcan y se enriquezcan mutuamente sin complejos y en armonía. Esto es, cuando el homo homini lupus se trasforme, como expresó Francisco Cabrera Tapia (2007), tomando a Hobbes, en el homo homini frater et Amicus, en ese momento habrá surgido el verdadero y genuino ser humano.

América Latina, como lo hemos indicado en nuestro trabajo, es la región más desigual del orbe; y a su vez, Chile y Brasil de los más desiguales de la región ¿Qué es lo que nos ha llevado a tan honroso titulo? Es claro que vivimos una visión distorsionada de mundo, en donde se privilegia lo material por encima de lo cultural y social. La “carga de pobreza” la vemos como un aspecto natural que debe llevarse sobre los hombros. En ocasiones la ignorancia y el desconocimiento de otras regiones nos conduce a pensar en forma subdesarrollada. No copiamos porque no sabemos cómo vive el otro; como trata y disfruta de sus bienes materiales y cuál es su forma de vida no material. Y aunque lo sepamos, a veces seguimos persistiendo en los mismos comportamientos. Vivimos en la inercia del subdesarrollo y llenos de complejos. Por lo que es necesario saber para asimilar y reproducir los avances en materia de desarrollo humano de otras regiones o países que componen el orbe. Procesarlos y enriquecerlos para adecuarlos a nuestros problemas y nuestras propias existencias; es la tarea a seguir realizándose.

Entonces nos preguntamos ¿De dónde parte todo esto? La evolución de la idea de cohesión social surge de la búsqueda de nuevas alternativas que los europeos, los asiáticos, los americanos, los latinoamericanos y lo africanos, o sea, toda la humanidad está tratando de corregir y realizar las promesas que la modernidad no ha sabido cumplir. Esto es, erigir valores universales y supranacionales, que puedan evitar o, al menos disminuir, la gran desigualdad humana. El Consejo Europeo de modo práctico la definió como una de las necesidades principales de toda Europa y como esencial para la promoción de los derechos y dignidad de los humanos, y el gobierno de Canadá también la está formando y practicando.

Para ello, éstos toman medidas que alcancen a evaluar la situación social a través de indicadores que marquen las pautas a seguir e involucran a sus sociedades en su búsqueda para mitigar y suprimir, en lo posible, la desigualdad, la pobreza e indigencia e impulsar el empleo, la educación, la salud, la vivienda, entre otros, sin olvidar el desarrollo de las instituciones democráticas, las condiciones del mercado y de la familia, para gestar tanto la pertenencia como el multiculturalismo, la confianza, la participación y colmar las expectativas de movilidad y solidaridad social, con las que se pueden lograr mayores libertades y mejoras de la vida para todos.

América Latina vive, tanto la oscuridad como la claridad; los claro-oscuros en donde observamos que los niveles de analfabetismo han estado disminuyendo, y en donde la masificación de la educación primaria y secundaria ha sido muy elevada. En los claros hemos comprobado que en la región ha habido mejores niveles de educación, de calidad de vida, tasas de mortalidad infantil menores y que la pobreza, en términos porcentuales, ha disminuido, etc. En suma, arribamos a un mundo de avances y logros en la región. Sin embargo, y en los oscuros, la pobreza neta ha estado aumentando, no sólo en el área Latinoamericana, sino a nivel mundial. El caso de Argentina es contradictorio y un ejemplo: Sufre una crisis aguda; pero busca su recuperación a toda costa. El caso de Brasil es muy parecido, al de México y Chile, ya que buscan a su modo la manera de salir adelante, corrigiendo las desigualdades para mejorar los niveles de ingreso y mejorar sus condiciones de desarrollo humano.

Asimismo, al comparar históricamente el espacio latinoamericano encontramos que se han tenido avances significativos. La esperanza de vida al nacer aumentó y la tasa de mortalidad infantil ha disminuido. No obstante, al relacionarlas con las de la Unión Europea y los países de OCDE, nos vemos un poco atrasados. Mientras, la esperanza de vida al nacer en la Unión Europea entre los años 1960-2004, pasó de 70 a 79 años, la esperanza de vida al nacer de la región latinoamericana lo hizo de 56 a 73. Avance significativo, pero todavía no alcanzamos a la OCDE. Por otro lado, en cuanto a mortalidad infantil, tenemos que para los mismos años bajó en la OCDE de 35 por millar a 4 por millar y en América Latina pasó de 101 a 25 por millar.

Otro avance significativo se refiere al acceso a agua potable. En 1990 en la OCDE era de 100 por ciento y en América Latina de 82.6 por ciento. En el año 2000 la OCDE sigue en 100 por ciento y la región latinoamericana pasa a 89.3. En cuanto a saneamiento la OCDE para el año 1990 era de 100 por ciento y América Latina de 68 por ciento. Para el año 2000, la OCDE se queda en 100 por ciento y la región latinoamericana avanza a 89.3 por ciento.

Sin embargo, en la parte meramente oscura o negativa de la región, tenemos que desde mediados de los 70 y hasta el momento, Latinoamérica ha crecido en 2.8 por ciento, apenas un punto porcentual por arriba de la población. Ello quiere decir que estamos empatados y que no se ha podido cruzar la frontera del crecimiento al desarrollo. Así mismo, los excluidos y los marginados aumentan constantemente y la CEPAL considera que si el crecimiento entre 1980 y 2005 hubiera sido un poco mayor y el reparto hubiera sido más justo y equitativo, la pobreza habría disminuido significativamente. Desafortunadamente con los negros nubarrones de la crisis y recesión, las metas para la superación de la pobreza se van a relegar a un tiempo más amplio.12

Aún más, este planteamiento lo podemos apoyar porque América Latina se olvidó del reparto de la riqueza, pues ésta es la condición sin la cual la pobreza no puede disminuir, por lo que hay países que no han logrado superar el problema de la miseria y desigualad a pesar de ser potencias en la región, tal es el caso de México y Brasil; las economías más fuertes en cuanto a crecimiento y a nivel mundial, ya que el primer país se ubica como la treceava potencia y el segundo como la octava; pero no han podido mejorar la distribución del ingreso y también su pobreza neta ha aumentado. Por ende, la pobreza y desigualdad no son dilemas que se resuelven en el estricto sentido con el crecimiento; que es un elemento técnico, sino mediante el reparto social que es de carácter moral. Lo que tratamos de explicar en todo este trabajo es que la pobreza se debe a otros factores básicamente de orden social que se expresan en la distribución del patrimonio que ni el socialismo ni el capitalismo han podido resolver hasta la fecha. En Chile, por ejemplo, ha habido avances entre 1990 y 2003 y se atenuó su problema de pobreza e indigencia, pero la desigualdad social sigue siendo muy grande. Aún más, África, es menos desigual que América Latina y tiene menos crecimiento. Y es que el desigual reparto de la riqueza es lo que está entorpeciendo el camino al desarrollo en el área Latinoamericana. De ahí que el centro de los problemas radica en la injusticia social, o sea, en la irresponsabilidad social, ya que la brecha entre el 10 por ciento más pobre con respecto al 10 por ciento más rico es enorme. En ocasiones es de 80 veces mayor en Latinoamérica, mientras que en la Unión Europea la brecha es apenas un 20 y 30 por ciento como máximo; entre el 10 y el primer decil.

Lógicamente este poder tan concentrado en unos cuantos hace que éste crezca más a través del tiempo. Es como un hoyo negro que todo lo atrapa. La política fiscal no da resultado; como consecuencia de tal concentración de la riqueza, y a su vez, los niveles de ingreso se hacen más elevados en los deciles más ricos. Es un círculo vicioso en donde la riqueza material atrae más riqueza material. No queda duda de que en América Latina la riqueza se distribuye inequitativa e injustamente. Así, si aglutinamos al cuarenta por ciento más pobre de cualquier país de América Latina, éste no gana ni la mitad de lo que gana el diez por ciento más rico; tal como lo hemos destacado en el capítulo anterior. Esto nos da una idea de la gran desproporción que existe en nuestros países, y en el caso de México tenemos, según la revista Forbes, a uno de los hombres más ricos del mundo y ostentamos un 60% de pobres y un 40% en la indigencia; según algunos autores independientes. Pero esto no es todo, las zonas indígenas tienen carencias muy elevadas. La desigualdad impacta en la salud y los servicios que se prestan de acuerdo a la raza o etnia. En América Latina en promedio la muerte de niños indígenas es 60 por ciento mayor que en los que no lo son. El rango es de 48 por cada mil, mientras que los que no lo son es de 30 por cada mil. En materia educacional, en la parte positiva, tenemos que el 90 por ciento puede terminar su educación primaria y cerca del 70 por ciento ingresa a la parte secundaria. La región se ha visto bien a secas, ya que los jóvenes entre 20 y 24 años, apenas tienen un avance de tres o cuatro años con respecto a sus padres. Lógicamente los niveles de empleo, asociados al estudio, son muy bajos. Entre 1990 y 2005 en América Latina pudimos ver que se elevó considerablemente. Pasó de 5 a 9.1 por ciento. Además, son empleos con bajos salarios como consecuencia de un modelo que esta cercenando los ingresos constantemente. Todo lo anterior crea un ambiente de zozobra y el deseo de salir corriendo del lugar en que se vive. El malestar es enorme y no se soportan las condiciones de vida. En regiones enteras se vive en la desesperación y sin ilusión de un futuro mejor, por miles salen los migrantes en busca de mejores oportunidades que pocas veces les llegan.

Finalmente la desesperanza y el malestar (Ver cuadro anterior) cunde y los individuos y las familias dicen sentirse vivir peor que sus papás o bien, que su situación personal es muy mala o peor que la del país; lo que es caldo de cultivo de un gran malestar social en el ámbito laboral, político y cultural, todo lo cual conlleva a la delincuencia, a las drogas o el alcoholismo como forma de vida. En suma, se vive un sentido de enojo y descomposición que impide cualquier intento de cohesión y armonía social.

Es claro que el patrón de acumulación neoliberal en el que se vive en la mayoría de nuestros países impacta en mucho la forma de comportamiento de todos los habitantes de nuestra región latinoamericana. La mano invisible no ha resuelto el problema de la vida y no lo va a resolver, muy por el contrario, lo ha empeorado. La solución económica es importante pero existen las de convivencia social, las de expresión psicológica y progreso social. Es humillante y enajenante vivir en un mundo en el que sólo nos preocupamos por el tener o sea, solamente por las formas materiales de existencia y caminamos sin alcanzar a ver lo que somos, y cómo podemos potenciarnos para vivir más libres y en una vida digna. He aquí la verdadera forma en que debemos relacionarnos.

Gran parte de este malestar es impulsado por países más desarrollados que están sometiendo a la humanidad a un crimen global y en la cual nosotros cooperamos gracias a la falta de consciencia y sabiduría. Sabemos que la pobreza origina más pobreza, pero hacemos muy poco por romper el círculo vicioso y por encontrar una atmósfera libre, de respeto y comprensión, de solidaridad y amor al prójimo, sin caer en las formas religiosos que por siempre han cooperado con el entrampamiento en que estamos. Hoy por hoy vivimos un mundo en donde no nos dejan ser ni actuar para discernir para potenciarnos y superar nuestros propios problemas, y para ello necesitamos modificar nuestra cultura; debemos aprender a hacer bien las cosas, no sólo a tener y estar, y sobre todo, a bien ser y devenir junto con los otros. Lo contrario, sólo nos ubicaría como enanos que sólo caminamos en los hombros de gigantes, sin ser capaces de crecer juntos y mirar por nosotros mismos y por los otros.

Florecimiento Humano.

