Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


PROPUESTA DE ACTIVIDADES PARA MOTIVAR LA LABORIOSIDAD EN LOS NIÑOS DE LA EDAD INFANTIL

Autores e infomación del artículo

Blanca Luisa Sánchez Márquez

Ilcia Reyes Escalona

José Ángel Ramírez Alcántara

Profesores Asistentes Universidad de Granma, Cuba

ireyese@udg.co.cu

Resumen:   
El siguiente artículo recoge algunos elementos teóricos  relacionados con la cualidad  laboriosidad en las los niños de la edad infantil. Este trabajo tiene como objetivo proponer  acciones para motivar  a los niños, en el  desarrollo de  la cualidad laboriosidad en la edad infantil. Para la realización de este trabajo  fueron utilizados métodos científicos, tanto del nivel empírico como del nivel teórico del conocimiento que posibilitan el análisis, interpretación y recogida de los resultados, y evaluar el estado de transformación del objeto de estudio.
La importancia radica en que posibilitó el desarrollo de la cualidad laboriosidad desde las edades tempranas y  la integración de los factores, logrando así el desarrollo de la personalidad a partir de la situación social del desarrollo teniendo en cuenta las premisas fundamentales del desarrollo. El trabajo se ha ido generalizando de forma escalonada en los diferentes centros educacionales del municipio y la provincia.    
Palabras claves: familia, afectividad, educación familiar, educativa, necesidad, trabajo, laboriosidad, niño.

Proposal of activities to motivate the laboriousness in the children of the infantile age
Abstract: The following article picks up some theoretic elements related with the attribute laboriousness in them the children of the infantile age. This work aims at proposing actions to motivate laboriousness in the infantile age to the children, in the development of the attribute. For the realization of this work they were used scientific methods so much I eat of the theoretic level of the empiric level of knowledge that they make the analysis possible interpretation and picking up of the results, and evaluating the status of transformation of the object of study. The importance lies in that the development of the attribute makes one possible laboriousness’ from youths and the integration of the factors, achieving the development of the personality as from the social situation of development taking into account the fundamental premises of development that way.  The work has left generalizing in way staggered in the different educational centers of the municipality and the county.     
Key words: Family, affectivity, family education, educational, need, I work, industry, boy.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Blanca Luisa Sánchez Márquez, Ilcia Reyes Escalona y José Ángel Ramírez Alcántara (2017): “Propuesta de actividades para motivar la laboriosidad en los niños de la edad infantil”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (abril 2017). En línea:
http://www.eumed.net/rev/atlante/2017/04/laboriosidad.html
http://hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1704laboriosidad


