RESEÑAS BIOGRÁFICAS DE FIGURAS SIGNIFICATIVAS EN LA HISTORIA DE CUBA (TERCERA PARTE)

Raúl Quintana Suárez
Bernardo Herrera Martín

Aldereguía Lima, Gustavo


Personalidad de la medicina cubana que se destaca por su lucha contra la tuberculosis. Nace el 22 de marzo de 1895 en Campechuela, Manzanillo, antigua provincia de Oriente  Pierde a los padres cuando todavía era un niño, quedando al cuidado de un tío, quien se encarga de su educación. Comienza los estudios secundarios en un colegio privado de Cárdenas y matricula  luego en el  Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas, donde se gradúa de bachiller en ciencias y letras y de perito agrimensor el 11 de junio de 1913. El 22 de septiembre de ese mismo año matricula la carrera de medicina  en la Universidad de La Habana. El alto centro de estudios es el marco de sus primeras actividades revolucionarias. En 1917 funda, junto a otros compañeros, la Revista de la Asociación de Estudiantes de Medicina, donde aparecerán sus primeros artículos. Se gradúa el 10 de julio de 1918. Sobre su estancia en las aulas él mismo narraría años después como…“salí con dos consejos de disciplina pendientes de la escuela de medicina. Fui un estudiante bastante malo y me complací en serlo. Me di el gusto de serlo, porque ser un estudiante modelo, o ser un estudiante promedio era sencillamente mantener una actitud lacayuna y servil frente a profesores no menos serviles y lacayos”. Durante cuatro años ejerce como médico en un central azucarero de Banagüises, un caserío en la provincia de Matanzas, donde desarrolla una ingente labor como higienista, concentrándose en la medicina preventiva. Aquí conoce a Agustina Valdés-Brito Carreras con la que contraerá  matrimonio del cual nacen sus hijos: Gustavo y Jorge. Hombre de vasta cultura, es lector habitual de autores latinoamericanos como José Ingenieros, Aníbal Ponce y Enrique Telémaco Susini, además de los clásicos del marxismo-leninismo. Publica artículos de carácter político en la revista España nueva. En 1920 funda con Eusebio Adolfo Hernández la Asociación de Amigos de Rusia, y logra colectar y mandar dinero al naciente estado soviético. Pronuncia el 4 de diciembre de 1922, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, un discurso en el que presenta al profesor argentino José Arce, entonces rector de la Universidad de Córdoba, quien pronuncia una  conferencia sobre la reforma universitaria argentina. Este acto es considerado como el punto de partida de la revolución estudiantil cubana de 1923 inspirada en la reforma universitaria. Obtiene este mismo año por oposición la plaza de profesor ayudante de una  cátedra  en la Facultad de Medicina y Farmacia,  que desempeñaría hasta 1925. En noviembre obtiene en brillantes oposiciones la plaza de especialista en enfermedades pulmonares de la Casa de Salud Covadonga, del Centro Asturiano de La Habana. Publica en 1930 el libro Estudios sobre tuberculosis, volumen que contiene ocho de sus trabajos más importantes. Se gradúa en 1931 en la Trudeau School of Tuberculosis, en los Estados Unidos. Es uno de los miembros fundadores de la Universidad Popular José Martí, junto a Julio Antonio Mella, donde impartió la asignatura de Medicina Social, que por primera vez se daba en Cuba. También participa en la fundación de la Liga Antiimperialista y la Liga Anticlerical. Atiende a Mella como médico y lo alienta como revolucionario en su conocida  huelga de hambre en repudio a la dictadura de Gerardo Machado, y logra sacarlo más tarde de Cuba con la ayuda de su hermano Feliciano Aldereguía. Sufre prisión en las cárceles de La Cabaña, El Castillo del Príncipe y el llamado Presidio Modelo en Isla de Pinos por sus actividades revolucionarias contra el régimen machadista.  