EL LADO OCULTO DEL DESARROLLO<br>REFLEXIONES DESDE LA REGIÓN PARA TODOS

EL LADO OCULTO DEL DESARROLLO
REFLEXIONES DESDE LA REGIÓN PARA TODOS

Andrés E. Miguel
Julio C. Torres
Instituto Tecnológico de Oaxaca

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17. LA INCERTIDUMBRE OCASIONADA POR EL DESARROLLO REGIONAL

--¡No puede ser!, gritó el profesor-tableta, quien era manipulado por Brujilda, pasando de un “programa” a otro en su memoria digital.
--¡Qué está sucediendo!, exclamó Doña Muerte.
--Nada, nada, que otra vez apunté mal mi varita mágica, comentó Brujilda, quien agregó:
--Ji, ji, ji, pero es que a mí me gusta la acción, y todo aquí está muy calmado, así que veamos en que culmina la aventura de Donají dijo Brujilda, quien extendiendo su varita mágica provocó una neblina, a través de la cual se vio al grupo de guerreros rivales a la princesa Donají atacándola, iniciándose una tremenda batalla en el lugar.

El sitio se convirtió en un caos, y todo indicaba que este se extendería más allá del lugar, cuando apareció el conejo perseguido por los coyotes, quienes en su loca carrera derribaron a Brujilda, quien al caer, con su varita mágica provocó la desaparición de los personajes que guerreaban, por lo que inmediatamente se diluyó Donaji acompañada por su séquito de vasallos.

--¡Qué mala suerte!, gritó encorajinada Brujilda, quien agregó:
--Donají está en peligro, y no logré ver cuál fue su desenlace, por lo que se dirigió al profesor-tableta para preguntarle:
--Así como Donají está en riesgo, ¿también existe el riesgo en el desarrollo?
--El profesor-tableta respondió:

--“Uhmm, hablando sobre los riesgos, de la incertidumbre, en una ocasión dos mamás deseaban visitar a sus hijos en otra ciudad. La primer mamá pensó: “una corazonada me dice que no debo viajar, pues hay mucho peligro en el camino al hacerlo, mejor dejaré pendiente el viaje para otra mejor ocasión”, esto a pesar de contar con las mejores condiciones para emprender su marcha y reunirse con su ser querido.

La segunda mamá no lo dudó, y planeó adecuadamente su viaje. Así que emprendió su caminar aun con las limitaciones que tenía. Sabía que se toparía con piedras, con lluvia, con demasiado calor, y con automovilistas impertinentes, pero no lo dudó, y con toda precaución llegó a su destino, en el cual, encontró a su hijo, y disfrutó con él como nunca.

La primera mamá confundió el miedo con el riesgo, el miedo no te deja hacer nada. Asumir el riesgo implica reducir al mínimo sus consecuencias desfavorables, tal y como lo hizo la segunda mamá.

Hablando de la tecnología por ejemplo, puede decirse que esta tiene una influencia inmediata en las regiones y ciudades: en la construcción de las calles, de su infraestructura como la de agua potable, electricidad, etc., pues todo depende del tipo de materiales, diseños y procesos que los desarrollos tecnológicos logran materializar. Las tecnologías no son ni buenas ni malas por sí mismas, pero casi siempre todas ellas ocasionan efectos favorables y desfavorables.

Sin embargo, el hecho de que sean otras racionalidades las que dominan el quehacer en las regiones y ciudades, como por ejemplo la acumulación de capital, ocasiona que la tecnología diluya su influencia en el territorio.

Los beneficios en la calidad de vida, las comodidades, la mejora en la alimentación, la educación, etc. dependen de la tecnología y del esfuerzo humano combinados. Pero también la aplicación de la tecnología puede conllevar la contaminación del medio ambiente, el incremento de accidentes, el desempleo, etc. Por eso el manejo y aplicación de la tecnología debe planearse, pues conlleva riesgos para el desarrollo que es necesario prever.