Una de las interrogantes a seguir, tomando en cuenta la cohesión social como elemento para acotar la pobreza y hacer que la distribución del ingreso sea más equitativa y la calidad de vida y desarrollo humano se eleven, es la de plantear la posibilidad que ello nos lleve a obtener libertad para el despliegue de nuestras potencialidades y fortalezas, de forma tal que nos permita llegar al florecimiento humano,13 que no sólo implique que se incremente y trasformen toda una serie de valores y comportamientos que nos impulsen a vivir una vida plena,14 sino que nos ubiquemos en un mundo de paz y felicidad. Es claro que sigue existiendo una disyuntiva básica que gira en torno a los bienes materiales y no materiales para vivir. El cuestionamiento consiste en que sí sólo los bienes materiales pueden ampliar nuestras libertades y la felicidad, o si sólo el crecimiento económico conlleva a que los humanos vivan mejor y puedan desplegar sus valores. Así mismo, es importante preguntarnos si en medio de la pobreza material y no material se puede encontrar la felicidad.

Por ende, el objetivo que tenemos es el de hacer un análisis de los principales aportes que nos puedan llevar a la felicidad humana y a alejarnos de la pobreza material y no material a través del desarrollo de nuestras capacidades y bajo la idea de asociar dichas capacidades al ser, tener, estar y hacer, que en última instancia nos conduzcan al devenir y a la libertad, lo que nos llevaría al dar. Categorías que nos indican un elevado nivel de consciencia y educación, principio de distribución de la riqueza material e igualdad,15 y en donde afirmamos la necesidad de redistribuir los bienes materiales y de acrecentar los no materiales, tales como la educación y la salud, que nos permitan arribar a escalones elevados de consciencia y de vida.

Por lo anterior, y bajo estos conceptos axiológicos, nos aproximaremos a una nueva definición de pobreza, bajo el contexto de necesidades dinámicas y de aspectos materiales y no materiales de existencia.

Los antecedentes

Siguiendo a algunos autores como Ruth Levitas (2007), podemos intuir que el dinero o la generación de riqueza material no lo es todo en la vida. Ya que el afán o la codicia por el dinero ha impedido el despliegue de nuestras potencialidades. Al hacer un estudio de Inglaterra se puede observar que hoy día no se es más feliz que en los años 50. Levitas cita a la British Broadcasting Corporation (BBC) de Londres diciendo lo siguiente: “El Reino Unido es menos feliz que en los años cincuenta, a pesar del hecho de que somos tres veces más ricos” y “el ingreso promedio alcanza alrededor de 10, 000 libras esterlinas al año, el dinero adicional no hace más feliz a un país”16 En efecto, en el trascurso de 50 años, la proporción de personas con menos grado de felicidad ha decaído de un 52% y a un 36% entre 1957 y 2006. Otro caso es el de Oslo, capital de Noruega y sus niveles de suicidio y drogadicción; a pesar de ser una de las economías con un mayor índice de felicidad. Existen ciertas contradicciones en torno al nivel de desarrollo alcanzado y la felicidad. En México los niveles de satisfacción en la vida eran más elevados que en Estados Unidos e Inglaterra, sin embargo, a partir de 1981 empezaron brutalmente a decaer como producto de esquemas de libre mercado. La pregunta expresa giraba en torno a qué era lo que estaba pasando con respecto a la felicidad y cuáles eran sus causas. La respuesta que se dio era que a los países de América Latina, a pesar de tener un PIB por habitante menor, tenían una predisposición cultural hacia la vida. (Donovan y Halpern 2002). Sin embargo, parece que hay otros factores que nos orillan a ser felices. Para Donovan y Halpern hay situaciones que tienen que ver con la “predisposición genética; el optimismo, extraversión y autoestima; género (las mujeres expresan mayor grado de satisfacción que los hombres); edad; ingreso; satisfacción en el trabajo; desempleo; salud; ociosidad, incluyendo ejercicio y labores de jardinería; participación en la religión y relaciones.”17 Existen otros aspectos que tienen que ver con la felicidad, tal como el estado civil, en donde los casados se sienten mejor que los solteros, los viudos o divorciados. Así mismo, tal parece que la educación no tiene un impacto directo con la felicidad o satisfacción de vida. Y es que estamos siendo educados para responder al mercado de trabajo. La educación está sesgada a hacer buenos profesionistas y rentables. A ganar para acumular más dinero y bienes materiales de existencia. Puesto que no se tiene un perfil de creación de valores y formas de satisfacción que conlleven elementos no materiales de existencia.

Sumado a lo anterior tenemos que el pensamiento neoclásico se ha encargado de forjar y decir que el mejor es aquel que más vende, que más produce, que más entiende de mercadotecnia, de economía, de administración, etc., y da buenos dividendos a su empresa y forja grandes fortunas; sin pensar en hacer un ser humano y trasformar su comportamiento ante la vida: en la relación interpersonal con su esposa y sus hijos, o bien, en la convivencia con la naturaleza y su entorno en general. De ahí que estamos forjando seres maniatados que van a ser parte del mercado de trabajo que se insertan, y están preparados para producir y consumir. Eso es lo que está haciendo que los técnicos y profesionistas tengan problemas de diversa índole: ataques de pánico, ansiedad, estados de depresión, suicidios, etc. Es una formación con ideas parcializadas de lo que es un profesionista; es la creación de una forma de pensamiento que ha dado resultados en términos económicos pero que, desde el plano del desarrollo humano ha dejado mucho que desear.18

Y es que el crecimiento de la riqueza material y la forma en que se enfoca el problema vienen a ser el centro de todo. Es un ardid hacer creer que con ello vamos a progresar y lograr el triunfo; cuando en realidad puede ser un grave problema pensar únicamente en el aumento del PIB a toda costa. Es claro, entonces, que esta trampa seguirá siendo utilizada por nuestros gobernantes y por la teoría convencional ¿Cómo es posible que Brasil y México, potencias Latinoamericanas tengan problemas de pobreza y pobreza extrema más grandes que Argentina y Chile?

Esto es creíble porque el sistema está diseñado precisamente para ello, para vivir una vida en donde lo material se torna un objetivo y se cumple sólo en una parte. De esta manera, a los ojos de los pobres la vida pasa sin modificaciones sustanciales en donde se cree, incluso, que la pobreza puede resolverse por la gracia de Dios y no de los mortales. Entonces, la felicidad se torna en un deseo por conquistar; por encontrar en la otra vida ese momento mágico. Esto es un pensamiento maniqueo que le ha dado resultado a los sistemas económico sociales y da estabilidad sociopolítica.19

Pero pensar en ser feliz nos lleva en meditar para esta vida y en tratar de medir la felicidad a través de indicadores. Existe el Índice de Desarrollo Humano inspirado por Amartya Sen en 1998 y creado hace catorce años por el economista paquistaní Mahbub ul Haq, como una aproximación a una vida plena, pero ha sido criticado fuertemente por contemplar la variable PIB. Y es que, como ya lo hemos visto en el espacio América Latina y en general en todo el orbe, se ha dado que el mayor crecimiento no corresponde con la mayor distribución de la riqueza y la igualdad social.

Sin embargo, en donde unos han terminado de crear, otros desean empezar. Es decir, parece que muchos economistas e investigadores sociales están considerando la idea de hacer un indicador para medir la felicidad. Sin embargo, a otros les parece muy subjetivo; como si la teoría económica no lo fuera y la misma economía no se basara en ocasiones en fórmulas empíricas.

De esta manera, el profesor y psicólogo Edward Diener (1984), de la Universidad de Illinois, ha establecido algunos puntos para medir la felicidad:

1. – En la mayoría de sus formas, mi vida es ideal. 2. – Las condiciones de mi vida son excelentes. 3. – Estoy satisfecho con mi vida. 4. – Hasta ahora he obtenido las cosas importantes que deseo en la vida. 5. – Si pudiera vivir mi vida de nuevo, no cambiaria casi nada. Otro psicólogo, el Doctor Daniel Kahneman (2002) recibió el premio Nobel de economía por evaluar las pérdidas y ganancias que logran hacer de este mundo seres humanos felices, sin contar con el PIB de por medio. Economistas como Sen, que al ver que había insistencia en aspectos cualitativos tradujeron lo anterior y crearon el concepto capacidades (Capability) o derechos como propiedad, el voto o la igualdad de género, preguntado en cuánto dinero las evalúan. Con ello se trata de encontrar otra vía para medir el estado que guarda el ser humano en cuanto a su satisfacción en esta vida; aunque siga atado fuertemente al aspecto económico. Claro está que ha habido aportes que contemplan otras variables como medio ambiente y sustentabilidad, bienestar económico y social. En esta línea va el Happy Life Index, del gabinete de estudios británico New Economics Foundation y la ONG Friends of Earth, quienes han obtenido datos interesantes en el 2006, como el que mostramos a continuación cuando miden la felicidad en base al entorno y al estar. 1. - Vanuatu 68.2. 2. – Colombia 67.2 3. – Costa Rica 66 4. – Dominica 64.5 5. – Panamá 63.5 6. – Cuba 61.9 7. – Honduras 61.8 8. – Guatemala 61.7 9. – El Salvador 61.7 10. – San Vicente y las Granadinas 61.4

De nuestros países de América Latina tenemos que México ocupa el lugar 38, Argentina está en el 47 y Brasil está ubicado en el 63. Algunos países Europeos increíblemente están muy por abajo y el que está mejor situado es Suiza, en el lugar número 65. España está en el lugar 87 y Estados Unidos ocupa el número 150 de 178 países en donde Zimbabwe es el último lugar. Esto lógicamente está basado en una serie de preguntas de carácter conductual que nos llevan a preguntarnos si la felicidad está en función de estos aspectos o bien de acuerdo a formas de evolución basadas en interrogantes teleológicas que estudiaremos a continuación.

Como puede verse, parece que hemos cambiado la visión en donde la riqueza material no es importante y aquellos países pobres en dicha riqueza material están dispuestos a ser más felices o son más felices que aquellos que supuestamente vivían mejor; tal es el caso de los países desarrollados. De esta manera, tenemos pueblos que su PIB está muy por abajo al de los llamados G7, (llamado grupo de los ocho G8 con incorporación reciente de Rusia) y sin embargo, se sienten que han alcanzado la felicidad que está por arriba de estas naciones que ni siquiera llegan a los 50 primeros lugares en el índice de felicidad. Y es que desafortunadamente hemos pensado que los bienes materiales de existencia nos traen en automático la felicidad. Y no es así. Los bienes materiales de existencia son en ocasiones un fetiche que esconde ciertas relaciones y comportamiento de los individuos en donde se considera que se ha realizado con tener un coche o una casa.20

Como ya lo hemos dicho, el planteamiento anterior cae en un sentido conductual el cual sólo nos deja ver una forma de llevar a cabo las cosas. Y es que, una cosa es sentirse feliz por el entorno o por el deseo de estar bien, que por verdaderamente alcanzar la felicidad y el florecimiento humano en base de un pensamiento teleológico.

Dejemos claro que sólo se puede alcanzar la felicidad bajo el nivel más elevado de riqueza material y no material que la humanidad tiene y con la plena conciencia de igualdad social y libertad. Lo otro, nos puede hacer sentir bien momentáneamente como individuos o como grupo social, pero al ver los grandes desequilibrios alcanzados, no se puede persistir en seguir sintiendo una felicidad basada en la falta de educación, del desarrollo de los valores, de las capacidades y sobre todo, como lo hemos estado insistiendo: la falta de libertad e igualdad en todo sentido.

Elementos para alcanzar la felicidad y el florecimiento humano.

Existen algunos autores que argumentan este sentir desde diferentes ángulos y han hecho aportaciones a las ciencias sociales, tal es el caso de Maslow, Francisco Dávila, Agnes Héller, Boltvinik, Fromm y Neff.

Maslow, diseñó una pirámide en donde la base se sustentaba en las necesidades fisiológicas. Así mismo, puso en la punta de dicha pirámide la autorrealización cimentada en aspectos no materiales de existencia. El cuestionamiento radica en sí podemos sentirnos felices en la base; cuando a veces ni siquiera las necesidades básicas tenemos. Por ello, es necesario subir a la cúspide para reconocernos como seres humanos y como entes que podemos transformarnos a nosotros mismos. 21 En otras palabras ¿podemos decir que somos felices por no querer ver lo que sucede verdaderamente en nuestro entorno? Desde otro plano: ¿podemos establecer si la carencia de bienes materiales y no materiales de existencia hacen que veamos una vida plena y podamos vagar por el mundo sin preguntarnos mínimamente qué es este mundo? La respuesta seguramente es no. No podemos ser felices en la ignorancia y alienación. En cambio, lo somos en el constante descubrimiento de nuestro entorno y de nosotros mismos. Y es que al hacernos ciertas preguntas básicas de nuestra realidad vemos que somos, en el caso concreto de América Latina, pueblos sujetos a un contexto histórico y que tenemos las venas abiertas desde la conquista y colonización.

