EL CONFLICTO ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY POR LA INSTALACIÓN DE LAS PAPELERAS:
UN CASO DE ESTUDIO

EL CONFLICTO ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY POR LA INSTALACI?N DE LAS PAPELERAS: UN CASO DE ESTUDIO

Valeria Llamas

Volver al índice

 

 

Industrias Papeleras en Argentina

En la Argentina funcionan diez plantas de celulosa, algunas de ellas desde 1920. Los mayores productores de pasta de celulosa y del papel, se ubican en Misiones como las empresas Alto Paraná, Papel Misionero y Benfide, que arrojan al Paraná los efluentes tóxicos derivados de una gigantesca producción de más de 850.000 toneladas anuales de pasta de celulosa . En Buenos Aires, se encuentran Papel Prensa, Celulosa Campana, Papelera del Plata, Wixel, Campanita; en Entre Ríos Iby ; y en Santa Fé Andino.

Todas esas papeleras han cosechado centenares de denuncias sobre la contaminación del agua. Algunas de estas empresas, han llevado su depredación al extremo de no mantener ni los más mínimos recaudos en materia de contaminación, bajo el silencio cómplice de los gobiernos nacionales, provinciales y de la propia burocracia sindical.

En informes realizados, en el marco del Plan de Gestión Ambiental, elaborado para la ex secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano en 1995, en la Cuenca Matanza-Riachuelo determinaron que las principales fuentes de contaminación son los desechos cloacales, los vertidos industriales y los basurales que provienen de diversas industrias en las que incluyen las papeleras.

En la Argentina las industrias papeleras, a pesar de su contaminación, han sido un sector beneficiado ya que fueron incluidos en los planes económicos de gobiernos anteriores, con incentivos y rebaja de impuestos para impulsar la reactivación económica a cambio de compromisos de más producción y generación de empleo. La causa para que se incluyera a la industria papelera, es que se trataba de uno de los sectores calificados como “en emergencia” por el Ministerio de Economía, por el deterioro en la década del 90 y además por ser un fuerte creador de empleo. La industria papelera en la Argentina fue una de las que se vio beneficiada por la sustitución de importaciones y por el alza del precio internacional, a fines del 2002.

La capacidad de producción nacional de celulosa es de 850 mil toneladas anuales, y la de papel y cartón asciende los 1,3 millones de toneladas, según datos de la Agencia de Desarrollo de Inversiones, del Ministerio de Economía. Las nuevas papeleras del lado uruguayo producirían 1,5 millones de toneladas de celulosa, el doble que Argentina (Fuente: www.argentina.indymedia.org). Si dejáramos de lado la contaminación, ya que “... las plantas argentinas utilizan una tecnología de blanqueo de celulosa más obsoleta y dañina que las que emplearían las nuevas firmas...” , el foco del conflicto sería la cantidad y niveles aceptables de producción de la pasta de celulosa.

Para contrarrestar el mal realizado previamente por el sector, en julio de 2007, funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación clausuraron preventivamente la planta Iby S.A., ubicada en Entre Ríos. Este acto se llevó acabo luego de que integrantes de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú realizaran una denuncia por los derrames permanentes sobre el río Paraná de un líquido azul procedente de la fábrica, y de la posterior mortandad de peces. Desde la Secretaría tomaron muestras del efluente que salía de un caño de desague de la planta y verificaron una inadecuada acumulación, manipulación y disposición de residuos peligrosos. Además detectaron que la empresa no poseía certificados para operar este tipo de desechos. Por último se intimó a realizar un estudio de impacto ambiental.