POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

Daniel Mora Máynez
Hiram Marquetti Nodarse

Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad Juárez

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2.5.- Impacto Estratégico de las Iniciativas de Clústeres Desarrolladas en el estado de Chihuahua

El estado de Chihuahua es una de las entidades estaduales que ha liderado la generación de iniciativas de clústeres a nivel nacional, de hecho existe el criterio por algunos especialistas que el lanzamiento del “Proyecto Chihuahua Siglo XXI”, 1 no solo representó una proyección del desarrollo de esta entidad estadual en el largo plazo, sino una metodología para el fomento industrial que ulteriormente, sirvió de referente metodológico al desarrollo de iniciativas de clústeres en otras entidades estaduales. 2
De igual modo, los esfuerzos en pro de la promoción de la creación de clústeres en el estado de Chihuahua, ha estado acompañada de la instrumentación de diversas decisiones por parte del gobierno estadual, para apoyar la materialización de las diferentes iniciativas que se han generado en el este contexto. En ese sentido, se destaca el estímulo a la formación de parques industriales, estrategia que se inició en la primera mitad de los noventa y que hoy suman en la geografía chihuahuense más de 20 según la Secretaría de Desarrollo Industrial del Estado, 2010 (Ver tabla 13).
Otras decisiones de marcada importancia estratégica lo constituyeron la formalización de un conjunto mecanismos y estructuras institucionales dirigidas priorizar el desarrollo científico y tecnológico del Estado, en ese sentido propiciar la elevación de los niveles de competitividad estadual. Entre las acciones más de mayor relevancia que se han realizado sobresalen:

  1. La creación de los comités regionales y estatales de competitividad qué incluyen a todas las secretarías estatales, otros órganos del gobierno y el sector privado, este último por intermedio de las cámaras de comercio y los gremios sectoriales. Esta iniciativa se concibió en una perspectiva de largo plazo (2020), de forma similar al proyecto “Proyecto Chihuahua Siglo XXI”. 3
  2. La fundación del Centro Chihuahuense para la Calidad y la Competitividad, mecanismo que constituye una iniciativa privada que recibe apoyo público, aplica diferentes medidas para aumentar los resultados en educación y en la creación de capacidades de aprendizaje en las PYME´s.
  3. El diseño de políticas específicas para promover la creación de clústeres: en la industria electrónica, aeronáutica, nanotecnología, autopartes, TIC/Software, industria agropecuaria y alimentaria, minería y materiales de construcción, madera y mobiliario.

Los esfuerzos de promoción de formación de clústeres en Chihuahua, contribuyeron también a que Ciudad Juárez se convirtiera en el centro de múltiples decisiones de estas características, tanto por su condición de representar el municipio de mayor contribución al PIB estadual y también por constituir uno de los principales emporios maquiladores del país.
El creciente peso del sector maquilador en Juárez lejos de constituir un factor facilitador para la materialización de iniciativas de clústeres, ha operado a la inversa dado que  en términos prácticoslas posibilidades de implementar políticas efectivas de articulación productiva han confrontados múltiples restricciones.
Otro factor que ha incidido negativamente en hacer viable las iniciativas de clústeres, es la creciente heterogeneidad que caracteriza al tejido empresarial a escala regional, la cual lejos de minorarse se ha acrecentado fruto también protagonismo de la industria maquiladora.
En estas circunstancias, no se han podido aprovechar plenamente las oportunidades de negocio identificadas en la región, dado que las aglomeraciones empresariales que se identifican en torno a empresas trasnacionales y ramas industriales específicas, solamente se pueden realizar por su ubicación geográfica. Estas agrupaciones se caracterizan por no compartir objetivos comunes, es decir, no promueven realmente una cooperación activa para el desarrollo de proveedores, innovación y creación de nuevas empresas; por lo tanto, distan mucho de la definición de clústeres acuñada por los autores en este capítulo.
Lo anterior impuso la necesidad de argumentar con mayor grado de detalle, los factores clave que limitan la constitución de clústeres en la región. De tal forma, se realizó una reevaluación de los aspectos que de un modo u otro se emplea en la literatura internacional para explicar la creación de los clústeres. En ese sentido, priorizaron en correspondencia con los propósitos centrales de este  libro y también aquellos que podrían aportar elementos de interés en nuestra evaluación en Ciudad Juárez, al respecto se consideraron los siguientes: especialización geográfica, integración a cadenas productivas, economía de escala, desarrollo tecnológico e innovación, regulación política e institucional, desarrollo institucional, competencias laborales, cultura empresarial e infraestructura (Véase Anexo 1).
