BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

APUNTES DE TEORÍA Y POLÍTICA MONETARIA

Mario Alberto Gaviria Ríos

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1. El planteamiento Clásico

Los economistas clásicos argumentan que el ahorro (S) y la inversión (I) de una Economía de mercado están determinados principalmente por la tasa de interés (r). A su vez, es esta última variable el mecanismo que garantiza que en dichas economías ese ahorro y esa inversión sean iguales de manera automática.

Para comprender este planteamiento es necesario explorar brevemente la naturaleza clásica de la inversión y el ahorro.

El ahorro representa una previsión para el consumo futuro. Las personas ahorran para su retiro de la actividad productiva, para acumular cuotas iniciales para la adquisición de bienes durables, para emergencias futuras, entre otras. El ahorro les permite a las familias tener un nivel más constante y uniforme de consumo a través del tiempo. El ahorro significa renunciar a consumo presente a cambio de un consumo futuro.

Puesto que la tasa de interés permite a las personas comparar valores presentes con valores futuros (principio básico de la ingeniería económica), el ahorro depende directa y principalmente del comportamiento de dicha variable. En concreto, las personas ahorran de manera creciente si la tasa de interés aumenta, prefiriendo el consumo futuro al consumo presente, debido a que se les retribuye  de manera ascendente dicho sacrificio.

Cuanto más alta sea la tasa de interés mayor será la capacidad que una determinada cantidad de ahorro le dé a un individuo para consumir en el futuro. Es por esto que, según los economistas clásicos, existe una relación directa entre la tasa de interés y la cantidad que se ahorra de un determinado nivel de ingreso (ecuación 1y gráfico No 1)

                                    (1)  

Con, r: tasa de interés.

Gráfico No 1: función de ahorro clásica

 

                        

Los economistas clásicos reconocen, sin embargo, que las variaciones en el ingreso afectan las decisiones de ahorro.  Según estos, la curva de ahorro se desplaza a la derecha si el ingreso de las personas, y de la economía, aumenta (y viceversa).  Es decir, se incrementa el nivel de ahorro a cualquier tasa de interés

A su vez, los economistas clásicos plantean que la curva de ahorro se puede considerar como una curva de fondos disponibles para préstamo existentes en el sistema financiero. Las personas no conservan parte de su ahorro en efectivo[25], pues ello significa renunciar a obtener un interés (elemento motivador) por realizar ese esfuerzo de no consumo presente. El ahorro siempre va a engrosar los fondos disponibles para préstamo del sistema financiero.

Por su parte, la inversión depende de manera inversa de la tasa de interés, porque a medida que esta sube desestimula las iniciativas de inversión al reducirse el número de proyectos rentables desde el punto de vista financiero.

En efecto, las empresas interesadas en maximizar sus ganancias tomaran dinero en préstamo para financiar proyectos de inversión hasta el punto en que el beneficio sea igual al costo que implica la operación de crédito. Dicho costo no es otra cosa que la tasa de interés del mercado, mientras que el beneficio es la Tasa Interna de Retorno del proyecto (TIR)[26].

Entonces, cuanto más baja sea la tasa de interés las empresas demandaran mas préstamos para financiar un mayor número de proyectos de inversión. De ello resulta que la demanda de fondos disponibles de préstamo para realizar inversiones esta inversamente relacionada con la tasa de interés (ecuación 2 y gráfico No 2).

                         (2)      

De otro lado, la visión clásica confía en que una mejora en las expectativas de ganancia de los empresarios generará cambios positivos en la TIR y, en consecuencia, se demandarán más fondos prestables a cualquier “r”.  Es decir la curva de inversión se desplazará hacia la derecha (y viceversa).

Gráfico No 2: función de inversión clásica

Resumiendo, se tiene que el ahorro es la fuente de fondos disponibles para préstamo y la inversión la  demanda de dichos fondos. A su vez, el ahorro aumenta con la tasa de interés mientras que la inversión disminuye. De ello resulta que la tasa de interés actúa como cualquier otro  precio en una economía de mercado, ajustándose hasta que el ahorro (oferta de fondos) y la inversión (demanda de fondos) se igualen (gráfico No 3).

En el caso clásico, entonces, la tasa de interés se determina en el mercado de fondos prestables, en el mercado ahorro - inversión, actuando como un precio que asegura la igualdad de ambas variables en forma automática. Como consecuencia, el mercado mismo asegura que no se presenten insuficiencias de demanda agregada en la economía, pues todo lo que se filtra por concepto de ahorro regresa como inversión.

Gráfico No 3: La igualdad ahorro – inversión, caso clásico

 


[25] En otros términos, las personas no atesoran su ahorro.

[26] El rendimiento esperado del proyecto, más que su resultado histórico.


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