En agosto de 1931 participa en el desembarco armado de 37 revolucionarios que, al mando del ex teniente del Ejército Libertador Emilio Laurent, logran tomar la villa de Gibara, en la entonces provincia de Oriente y combaten heroicamente contra fuerzas muy superiores. Aquí recibe una herida a sedal en el cráneo. Como consecuencia de esta acción sufre nuevamente presidio y al final se ve obligado a marchar al  exilio político. Durante la Huelga general de 1933 no se separa de Rubén Martínez Villena, brindándole su cooperación revolucionaria y cuidando de su ya precaria salud. Con la caída del dictador la lucha revolucionaria dentro del gremio médico se intensifica. Es elegido miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Médica de Cuba. Al año siguiente funda el Ala Izquierda Médica. Ocupa el cargo de director del sanatorio para tuberculosos La Esperanza, donde pone al servicio del hospital sus propios instrumentos de trabajo. Comienzan a realizarse operaciones y se aplican nuevos tratamientos científicos de acuerdo a los descubrimientos de la época. Predica sobre los derechos que tiene el enfermo de tuberculosis de ser atendido por la sociedad y organiza actos públicos de protesta ante las autoridades políticas y sanitarias del país. Sin embargo, su presencia destacada en la huelga de marzo de 1935 le cuesta el cargo —que ocupaba desde hacía casi dos años—, y marcha nuevamente al exilio. En Nueva York se reúne con otros revolucionarios como Pablo de la Torriente Brau, Raúl Roa y Leonardo Fernández Sánchez. Fundan el primero de agosto de 1935 la Organización Revolucionaria Cubana Antiimperialista, que trabaja por la unidad de las fuerzas de izquierda. De regreso se hace miembro del Comité Ejecutivo del Partido Unión Revolucionaria, al lado de Juan Marinello, Leonardo Fernández Sánchez, Carlos Rafael Rodríguez, Salvador García Agüero, Ramiro Valdés Daussá y José Bustamante. Continúa trabajando como médico y se destaca en la lucha antifascista. Funda el Frente Nacional Antifascista, del cual se desempeña como  tesorero. Entrega personalmente al entonces ministro de relaciones exteriores de la URSS un cheque por valor de diez mil pesos, producto de una colecta popular. En el sector médico participa en la fundación del Partido Acción Inmediata, portavoz del pensamiento más avanzado, en el que milita hasta el triunfo de la Revolución. Abraza la causa del pueblo español en su lucha contra el fascismo y pronunció un discurso en el gigantesco mitin de Luna Park, en el malecón habanero. Es el médico que examina a los miembros cubanos de la brigada internacional que peleará en España. Sus numerosos trabajos periodísticos aparecidos en la prensa cubana pueden dar la historia más verídica y completa de la lucha contra la tuberculosis durante la República. Publica en mayo de 1957 el libro En esta hora sombría, donde condena el golpe de estado, critica la sociedad cubana de entonces  y expresa su adhesión a la causa revolucionaria. Recibe en 1958 una invitación de Fidel Castro para que suba a la Sierra Maestra, pero el estar convaleciente de una reciente intervención quirúrgica le impide aceptarla. Desde enero de 1959 hasta mediados de año ocupa la presidencia del Consejo Nacional de Tuberculosis. Una misión diplomática como embajador ante la República Federal Socialista de Yugoslavia lo aleja por un tiempo de sus tareas científicas, pero ya en abril de 1961 regresa a ellas como jefe del Departamento de Tuberculosis, primero en la Subsecretaría de Asistencia Médica y después en el Viceministerio de Higiene y Epidemiología. Con un completo dominio de la higiene social a la que él define como la igualación de las clases en relación a la salud, se adelanta al desarrollo de la salud pública cubana y defiende la necesidad de una higiene de masas, cuya aplicación no puede ser asegurada por el individuo ni por la familia sin ayuda de una voluntad política del Estado. Permanece en el Grupo Nacional de Neumotisiología hasta su muerte. Se considera su libro Estudio fotorradiográfico del ejército guerrillero cubano, trabajo realizado en 1959, el aporte científico de más peso en el período revolucionario, y que recoge veinte mil fotorradiografías. En 1962 funda y preside el Instituto Julio Antonio Mella, en la Universidad de La Habana. Se le entrega en 1967 el carné del Partido Comunista de Cuba. El Dr. Gustavo Aldereguía Lima falleció el 8 de septiembre de 1970  víctima de una prolongada enfermedad. El Hospital Universitario General de Cienfuegos lleva su nombre.

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