¨Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. Potosí, Zacatecas y Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos al profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva amazónica del caucho; el nordeste azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de las fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa. La lluvia que irriga a los centros del poder imperialista aboga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes - dominantes hacia dentro, dominadas desde fuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga.¨22

La felicidad de la ignorancia y alienación, que hemos denominado, se puede ver claramente en los basureros de América Latina en donde los niños, hijos de pepenadores, juegan con las pelotas y juguetes que traen los camiones de la basura y vierten constantemente:

¨Los Sánchez Herrera nunca han estado en una sala de cine, menos en un centro comercial. Viven en un cuarto de adobe de la colonia Zaragoza Sur en donde el piso es de tierra y el techo de madera. En su casa sólo hay dos camas y un televisor muy viejo que alguien les regaló; sus alimentos los preparan con leña porque no tienen estufa, y toda su ropa se lava a mano, incluso, en tiempo frio. Francisco Sanchez y Rosa Maria Herrera, son padres de Viridiana de 12 años de edad, Abigail de nueve, los cuates Abraham y Adán tienen dos años, Francisco de apenas tres meses. Todos saben lo que es no tener nada que comer, y calzar y vestir sólo cosas usadas. Desde temprano salen de su casa de adobe en busca de algo de trabajo. Tocan puerta por puerta, hasta que alguien les abre, entonces, Rosa Maria toma la escoba para barrer la calle; mientras sus hijas y su esposo recogen basura. A pesar de sus ropas desgastadas y los agujeros en sus zapatos, los Sánchez Herrera son una familia feliz y unida.¨23 sin embargo, al platicar con los padres, respondieron que querían verlas vestidas con uniforme escolar y su mochila al hombro: ¨siento feo porque en las mañanas me fijo cómo las mamás llevan a sus niñas a la primaria, y le digo a mi esposo que quisiera hacer lo mismo, pero no tenemos dinero¨

Y es que, después de todo, los seres humanos tenemos como base y preocupación el descubrimiento del mundo; ir más allá de lo que hemos realizado; de lo logrado: la educación y conocimiento que tenemos; del disfrute material y no material hasta el momento realizado nos indican el deseo de seguir traspasando las fronteras de la pobreza material y no material de existencia. De ahí que la felicidad sólo es un cumplido en un mundo en donde las preocupaciones por obtener mayores dividendos en la vida se tornan casi imposibles. Hemos de decir que después del pecado original, se le dio a los hombres el libre albedrio para descubrir la naturaleza biosocial. Naturaleza restringida por los mismos valores y principios eclesiásticos. Se les impuso a los hombres la conformidad como medio para llegar a la felicidad no terrenal; aquella que se disfruta en el reino celestial. Sin embargo, desde el plano de una visión de mundo material y contraria a las formas ideales de pensar, la capacidad humana no tiene límite en su afán por descubrir la realidad natural y social. Pero: ¿Existe la felicidad momentánea y aquella que podemos construir impulsándonos enormemente para salir de la enajenación y manipulación de las consciencias como contraposición de la pobreza material y no material? (La felicidad verdadera)

¨Partimos de que los inicios de la existencia humana, esto es, cuando la percepción instintiva y los sentimientos empezaron a ser aprehendidos y objetivados en normas reguladoras de la acción, el hombre ya pensaba, discurría inteligentemente, ligando al mismo tiempo la consciencia de su existencia con la posibilidad (el proyecto) de trascenderla a partir de las relaciones sociales mediadas por las cosas. Surgieron así de la praxis las esferas de lo social y humano, y con ello las instituciones. Ahora bien, pudo el hombre en un momento, en los umbrales de lo humano, haber sido un hacedor inconsciente, haber precedido mediante regulaciones automáticas, adiestramientos, procedentes de la imitación y el troquelado. Pero, cuando su percibir, su sentir y su querer se articularon con su pensar en acciones y formas de comportamiento ordenadas y jerarquizadas con una determinada significación y una finalidad, éste devino en un hacedor consciente, capaz de construcciones teóricas objetivables en principios, criterios y normas que fueron imponiéndose como resultado de las acciones humanas y como reguladoras de las mismas.¨24

Entonces, los seres humanos a través de la praxis social y del trabajo en especifico, nos trasformamos y revolucionamos las formas de hacer las cosas. Las visiones de mundo que hemos creado, si bien son diferentes, nos arrojan a un cambio constante y evolución que nos indican un camino que la humanidad debe tener y cuya bandera se ha estado dando en todos los sentidos basados en planos ontológicos y teleológicos, y en donde el qué, el cómo y el por qué, nos relanzan a otras esferas de vida. Viajamos en el tiempo y en el espacio comprendiendo lo que nos rodea y haciendo nuestro –aprehendiéndolo- el entorno social y natural; trasformando nuestro modo de pensar y actuar.

¨Todo esto porque cambiar el modo de vida implica no sólo trastocar nuestros pensamientos, sino trasformar nuestros sentimientos, nuestros quereres y voliciones, mudar, entonces, nuestros hábitos, pautas y costumbres, cambiar significados y lenguajes; crear, por tanto, nuevas formas de concebir, sugerir nuevas realidades, nuevos proyectos y volverlos finalmente efectivos, o sea, crear nuevas realidades a partir de lo ya dado¨25

¿Para qué sirve todo esto? Para vivir mejor. Para crear un mundo más habitable en donde el florecimiento humano y la felicidad se den como una utopía y construcción constante. En un mundo en donde entendamos los procesos globales y las formas en que nos insertamos en el contexto mundial. Ya sea en el plano económico, político y social.

Aún más, los planteamientos de Agnes Héller, agregándolos a los de Dávila, traspasan las fronteras de lo inhumano. A lo largo de nuestro trabajo hemos insistido sobre la libertad como un modelo que nos permita ver el resultado de toda una serie de cambios en la vida cotidiana. Es una revolución del pensamiento y una idea teleológica como asignatura pendiente. Es un valor moderno que ha surgido de la necesidad de la humanidad incubada por la ilustración. Y es, en términos de Maslow, el filo de la punta de la pirámide que alumbra la verdadera vida y el cambio de los hombres a otras esferas superiores.

Históricamente para Héller los valores se han modificado desde el modelo antiguo hasta el moderno. ¨Ficino, por ejemplo, describe su cuadro de valores como sigue: Prudencia, Fortaleza, Justicia, templanza¨ mientras que ¨Castiglioni trabajaba con una variante aristotélica mucho más rica y refinada; su elenco se componía de la fortaleza, constancia, justica, modestia, magnificencia, prudencia, generosidad, orgullo, deseo de fama, etc.¨26

Sin embargo, hay una categoría precedente que llama la atención en el análisis de Héller que es el bien supremo, que no era otra cosa que la culminación de los valores antiguos sinónimo de la felicidad. Sin embargo, había dos tipos de bien supremo: uno era el objetivamente dado y el otro era el del hombre.

¨En la escala objetiva de los valores podía tratarse del bien del Estado – como en Aristóteles, que en este sentido se limitó a formular el consciente colectivo de la antigüedad – o de la idea del Bien, como en Platón. El bien supremo del hombre se distinguía del bien supremo objetivamente dado, pero no en lo tocante a su contenidos de valor porque era precisamente la identidad de ambos contenidos aquello que los hacía bienes supremos. Si para Platón, por ejemplo, era la idea del bien, el bien supremo del ser humano – su felicidad- se encontraba en la contemplación de dicha idea. Como para Aristóteles era el bien del Estado, entonces el bien supremo del hombre, y en consecuencia su felicidad, radicaba en la entrega al servicio del bien del Estado. Para ello se precisaban dos cosas: virtud y fortuna. La felicidad equivalía por tanto, a virtud más bienes económicos¨27

Esta idea de la felicidad viene a coincidir con lo planteado anteriormente en sentido de hacer que a la humanidad no sólo se le pregunte si es feliz. Es decir, que no sólo se responda por ignorancia que la felicidad es un acto de contemplación de mi entorno o de algo que está sucediendo. La felicidad debe estar acompañada de la virtud y los bienes económicos. Traducido a nuestro lenguaje, hemos de decir que la felicidad no es otra cosa que alcanzar los niveles materiales y no materiales más elevados históricamente hablando. Es decir, lo contrario a la pobreza y nuestra entrega a la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, en la época del Medievo, el concepto felicidad empieza a transmutarse. Según Pomponazzi, que nos cita Héller, la felicidad es un bien del hombre que poseen todos porque todos lo desean. Aquí, sólo basta con desear ser feliz y conseguir su objetivo. Situación alejada de muchas formas del bien supremo, ya que nos arroja a los fines individuales y no colectivos como se tenía en la antigüedad. Además, paradójicamente se ponían en entredicho los fines individuales y los colectivos. Era una época de cambios en donde había una insatisfacción crónica que por el dinamismo de la época medieval, se imponía el ver la felicidad no como algo estático, sino como algo dinámico. Era algo limitado y no era jamás una realización, ya que el concepto libertad en la época antigua representaba al Estado como algo acabado y el adjetivo supremo era lo máximo; ya no había otra cosa más allá. Es por ello que la felicidad es un valor y en cambio en la época moderna y de cambios constantes la felicidad ya no es un valor porque constituye un estado de satisfacción, en donde todo el que se duerme en la felicidad momentánea perece; ese es el concepto fáustico de la vida presente.

¨ ¿…apostaros a que jamás encontraré descanso al tenderme en un sofá de mullidos cojines y que nunca me dejaras satisfecho y contento? Estoy seguro que no tienes poder para tanto ¡Si tal haces, caiga muerto al instante! ¿Aceptas la apuesta? ¨28

Ahora bien, al resumir el concepto felicidad en la antigüedad tenemos que se basa en una conducta racional de la vida y el disfrute del momento: Platón. Para él es la virtud más bienes económicos al servicio del Estado. Y sobre todo, la contemplación propia del sabio. Las coincidencias con Aristóteles son la contemplación y las diferencias son la contemplación de la verdad según Platón y en Aristóteles la prudencia como virtud máxima. Estas axiologías en aquel entonces eran eudemonológicas, mientras que en la actualidad no lo son. Es decir, es el estudio o teoría de la vida feliz para el hombre en la medida de sus posibilidades.

Más adelante podemos decir que se puede establecer una tesis de insatisfacción perpetua en donde Spinoza emerge fuertemente para dar una interpretación de los hechos éticos en base a aspectos psicológicos. Para el judío y filósofo holandés, el problema no era anteponer la felicidad y la desgracia, sino la libertad y la esclavitud. En donde el bien supremo es, ni más ni menos, que la libertad.

De ahí en adelante la felicidad es concebida como una categoría de la vida cotidiana (Héller) y no como concepto ético. Sin embargo, hasta el momento retumban las palabras de Platón y su concepto en donde la felicidad tiene que ver con la sensación de dicha y vida racional. Vida racional que da sentido a objetivos y metas nuevas y cuya aproximación nos da dicha y plenitud. Sin embargo, debe haber un sentido mediador en todo esto que se llama libertad. Por ende, la felicidad es la experiencia concomitante del proceso liberador. Pero jamás un valor en sí mismo.

Es claro que aquí Héller rescata los aspectos pasados y los proyecta en la actualidad para terminar su discurso con que la felicidad se encuentra en la experiencia de la dicha. En donde se puede dar en ciertos momentos de la vida racional; pero sólo durante unos instantes. Existen, claro está, momentos que uno desea que se prolonguen en la eternidad. Es la contemplación de la belleza (Platón).