La evaluación de la relevancia de los indicadores anteriores en la determinación de la viabilidad de los proyectos de formación de clústeres en Ciudad Juárez, se sustentó en el desarrollo de una amplia investigación,4 que abarcó dos etapas fundamentales: La primera de carácter cualitativo que supuso la evaluación de diversas investigaciones realizadas en la región sobre este tema, el estudio de un bancos de datos que poseen los gobiernos municipal y estadual; así la interacción directa con académicos, funcionarios de gobiernos y empresarios
La segunda etapa del estudio fue de naturaleza cuantitativa donde se diseñó y aplicó una encuesta a un total de 50 personas (focus grups), cuyo universo estuvo integrado por empresarios, académicos y funcionarios gubernamentales. Los aspectos que conformaron la evaluación de este universo se recogen en el Anexo 1.
La encuesta empleada consideró10 variables con50 factores asociados los que fueron sometidos a las pruebas de validez y de confiabilidad para evitar que los resultados que de ella se deriven fueran sesgados y equivocados.  De esta manera se realizan las pruebas de validez y de confiabilidad requeridas sobre la base del constructo de naturaleza estadística.
La validez fue constatada por los criterios de expertos donde se ratificó que tanto las variables como los factores realmente miden lo que se desea y por otra parte, la confiabilidad se analizó a través del coeficiente Alfa de Cronbach 5 auxiliado por el paquete estadístico SPSS V17 y se consideró, como criterio de discriminación, un valor de coeficiente inferior a 0.60 para afirmar que no existe suficiente asociatividad entre los factores a fin de diagnosticar la creación del clúster.
En consecuencia, se examinó cómo se puede incrementar el valor del coeficiente Alfa de Cronbach de cada variable al eliminar un factor determinado a ella asociado. Los resultados están recogidos en la Tabla 14, donde se observa que el instrumento-encuesta en su versión final queda conformado por sus 10 variables iniciales pero reducido a 43 factores con valores superiores o iguales en el coeficiente Alfa de Cronbach. El análisis en detalle de todos los cálculos se realizaron aplicando este paquete estadístico se encuentran en el anexo 2.
Una vez que el instrumento-encuesta quedó con capacidad de recolectar datos más confiables y válidos fue aplicado en Ciudad Juárez para diagnosticar el potencial en la constitución de clústeres. Sin embargo, la ponderación de las 10 variables evaluadasevidenció también que el referido potencial no se ajustaba a las características generales de la región al ubicarse el mismo en un rango del 36.7% (Véase el gráfico 3 donde se muestran los cálculos realizados).
El ulterior procesamiento, más detallado de cada una de las variables, permitió identificar de manera más precisa, las áreas de oportunidad para la constitución de un clúster en la región (Véase Anexo 3). Algunos resultados obtenidos muestran la utilidad del instrumento desarrollado que a continuación se relacionan los principales.
En lo referente a la Especialización Geográfica, se evaluaron las capacidades o atributos de la región para generar concentraciones de empresas interconectadas entre sí, en un mismo espacio geográfico. En ese sentido, se consideró la existencia de una masa crítica de empresas y la sinergia que debe existir entre ellas.
El 53% de los encuestados consideró que Ciudad Juárez posee un número importante de empresas que disponen de la capacidad requerida para promover y desarrollar una iniciativa de clúster.
La integración a Cadenas Productivas se evaluó bajo la lógica de cómo las empresas del contexto regional, pueden llegar a formar parte de sistema productivos globales o regional por intermedio de la integración a eslabones de los referidos sistemas productivos. De tal forma, el 52.1% de los encuestados consideró que las empresas locales de Ciudad Juárez, no agregan valor en las actividades productivas en que se insertan de las cadenas globales.
Otro resultado que aportó el análisis de este indicador fue que el 91.3% de los encuestados, consideraron que no si existen reales oportunidades de negocio en dichas cadenas, que pudieran ser aprovechados por las empresas juarenses. Esto permite corroborar desde otra perspectiva lo descrito en el capítulo 1, con relación a que el modelo maquilador en México, no ha coadyuvado a elevar el nivel competitivo de las industrias locales.