 Introducción

“El niño ha de trabajar,  de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso, el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo, un niño bueno inteligente y aseado es siempre hermoso. Pero nunca es un niño más bello que cuando trae en sus manecitas de hombre fuerte una flor para su amiga, o cuando lleva del brazo a su hermana”.¹
El trabajo ha sido, a lo largo del desarrollo de la humanidad, un elemento poderoso en la transformación del hombre en un ser social. En el magnífico artículo de F.Engels "El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre”, se fundamenta y despliega una verdadera teoría científica. Su tesis básica consiste en que el trabajo creó al hombre. No fue la selección natural ni la lucha por la existencia, sino la actividad laboral lo que ejerció una influencia determinante en la creación de la organización física del hombre, en el desarrollo de sus cualidades, su conciencia. Engels distingue en ese artículo, al hombre del animal: “este último se adapta a la naturaleza, a las condiciones de su existencia, mientras que el hombre modifica la naturaleza, transforma las condiciones de vida de acuerdo con sus propósitos”. 2
Según Carlos Marx, el trabajo es, “... en primer término un proceso... en que el hombre realiza, regula y controla, mediante su propia acción, su intercambio de materias con la naturaleza”3 
La vinculación de la enseñanza y el trabajo es, para Marx  muy  valiosa, porque supera la división entre el trabajo corporal y el intelectual que se origina con la división del trabajo, y termina con el desarrollo perjudicial, unilateral del individuo humano. Marx no solo ha indicado que el trabajo físico sin elementos espirituales destruye la naturaleza humana, sino que ha manifestado también que la actividad intelectual al margen del trabajo físico fácilmente conduce a los errores de un idealismo artificial y de una abstracción falsa. Los autores consideran que la vinculación del trabajo físico e intelectual es de vital importancia ya que es tan necesario para la salud  del cuerpo como el comer para su conservación,  apuntamos que el trabajo es el aceite derramado en la lámpara de la vida, que el espíritu se encarga de encender.
Los clásicos del marxismo formularon los principios de la vinculación de la enseñanza del trabajo en su lucha implacable contra la explotación capitalista del trabajo infantil , puntualizaron que  los niños que trabajan  en la fábricas, a pesar de no recibir más que media enseñanza, aprenden tanto y más que en las escuelas corrientes. Con ello sentaron las bases para la política educativa de la clase obrera y su futuro programa. En este sentido el Manifiesto del Partido Comunista pronostica   la abolición del  trabajo fabril de los niños en su actual forma, pero plantea al mismo tiempo la necesidad de vincular la enseñanza a la producción material. Solo la revolución socialista podrá enfocar de un modo práctico este problema de la educación del hombre para el trabajo y a través del trabajo, de tal forma que el trabajo no limite al hombre, sino que por el contrario lo desarrolle en todo sus aspectos, solo la revolución romperá las cadenas que impiden el desarrollo de las fuerzas productivas.  Esto significa que por ves primera en la Historia plantear la cuestión de la educación del hombre para el trabajo y por el trabajo., en una esfera humana nueva, en las que los hombres se convierten en productores independientes y responsables.
Los autores plantean que la educación debe ser para y por la revolución ya que es en ella donde se logra materializar la concepción de la vinculación de la educación y el trabajo productivo es, sin embargo sólo uno de los elementos fundamentales del programa educativo y de enseñanza que los padres del socialismo científico  plantearon. El segundo elemento fundamental es el principio de vincular la educación y enseñanza con la actividad revolucionaria de la clase obrera, por lo que es evidente que la educación de los hombres no debe ser algo lejano, utópico sino todo lo contrario y Marx  lo deja claramente definido cuando dice “la revolución es la escuela del nuevo hombre.”4 Tienen  la oportunidad de vincular la actividad física con el trabajo intelectual, la teoría con la práctica.
Por tanto, el trabajo como condición  fundamental del proceso de formación y desarrollo de la nueva generación debe estar en el centro de toda la actividad educacional que se realice tanto en la escuela como en el seno de las organizaciones estudiantiles, en la comunidad y por supuesto, dentro del marco de la familia, pues sin ella todo los demás esfuerzos serían baldíos. La educación moral está presente en todos los momentos de la vida del niño se requiere seguir consolidando acciones en función de alcanzar mayor desarrollo en las habilidades de relación y en las normas de comportamiento social a través de la cualidad  laboriosidad en los niños de 5 a 6 años; por lo que requiere del personal docente una preparación previa que garantice el dominio del programa y de las orientaciones metodológicas, para poder abordar con efectividad cada aspecto en el momento oportuno y de la educación familiar, pues su colaboración es indispensable para alcanzar los objetivos propuestos haciendo cada día actividades laborales individuales y colectivas.
Las premisas socio-morales y objetivas de la personalidad se forman y desarrollan en el proceso de comunicación del niño con las personas y el mundo que lo rodea teniendo en cuenta las definiciones dadas en el Diccionario Ilustrado aristas en la Lengua Española: laboriosidad; es la aplicación o inclinación al trabajo, es el amor al trabajo, es amigo del trabajo, gestionar, laborear, labrar o trabajar una cosa; en el Seminario Nacional se expresa la laboriosidad en el máximo aprovechamiento de la actividades laborales y sociales que se realizan a partir de la conciencia de que el trabajo es la única fuente de riqueza, un deber social y la vía para la realización de los objetivos sociales y personales. Es la virtud propia de una persona trabajadora. Dentro de las cualidades morales esenciales, mencionadas, se le concede gran importancia al desarrollo de sentimientos de amor por el trabajo, en la educación de los niños de la primera infancia, lo cual se logra, en primer lugar, mediante el desarrollo de una cualidad muy significativa: la laboriosidad.
 La Revolución ha realizado múltiples esfuerzos para lograr un hombre preparado para la vida desde las edades más tempranas, de  ahí la necesidad de capacitar  a todos los factores en función de lograr una personalidad más integral,  teniendo en cuenta la periodización del  desarrollo, la situación social de desarrollo y la zona de desarrollo próximo, presente en cada período sensitivo y en especial  en el desarrollo psíquico de 5 a 6 años.  Para la realización del mismo se utilizaron métodos  de investigación científicos, psicológicos como la observación, entrevista, inventario de intereses y el dibujo de la familia, además del dialéctico materialista .
Desarrollo
 Antecedentes de educación laboral en la edad preescolar.