¨La felicidad retoma entonces su antiguo significado: no es un proceso, no hay ni ayer ni mañana, ninguna duda, ninguna queja, domina como dijéramos un estado de autoidentidad. Pero aunque llamáramos a momentos semejantes los más hermosos de la vida (…) no podríamos afirmar que se trata de instantes que pueden alcanzarse vía ética y mucho menos de los que componen el bien supremo. También en este punto nos mantenemos al nivel de vida cotidiana, aunque sea al nivel de sus días de fiesta.¨29

Es así que podemos comprender porque somos felices con nuestra familia recogiendo basura; como es el caso de los Sanchez Herrera que pusimos anteriormente. Sin embargo, las preguntas a veces nos pueden hacer romper el impase y nos dan consciencia para reflexionar y llevarnos al otro extremo cuando decimos que queremos educación para nuestros hijos; igual que otros lo hacen.

De esta manera, y parodiando lo anterior, los países pobres pueden responder que son felices, pero se preguntan si pueden alcanzar los frutos del progreso técnico de otras naciones más desarrolladas o bien, sus niveles de educación y formas de comportamiento. El orden en sus calles y la limpieza, la belleza de sus casas y el disfrute de una naturaleza sana. El respeto a la vida de los animales que nos rodean, las buenas relaciones en la sociedad, un Estado que cumple y es decente, etc.

Y es que hemos denotado a lo largo de nuestra investigación que los países de América Latina destinan muy pocos recursos a la investigación y al desarrollo. A programas de ayuda a la pobreza y educación, mismos que son paliativos y no buscan mejorar las condiciones de sus habitantes. Parece ser que Chile y Brasil son los pocos que asoman la cara en cuanto a cierta mejoría de pobreza y forma de vida. Pero no vamos a lograr gran cosa si no atacamos verdaderamente las fuentes de la pobreza y la pobreza extrema, si no corregimos el problema educativo que existe para seguir maniatando a grandes poblaciones y para mantenerlos en la ignorancia. De ahí que es menester construir los andamios que nos lleven a otras esferas de desarrollo y nos coloquen en la fraternidad y la igualdad, voces que retumban desde la revolución francesa.

Hay que dejar bien claro que el liberalismo económico y el neoliberalismo en esencia tienen como base la libertad. Libertad que se aplaude como forma para edificar toda una teoría; pero no como forma manipuladora para estimular la desigualdad y el engaño. Y sobre todo, para apoyar el Darwinismo social y económico. Eso es simplemente una mentira.

En suma, lo anterior nos encamina a seguir planteándonos la manera en cómo podemos alcanzar la felicidad y una mejor vida en la región y en general en el mundo. Así mismo, nos lleva a cuestionarnos cuáles son los caminos y rutas a seguir para encontrar la libertad y sobre todo, los obstáculos y herramientas que tenemos en un mundo capitalista preocupado por mantener el status quo. Para ello, podemos seguir viendo básicamente algunos aportes de Francisco Dávila en torno al ser, hacer, tener y devenir y a Boltvinik sobre el tiempo libre.

El enfoque de Julio Boltvinik.

Para Boltvinik30 el florecimiento y felicidad humana tienen que ver con la sinergia y potencialidad de los seres que habitan este planeta, e involucra capacidades y necesidades. Tales capacidades y necesidades se expanden con el florecimiento humano que, mientras más desarrolladas tengan sus capacidades, mayores serán sus necesidades. Pero ello no implica que las necesidades de consumo sean mayores. Por ejemplo, establece que un oído educado en la música no necesariamente necesita de otros instrumentos, sino de una buena música.

A partir de ello, y analizando los aportes de Abraham Maslow, nos da una tesis sobre necesidades básicas y superiores, y retoma el problema de necesidades y apetencias. Nos dice que las necesidades, en oposición a los deseos que no son satisfechos, son un obstáculo al florecimiento humano. Por lo cual, la pobreza no sólo consiste en superar los niveles económicos, sino también en desarrollar las capacidades y habilidades. Hay que ampliar la mirada hacia otros campos y formas que nos permitan el florecimiento de la humanidad.

“La pobreza económica es sólo el primer obstáculo a vencer para que ello sea posible. Pero es un obstáculo que la inmensa mayoría de los habitantes del planeta hoy no han superado. Después, hay muchos obstáculos más, el más importante de los cuales es la alienación. Si lo único que posee la inmensa mayoría de las personas del planeta es su propio cuerpo y mente, con las capacidades y conocimientos, pocos o muchos, que hayan podido desarrollar, lo tienen que vender para sobrevivir. Si lo único que posee la persona lo usa alguien más de ocho o más horas diarias, ¿qué es la persona? Si en ese uso que otro hace de sus capacidades humanas, la persona no se siente realizada, no siente sus fuerzas esenciales trasformando al mundo y transformándose a sí mismas, si sólo siente cansancio y tedio, si siente el producto del trabajo como algo foráneo, (…) qué sentido tiene que la paga recibida sea suficiente para sobrevivir, si al día siguiente, y al año siguiente, será igual. Esto es lo que Marx llamó alienación. La pobreza y la alienación son los dos obstáculos fundamentales para el florecimiento humano.”31 Y es que el trabajo alienado no permite la superación del ser humano y lo ata a la enajenación y a la creación de consciencia de lo que le rodea y de sí mismo. El ser humano es, por ende, un ser con consciencia universal en potencia (Markus, 1973) que va obteniendo a través de la sociedad. En otras palabras, el ser social es el que determina la conciencia social.

“La conciencia, por tanto, es ya de antemano un producto social, y lo seguirá siendo mientras existan seres humanos. La conciencia es, en principio, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y sensorio que nos rodea y conciencia de los nexos limitados con otras personas y cosas, fuera del individuo consciente de sí mismo; y es, al mismo tiempo, conciencia de la naturaleza, que al principio se enfrenta al hombre como un poder absolutamente extraño, omnipotente e inexpugnable, ante el que la actitud de los hombres es puramente animal y al que se someten como el ganado; es, por tanto, una conciencia puramente animal de la naturaleza (religión natural).”32

La conciencia, como contraparte de la enajenación, se desarrolla en la praxis cotidiana; en el tiempo libre. Tiempo libre que habría que rescatar para lograr la superación mental y el rescate de tal conciencia. Tiempo libre que la pobreza hace que no sepamos aprovechar para nuestro propio beneficio, en la medida en que existe un círculo vicioso y una necesidad desmedida por obtener los bienes básicos para solucionar los problemas de hambre.

Esta necesidad presiona para aceptar cualquier empleo y forma de vivir, haciendo que la manipulación y enajenación sea la manera en que se desenvuelve nuestra vida. Así mismo, nos desvía de otras formas en las cuales nos podemos realizar a través de la lectura de libros y la educación.

“La esperanza de muchos seres humanos, que viven para sobrevivir, piensan – como Luis Buñuel cuando hacia películas que llamó alimenticias, o como Kafka que escribía en el tiempo libre que le dejaba un trabajo que odiaba- que en el tiempo libre podrán hacer lo que siempre han querido hacer o convertirse en o lo que siempre quisieron ser. La mayoría, sin embargo, termina desperdiciando ese valioso- escaso pero abundante- tiempo libre frente al televisor, viendo programas chatarra que ni siquiera lo enriquecen culturalmente.”33

En efecto, el tiempo libre como concepto viene a representar uno de los principios variables que nos permiten modificar el actual sistema de cosas y la toma de consciencia por parte del trabajador. Por ende, tenemos dos elementos que podemos resumir: el aspecto que tiene que ver con la toma de consciencia a través del tiempo libre y aquel que tiene que ver con las condiciones sociales de vida.

Desafortunadamente hay otro problema que las sociedades deben enfrentar. Para pasar a un estado social más elevado con perfiles que nos lleven al despliegue de nuestras capacidades el cual consiste en analizar el papel de la mayoría de los medios masivos de comunicación y sus formas de manipulación. Medios que se encargan de desvirtuar todo lo que puede prosperar en nuestro tiempo libre. Por ello, parece que se trasforman en entes diabólicos que tratan a toda costa de hacer que las sociedades se sostengan en donde están y confundan los verdaderos intereses que hacen que el ser humano progrese económica y socialmente. Así mismo, requerimos ampliar la mirada en un plano mayor que no sólo tenga que ver con aspectos económicos y de manipulación, sino con elementos sociales en donde la cohesión social sea un aspecto medular y sobre todo, de qué, como ente individual y social, pueda aportar positivamente al desarrollo de la sociedad.

Boltvinik sostiene que existen elementos constitutivos del eje del florecimiento humano, que en nuestros términos hemos denominado como el desarrollo de nuestras potencialidades, y los divide en cinco puntos:

1. – Distinguir entre pobreza y pobreza humana. 2. – Ubicar el florecimiento humano y el nivel de vida. 3. – Analizar la pobreza humana en el eje del florecimiento humano y la pobreza económica en el eje del nivel de vida. 4. – Definir el eje del florecimiento humano, el desarrollo y ampliación de las necesidades y capacidades humanas. 5. – Los ejes serán divididos según dos criterios: el nivel de agregación (societal e individual) y la dimensión existencial (ser- estar).

En un primer nivel de análisis diremos que el trabajo es lo que hace posible la historia humana. Es la relación entre los medios y el objeto de trabajo que crea la consciencia del ser humano y en donde se desarrollan sus necesidades, capacidades, así como su ser social. Al cual debemos sumar la parte correspondiente del tiempo libre.

Por tanto, para Marx, poniendo énfasis en las necesidades, el ser humano rico es el que necesita mucho y el pobre el que necesita poco: materialmente considerada, la riqueza consiste simplemente en la multiplicidad y variedad de las necesidades”;34 he aquí el concepto de pobreza. Lo que en términos de Maslow se puede interpretar que el ser pobre es aquel que se encuentra en la base de la pirámide y el rico en la cúspide.

Así mismo, al conjuntar el ser y el estar con la anterior definición, podemos decir que logramos un doble criterio de la pobreza en donde el ser pobre y estar pobre significa que son los individuos que necesitan poco y son los que no satisfacen sus necesidades. Aún más, los que son y están pobres es la peor condición humana. Por otro lado, tenemos los ricos que son los que necesitan mucho y están en condiciones de satisfacer sus necesidades de manera muy amplia. De manera dinámica nuestra definición de pobreza y riqueza la podemos ubicar como el que necesidad y capacidad, son conceptos que van de la mano y en donde se puede definir que la persona que es pobre humanamente porque no ha desarrollado sus fuerzas esenciales; es porque no aplica sus capacidades y no satisface sus necesidades. En otras palabras, un pobre es aquel que necesita mucho, tiene pocas capacidades y está en las peores condiciones humanas. Para el rico es lo contrario.

El florecimiento humano tiene que ver con las sociedades y los individuos. Con aspectos sociales e individuales. Al retomar a Markus, podemos dividir el florecimiento humano en dos niveles: a la sociedad la ubica en algo que ha dado en llamar “progreso social” y al estudiar sobre el comportamiento individual lo relaciona con el “desarrollo de las fuerzas esenciales humanas”. A su vez, el desarrollo de las fuerzas esenciales las ubica en dos sentidos: la dimensión del ser del desarrollo de las fuerzas esenciales humanas y la dimensión del estar del desarrollo de las fuerzas esenciales humanas. Para el caso del progreso social que corresponde al área societal, también la divide en dos: la creación de las condiciones (presupuestos) para el desarrollo de las necesidades y capacidades humanas y la creación de las condiciones para la satisfacción de las necesidades y para la aplicación de las capacidades. Entonces, estos dos niveles, el societal y el individual, se despliegan al ser y estar, en donde el ser se refiere al desarrollo de las fuerzas esenciales humanas, necesidades y capacidades y las del estar que corresponden a la satisfacción de necesidades y aplicación de capacidades. De ahí que sea importante señalar que tanto las necesidades como el devenir humano, o sea para el despliegue de las capacidades humanas, son el eje central para el florecimiento humano.