Las Economías de Escala se relacionaron con la optimización del empleo de los recursos e insumos de las empresas, lo que puede redundar en el aumento los volúmenes de producción o compra, por ende ampliar las cuotas de mercado y en consecuencia mejorar el desempeño competitivo.
En relación a los resultados que se recopilan en la tabla anterior, cabe señalar que el 65.2% de los encuestados opina que bajo nivel de cooperación entre las empresas, restringe las posibilidades de trabajar de manera conjunta en el abaratamiento de los costos de los insumos.
La ausencia de una cultura proclive a la cooperación limita el desarrollo de acciones en un ámbito que puede considerarse como estratégico en la actividad empresarial, que es el relativo a la disminución de costos. Por lo tanto, resultará más difícil fomentar una cultura de colaboración en torno a temas más estratégicos; por ejemplo, información de mercado o de la situación de la competencia.
Otra arista abordada fue el Desarrollo Tecnológico e Innovación, la cual se definió para este estudio como: la capacidad de las empresas para incentivar, promover, desarrollar o crear tecnología aplicada a las necesidades específicas de la región e incluso difundir internacionalmente mundo.
El 73.9% de los encuestados argumenta que no se dispone de líneas estratégicas claras para impulsar el desarrollo tecnológico en la Región y, por ende tampoco existen los incentivos apropiados para detonar dicho resultado. Este criterio es congruente con la afirmación previa de los autores de que las políticas industriales desarrolladas en el Estado de Chihuahua y Ciudad Juárez y, han estado más orientadas a la generación de empleos a través de la Maquila, y no así, a la incentivación del desarrollo tecnológico y la innovación.
Por último, el 52.2% de los encuestados consideró que las universidades están ya trabajando en el desarrollo de capacidades tecnológicas para las empresas de la región, aunque el porcentaje aún resulta insuficiente y, consiguientemente queda mucho por hacer.
El Grado de Cooperación alude al esfuerzo de las empresas por desarrollarse y obtener ventajas en los mercados, mediante la formalización de alianzas inter-empresariales.
El 91.3% de los encuestados estimó que existen algunos proyectos que promueven la cooperación interempresarial en la Ciudad; sin embargo, no son capitalizados y, por ende, los beneficios tangibles son pequeños. El 60.8% opina que ya existen algunas instituciones promotoras de proyectos de cooperación y, subrayaron que no son las universidades las que lideran estos esfuerzos. Una vez más, se pone de manifiesto, la necesidad de que las instituciones educativas de nuestro país se involucren de manera más directa en estos temas.
La Regulación y Política Pública Industriales considerada como la generación o existencia de directrices públicas e industriales, que inciden directamente en la promoción, crecimiento y desarrollo de sectores productivos en una región o en el país.
En referencia a este factor, el 56.5% de los encuestados reflexionó que no existen políticas públicas e incentivos claros para promover la constitución de clústeres mediante la asociatividad y cooperación entre las empresas. Ello corrobora la hipótesis que las limitaciones que han acompañado el diseño de políticas industriales a lo largo de los últimos treinta años, han puesto de manifiesto la incapacidad del gobierno Federal y Estatal, para crear estructuras y programas de largo plazo que garanticen el establecimiento de un marco de integración más profundo entre empresas.
El Desarrollo Institucional se refiere a la madurez/consolidación del desarrollo alcanzado por las empresas, como el resultado de la efectiva ejecución de las estrategias, los planes de mejora y la evolución de la cultura organizacional.
En relación al tema del desarrollo tecnológico, el 69.5% de los encuestados consideró que las empresas de Ciudad Juárez no disponen de la infraestructura adecuada para promoverla.
El 56.5% estima que hay una buena coordinación entre las empresas y las universidades; sin embargo, es necesario generar una vinculación productiva más intensa.
Lo anterior confirma que las instituciones educativas necesitan estar más en contacto con las empresas de la región, con la finalidad de mitigar las insuficiencias formacionales en áreas específicas y en determinados aspectos el rezago tecnológico y, al mismo tiempo acotar la brecha existente entre sus prioridades estratégicas.