Es posible que muchos piensen aún que hablar de la educación laboral en la edad preescolar es absurdo, pues los niños pequeños, con sus diminutas manos, su andar inseguro y su constante ir y venir de un juego a otro, son incapaces de dedicarse a tareas que requieren de un mayor desarrollo físico y psíquico. Sin embargo, nosotros afirmamos lo contrario, porque estamos convencidos de que la edad preescolar constituye la etapa donde se establecen las bases para todo el posterior desarrollo del hombre. Es  la educación laboral en estas edades, el medio que nos permite lograr las premisas del amor por el trabajo; desarrollar los intereses por las diferentes profesiones y oficios; darles a conocer las relaciones que se establecen entre los trabajadores en la sociedad; formar actitudes positivas hacia el trabajo y desarrollar, tanto en niños como en niñas, hábitos laborales en correspondencia con su edad.
En la historia del desarrollo de la educación de los niños de edad preescolar, como ya se ha valorado, podemos encontrar antecedentes  de esta etapa. Ya J.A. Komenius, en su tiempo, establecía estrecha relación entre la educación moral y la laboral, en las que incluía no solo las formas de trabajo correspondientes a una edad determinada, sino que también las relacionaba con el desarrollo de hábitos y el amor por el trabajo. El pedagogo J.E. Pestalozzi, entre sus valiosos aportes al desarrollo de la teoría de la educación preescolar, planteó en el sistema de educación, la tarea del desarrollo armónico: físico, intelectual, laboral y moral de todos los niños. Propuso un sistema de gimnasia elemental y expuso la interesante idea de crear el “abecé” de las habilidades, lo que a su juicio preparaba a los niños para la actividad laboral, incluso para la productiva. Entre los socialistas utópicos, R. Owen, Tomás Moro, Tomás Campanella, Saint Simon y Ch.Fourrier, la idea del desarrollo armónico y multilateral está vinculada con la educación de todas las personas. En sus concepciones se introducía la idea del trabajo y pensaban que en él debían participar todos los miembros de la sociedad. En las teorías de los filósofos franceses: Helvetius, Diderot y en los trabajos de J.J.Rousseau se plantea la tesis particular de preparar para el trabajo a todos los niños.
Las hermanas Carolina y Rosa Agazzi, argentinas, basaban parte de la actividad de los niños y las niñas en sus prácticas de jardinería, ya que pensaban que al cultivar la tierra y al observar el crecimiento de las plantas; al responsabilizarse con su riego, la limpieza de los canteros y al hacer otras prácticas de este tipo, se vinculaba significativamente al niño con la naturaleza, y se favorecía una actitud de respeto y cuidado por el medio ambiente, además de ser, por sí misma, una actividad gratificante, otros pedagogos, filósofos y pensadores de diferentes épocas han puesto en un plano relevante la importancia de una actividad laboral variada en la educación de los pequeños. Sin embargo, ninguno indicaba el camino que pudiera conducir al logro de estos ideales de la educación.
La pedagogía de los antiguos países socialistas, fundamentalmente de la URSS, desempeñó un gran papel en el desarrollo de la teoría y práctica de la educación de los niños de edad preescolar. En sus vastos y diversos trabajos se subrayaba la necesidad de enseñarles a los pequeños, desde los primeros años, algunos tipos de trabajos sencillos, asequibles a sus posibilidades infantiles y se le atribuyó una significación especial al trabajo conjunto de varios niños en una actividad donde pudieran poner en práctica sus fuerzas y conductas positivas de colaboración y ayuda mutua. En estas teorías se le concedió también una importancia capital al papel del trabajo en el desarrollo de la independencia, la responsabilidad, los hábitos de orden y la orientación de la conducta. Muchas investigaciones relacionadas con la educación laboral en la edad infantil  permitieron llevar a la práctica educativa en las instituciones, los resultados obtenidos.
Entre estos resultados podemos resaltar cómo se demostró la importancia de la observación de procesos laborales, lo que les permitía a los niños aplicarlos de manera independiente en sus actividades; cómo el trabajo colectivo de los niños ofrecía posibilidades insospechadas para el establecimiento de relaciones positivas De igual forma se demostraron ciertos aspectos psicológicos de este problema, donde se descubrieron las motivaciones de la actividad laboral de los preescolares y cómo transcurre el proceso de formación del amor por el trabajo.
En nuestra pedagogía, numerosos pensadores y pedagogos se destacaron por sus ideas avanzadas respecto a su época. Uno de ellos, José Martí combatió la enseñanza formal y verbalista y sus ideas están vigentes hoy en los objetivos de la educación de las nuevas generaciones. Sobre la necesidad de vincular el trabajo a la escuela, señaló: “El hombre crece con el  trabajo que sale de sus manos...” “... una semilla que se siembra no es solo la semilla de la planta, sino la semilla de la dignidad.” 5
La laboriosidad es una cualidad se puede educar en todas las actividades y procesos en que participen los niños, aunque también se programan actividades con este fin específico, como por ejemplo, trabajos colectivos con un propósito socialmente útil, pequeños encargos, trabajo en la naturaleza. Contribuyen en este empeño los guardias que se organizan con los niños para ayudar a sus compañeros del grupo y al educador, mediante las cuales el niño ayuda a entregar los alimentos en el horario del almuerzo, a recoger el salón, a entregar materiales durante determinadas actividades y otras.