Reconocer que el riesgo existe en todo y es permanente, incluso en el proceso de desarrollo, es la mejor manera de minimizarlo. Lograr rebasar sus efectos negativos es lo que conduce al éxito, a la excelencia. La buena aplicación de la tecnología, así como el impulso a su desarrollo debe conllevar el deseo de su mejor aplicación para minimizar los riesgos que conlleva, pero no se debe temer desarrollarla y aplicarla como sucede en muchas regiones y ciudades, que por una actitud inducida por las malas decisiones derivadas de la racionalidad de la acumulación de capital, la depredación y la racionalidad institucional que utiliza la fuerza para logarlo, se van quedando rezagadas del desarrollo, pues tecnología y desarrollo conforman un binomio difícil de separar, y con una aplicación planeada, pueden contribuir a la mejora de la calidad de vida de la población.

Las regiones que no arriesgan no innovan, no mejoran tecnológicamente, y si no lo hacen social, cultural y ambientalmente, se van rezagando con respecto a las regiones y ciudades que asumen más riesgos y tienen éxito. Aparentemente es más cómodo el principio de actuar observando si tienen éxito los demás, pues entonces los copio y asumo el mismo riesgo, que para entonces no es tal, sin tomar en cuenta que las regiones que no innovan y no asumen riesgos tarde o temprano quedarán sujetas a las regiones que innovan y tienen éxito”.

Brujilda estaba con la boca abierta cuando terminó su comentario el profesor-tableta, pero era debido a lo que estaba mirando en ese momento.
En la tableta vio como Donají fue atacada por los guerreros rivales. También observó como el papá de la princesa, el cacique zapoteca, sollozaba, pues amaba a su hija que de pronto desapareció, temiendo lo peor. Ordenó a su pueblo buscarla por todo Monte Albán, y al fin la encontraron cerca de un  arroyo. Pero solamente su cabeza, de la cual brotaba un hermoso lirio, que despedía un oloroso y agradable perfume: había sido decapitada por los guerreros rivales.

--Pobre Donají, dijo la Catrina.
--Esa hermosa leyenda se plasmó en el escudo de la Ciudad de Oaxaca, México, haciendo de Donají un ser inmortal, aclaró el profesor-tableta.

De pronto reapareció Brujilda, quien volando en su escoba fue a estrellarse contra un árbol:

--Me lleva, creo que cada vez veo menos, dijo, acomodándose su picudo gorro que se le había volteado.

Atrás de ella venían correteando el conejo perseguido por los coyotes.

18. ¿QUÉ SUCEDE CUANDO NO HAY DESARROLLO EN LAS REGIONES?

--¡Ya basta de tanta carrera!, exclamó Brujilda enderezándose con dificultad al bajar de su escoba, y apuntando su varita mágica hacia el conejo y los coyotes, los devolvió a su forma original.
--¡Qué bárbaro!, ¡nunca en mi vida había corrido como esta noche!, exclamó jadeante el Chaneque Verde.
--¡También nosotros, nunca habíamos corrido tanto!, expresaron los duendes del bosque, tirándose en el pasto para reponerse del esfuerzo que habían hecho al correr.
--¡Ya, que sea para menos! Exclamó Brujilda, quien no se dio cuenta que el Chaneque Verde se encontraba en el suelo, tropezando con él.

Para sorpresa de todos, al caer Brujilda se autogolpeó con su varita,  transformándose en burro:
--¡Aumh, ahum..!, dijo desesperada.
-Y ahora que dice esta burra, yo no le entiendo nada, dijo la Catrina.
--Nosotros tampoco, asintieron los duendes.
--A pesar de mi experiencia, yo aun no comprendo los rebuznos, aclaró la Catrina.
--Perder el habla es una regresión, no permite la comunicación, dijo el Chaneque.
--¿Y usted profesor que opina?, se dirigió hacia la tableta la Catrina, quien agregó:
--Pero ahora que Brujilda no entiende nada, aprovecharé para devolver al profesor a su forma original, veamos, tomó la varita mágica de este lado y... ¡oh!, no puede ser, el profesor también se ha convertido en ¡un asno!
--¡Qué enredo! Gritaron a coro los duendes.
--A ver, lo tocaré otra vez, y ahora se convierte en: ¡un asno con cabeza de profesor!, ¡qué barbaridad!, exclamó desanimada la Catrina.
--A lo mejor preguntándole algo al asno, digo al profesor, se resuelve el asunto, exclamó el Chaneque Verde.
--Es cierto, dijo la Catrina, a ver, se me ocurre solicitarle al asno, digo al profesor, que nos cante una canción.
--¿Una canción?, dijeron a coro los duendes.
--Sí, eso quiero oír, insistió la Catrina.
--¿A estas horas de la noche quieres celebrar?, preguntó el Chaneque Verde.
--Así debe ser, expresó Doña Muerte, quien agregó:
--Arránquese amigo, pero bien entonado.