Se ve muy claro cómo es que las necesidades son dinámicas y no estáticas si entendemos que en la jerarquía de necesidades de Maslow existen aquellas que llamamos inferiores y que constan de las necesidades fisiológicas, de seguridad y de afecto. Otras, son superiores que tiene que ver con estima, realización o estéticas y de autorrealización. Algunos individuos se han quedado en las primeras; a los que tal vez se les puede denominar como pobres. E incluso es posible que hayan crecido sin afecto o que nunca lo van a tener, o bien, que carecen de seguridad psicológica o social. Aún más, es posible que algunos no salgan de la base piramidal y ni siquiera han resuelto todas las necesidades fisiológicas (¿los extremadamente pobres?).

Pero el problema no sólo tiene que ver con la extensión, también debemos analizar la profundidad. En Marx podemos leer que una persona es rica si necesita mucho. Para ello el alemán está pensando en la profundización. Un ejemplo nos lo puede aclarar:

Es posible que estemos estudiando de donde viene el ser humano y creamos que es de Eva y Adán. Sin embargo, al no estar contentos con la versión bíblica, pasemos a estudiar las formas antropológicas del surgimiento de la humanidad.

Para poder encarar y profundizar en la solución de las necesidades, es lógico pensar en las capacidades como condición sine qua non de progreso. Las capacidades vienen a ser el motor para la concreción de necesidades y viceversa. Así también, es necesaria la creación de oportunidades como puerta de acceso para crear un círculo virtuoso. Oportunidad que es generada por las sociedades en su conjunto, en donde la libertad nos permita desplegar dichas capacidades. Y es que el hombre al nacer es el menos dotado de equipo para sobrevivir y necesita de la sociedad para ello; pero en su devenir es el que más ha desplegado sus capacidades = potencialidades. (Agnes Héller)

En cuanto al segundo aspecto que tiene que ver con el florecimiento humano y nivel de vida, es importante pasar a la parte que separa a los pobres económicos y los no pobres. Para ello se establece una hipótesis que surge del problema económico para arribar al aspecto humano, se establece que es una visión parcial y debe considerarse la pobreza económica como una parte de la pobreza humana.

De acuerdo a lo anterior y con el fin de profundizar sobre lo escrito, nuestro autor señala que es necesario realizar una taxonomía de satisfactores de las necesidades humanas como son: objetos (bienes y servicios); relaciones entendidas como las carencias y sufrimientos humanos que se derivan de las limitaciones de recursos y oportunidades económicas – sólo puede tener sentido si se deriva de una concepción integral del mismo. Esta visión nos lleva a rebasar situaciones de orden económico y deja abierta otras posibilidades que tienen que ver con las relaciones y las actividades que, más allá del ámbito económico o de los bienes, nos reflejan la vida humana de las personas.

SATISFACTORES Y RECURSOS (PRINCIPALES Y SECUNDARIOS)

TRES TIPOS DE NECESIDADES

(MATERIALES, EMOCIONALES Y DE DESARROLLO)

NECESIDADES TIPO DE SATISFACTORES RECURSOS

Ejemplos de principales / secundarios Fuentes de bienestar

Principales/secundarios.

alimentación Objetos Recursos monetizables*

(Necesidades materiales ) (alimentos) /actividades Tiempo conocimiento y

familiares (cocinar habilidades

abastecer)

Afecto, amistad, amor, sexo relaciones Tiempo, conocimientos y

(Necesidades emocionales) primarias/actividades con habilidades/recursos

pareja o amigo, objetos monetizables,*

Autoestima; autorrealización Actividades del Conocimientos y habilidades

(necesidades del desarrollo) sujeto/objetos, relaciones Tiempo/recursos

secundarias monetizables*

Incluye ingreso corriente, activos básicos, activos no básicos, acceso a bienes y servicios gratuitos.

Para entender el cuadro anterior podemos ver que en las celdas de la primera columna tenemos los tres tipos de necesidades: materiales, emocionales y de desarrollo. En la columna dos existe el tipo de satisfactores clasificados en dominantes y secundarios. En la columna tres están los recursos como elemento principal que nos indica la parte económica.

El cuadro nos muestra que, por ejemplo, para cocinar se requieren recursos, tiempo y habilidades. Así mismo, el renglón uno nos indica que los satisfactores principales son alimentos; para otros puede ser la salud, que son bienes y servicios, en donde está la atención médica y medicamentos.

Para el renglón dos tenemos que los satisfactores importantes son las relaciones primarias como el afecto, la amistad, el amor y el sexo. Existe en el renglón tres las necesidades de autorrealización y autoestima. En todas las necesidades se requiere tiempo. También observamos que se necesitan recursos monetizables cuando se trata de un bien o servicio. No es así cuando tenemos que la necesidad son relaciones o actividades del sujeto. Aquí, principalmente es el tiempo el que se requiere. En algunos casos las costumbres necesitan de recursos monetarios, ya sea por dotes o fiestas.

En primer lugar, hemos de decir que es claro pensar que con ello podemos determinar que el nivel de vida debe comprenderse a través de los aspectos económicos. De allí que debemos, y como la habíamos asentado, entender que lo económico es parte de lo humano. Los enfoques convencionales sólo hablaban de necesidades de subsistencia, protección y entendimiento. Aquí, de lo que se trata, es de rebasar estos indicadores y posarnos sobre otros más elevados en términos cualitativos. De ahí que metodológicamente este ensayo concluya en formas no materiales de pobreza.

Ello es difícil de crear en la medida en que estamos hablando de aspectos subjetivos, sin embargo, se empiezan a trazar esquemas sobre ello y ya podemos hablar de este principio. En efecto, los japoneses para crear un producto tienen como principio la vista. Todos, absolutamente todos, sabemos quién es pobre con sólo ver el lugar en que vive; su comunidad, su casa, sus muebles, etc. También sabemos de su pobreza en base a sus razonamientos y entendimiento de lo que le rodea; en pocas palabras, de lo que dice y la forma en que lo dice. Lógicamente este depende también del que mira y analiza lo observado, sin embargo, ello es lo más importante, ya que nos da la posibilidad de aspirar del que posee más en cuanto a riqueza material y no material. De ahí que hayamos definido la riqueza en términos del logro humano más adelantado en este mundo.

Entonces podemos decir que un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano, que nos habla precisamente de las variables cualitativas, lo tenemos en el desarrollo de las fuerzas esenciales humanas. En otras palabras, en el desarrollo y satisfacción de necesidades y el desarrollo y aplicación de capacidades.

En segundo término, y esto es muy importante, que el Estado debe tener como objetivo último de sus políticas públicas el florecimiento humano. Por lo que para ello debemos empezar por la democracia. En donde podemos decir que sin libertades no hay democracia.

“La democracia requeriría, en primer lugar, que las instituciones electorales fueran verdaderamente independientes de los poderes formales y reales, lo que entre otras cosas supondría no sólo la independencia de los servidores públicos, sino también su capacidad para no dejarse amedrentar por los poderosos. Estamos muy lejos de ambas condiciones. El miedo es una fuerza que domina a casi todos los mexicanos. En segundo lugar, la verdadera democracia debe practicarse todos los días en el trabajo, en el hogar, en las organizaciones vecinales, etcétera. En México, sin embargo, casi todas estas instituciones son profundamente autoritarias”35

Asimismo, la democracia no solamente implica la participación igualitaria de la sociedad en el ámbito político, sino también de la participación de oportunidades económicas. Un país es demócrata no porque las urnas estén llenas, es necesario que la riqueza material también sea equitativa. Eso también es democracia.

En tercer lugar, y como hemos podido determinar, hay una distinción más profunda de pobreza y riqueza humana, así como de pobreza y riqueza económica, basada en el ser y el estar. El ser de la riqueza (pobreza) humana se caracteriza por quien necesita mucho (poco) y ha (o no ha) desarrollado sus capacidades en profundidad y extensión. El estar de la riqueza/pobreza humana es el grado de satisfacción de las necesidades y la aplicación de las capacidades desarrolladas verdaderamente por el individuo.

En cuarto sitio tenemos que el florecimiento humano es la realización de la existencia humana mediante la existencia individual, en donde los individuos se despliegan libres a través del desarrollo de sus necesidades y capacidades, lo que genera su conciencia y su ser social.

Por ende, el ser humano requiere de ir más allá de la satisfacción de las necesidades deficitarias, en otras palabras, de los tres primeros peldaños de la pirámide de Maslow: fisiológicas, de seguridad y de afecto/pertenencia. Así mismo, necesita cruzar hacia el trabajo como realización, a la libertad, la creatividad y la generación de consciencia.

En quinto lugar tenemos que en el largo proceso de alineación puede coexistir la multilateralidad del ser humano y la unilateralidad de los individuos.

Por tanto, resulta necesario realizar la evaluación tanto a nivel social como individual, subdividiendo el eje de florecimiento humano en estos niveles, llamándole progreso social al primero y desarrollo de las fuerzas esenciales humanas al segundo. El progreso social lo podemos concebir como la constitución del presupuesto de un desarrollo irreprimido y rápido de las fuerzas esenciales humanas.

En sexto lugar tenemos que si separamos el aspecto económico del florecimiento humano, se delimita el eje conceptual del nivel de vida en donde se puede ubicar la pobreza/riqueza económica. El eje del nivel de vida es, entonces, una perspectiva económica del florecimiento humano. Si bien en los dos ejes se encuentra el ser humano con sus capacidades y necesidades, tenemos que en el eje del nivel de vida se le puede identificar desde la perspectiva económica.

En séptimo lugar hemos de distinguir cuatro conceptos de pobreza/ riqueza: humana del ser, humana del estar, económica del ser y económica del estar. Esta última puede ser considerada como la categoría usual de la pobreza, sin embargo, no es así, ya que la económica del estar deriva del florecimiento humano y la definición económica de la pobreza no lo hace de esta manera.

En la definición de pobreza económica tradicional nos encontramos con la carencia de necesidades materiales de existencia, que tienen que ver con ropa, zapatos, alimentos, etc. En la perspectiva humana que tiene que ver con la económica del ser, se habla de capacidades y necesidades que tiene que ver con la capacidad psicomotora o cognitiva. Sen cuando habla de capabilities se refiere a los recursos que se poseen y como fuctionings se refiere al estado del individuo o la persona.36

En octavo sitio hemos de considerar que el eje del nivel de vida es derivado del florecimiento humano; es una unión que trasforma radicalmente la calidad de vida. La gente que se alimenta bien, es sana y educada, desarrolla capacidades de trabajo u otras capacidades. El trabajo es importante y en ocasiones enajenante. Sin embargo, se pueden desarrollar capacidades para la investigación científica y tecnológica que lleve a los individuos a la realizaron plena y humana. En el primer caso tenemos que se logra la supervivencia y en el segundo el florecimiento humano.

El noveno lugar pertenece a la creencia de que las necesidades son estáticas; como si un infante tuviera las mismas necesidades que un adulto. Recuérdese que hemos hablado de extensión y de profundidad en la misma pirámide de Maslow. Se puede decir que no todas las personas han desarrollado o tenido las necesidades que están clasificadas en la pirámide de Maslow. Tampoco lo han hecho con la misma profundidad. Hay personas que pueden estar dominados por necesidades fisiológicas como el comer o dormir, o en donde la sexualidad puede estar presente y de manera constante, y no llegan a la autorrealización. Con esto no queremos decir que el satisfacer el primer escalón no quiere decir que ya no les necesitemos. En realidad debemos pensar qué tanta importancia le damos. En otras palabras, Maslow nos dice que cuando vamos subiendo los escalones, no dejamos de seguir teniendo necesidades primarias.

Como décimo lugar tenemos que el tiempo libre puede representar el reto de transformación y el arribo a escalones superiores e implica también un desarrollo social. Aunque a decir verdad puede ser que este tiempo libre sirva de manipulación de parte de toda la información que recibimos de nuestro entorno en general. Porque su misión en sociedades deformes es mantener el staus quo. En lugar de superar a los individuos en sus trabas sociales.

Por último, hemos decir que a partir del enfoque anterior, existe una ruptura con las anteriores concepciones y una superación de conceptos. El ser humano debe verse con una visión más allá de lo económico; aunque lo económico sea parte del florecimiento humano.