Los autores corroboran estas definiciones, pues lograron que en las actividades desarrolladas con la naturaleza, huerto o jardín, se facilitara  a los niños la posibilidad de mostrar rasgos de bondad, al cuidar las plantas y los animales. De igual forma cuando socorre a un compañero que se ha caído o golpeado, o ayuda a recoger materiales y juguetes, están presentes las relaciones de amistad y cooperación; por lo que en el juego fundamentalmente el de roles, se forman y desarrollan las relaciones de amistad y la ayuda mutua; este brinda a los niños la posibilidad de ponerse  de acuerdo entre sí y aceptar las reglas propias cada juego; también le permite valorar su conducta y la de los demás e instruir positivamente en el desarrollo de la independencia y creatividad , contribuyendo a formar en los niños una actitud positiva hacia estas actividades y desarrolla al mismo tiempo, determinadas habilidades laborales en el uso de medios e instrumentos sencillos, además de familiarizarlos con procedimientos simples de trabajo. Asimismo, los habitúa a realizar correctamente las tareas que se les encomiendan y a comprender que pueden hacer para sí y para los demás, así como a sentir satisfacción por el resultado de las actividades de carácter laboriosa.
  Con la complejización de la tarea laboral y la complicación de los instrumentos ya no es posible que el niño o niña participe directamente del proceso productivo y los instrumentos que ahora se  dan ya no son una copia reducida de los instrumentos verdaderos sino que semejan dichos instrumentos, con los cuales niño o niña se va a entrenar para su vida adulta: Surgen entonces, una etapa preparatoria del desarrollo del individuo en la cual el niño se va a preparar para la vida futura, va a parecer por n primera vez la infancia como tal, aparece el juguete como copia de los instrumentos que se utilizan en el proceso productivo, surge el juego, en el cual el niño o niña va asimilar los roles que desempeñan los adultos, las acciones que dichos roles juegan, los objetos que sustituyen a los reales en fin , todo aquellos que van a caracterizar a la etapa preparatoria del desarrollo.
  La edad preescolar y naturalmente, la educación preescolar se ha enfocada como una etapa preparatoria por la escuela en la que había que garantizar el desarrollo de hábitos y habilidades específica para el desarrollo escolar incluso para el desarrollo intelectual, físico, moral y estético de los niños de esta edad. Pero una reducción profunda de estas edades refleja hincapié se hacía en el sistema de conocimiento hábitos y habilidades en cada una de estas áreas del desarrollo con vista al aprendizaje escolar. Por lo que los autores  comparten que la edad preescolar es concebida como una base para la escolar, con programas, enfoques, terminologías propias para el desarrollo integral de la personalidad del escolar.
En la edad de 5 a 6 años la educación socio-moral adquiere una connotación especial, por cuanto al concluir esta etapa deben quedar restadas las fases que permitan al niño un ajuste adecuado a las exigencias de la educación primaria.  Laboriosidad es el hábito de trabajar abundantemente, con intensidad y constancia. Trabajar es solo el primer paso, hacerlo bien y con cuidado en los pequeños detalles es cuando se convierte en un valor.
La participación de estos niños preferentemente a esta edad de 5-6 años en estas tareas favorece el desarrollo de cualidades relacionadas con el orden, la responsabilidad, la perseverancia, la independencia, iniciativa, haciendo mejor a quien trabaja.
 Por ejemplo, se desarrolla la constancia, la puntualidad, el orden, la responsabilidad, la inteligencia, la voluntad, la laboriosidad misma. Estas  se encuentran también en todas las profesiones, y mejoran al hombre por dentro, lo cual proporciona la formación de marcados hábitos laborales, contribuye al desarrollo de la voluntad que están presentes para que toda tarea que inició llegue a su fin y los enseña a realizar actividades en grupos, donde participan y asumen responsabilidades, por lo que el ejemplo del adulto desempeña un papel fundamental, y la forma de actuar de la familia y del tacto pedagógico para tratar a los niños, de lo que  dependerá en gran medida el éxito del trabajo. Es necesario reconocer que las normas y los sentimientos morales se interiorizan cuando se apoyan en el contenido y la actividad, cuando son condiciones insustituibles de la existencia humana.
