BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

APUNTES DE TEORÍA Y POLÍTICA MONETARIA

Mario Alberto Gaviria Ríos

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LA FUNCIÓN DE DEMANDA DE DINERO EN LA TEORÍA NEOCUANTITATIVA.

Milton Friedman, su exponente más destacado, presenta su teoría como una explicación de la demanda de dinero, pero también del nivel general de precios. En forma textual señala que:

“…a nivel analítico, es un análisis de los factores que determinan la cantidad de dinero que la comunidad quiere tener ; a un nivel empírico es la generalización de que los cambios en los saldos reales deseados (en la demanda de dinero) tienden a proceder lenta y gradualmente o a ser el resultado de acontecimientos generados previamente por cambios en la oferta, en tanto que, en contraste, cambios sustanciales en la oferta de saldos nominales pueden ocurrir, y ocurren frecuentemente, independientemente de todo cambio en la demanda. La conclusión es que cambios sustanciales en los precios o en la renta nominal son casi invariablemente el resultado de cambios en la oferta de dinero” (Milton Friedman. A Theoritical Framework for Monetary Analysis. Jour. Pol. Econ., 78, marzo de 1970, pp. 193-238)[39].

En la cita anterior se reafirma que la teoría neocuantitativa es en lo fundamental un estudio de la demanda de dinero. Una demanda, según Friedman, de saldos monetarios reales, en tanto las personas no sufren “ilusión monetaria”, y estable, pues las variables de las cuales depende también lo son.

Es también una teoría del nivel general de precios (P) en la que, al igual que en el cuantitativismo clásico, éste se encuentra directamente relacionado con los cambios en la cantidad de dinero ofrecida. Pero además la cantidad de dinero determina el nivel de ingreso nominal (PxY), abriéndose la posibilidad de que, al menos en el corto plazo, se afecte la actividad económica (Y).

Para abordar el estudio de la demanda de dinero, Friedman abandona el enfoque sobre los motivos que llevan a las personas a conservar dinero y se centra en el análisis de los factores que determinan la cantidad de dinero que ellas desean mantener en diversas circunstancias. En otras palabras, trata la demanda de dinero como lo haría al momento de estudiar la de cualquier otro bien duradero[40], por lo que la función de demanda tiene la estructura general que se observa en la ecuación No 1.

               (1)

 

Donde Px es el precio del bien cuya demanda Qx se estudia, Pw y Pz son los precios de los bienes íntimamente relacionados con aquel que es objeto de análisis, Yn representa el ingreso nominal considerado como restricción presupuestaria y G los gustos y preferencias.

 

Sin embargo, debe aclararse que en su análisis Friedman trata al dinero como un activo o un bien de capital y no como un bien de consumo. La diferencia es sustancial, porque un bien de consumo se busca por su utilidad inmediata y, en cambio, un activo o bien de capital se conserva por la serie de ingresos o de servicios que proporciona o se espera que proporcione (Butler, 1989, 66).

 

Por eso  Friedman comienza su análisis postulando que el dinero, al igual que cualquier otro activo, proporciona un flujo de servicios a quienes lo poseen. Aplicando la teoría de la demanda, continúa definiendo la restricción presupuestaria pertinente y los factores que entrarían a determinar dicha demanda de dinero.

 

En su opinión la restricción presupuestaria adecuada, al momento de definir la posesión de activos, es la riqueza total de las personas[41]. La lógica de este planteamiento se encuentra en que, si se entiende a la riqueza como el conjunto de activos de que dispone una persona, en el límite ella podría optar por mantener toda su riqueza en dinero.

 

Friedman utiliza un concepto amplio de riqueza, en el que incluye tanto lo que él llama el “capital no humano” (constituido por los bienes que posee una persona, incluido el dinero) como el “capital humano”, que es la capacidad, la experiencia y la habilidad de las personas para desempeñarse en el trabajo y generar así ingresos laborales.

 

Sobre ambas clases de capital se pueden hacer inversiones productivas. Pero si la valoración es difícil en el caso de la riqueza no humana, en el de la humana esto resulta imposible, pues ella no es mercadeable[42]: no se puede transformar riqueza humana en no humana. Sin embargo, lo contrario es posible: liquidar riqueza no humana para adquirir mayor riqueza humana en forma de una mejor preparación.

 

Ante las dificultades de medición queda como alternativa partir del rendimiento de la riqueza, esto es, del flujo de ingresos que ella produce, para calcular su valor actualizado a la tasa de interés del mercado y así lograr una medición de la riqueza (ecuación No 2).

 

                              (2)

 

Con, W : riqueza

Yn: ingreso nominal

r : tasa de interés

 

Definida la restricción presupuestaria, queda por establecer cuales son los determinantes de la demanda de dinero. En analogía con la demanda de cualquier otro bien, estos son: el rendimiento del dinero, los rendimientos de los activos sustitutos y los gustos y preferencias de las personas.

 

El dinero no tiene propiamente un rendimiento monetario, sino que proporciona servicios que se pueden valorar por el volumen de bienes que permite adquirir, los mismos que varían con el nivel de precios (P). De esta manera los precios son un factor importante en la decisión sobre la cantidad nominal de dinero que las personas desean tener.

 

El rendimiento de sus sustitutos financieros, como los bonos y las acciones, depende de la tasa de interés de mercado de los activos financieros y es igual a la suma del rendimiento directo por intereses y de las ganancias (pérdidas) de capital derivadas del impacto de los cambios en dicha tasa sobre el valor del activo financiero (ver capítulo II).