Crítica al modelo del florecimiento humano.

Ruth Levitas (2007) al hacer un análisis de Julio Boltvinik sobre el planteamiento que hace para Ampliar la Mirada, imagina el florecimiento humano a través de las políticas públicas y de un gobierno democrático. Tomando a Shah y Marks (2004) de la New Economics Foundation que produjeron un estudio llamado: A Well-being Manifiesto for Flourishing Society dice que uno de los objetivos clave de un gobierno democrático es promover la buena vida: una sociedad floreciente en la que los ciudadanos son felices, sanos, competentes e involucrados (…) con los niveles de bienestar.

Claro está que Levitas imagina un mundo con otros aspectos que tienen que ver con variables más acercadas a la calidad de vida y desarrollo humano. Por ende, nos dice que un gobierno democrático debe ubicarse en 8 grandes propósitos para trasladarnos a una vida más humana:

Medir lo importante.

Crear una economía del bienestar.

Recuperar nuestro tiempo.

Crear un sistema educativo que promueva el florecimiento.

Reorientar el sistema de salud hacia la salud integral.

Invertir en la primera infancia y en la paternidad.

Desalentar el materialismo y promover la publicidad genuina.

Fortalecer la sociedad civil, el bienestar social y la ciudadanía activa.

A este modelo Levitas agrega algunos otros aspectos que podemos dividir en dos partes: el primero se relaciona con los aportes de Shah y Marks en el sentido de hacer un trabajo de alta calidad y como máximo 35 horas de labor. Por otro lado, habla de que se deben crear jóvenes capaces y emocionalmente felices y bien desarrollados. No se debe permitir la publicidad comercial para niños. Abandonar los pasatiempos de televisión e ir de compras. Hay que promover parques, centros deportivos y de arte.37

En lo particular consideramos que este enfoque no puede tomarse tácitamente, tenemos que se debe analizar la forma en que se ve el trabajo bajo otra dimensión que como lo hemos visto: como trabajo enajenado, en donde se labora por necesidad y no por realización. No basta el trabajo de calidad y la reducción laboral. Héller establece claramente que el trabajo enajenado Labor, se realiza por necesidad y por enajenación. Es un trabajo en donde la mercancía es ajena al productor. En cambio, el Work, es aquel que tiene que ver con la realización, es el necesario para la reproducción. Es el trabajo que apunta a la riqueza social.38

Bajo este plano el trabajo se trasforma. Es felicidad, es amor a los demás y se siente profunda alegría. Es una concepción diferente del hacer las cosas: es la realización constante del ser humano:

¨…la actividad laboral conforme a las expectativas del work no va en absoluta acompañada del placer; pero la feliz consecución del objetivo, del éxito, suscita una emoción de alegría, cuya cualidad psíquica es ciertamente distinta del placer, pero que no es menos relevante desde el punto de vista antropológico¨. Es comprensible la tentativa de Kofler de poner entre paréntesis esta diferencia. Compara su propia concepción con un tipo de trabajo que es una carga y un tormento, que deja a los hombres insatisfechos, que los priva de la alegría (…) del carácter penoso y odioso del trabajo, es la circunstancia de que en el ámbito de las relaciones sociales alienadas, incluso la alegría que se experimenta por la ejecución de la obra (…) está ausente, y no todos los tipos de trabajo (…) van acompañados de placer.¨39

Ahora bien, en cuanto a la segunda parte que se refiere a hacer jóvenes felices, se hace necesario establecer que los medios de comunicación hacen su función en cuanto a desviar el verdadero sentido de la vida apoyándose en programas e informes distorsionados que hacen sentir momentáneamente feliz a aquellos que escuchan y ven. Sin embargo, esta felicidad no es más que un hoyo profundo en donde la manipulación de las consciencias es parte del status quo y de grandes beneficios de aquellos que poseen los medios de comunicación y de un Estado que en última instancia protege a una clase social.

Levitas agrega a su crítica que el modelo de florecimiento humano confunde aspectos de utopía realizable con políticas públicas. Y que el planteamiento es muy parecido en el sentido de no contar con una división entre estas variables. Por otro lado, nos indica claramente que imaginar un modelo de florecimiento humano, dentro de los confines del sistema actual, en donde se dan situaciones de pobreza y pobreza humana, con una cierta visión de mundo, presenta muchos problemas analíticos y puede conducirnos al fracaso. 40

Según Levitas esta dificultad la podemos ver en Boltvinik puesto que parte de una crítica a los autores que definen la pobreza y la riqueza humana desde el eje económico, argumento un tanto exagerado según Levitas. Por ende, lo económico se trasforma en un plano obscuro que no deja ver otras formas de vida que pudiesen darse en el futuro; de ahí que concluye que superar la pobreza económica es una condición necesaria para el florecimiento humano. En otras palabras, es necesario que los seres humanos disfrutemos de los bienes económicos para poder pensar en las formas no económicas de existencia que nos lleven a realización plena. Por ende, y en forma consecuente, se trata de un eje de florecimiento humano y uno de nivel de vida, entendido éste como abstracción del eje del florecimiento humano; que es más importante y mucho más amplio.

Es evidente que Levitas intenta hacer un estudio en donde se rebase el concepto de Marx sobre lo económico como última instancia que determina la parte superestructural. Así mismo, y desde el plano de la pirámide Maslow, nos podemos preguntar si podemos empezar por la autorrealización o por elementos superestructurales que nos lleven a lograr la superación económica. Digamos que nos debemos cuestionar qué es lo que los japoneses les ha llevado a donde están. Tal vez no se preguntaron el rebasar situaciones económicas, sino que su cultura sintoísta los llevó a la superación económica de la pobreza. O en otros términos: ¿es la superestructura la que determina la estructura?

Sin embargo, nos parece que Boltvinik ha hecho un buen estudio sobre el particular cuando habla del ser y el estar y cuando los plantea como un esfuerzo dinámico que tienen que ver con aspectos económicos y no económicos. Aún más, como defensa a la crítica de Levitas, hemos de plantear que habló de un aspecto importante que se llama enajenación y que va más allá de lo económico. Sumado a todo ello consideramos que Francisco Dávila al plantear la volición como trasformadora de la realidad nos indica el camino de una nueva vida. Vida que tiene que ver con un bien supremo que se traduce en libertad. (Héller)

En suma, los aportes que nos han dado estos autores nos llevan a pensar que podemos construir una nueva visión de mundo y una nueva forma de vivir a través de ciertas herramientas que nos proyectan a un futuro basado en un ideal en donde los hombres se ven en un futuro mejor. En un mundo más humano y fraternal que trasciende y contempla la felicidad y el florecimiento humano.

Queremos dejar sentado que la principal pobreza debe verse como una pobreza de valores, de conocimiento, de justicia, de democracia, de igualdad y libertad. Eso es lo que queremos aportar como contrasentido a todo lo que hemos pensado de forma maniatada y desfigurada por un sistema o modo de producción que no desea ver otra cosa. Por un neoliberalismo que está apartando las clases sociales y lleva a dividir las sociedades en ricos y pobres. A profundizar la pobreza y todo aquello que tienen que ver con los niveles económicos y no económicos de bienestar. A una pobreza que tiene que ver con los medios económicos de vida, a la falta de capacidades y a la solución de necesidades. Pobreza económica que insistimos es también humana.

Por otro lado, Luis Arizmendi (2007) al hacer un estudio de Boltvinik lo ve como un mirador iconoclasta y plantea que sus aportes han sido el ver a la pobreza en forma irreductible a través del estar, mismo que no sólo está compuesto por la pobreza del objeto, ya que tiene su contraparte en el ser. Pobreza que a su vez se traduce en necesidades y capacidades que están potencialmente determinadas en términos históricos.

Al analizar desde el plano iconoclasta a la pobreza abre un camino hacia la multidimensionalidad del sujeto social; hacia el florecimiento humano. Al hacer el estudio desde este campo, Arizmendi establece que son cuatro campos o principios del debate que consisten en:

“ 1) el principio de la totalidad; 2) el principio de la transdisciplinariedad; 3) el principio de la economía moral; y 4) el principio de la soberanía. Todos los cuales responden al profundo proyecto critico de pensar la pobreza en clave de valor de uso.” 41

1. - En el principio de totalidad se demuestra que el neoliberalismo no es capaz de descifrar la pobreza. Y es responsable de la pésima distribución del ingreso. Desde el campo de los conceptos neoclásicos, no se puede teorizar en la medida en que se rechaza el concepto de necesidad material y no material, y lo sustituye por el de preferencia del consumidor. Por ende, la pobreza ha puesto en jaque los fundamentos de la teoría convencional en la época de la mundialización económica, ya que están distorsionados y no obedecen a las formas humanas de pensamiento.

Bástenos decir que estos conceptos distorsionados nos han llevado históricamente a determinar la pobreza desde el plano unidireccional, cuando se establece que su medición bajo la línea de pobreza (LP), fuera la única determinante para clasificar a los individuos.

Desde otro ángulo y con base al principio de totalidad que nos comenta Arismendi, dice que Boltvinik crea el método de medición integrado de la pobreza, en donde rescata elementos fuera del carácter neoclásico y supera al de Línea de Pobreza y al de Necesidades Básicas Insatisfechas, al integrar el ingreso corriente, los servicios gubernamentales, el patrimonio básico, las capacidades educativas, la propiedad de activos básicos junto con la capacidad de endeudamiento y el tiempo libre que hemos discutido líneas arriba, como dimensiones de un mismo método. De esta manera se unifica una visión de la totalidad de necesidades materiales y sociales del proceso de reproducción económica.

Desde este plano se tiene que ampliar la mirada a un contexto de definiciones más humanas, en donde se parta del ser humano como totalidad;42 tanto de necesidades como de capacidades económicas, políticas, culturales y psicológicas. Desde este mirador, se puede entender la pobreza en su vertiente del ser y del estar. De ahí que:

“Ampliar la mirada, entonces, transita del sistema total de necesidades económicas al sistema total de necesidades y capacidades individuales y sociales como fundamento para el florecimiento humano.” Y “Mientras el eje del florecimiento humano corresponde al progreso histórico del sistema multidimensional o global de necesidades y capacidades humanas y, frente a él, puede reconocerse la pobreza humana total como un fragmento con el que se recorta y desfigura; el eje del nivel de vida corresponde al sistema social medio de necesidades económicas y, frente a él, puede reconocerse la pobreza económica total como un fragmento que asfixia necesidades produciendo daño”43

2. - En cuanto al segundo punto del debate que nos habla de la transdisciplinariedad , según Arizmendi, dice que Boltvinik, al hablar del florecimiento humano, necesita de la economía, la psicología, la antropología y la filosofía. Soportes que le permiten analizar las diferentes corrientes del debate internacional ubicadas en lo que hemos analizado como aportes de Sen al estudio de la pobreza cuando habla de capabilities y fuctions que se reducen a las formas económicas; tal como ya lo hemos mencionado y en donde la primera la refiere a oportunidades abiertas del ingreso y la segunda no está referida al tiempo libre, sino a la capacidad de elegir diferentes formas de consumo.

3. - En lo referente a la economía moral, que es el tercer punto de nuestro análisis, Arizmendi parece interpretar las ciencias sociales y en particular la economía, bajo la idea de no escindir el sujeto y el objeto. A lo largo de nuestra investigación hemos tratado de pensar en una ciencia moral. En una ciencia relacionada con el ser humano desmitificada y que puede servir para solucionar los problemas de la gente. No una ciencia separada de sus creadores que a lo largo de los años en mucho ha servido para una clase dominante; cuando menos eso ha sido en parte la economía neoclásica y neoliberal. Eso ha sido para muchos economistas que defienden el status y que crean ciencia alejada de las necesidades de la humanidad. Por ende, nos cuestionamos: ¿para qué sirve la economía vista desde este plano? Para separar a la humanidad en ricos y pobres materiales y no materiales, de ahí que debemos hacer un reclamo a las tesis neoclásicas sobre la pureza de la economía en la medida en que se vuelve cada vez más matemática y con ello se resalte un valor científico que impide introducir todo valor moral. Por ende, y muy por el contrario, para la solución de la pobreza se basa en dar una interpretación a la economía y a toda ciencia social, que conlleve valores éticos para arribar al florecimiento humano. Debemos abandonar esa idea economicista que nos permita establecer políticas públicas prácticas que ayuden a transformar esta realidad económica sin contar únicamente con modelos económicos. Deben ser modelos muy simples que nos den una mejor vida para todos. Es simple, pero se hace complejo para tapar la explotación de unos por otros.