Estas actividades constituyen un marco propicio para desarrollar diversos contenidos, como las relaciones de cooperación y los sentimientos de admiración y respeto por el trabajo de los adultos. Es importante destacar que el trabajo en esta edad no significa la necesidad de crear un producto sino que tiene como objetivo fundamental contribuir a la formación integral de los niños.  También requiere de manera muy especial de la educación familiar, para lograr una influencia sistemática y la consistencia educativa que garantice el cumplimiento de los objetivos propuestos. En el hogar los pequeños pueden realizar, de acuerdo con sus posibilidades, sencillas tareas encomendadas por la familia, siempre que estas no signifiquen un peligro para su vida y su salud. Para lograr que los hijos puedan valerse por sí mismos, es preciso desarrollar diferentes hábitos de trabajo relacionados con los quehaceres del hogar y de la vida. Esto significa que es importante vincularlos a labores domésticas, desde pequeños. Esta participación incrementa el sentido de pertenencia a la familia, el espíritu de solidaridad y el sentimiento de ser útiles y capaces. No se debe privar a los pequeños en el hogar, de la posibilidad de aprender, de colaborar y desarrollar habilidades que la vida les va a exigir. Si esta labor no se realiza desde las primeras edades, si no se les da la oportunidad de hacer algo útil, los hijos pueden convertirse en personas desordenadas, perezosas e inútiles. Es cierto que los niños carecen de experiencia y por tanto, cometen muchos errores, pero este es el camino obligado para aprender.
Es necesario dignificar el trabajo. En cualquiera de sus manifestaciones es un camino ideal para crecer, para expresar la capacidad, la creatividad y sentir el placer del triunfo. Cada esfuerzo que el niño realice es un peldaño hacia el éxito. Para lograr este propósito, un elemento importante que siempre se debe tener en cuenta es el ejemplo del adulto, pues este constituye el método fundamental en la educación moral y laboral.  De la manera en que se actúe, de la sensibilidad y el tacto pedagógico que se tenga para tratar a los niños, dependerá en gran medida  la formación de la cualidad laboriosidad. En sentido general la actividad laboral en esta edad estará dirigida a que los niños sientan placer por el hecho de que ayudan, trabajan y son útiles, por lo cual es necesario hacerles comprender que el trabajo no es igual al juego y que han comenzado una tarea importante que deben terminar, pues la laboriosidad, ya lo señalamos no es solo trabajar sino hacerlo de manera correcta y llegar hasta el más mínimo detalle.
La laboriosidad, como característica de la personalidad, posibilita en el niño la tenacidad, el esmero y la paciencia, cosas indispensables para realizar las tareas. Un niño laborioso suele hacer sus trabajos con belleza y limpieza. La laboriosidad, es fuente también de la creatividad, recordemos que por lo general, los científicos e inventores son muy laboriosos. Podemos afirmar pues, que la educación de la laboriosidad es un componente importante de la educación de los niños en las edades preescolares y tiene bien definida su finalidad, o sea, la de contribuir al desarrollo integral de cada pequeño mediante una actividad – el trabajo – que ha sido es y será el elemento creador por excelencia de la cultura humana.
Es muy importante conocer que cuando el niño de estas edades se incorpora a determinadas actividades laborales puede aprender a plantearse un objetivo específico, encontrar las vías necesarias para su realización y obtener el resultado correspondiente al objetivo planteado, pero todo ello requiere del cumplimiento de determinados requisitos, que están estrechamente relacionados con la edad a la que nos estamos refiriendo:
 Requisitos  didácticos para  el desarrollo de las actividades laborales.
 • El objetivo debe estar en correspondencia con las posibilidades reales de cada niño o niña,
• Debe ser alcanzable en breve plazo.
• Desarrollar en el niño el deseo de llevar el trabajo hasta el final (esto está relacionado con el objetivo)
• No transitar a objetivos mediatos o de más largo plazo hasta que no hayan logrado los inmediatos.
• La planificación de la actividad laboral debe realizarla el educador y explicarles a los niños brevemente qué hacer, dónde y cómo y con qué. Los niños pueden también realizar una planificación elemental. Esto se logra mejor en los grupos de 5 a 6 años, cuando el pequeño preescolar domina formas sencillas de planificación, lo que contribuirá también al desarrollo de su pensamiento.
Los autores se dieron a la tarea de aplicar correctamente algunas de estas experiencias en el círculo infantil “Granma” del municipio Bartolomé Masó Márquez.  Podemos afirmar  que asumir tareas y dirigir su acción educativa, teniendo en cuenta la unidad de lo afectivo y lo cognitivo en las condiciones del contexto socio-educativo desde su posición dialéctica materialista, observando el contexto en todas las riquezas de sus contradicciones  hacen posible modificar la actitud en el niño y llevarlo hacia el modo de actuar deseado; jugando un papel importante la orientación y preparación a la familia y otros agentes de la comunidad sobre su papel protagónico en la formación de la personalidad de los niños de 5 a 6 años.
Se hace necesario identificar las características psicológicas fundamentales en la educación socio-moral a partir de la cualidad laboriosidad. Para garantizar al desarrollo de la cualidad laboriosidad en los niños y las niñas de 5 a 6 años, los autores reflejan algunas de las actividades que sobre la base de la sistematicidad, la participación de los niños en las tareas cada vez más complejas, aprendieron a coordinar sus esfuerzos con la de sus compañeros, y a realizar el trabajo de forma colectiva; permitiendo que los niños de  esta edad transitaran por los niveles de orientación de los conocimientos, es decir, familiarizarse con el contenido, apropiarse de los conocimientos para el desarrollo de la cualidad laboriosidad, Crear nuevos espacios que corresponden a los intereses de los niños y las niñas.

