BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

INTEGRACIÓN. TEORÍA Y PROCESOS. BOLIVIA Y LA INTEGRACIÓN

Alberto Solares Gaite




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5.6. Cumbres realizadas

Sin considerar las Cumbres realizadas durante el proceso constitutivo de UNASUR, la primera Cumbre con la que se estrena formalmente la Unión es convocada por la Presidenta Pro Témpore, Michelle Bachelet, con carácter de emergencia en Santiago de Chile el 15 de septiembre de 2008. En realidad esta primera cumbre del organismo es convocada para tratar una crisis política interna de Bolivia en el marco de la polarización aguda que vivía este país por el enfrentamiento político entre el gobierno central y los gobiernos regionales autónomos. En esta reunión, convocada a gestión del gobierno boliviano, se acordó solidarizarse con este gobierno y dar "su más pleno y decidido respaldo a Bolivia", es decir se dirime una diferencia de política interna, pero sobre la base de considerar las versiones de una sola de las partes en conflicto.

La segunda Cumbre de UNASUR, se realizó el 10 de agosto de 2009 en Quito, Ecuador, en oportunidad de asumir el Presidente Correa nuevamente la Presidencia de ese país y en cuyo marco también se transfirió la Presidencia Pro Tempore de UNASUR al Ecuador. En esta reunión, además se debatió como tema principal el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, mediante el cual se autoriza a este último la utilización de bases militares colombianas por efectivos estadounidenses con el propósito de intensificar el control del tráfico de drogas y el terrorismo, considerado por algunos países, especialmente por Venezuela y Bolivia, como un riesgo a la soberanía suramericana.

Se trasladó, de esta forma, al escenario de la UNASUR un conflicto que tensiona desde hace tiempo las relaciones de Colombia con sus vecinos Venezuela y Ecuador y que se motiva en la sospecha que estos últimos países brindan una cooperación encubierta o toleran la presencia en sus zonas fronterizas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), grupo guerrilero de antigua data que opera en este país y que ha derivado en un foco de terrorismo, secuestro y narcotráfico que afecta profundamente la estabilidad y la paz de la sociedad y del gobierno colombiano. Estas complejas relaciones se conflictuaron mucho más cuando, en marzo de 2008, aviones colombianos atacaron y aniquilaron a un grupo de las FARC en territorio fronterizo ecuatoriano, lo que originó una crisis política, diplomática y casi militar - rompimiento de relaciones diplomáticas de parte del Ecuador y la reacción y amenaza airada por parte de Venezuela de movilizar tropas contra Colombia – situación dificilmente superada en una reunión de emergencia del Grupo de Rio en la República Dominicana.

No obstante, en forma posterior y con base en las informaciones provenientes de las computadoras portatiles del Comandante del grupo de las FARC capturadas en el operativo, según la versión de Colombia existían fuertes indicios de una relación muy próxima y de protección del grupo terrorista por los gobiernos de Venezuela y Ecuador. Para complicar aún más la situación, en operativos colombianos posteriores se logró capturar armamento bélico en poder de una facción de las FARC, resultando tratarse de armas adquiridas de un país europeo por el Gobierno de Venezuela, el cual no pudo dar una explicación coherente de la posesión de este armamento por las FARC.

Es en este marco de conflictos muy sensibles, que Colombia decide autorizar la presencia de efectivos estadounidenses en siete bases militares en su territorio, decisión que nuevamente provocó reacciones airadas de Venezuela, que congeló sus relaciones diplomáticas con Colombia. El Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, realizó una gira por los otros países de la región informando y explicando las razones de esta decisión en forma previa a la Cumbre de UNASUR en Quito, la cual no contó con su presencia ni con la del Presidente del Perú, dando lugar a que la reunión se convirtiera en un foro dominado por las reacciones de condena por parte de Venezuela, secundada especialmente por Bolivia.

Esta situación de conflicto dio lugar a la convocatoria inmediata de otra Cumbre de UNASUR para seguir tratando el tema, la que se realizó en Bariloche, Argentina el 28 de agosto de 2009, con la presencia de todos los mandatarios de los países miembros. En esta reunión, pese a las tensiones previas y a las posiciones de Venezuela y Bolivia, se dio un análisis más sereno especialmente por la actitud moderadora del Brasil, se escucharon las justificaciones de Colombia que apuntaban más que todo a la necesidad de un control efectivo del tráfico de drogas.y se descartaron las propuestas de alianzas militares y de creación de escuelas de defensa regional formuladas por Venezuela y Bolivia, respectivamente. Al final, el problema no pasó del nivel de simples recomendaciones, pero dejó claramente establecido el posicionamiento y los radicalismos que marcan las relaciones en la región.

No obstante, ante la formalización del acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos para el uso de bases militares, Venezuela volvió a la carga en noviembre del 2009 a través de la convocatoria de su Presidente a las Fuerzas Armadas de su país a prepararse para la guerra ante la invasión a Suramérica por parte de los Estados Unidos (presencia americana en bases militares colombianas). Esta sorpresiva convocatoria fue acogida en forma inmediata por Bolivia que a su vez convocó a una reunión de emergencia a los países del ALBA para la organización de una fuerza conjunta para defender a la región de la invasión norteamericana. Estas actuaciones, calificadas de extremadamente irresponsables con la región, motivarán seguramente una nueva cumbre de los países de la UNASUR.


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