4.- Y por último, en cuanto el principio de soberanía, tenemos que trata de la recuperación de la autodeterminación nacional y de masas criticas de capacidades sociales, en donde haya una recuperación de un sólido movimiento nacional que asuma la postura del desarrollo humano.

Algo importante que debemos resaltar, de manera concluyente de todo esto, es que Levitas hace una crítica a Boltvinik en términos de que se basa en la visión de mundo y en aspectos económicos para edificar su tesis y su crítica, mientras que para Arizmendi habla de que mantiene valores éticos para llegar al florecimiento humano. Lo cierto es que hemos de decir que se debe analizar la pobreza y la pobreza extrema con todas las herramientas en forma sincrónica y sin determinismos, en donde las variables materiales y no materiales se condicionen mutuamente.

Hasta aquí hemos estado desgranando los conceptos del ser y el estar, y su relación con la pobreza humana como problemas ontológicos. Faltarían aquellos que tienen que ver con el tener y el hacer.

El ser, el hacer, el estar y el tener en la pobreza y riqueza humana: hacia una definición más amplia.

Para empezar diremos que nada es nuevo bajo el sol; como se dice vulgarmente. Ha habido pasos muy importantes en torno al desarrollo humano y a la aportación de conceptos que se han dado a lo largo de la historia del mundo y en particular la región Latinoamericana. Los aportes de pensadores de los años 70, 80 y 90 nos indican que el camino ya se estaba trazando bajos rasgos de nacional populismo. Rasgos que por cierto han sido característicos de muchos investigadores de aquel entonces; dadas las condiciones histórico-sociales. Es el caso de Eric Calcagno cuando hablaba de la fuerte dependencia de la economía externa, alta concentración del ingreso, oligarquía dependiente, economía mixta e intento por ser igual a los países desarrollados. Y de planteamientos que tienen que ver con un desarrollo a escala humana de Manfred Max Net, Antonio Elizalde y Martin Hoppenhayn, en donde se plantea un esquema de necesidades rígido. Al contrario de Marx, Héller y Boltvinik, estos autores detallan que son los satisfactores los que cambian y no las necesidades; situación muy parecida a la que aporta Maslow.44 Además, estudiaron aspectos que tienen que ver con el ser, el hacer, el estar y el tener, que son categorías ontológico existenciales.

Tal desarrollo a escala humana combina objetivos de crecimiento económico con justicia social, libertad y desarrollo personal. Así mismo, se debe garantizar la explotación de los recursos naturales de manera sustentable y el crecimiento individual, grupal, local, regional y nacional. Los excedentes deben ser dirigidos al desarrollo comunitario para el beneficio grupal, en donde el estado debe tener un papel relevante de planeación del desarrollo a través del enlace micro y macro. De todo ello se busca reducir la dependencia con respecto a la metrópoli. Por tanto, hay que crear políticas públicas y bases de datos para permitir tomar decisiones.

Sumado a lo anterior, la preocupación del desarrollo humano también fue vista a través del enfoque psicológico de Fromm (1957) quien destacó la importancia del ser y tener como contrarios. Un pasaje nos aclara lo anterior:

“Tener se refiere a las cosas, y éstas son fijas y pueden describirse. Ser se refiere a la experiencia, y la experiencia humana, en principio indescriptible.¨ 45

Desde otro plano el ser y el tener tienen que ver con la actividad y la pasividad. El ser se relaciona con la actividad interior y tener con la exterior. Nuestra actividad interior son nuestros dones, los talentos y facultades. Significa crecer, amar, trascender de la prisión del ego aislado, estar activamente interesado y en algo muy importante para Fromm: el dar. En Cambio el tener es la actividad exterior; es el trabajo forzado y enajenado. (Labor)

Fromm, salpicado por el pensamiento de Marx, establece que en la actividad de tipo alienada el producto es distinto al productor, se opone y está encima. En la actividad alienada el resultado es ajeno a la actividad (Labor). Es algo que se hace forzado a la actividad interior o en contra de la voluntad. En cambio, en la actividad no alineada, es producir algo que siento parte de mí. Es producir algo vinculado a mi persona; es una actividad productiva pensando en algo que se siente. Es un artista o un científico que trabaja para el bien de sí y de la sociedad. Es una conducta que produce cambios sociales y que son socialmente reconocidos (Work). Esto es, que incrementa la generosidad y el potencial social humano.

Por ende, y en otro nivel de análisis, cambia un poco la panorámica. Establece que podemos ver que el ser también tiene actividad externa; sólo que bajo ciertas consideraciones que no se relacionan con el trabajo enajenado. El tener también puede asociarse con el ser. El tener existencial es considerado por Fromm como el ser., ya que se relaciona con los bienes materiales de sobrevivencia y no con el tener caracterológico que se ubica en el retener y que se desarrolla por encima de las caracterizaciones biológicas.

“Para apreciar plenamente el modo de tener al que nos referimos aquí, parece necesario otro examen más, el del funcionamiento del tener existencial; porque la existencia humana requiere que tengamos, conservemos, cuidemos y usemos ciertas cosas para sobrevivir. Esto también puede decirse de nuestros cuerpos, en cuanto al alimento, la habitación y los vestidos, y en cuanto a los instrumentos necesarios para satisfacer nuestras necesidades. Esta forma de tener puede dominarse existencial porque está enraizada a sobrevivir, en contraste con el tener caracterológico al que nos hemos referido hasta ahora, que es un impulso apasionado por conservar y retener, que no es innato, sino que se ha desarrollado como consecuencia de la repercusión de las condiciones sociales sobre la dotación biológica de la especie” 46 En suma, el tener existencial no está en conflicto con el ser; el tener caracterológico sí.

Ahora bien, en términos de pobreza tenemos que el pobre es aquel que carece de bienes materiales y no materiales de existencia. De ahí que podemos decir que se encuentra en la base de la pirámide de Maslow o en los tres primeros escalones según Boltvinik, y en cuanto a Fromm, el ser y el tener parece que es lo mejor para el ser humano, en la medida en que no está enajenado. En cambio en el caracterológico se encuentra atrapado en la alienación. Por ende, y aunque parezca contradictorio, sólo el pobre material disfruta del tener y ser, ya que el tener caracterológico se relaciona con un ser enajenado de acuerdo a nuestro autor.47

Sin embargo, y contrariamente a lo anterior, pensamos que el tener caracterológico nos lleva a la realización; siempre y cuando no se vean los bienes materiales como un fin, sino como un medio, lo que a su vez nos lleva a la realización y al estar.48 Un ejemplo puede ser útil: si una persona tiene un automóvil representa un bien material que es muy ajeno a las necesidades básicas de un individuo, sin embargo, el disfrute del automóvil en familia representa lo que el individuo desea y se realiza cuando ve a sus hijos jugar en el interior del automóvil.

Este enfoque es diferente en la medida en que se ven los bienes materiales como mediadores para la relación o para medir la relación con otros. Otro ejemplo que puede ser más claro es aquel en el cual un músico desea comprar un instrumento para tocar. No lo tiene como su realización, la realización es lo que toca en la orquesta, y la satisfacción que les genera al público y a sí mismo por tener un buen instrumento musical.

Se puede ampliar el tener a un animal y tener el gusto de educarlo, de convivir con él, de ser una mascota que hace que la familia pueda convivir. Otro ejemplo puede ser que los padres deseen tener familia. El tener tiene que ver, desde este ángulo, con una forma de poder realizarse como ser humano que implica un nivel de desarrollo individual y sentimental, ya que ello impacta en el gusto de criar o educar a los hijos, de verlos crecer. Puede ser que se desea tener mayor simpatía o gusto por la vida, etc. esta forma de tener es intangible y tiene como eje central los aspectos emocionales del ser humano y no los materiales.

También se puede aplicar el deseo de tener seguridad, tener instituciones creíbles y maduras, tener hospitales de salud, tener vivienda, etc. Estos facilitan el disfrute o el despliegue del ser humano. Elementos que dan otra visión de la vida. Cabe decir que en algunas partes de esta investigación hemos dicho la importancia de instituciones que dirijan a la sociedad a formas más igualitarias y a la conveniencia de ello. La mala distribución de la riqueza se debe a todo un comportamiento institucional y a la falta de valores. A formas de comportamiento egoísta y al tener material como eje central. Tales instituciones deben cambiar. El hombre no debe cifrarse todo el tiempo en las mismas formas de conducción estatal. Muy por el contrario, debe modificarlas. En otras palabras, la sociedad debe hacer las propuestas de modificación institucional para la de trasformación de la vida cotidiana hacia formas más plenas de desarrollo social y humano.

En suma, el tener nos lleva a planos más elevados que en ocasiones implica conciencia y educación. Niveles avanzados de desarrollo que nos impulsan a tener materialmente de manera moderada y dejar que los demás tengan. Nos realizamos en el disfrute de tener algo y que los demás también lo tengan. Ese es el ser.

Para Dávila existe una visión muy clara de lo anterior en cuanto al hacer como transformador de la realidad: ¨De allí que, la propia actividad humana sea la totalidad resultante de un complejo imbricamiento y articulación de relaciones sociales que, en el decurso de la historia, fueron constituyéndose objetivaciones especificas, instituciones sociales que conformaron esferas autónomas, no directamente conectadas con la producción y reproducción directa de los hombres, sino con la posibilidad y por tanto, con la base de la producción y reproducción sociales.¨ 49

Aún más, nos indica que es importante observar que los hombres se construyen en base del ser, hacer, estar y devenir. Momento en el cual se despliega, o sea, desarrolla todas sus capacidades y potencialidades, lo que requiere que la sociedad nos de las posibilidades, las condiciones y la libertad, para corregir las formas hacia una mejor vida. Hacia la felicidad y el florecimiento humano. Y aún más, nosotros agregaríamos el tener y lo intercalamos en el ser, hacer, tener, estar y devenir.

Ahora bien, para profundizar un poco los anteriores conceptos de forma paralela diremos que hasta el momento tenemos que el ser, el tener y el estar, son variables que nos ayudan para entender el florecimiento humano como contraposición a la pobreza humana. Así mismo, nos ha permitido seguir una secuencia de análisis que partió básicamente del estudio de Boltvinik, el cual nos indica que el ser y el estar pueden ser analizados y compatibilizados, y en donde explica con ello la pobreza del ser humano y la posibilidad de llegar al florecimiento humano. Como hemos visto, y ayudados por Fromm, se nos ha permitido encontrar una beta para analizar el concepto del tener, conceptos que aglutinados nos lanzan al devenir (Dávila) como posibilidad de realización humana y florecimiento.

Antes de concluir y dar en base de estos conceptos nuestra propia definición de pobreza y riqueza, hemos de establecer que en América Latina había preocupación sobre estos conceptos bajo otra óptica. El ser, hacer, tener y estar, del creador del Desarrollo a Escala Humana, Max Neef, nos permite ver un enfoque diferente y a su vez poder definir la pobreza y pobreza extrema bajo los cuatro grandes conceptos ontológicos (existenciales)50

En una conferencia Neef definió los conceptos de la siguiente manera de acuerdo a circunstancias que estaba viviendo Latinoamérica: el ser son los atributos o características personales. (Conciencia, critica, curiosidad); el hacer es investigar, educar, etc.; el tener son los derechos e instituciones políticas y el estar es el ambiente no polucionado como un aspecto esencial de la vida humana.