Un elemento importante en el logro de los objetivos deseados lo constituyó el estado de ánimo establemente positivo y las relaciones interpersonales adecuadas con los otros niños y los adultos que intervienen en su educación, así como el  estado de satisfacción emocional  en los niños al realizar distintos tipos de tareas propiciando una mayor independencia, sentimientos de amor y respeto, conocieron algunas jornadas de trabajo del hombre, así como su importancia y utilidad, cuidaron el trabajo que realizan mamá, papá, adultos cercanos a ellos, realizando actividades laborales de su propia creación, la cooperación, ayuda mutua en el trabajo conjunto, en actividades especialmente estructuradas, así como en otros momentos de su vida en el grupo.  Desarrollaron hechos sencillos de la vida natural y social donde expresaron las representaciones que tienen y se logró normas de conducta social que le han sido transmitidas por el adulto, en la mayoría de los casos regularon su conducta por orientación de este, y en ocasiones, por sí mismo, apreciar a lo correcto y lo incorrecto en las actividades de los demás y la suya propia, emitiendo juicios, criterios, valoraciones.   Hay que inculcar el amor y el orgullo por el trabajo bien realizado, hay que potenciar la búsqueda de la excelencia y el culto al trabajo sistemático.
 Resultado de la  propuestas.
  La socialización de este  trabajo desarrollado en distintos talleres,  permitió generalizar las experiencias facilitando valiosos aportes al desarrollo de la cualidad laboriosidad en los niños de 5 a 6 años.
La formación de las bases para las cualidades morales del hombre comienza desde la primera infancia. Está demostrado que la edad preescolar posee enormes posibilidades para la educación moral de los niños y que esta puede llevarse a cabo mediante diferentes tipos de actividades.
Dentro de las cualidades morales esenciales, ocupa un lugar significativo el desarrollo de sentimientos de amor por el trabajo, en la educación de los niños de la primera infancia, siendo la laboriosidad el resultado de toda la labor educativa que se realice. Es importante subrayar que la formación laboral es un componente trascendental de la educación socio-moral de los niños en la primera infancia y tiene bien definida su finalidad, o sea, la de contribuir al desarrollo integral de cada pequeño mediante la propia actividad.
Esta es una tarea que requiere ante todo, de una buena orientación pedagógica por parte de los adultos, que permita despertar en los niños y las niñas, sentimientos de satisfacción por el disfrute individual y colectivo del producto del trabajo; para promover el respeto por el trabajo de los demás; para desarrollar de hábitos socio culturales y habilidades laborales, y ante todo, para lograr que los pequeños sean laboriosos.