 

            (3)

 

Con, Ri : rendimiento del activo financiero i,

         ri : tasa de interés del activo financiero i,

         : variación de ri en el tiempo,

         i : bonos, acciones.

 

Cuando la tasa de interés del activo baja,  se vuelve negativo y se obtienen ganancias de capital que se suman a los rendimientos directos de intereses. En caso contrario, se obtienen pérdidas que reducen el rendimiento neto del activo.

El rendimiento de los activos físicos no es medible en términos monetarios, pero si se puede estimar a través del cambio en su valor real debido a las variaciones en los precios. Esto se representa por la tasa de cambio del nivel general de precios en el tiempo: .

 

Los gustos y preferencias de las personas pueden estar influidos por los cambios en la distribución de la riqueza entre las personas, la falta de oportunidades para gastar el dinero[43] y la incertidumbre respecto al futuro, pero en general se consideran como datos que pueden variar en el largo plazo.

 

En síntesis, la expresión de la función de demanda por dinero (Md) es (ecuación No 4):

 

       

 

        (4)

 

Dado que

 

En la ecuación 4 la variable r corresponde a un promedio ponderado de los rendimientos de los distintos activos que componen la riqueza, por lo que sobra en la expresión, obteniéndose de esta forma la ecuación No 5.

 

         (5)

 

Como dicha función se supone consistente con los postulados teóricos que aplican a todas las funciones de demanda, ella es considerada homogénea de primer grado (ver Anexo del capítulo) respecto de los precios y del ingreso nominal, dado que las personas se la plantean en términos reales. Ello significa que al multiplicar a P y Yn por un factor l la demanda termina multiplicada por ese mismo factor (ecuación No 6).

 

 

Si ,

 

 

     (6)

 

La estructura de la ecuación 6 es similar a la ecuación de saldo de efectivo de Alfred Marshall, donde la función es equivalente a la proporción “k” de ingreso que se demanda como dinero, con la única diferencia que en este caso no se trata de una constante sino de una función estable de varias variables.

 

Igual analogía se puede hacer con la ecuación de cambios de Irving Fisher. Dado que la ecuación 5 es homogénea de primer grado, ella se puede reescribir de la forma siguiente (ecuación No 7).

 

 

           (7)

 

En (7) la función  es equivalente a la velocidad de circulación del dinero “v” contenida en la ecuación de cambios, pero vista no como una constante sino como una función.

 

Para plantear la función de demanda en términos reales, se puede hacer , obteniendo con ello la ecuación No 8.

 

        (8)

 

Es indiscutible la cercanía entre la función de demanda de dinero planteada por Friedman y los desarrollos de la Teoría Cuantitativa del Dinero. Sin embargo, existen diferencias importantes, especialmente debido a que Friedman recoge en parte la reflexión keynesiana referida a los efectos de la tasa de interés sobre la demanda de dinero[44].

 

Según Friedman, el comportamiento que cabe esperar de la demanda de dinero frente a los cambios que se sucedan en sus determinantes se resume en el esquema No 3.

 

Friedman sólo especificó el signo que debe esperarse en la relación entre la demanda de dinero y sus determinantes, sin evaluar la amplitud o la importancia que pueda tener cada una de esas relaciones, por considerar que esto es algo que corresponde a la investigación empírica.

 

Así mismo, la derivación que hace de la función de demanda de dinero no sugiere que tal demanda sea una constante numérica, sino que depende de determinados factores normalmente estables y, por consiguiente, ella es también estable, lo cual considera es un hecho empírico[45]. En consecuencia, se pueden esperar unos efectos regulares y claros de los trastornos monetarios[46].

 

Esquema No 3: respuesta de la demanda de dinero al cambio en las variables que la determinan.

 

 

 

De otro lado, en el planteamiento de Friedman se establece es una relación entre los cambios en la cantidad de dinero y el ingreso nominal de la economía. Un regreso a la ecuación de cambios de la Teoría Cuantitativa del Dinero permite observar la diferencia que establece la visión moderna (la flecha indica la causalidad):

 

De esa variación en el ingreso nominal, la proporción que corresponde a los cambios en los precios depende de la formación de expectativas en las personas. Esto se verá al momento de analizar la mecánica de transmisión de la política monetaria.


[39] Citado por Argandoña (1981, 90 y 91).

[40] Algunos teóricos califican a ésta como la principal contribución de Friedman a la teoría monetaria (Laidler, 1980,  75)

[41] Tradicionalmente se venía considerando que esa restricción era el ingreso de la persona. Es decir, el  volumen de transacciones, determinado por el ingreso, determinaba la cantidad de dinero que se demandaba (teoría cuantitativa clásica) o un porcentaje importante de ella (teoría keynesiana).

[42] Sólo en la época de la esclavitud fue posible concebir un mercado de capital humano.

[43] Esa falta de oportunidades hacía que, por ejemplo, los campesinos bolivianos acostumbraran guardar su dinero hasta que llegase una fiesta para luego derrocharlo. Citado por Argandoña (1981,  104).

[44] Los cambios en la tasa de interés del mercado afectan los rendimientos de los activos financieros sustitutos del dinero y, en consecuencia, las decisiones sobre la cantidad de dinero a demandar.

[45] Según Friedman, la estabilidad no es un problema teórico, sino empírico (Butler, 1980,  71).

[46] En la sección donde se presentaron las observaciones keynesianas y monetaristas a la Teoría Cuantitativa de Dinero se analizaron las consecuencias teóricas de una inestabilidad en la demanda de dinero, en términos de la evolución indeterminada de los precios.

 


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