El asno, es decir, el profesor, respondió:

--Aclarando que burro  no soy, la canción que se me ocurre es:

“Sale loco de contento con su cargamento
para la ciudad, para la ciudad.
Lleva en su pensamiento todo un mundo lleno
de felicidad, ay, de felicidad.
Piensa remediar su situación
del hogar que es toda su ilusión. Sí.
Y alegre, el jibarito va, pensando así
diciendo así, cantando así por el camino:
"Si yo vendo la carga, mi Dios querido,
un traje a mi viejita voy a comprar."
Y alegre también su yegua va
al presentir que aquel cantar
es todo un himno de alegría.
Y en eso le sorprende la luz del día.
Y llegan al mercado de la ciudad.
Pasa la mañana entera sin que nadie quiera
su carga comprar, ay, su carga comprar.
Todo, todo está desierto, y el pueblo está lleno
de necesidad, ay, de necesidad.
Se oye este lamento por doquier
de mi desdichada Borinquen. Sí.
Y triste, el jibarito va pensando así,
diciendo así, llorando así por el camino:
"¿Qué será de Borinquen mi dios querido?
¿Qué será de mis hijos y de mi hogar?"
¡Oh Borinquen! La tierra del Edén,
la que al cantar, el gran Gautier
llamo la perla de los mares.
Ahora que tú te mueres con tus pesares,
déjame que te cante yo también”.

--Eso que cantaste, ¿es lo mismo que sucede cuando no hay desarrollo?, preguntó la Catrina.
--En parte, cuando no hay desarrollo --entendiendo por este el proceso de acumulación de infraestructura, servicios, inversiones, empresas, etc., encaminado a incrementar el nivel de vida de la población--, se generan desigualdades entre las regiones, ciudades y grupos sociales: quedan rezagados quienes no logran acumular.

Las desigualdades también suceden aun cuando exista el desarrollo entre todos los participantes, pero unos logran acumular más, o lo hacen más rápido que los demás, pero este proceso es diferente, porque en general existen mejoras para todos los participantes, y cuando no existe desarrollo, simplemente todo se estanca.

 

También cuando no hay desarrollo se carece, o escasean los servicios, la infraestructura, no hay empleos, etc., se manifiesta el “círculo vicioso de la pobreza”: no hay inversión porque no hay ahorro, no hay ahorro porque no hay ingreso, no hay ingreso porque no hay inversión. La realidad se parece a la canción “Lamento Borincano” del compositor Rafael Hernández Marín escrita en 1929, canción que acabo de cantarles, la cual describe las condiciones de pobreza de los campesinos en Puerto Rico en ese entonces.

Incluso, aun cuando exista la comunalidad como forma de interactuar en las regiones y ciudades, si no se perfilan en las sociedades respectivas metas intencionales para incrementar el nivel de vida de la gente, se estanca la economía, la cultura, la vida cotidiana.

El “desarrollo armónico” orientado a la mejora del bienestar y el cuidado del ambiente debe ser  la meta que oriente las acciones de la sociedad, porque de otra manera lo que se manifiesta es  el desarrollo inarmónico ocasionando el deterioro de la calidad de vida, incrementando las desigualdades sociales, comentó el profesor convertido en burro”.

--¡Ajum, ajum! volvió a rebuznar Brujilda, queriendo recuperar su forma.
--Está bien, te ayudaré, le dijo la Catrina, y apuntando la varita mágica de la bruja le ayudó a Brujilda a recuperar parte de su forma, pues ésta regresó, pero con patas de burra.
--¡Que contrariedad!, a ver, dame mi varita, así, ya está, soy Brujilda otra vez, exclamó la bruja, quien finalmente logró recuperar su forma verdadera.
--Y ahora ayudaré a...

Brujilda quiso decir algo, pero una sombra que surgió del bosque se lo impidió.