De manera matricial estos conceptos los correlacionaba con las necesidades finitas, tales como de subsistencia, ocio, afecto, creación, entendimiento, participación, identidad, protección y libertad. Para Neff, al igual que Maslow, las necesidades no cambian de cultura a cultura, lo que cambian son los satisfactores. Después devino en análisis ecológicos, sin embargo, dejó un legado importante y sobre todo, una taxonomía general de cuatro conceptos que en su conjunto no se habían estudiado y que nos interesan como un aporte de América Latina para aproximarnos al Desarrollo Humano.

Hemos decir que tenemos discrepancias con algunos aspectos de este análisis y bástenos recorrer toda nuestro ensayo desde el principio, en el sentido de no tomar las necesidades como finitas. Sin embargo, la aportación la reconocemos en un intento de aplicación práctica para resolver los problemas que en ese momento se daban en el espacio Latinoamericano.

Un rescate interesante de todo, como ya lo dijimos anteriormente, consiste en ver los cuatro conceptos ontológicos en su conjunto, mismos que nos interesan para explicar el florecimiento humano como contraposición de la pobreza y sobre todo, como definición de la misma. Por ello, es importante hacer antes un análisis del hacer y ver lo que representa dentro de los márgenes del capitalismo.

Para nosotros el hacer en un mundo urbano arquitectónico nos parece que nos muestra la cultura que tenemos. La pobreza tiene un significado muy grande en las formas inacabadas de lo que llevamos a cabo. Existen ciudades en donde se muestran bardas sin terminar, varillas en los cimientos y castillos de una casa que lleva años sin acabar, aceras mal hechas, calles mal planeadas, etc. Nos indica un panorama negativo que tiene que ver con la calidad de vida; con la forma en que hacemos las cosas; con el mal hacer.

El hacer en general en el sistema capitalista, ni en ningún sistema, significa necesariamente estar enajenados. Podemos construir arte, teatro, literatura, ciencia, etc. Aún más, debemos hacer bien las cosas; acabarlas y cerrar los círculos (Gestalt)51 que se tienen planeados, ya que son elementos que nos llevan a enriquecer nuestras vidas y a abandonar la pobreza no material. Hacer planteamientos en torno a la superación humana, quiere decir que estamos en el camino adecuado de la generación de consciencia y el abandono de la enajenación. Y ante todo, hacer por los demás. (Generosidad)

De ahí que es necesario cultivar el bien hacer y como corolario, el bien ser, el bien tener y el bien estar bajo la idea de la superación de consciencia y construcción social, conceptos que definimos como humanos para alcanzar el florecimiento y felicidad, y como elemento teleológico y como herramienta que al final del camino nos ayude a superar la pobreza desde el plano material y no material de existencia humana y que se traduzca en el dar lo mejor de nosotros mismos. En donde el dar no necesariamente tenga que ver con lo material, sino también con lo inmaterial; con la solidaridad, la fraternidad, el tiempo, etc. Ello nos haría más ricos en todos los sentidos y nos llevaría a la riqueza material y no material de existencia. Lo contrario, es pensar que no podemos proyectar ese futuro y trazar las rutas para arribar a una vida con menos egoísmo (Levitas); que estamos encerrados en una jaula en donde nos realizamos en lo que tenemos y no podemos superar esta realidad, puesto que nos realizamos en los bienes materiales de existencia (Marcuse). O que parece que estamos condenados a vivir en la base de la pirámide de Maslow en el tener existencial, en donde el tener y el ser es lo mejor (Fromm), dado que el tener caracterológico significa la enajenación lo que nos condena a estar eternamente pobres.52 Por ende, nos preguntamos: ¿qué papel tiene la volición y el devenir que hemos hablado anteriormente y que no conciben un mundo estático? (Dávila).

Nos cuestionamos también ¿qué papel juegan las filosofías independientes de la filosofía totalitaria o visión de mundo, mismas que nos sirven como base para los cambios totales y que pueden, en determinado momento, ser las que tomen el papel de nueva visión de mundo?

¨ Sin querer ahondar en mayores disquisiciones, intentamos recuperar aquí la definición de filosofía que hemos venido destacando (…) en oposición a visión de mundo o filosofía totalitaria. Esta última es el extremo opuesto al establecimiento de ciertos principios generales que sirven como grandes guías de la praxis humana pero que en ningún momento justifican sistemas cerrados de pensamiento, ni normas y criterios únicos de vida…¨53

Como apoyo a lo anterior, diremos que este debate es el propósito de este capítulo y es la conclusión que nos abre una puerta para ver la posibilidad y viabilidad de que el ser humano abandone esta forma de vida absurda y negativa. Que arribe a mejores niveles de vida precisamente con alguna de esas filosofías opuestas.

Y es que si no lo hacemos, estamos condenados al fracaso como humanidad y al estatismo. De ahí que tratamos de revisar los conceptos antes estudiados para definir la pobreza y riqueza e intentar dar los pasos para que las formas aberrantes de vida, que en ocasiones vemos en el actual sistema, mismas que deseamos que sean modificadas.

Por ende, el bien ser de la riqueza (pobreza) humana se caracteriza por quien necesita bien hacer, ya sea mucho (poco) y ha (o no ha) desarrollado sus capacidades en profundidad y extensión. El bien tener de la riqueza/pobreza humana es el grado de satisfacción de las necesidades, que tienen que ver con el estar (bien o mal) de acuerdo a las capacidades desarrolladas y a su nivel de consciencia y libertad.

El ser, hacer y tener, son insumos básicos para estar bien. Para vivir en un mundo sin pobreza material y no material. Estar representa el punto máximo de realización humana en donde los seres están viviendo con calidad de vida. En un medio ambiente sano que han creado y que desean seguir construyendo y concluyendo. En lugares en donde no existe la polución, hay respeto, solidaridad, amor, fraternidad y sobre todo, libertad en todo sentido. Se está como individuo y como sociedad en la cúspide de la pirámide de Maslow. En ese lugar el ser humano se está construyendo continuamente y haciendo por los demás. Es el momento del devenir humano y es el lugar en donde la pobreza material y no material se cambia por la riqueza material y no material. Y es, en donde la felicidad y el florecimiento humano, tienen los elementos de construcción para vivir una vida plena.

Sin embargo, es difícil hacer entender y practicar estos conceptos ontológicos en lugares en donde existe la enajenación que no permite ver la esencia de nuestro comportamiento y en donde la manipulación de las consciencias para la obtención de productos materiales es la base de las políticas económico-sociales a seguir. En donde el PIB es eje de atención y preocupación para solucionar los problemas, cuando en realidad tenemos que el Índice de Desarrollo Humano ya nos dice otra cosa.

Es claro que el neoliberalismo es responsable en gran parte de la manipulación y pobreza existente en el mundo y en particular del espacio de América Latina. Sin embargo, en el contexto histórico vivimos un proceso en donde el sentido egoísta existe y ha contribuido a que se desarrollen ciertas formas de pensamiento encaminadas a explotar y a acumular. Los seres humanos tenemos y forjamos nuestro entorno como el cincel lo hace con la piedra. Somos producto de lo que vivimos y hemos creado; de allí nuestra responsabilidad por la conducta que tenemos. Por otro lado, las medidas sociales y económicas que se llevan a cabo no resultan, y sólo se mantienen latentes para beneficio para unos cuantos. En otras palabras, son un engaño y son paliativos que en esencia no pretenden remediar el actual estado de cosas.

Los seres humanos se debaten entre el egoísmo (Smith) y la alienación (Marx). Dos aspectos que han deformado a la humanidad a lo largo de su historia y que hacen que se monopolicen las formas de reparto de la riqueza material. Entonces ¿Cuál es la mejor interpretación de la naturaleza social y el justo reparto de dicha riqueza? Nos parece que son las tesis que hablan de la superación y el florecimiento humano basado en las formas ontológicas que hemos analizado y el dar que ya hemos explicado.

De hecho y paradójicamente, la ciencia y la religión tienen como finalidad teleológica el dar. Sin embargo, la religión ha caído, bajo el pretexto de dar, en formas de explotación del ser humano a través de la limosna que ha enriquecido en muchas ocasiones a dirigentes eclesiásticos. La ciencia, por su parte, se debate entre la falsa perfección a que fue sujeta y al carácter ideológico que a veces le lleva a no encontrar el verdadero sentido de las cosas para sacar adelante a la humanidad.54

La economía, como contraposición a la economía política, por ejemplo, se le consideró la solución verdadera a los problemas económicos que afectan al ser humano y la forma para acceder al desarrollo. Sin embargo, la economía está al servicio de los poderosos y mantiene en su seno formas de pensamiento que en realidad no conllevan, en el estricto sentido, al mejoramiento social. Por ejemplo, muchos economistas están convencidos que verdaderamente el neoliberalismo y toda su carga ideológica solucionará los problemas de la sociedad. Sin embargo, El patrimonio social humano se incrementa en el esfuerzo de todas las sociedades y por tanto, éste debe repartirse bajo el criterio de: ¨a cada quien según sus necesidades y capacidades¨ de tal modo que las libertades se apliquen a todos los miembros de nuestras sociedades y puedan, a partir del despliegue de sus potencialidades, tener una mejor vida, lo que es, dicho en otros términos, llegar al florecimiento social expresado en la plenitud del desarrollo individual y social. (Francisco Dávila).

Para finalizar debemos insistir en que los dilemas de pobreza que hemos analizado, no sólo se remiten a la solución de los problemas que tienen que ver con las necesidades materiales y sociales que le son concomitantes. La tarea no es sencilla, ya que:

¨En el intenso juego de la economía y la política interna de nuestros países se entrecruzan los actores internacionales, dicho de otro modo, la política y la economía foráneas, que irrumpen y tensan las relaciones internas o en otros casos las aflojan, dependiendo del nivel y grado en que los actores internos: grupos, clases, coaliciones o alianzas se mueven y utilicen los diversos instrumentos de política económica: de política monetaria, cambiaria, comercial, financiera, etc.…con lo que intentan consolidar la base de sustentación de sus estrategias, para solucionar los problemas de desarrollo, e ir conformando la realidad del proyecto de vida frente al otro, a los posibles que se van desmoronando.¨55

Por último, la seudo teoría de la globalización, no es más que la ideología expoliadora del acelerado desarrollo del capitalismo comandado por los Estados Unidos mediante la introducción de sus empresas trasnacionales en nuestros países y en el mundo entero.

¨Fueron una vez más, los países económica y políticamente poderosos los que obtuvieron la parte del león, mientras los países menos desarrollados sufrieron graves distorsiones no sólo en los proyectos y esquemas industriales, comerciales y financieros, como es el caso de la mayoría de los países de América Latina, sino en el nivel de vida gran parte de la población y en los recursos de los mismos. El deterioro del medio ambiente, del agua, del suelo; la desertificación de grandes zonas antes de alta productividad agrícola, así como la erosión y la polución de tierras y aguas son también otro resultado negativo de la trasferencia científica y tecnológica a nuestras regiones¨55

Para concluir, vale recordar que a lo largo de la instrumentación del modelo neoliberal desde los años 80, se ha sepultado el esquema de bienestar en toda América Latina. De hecho, ha habido crisis agudas en 1994 y en la actualidad, que demuestran la incapacidad del neoliberalismo. Crisis que se originaron en México y que impactaron fuertemente en toda la región, especialmente en Chile, Brasil, y Argentina. Tan sólo recuérdese el efecto tequila y su impacto en estas economías para dar como resultado el efecto samba y tango. Todo parece indicar que desde ahí el neoliberalismo esta herido de muerte y daba tumbos por todos lados tratando de agarrarse de fórmulas financieras que lo han llevado hasta el momento a cuestionarse con las medidas estatales que Estados Unidos está instrumentando para salvar a sus grandes empresas. En otras palabras, si el libre mercado existe para sus adoradores, es momento de que asomen la cabeza y digan que el Estado no debe ayudar a las empresas; después de todo, para los pobres sólo hay promesas incumplidas y para los ricos el laissez faire laissez passer que permite acrecentar sus riquezas.

Otoño de 2009.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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