CUESTIONES

Francisco Javier Contreras H.

LO QUE SOMOS
Y LO QUE NOS HACEN SER

Mucho de lo que somos es producto de lo que otros nos han hecho ser. Muchas veces no sabemos como somos, pero la escuela y los medios de comunicación forman una costumbre donde no la había, y nos dicen que nosotros somos de tal y tal forma, y entonces empezamos a actuar como no habíamos pensado hacerlo, pero por pereza mental, en vez de reflexionar sobre lo que sería bueno ser, acabamos siendo como nos dijeron que éramos.

¿Qué? ¿Nos entendimos o quedamos más confundidos?

Para desenredar la madeja, vamos a decir lo mismo con los siguientes ejemplos:

Durante muchas generaciones se ha enseñado en las escuelas de México que la primavera es la estación de las flores. Y tan es así que celebramos la entrada de esta estación con desfiles de niños disfrazados de flores y de animalitos que se relacionan con ellas, como mariposas y abejas. ¿Y ello es verdad?

Nada más falso que eso. Marzo, abril y mayo no hallamos flores más que en las florearías, y muy caras por cierto. La gran mayoría del campo mexicano está completamente seco y sólo por equivocación se encuentra un capullo silvestre. En cambio, al terminar la temporada de aguas: finales de agosto, septiembre y parte de octubre, el campo está lleno de flores hasta donde le alcance la vista. Y si va por la carretera, todo lo que alcance a caminar estará lleno del más diverso colorido, como el mejor jardín que usted se pueda imaginar.

Pero ojo, el otoño empieza alrededor del 21 de septiembre. ¿Y alguna vez en todos los años que usted ha estudiado, le han dicho que las flores se dan a fines del verano y principios del otoño y que la primavera nomás es un montón de cerros pelones? Sin embargo, la mayoría de nosotros nos quedamos con el añejo cuento de la belleza de la primavera, no porque lo hayamos descubierto por nosotros mismos, ni siquiera porque nos hayamos equivocado por nosotros mismos, sino porque otro nos vendió el cuento y nosotros nos lo tragamos muy contentos. ¿De dónde salió esa mentira? Le daré una pista: En los países del norte de Europa y E.U., la primavera es el tiempo en que la nieve se derrite, la tierra está mojada de varios meses y con el calor echa mucho pasto, y por ello flores.

Así como esas patrañas, hay otras muchas que nos han vendido como verdades: por ejemplo aquello que los de tal estado son muy malditos, o que los de tal estado nunca se rajan. Consejas que nos dejó el cine nacional en su “época de oro” y que a más de un despistado le hicieron creer que eran verdad, y pregúntele a sus abuelos qué de matazones hubo en nuestros pueblos en la primera mitad del siglo XX, porque el cine nacional les había enseñado a nuestros paisanos que había que andar armado, “ser muy hombre” y no rajarse ante cualquier prójimo que nos mirara de lado, etc.

Otra parecida es la de los altares de muertos, en noviembre. Esa que es una costumbre de algunas localidades de México, nos la han querido vender como una tradición que compete a todos los mexicanos. Pero lo curioso es que en la mayoría de nuestras casas no se practica, y la desconocemos hasta que en los medios nos están muele y muele con la celebración del día de muertos y luego resulta que en las escuelas y algunas instituciones, se está poniendo de moda hacer altares de muerto; mismos que para elaborarlos tenemos que informarnos por internet, sobre cómo es que nosotros los mexicanos acostumbramos hacerlos y lo que significa cada color y cada tiliche que lleva el asuntito.

Resulta pues tan “nuestra” la “tradición mexicana”, que tenemos que informarnos en sepa la bola donde, de cómo es que nosotros acostumbramos hacer, algo que nos quieren vender como una tradición muy nuestra. ¡Hágame usted el favor! Pero no se preocupe, dele poquito tiempo al tiempo, y los pocos que dudaban, pronto dejarán de hacerlo, y entonces sí, los altares de muertos serán una tradición mexicana, gracias a los medios de comunicación y a quien sabe quién más.

Así por el estilo, hay muchas consejas que forman nuestra cultura y nuestra forma de ser como mexicanos, que si nos pusiéramos a buscarle, encontraríamos que carecen de sentido, pero con el paso del tiempo y el uso continuo, acaban siendo aceptadas sin más reflexión, y terminan por ser nuestras. Pero no se ponga triste, que de la misma pata cojean todos los países. Y es que no existe tradición “popular” que no haya nacido de una sola persona que empezó por sólo Dios sabe que razones a hacer esto o aquello, luego a alguien le gustó el detalle y lo imitó. Luego otro, y otro y otro, hasta que se convirtió en epidemia nacional y después internacional.

Sí, acuérdese del Santa Claus, y de que éste tenga un traje rojo, y de que sea anciano, y barbón y panzón. Y sin embargo ha adquirido tanto peso como tradición, que para que se halle un Santa verde, está en chino. O sin barba... Antes, la navidad no tenía nada que ver con este personaje, pero ahora, no se puede entender esta bella época sin nuestro amigo barrigón.

Bueno, ahora sí ya nos entendimos, con lo que dijimos al principio de esta plática: mucho de lo que somos, es producto de lo que otros nos hacen ser.

O, ¿usted qué opina?

Volver al índice

Enciclopedia Virtual
Tienda
Libros Recomendados


1647 - Investigaciones socioambientales, educativas y humanísticas para el medio rural
Por: Miguel Ángel Sámano Rentería y Ramón Rivera Espinosa. (Coordinadores)

Este libro es producto del trabajo desarrollado por un grupo interdisciplinario de investigadores integrantes del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER).
Libro gratis
Congresos

15 al 28 de febrero
III Congreso Virtual Internacional sobre

Desafíos de las empresas del siglo XXI

15 al 29 de marzo
III Congreso Virtual Internacional sobre

La Educación en el siglo XXI

Enlaces Rápidos

Fundación Inca Garcilaso
Enciclopedia y Biblioteca virtual sobre economía
Universidad de Málaga