CONOCIMIENTO TRADICIONAL PARA EL DESARROLLO LOCAL: EL CASO DE LOS CIRUELEROS DE AGUACALIENTE DE G�RATE, SINALOA, 2014

Las posibilidades económicas: comercialización, venta y las formas de diversificación de la fruta

El último eslabón en la cadena de conocimientos alrededor de la ciruela deshidratada, al menos para los cirueleros y demás personas involucradas, es la venta de la fruta, al que será para ellos, el comprador final; con esto culmina, el cansado mes de trabajo que dura la cosecha. La venta se hace durante la temporada, ¡cómo va saliendo!, a decir de los productores, cuando hay compradores.

Los compradores son para ellos los que darán un buen o un mal final a la temporada de cosecha, ya que ellos proponen el precio año con año, después existe una especie de consenso y dicen ¡a como corre!, es decir, al precio más común estipulado por la mayoría, por lo que es difícil determinar cuál será el precio, pues tal cual la ley de la oferta y la demanda, a mayor cantidad de compradores el precio aumenta y viceversa.

A partir de los datos recuperados del censo realizado, más de la mitad de los productores (54%) respondieron que la estipulación de los precios de la ciruela dependía del comprador frente a un 12% que afirmó que el precio lo establecían ellos mismos, en donde decidían a quién vender y cuándo; seguido de un 22% que señaló otras razones como el hecho de haber rentado su ciruelar, haberlo prestado, la venta del producto de manera independiente o bien que no habían cosechado un año anterior; solamente un 12% de los censados reconocieron haber llegado a un acuerdo con el comprador.

Los compradores provienen de diferentes puntos del estado y estados vecinos (como se muestra en la tabla 27), sin embargo, gran parte de la fruta es comprada por los propios habitantes del lugar quienes representan el 19% del total, para revenderla a orillas de la carretera federal15 que pasa por el poblado, lo que ha caracterizado al lugar durante muchos años y punto de encuentro de cientos de visitantes de paso que llegan a probar la fruta local de temporada.

Los vendedores del pueblo instalan casitas a base de troncos y las cubren con palmas y lámina, incluso un mes antes de iniciar la temporada en Aguacaliente de Gárate, con la comercialización de fruta procedente de Nayarit, que suele ser ciruela amarilla y la exhiben en los tapestes tradicionales de carrizo o telas de metal, posteriormente ya que empieza la temporada de ciruela solamente se vende fruta del lugar: recién cocida, fresca y en conserva, formas de consumo inmediato entre la población local y regional. Una vez terminada la cosecha los vendedores continúan con la venta del mango proveniente de los municipios de El Rosario, Escuinapa e incluso del estado de Nayarit.

Para la producción deshidratada existen compradores frecuentes, como es el caso del llamado comprador de Mexicali, que representa el 18% y al que le son fieles muchos productores, sobre todos los que cosechan grandes cantidades; sin embargo, también sobresalen los productores que no vendieron fruta un año anterior debido principalmente al efecto de las heladas en sus predios lo que hizo imposible la producción, estos representaron el 13%.

Cabe destacar, aquéllos productores que prestaron su ciruelar que son el 4% del total, aquéllos que lo rentaron con el 3% y los que no cosecharon debido a que no lo limpiaron previamente o simplemente decidieron no trabajarlo, que corresponden al 3%.

Para el año 2013 hubieron compradores que no definieron su procedencia pero que representaron el 12%, empero, muchos de ellos proceden del norte del estado, específicamente de las ciudades de Los Mochis y Culiacán, además del estado de Jalisco, la ciudad de Guadalajara y de Baja California Sur, de la ciudad de La Paz, a decir de los cirueleros; además, suelen vender la fruta entre diferentes compradores en un sola temporada, estos corresponden al 11% del total. Del sur del estado provinieron compradores de El Rosario y Mazatlán, que participaron con el 9% y 1% respectivamente. El comprador de Los Cabos representó el 1%.

Quienes no acudieron a ningún comprador, fueron los vendedores ambulantes que llevan a Mazatlán a vender la fruta de temporada, además de otros productos como los nopales y tamales. Para ellos la temporada de cosecha representa una oportunidad de elevar sus ingresos, muchos aumentan su mercancía o bien sustituyen algunos de los productos que normalmente llevan a vender por la ciruela. La fruta se vende a diferentes precios, dependiendo del vendedor, a todos los respalda la marca de Aguacaliente de Gárate en calidad y buen sabor por lo que no tienen ningún problema al momento de venderla.
En cuanto al precio de la fruta seca, la tonelada se vendió entre 16 y 17 pesos en la temporada 2014, lo que pudimos constatar por medio de las entrevistas con los productores en plena cosecha; dicha temporada fue considerada por los cirueleros como muy buena debido a que tuvieron bastantes opciones para la venta del producto lo que repercutió en la estipulación de los precios.