    Conclusiones.

  • Ante este reto, los educadores tienen la insoslayable misión de buscar nuevos métodos y estilos de trabajo que permitan fortalecer el desarrollo de cualidades morales mediante del enriquecimiento de su labor cotidiana con diversas actividades.
  •  Explotar al máximo todos los espacios del proceso educativo, para favorecer la educación de los niños en esta etapa de la  vida y desarrollar cualidades morales de manera sistemática, consciente, planificada, en aras de potenciar cada vez más esta arista del desarrollo, desde las edades más tempranas.

Referencia bibliográfica.

  • Martí Pérez, José. Ideario Pedagógico. Imprenta Nacional de Cuba. La Habana, 1961
  • Engels, F. El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre. Obras escogidas. Tomo único. Pág 4.
  •  Marx, C. Obras escogidas. Tomo único. Pág 4.
  •  Teoría Marxista de la educación. Obras escogidas. Tomo único. Pág .35.

5- Martí Pérez, José. Ideario Pedagógico. Imprenta Nacional de Cuba. La Habana, 1961

Bibliografía

1- ¿Cuándo comenzar la educación laboral de los niños?. En-. El juego y el trabajo. Ed. Orbe, La Habana, 1977.
2- Baxter, Pérez, Esther. La formación en valores: una tarea pedagógica Editorial Pueblo y Educación2004.
3-Colectivo de autores. En torno al programa de la educación preescolar – Ciudad de la Habana Educación, 2004.
4-Engels, F. El papel del trabajo en el proceso de transformación del mono en hombre.
5- Espasa-Calpe. Diccionario de sinónimos y antónimos, España, 2005
6-Franco García, Olga Educación de una disposición positiva de los niños hacia el
7- Martí Pérez, José. Ideario Pedagógico. Imprenta Nacional de Cuba. La Habana, 1961
  8- Lecturas para educadores preescolares. Tomo 1 La Habana. Editorial Pueblo y Educación ,2006


Recibido: 27/02/2017 Aceptado: 19/04/2017 Publicado: Abril de 2017

Nota Importante a Leer:

Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.
Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.
Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.
El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.
Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.
Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.
Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor, escriba a lisette@eumed.net.
Este artículo es editado por Servicios Académicos Intercontinentales S.L. B-93417426.