Las Competencias Laborales se interpretan como la construcción de conocimientos, actitudes y aptitudes significativas y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo.
Un hallazgo que puede interpretarse como muy relevante es que el 100% de los encuestados, consideran que las universidades deben jugar un rol de primer orden en el desarrollo del capital humano de la región. No obstante, el 73.9% las ven alejadas y sin un contacto dialógico continúo que promueva el desarrollo de dichas capacidades en las empresas. Las universidades deben entrar en un esquema de constante retroalimentación con el sector productivo y tecnológico de la región.
La Cultura Empresarial se refiere a las normas efectivas de conducta profesional, que determinan los patrones de comportamiento con respecto a la competitividad, cooperación, ética y aplicación de los códigos de conducta en los quehaceres empresariales.
En nuestra opinión este aspecto constituye, quizás uno de los temas más importantes en el marco de la constitución de un clúster. Al respecto, el 69.5% de los consultados, indicó que la cultura empresarial tendiente a la cooperación y la asociatividad es escaza en Ciudad Juárez, ―aspecto que se puede hacer extensivo al resto del país―. El 95.6% estima la cultura que promueve la innovación y la tecnología es mínima.
Otro aspecto crítico es la confianza existente entre las empresas; en el caso de Ciudad Juárez, este hallazgo es en extremo desfavorable, pues el 95.6% de los entrevistados considera que no existe un ambiente de confianza entre las empresas de la Ciudad para que se pueda promover el intercambio de conocimientos y tecnología entre ellas. Probablemente, éste es el principal reto a vencer por cualquier institución que pretenda liderar una iniciativa de clúster, debido a que sin la confianza entre los actores principales involucrados, será prácticamente imposible que se gesten alianzas estratégicas de largo plazo, donde el objetivo central sea la innovación y la transferencia tecnológica.
La Infraestructura alude a la estructura física y servicios disponibles en la ciudad para promover la atracción, creación o desarrollo de la industria y comercio local.
En este caso, un 70.8% considera que en Juárez no existe una planificación certera y estructurada que se corresponda con las tendencias globales del entorno, lo que pudiera influir negativamente en las posibilidades de la ciudad para continuar siendo atractiva a los inversionistas foráneos. Asimismo, se manifiesta la incapacidad para sustentar, con servicios y estructuras, las necesidades que los clústeres potenciales pudieran tener en años venideros.
La evaluación de las áreas de oportunidad expuestas anteriormente, se procedió a la identificación de aquellos factores consideradas clave en la creación de clústeres. Para ello, se realizaron las siguientes acciones: a) Priorización y agrupación de los factores que representan las principales áreas de oportunidad; b) Ejecución de prueba de validez mediante una consulta a expertos para ratificar la elección de dichos factores; c) Prueba de validez de los de factores y agrupaciones definidas mediante nuevo cálculo de coeficiente Alfa de Cronbach´s (ver ANEXO 2) y; d) Estudio para determinar las correlaciones entre factores y seleccionar los que poseían una mayor interrelación se puede apreciar en el (ANEXO 3).
Como resultado de la reevaluación de los aspectos indicados se logró concluir para la lógica y en correspondencia con la definición de clúster empleada en esta investigación son seis los factores de mayor peso en los progresos en las iniciativas de formación de un clúster.
Por último, resulta importante identificar el nivel de interrelación que guardan entre si los factores indicados y la incidencia que puede generar, la dinámica de cada uno sobre el resto. Con esa finalidad, se realizó una prueba de Chi-cuadrado, cuyos resultados se exponen en la Figura 8 y en mayor grado de detalle en el Anexos 4.
La única relación insuficiente que fue detectada, se produjo entre los factores de la cultura empresarial hacia la asociatividad y la cooperación (cultemp1) y los proyectos de cooperación interempresarial a largo plazo (gracoop3).
En nuestra opinión, la consideración de estos resultados es fundamental para aquellas instituciones que asuman el liderazgo de una iniciativa de clúster, sobre todo en lo concerniente a establecer con claridad las líneas de acción y en la definición y el desarrollo de proyectos puntuales, encaminados a fortalecer estas relaciones.  Asimismo, permite visualizar a una iniciativa de clúster desde un enfoque sistémica.
Los resultados obtenidos, por medio de la aplicación de los instrumentos de los empleados, nos permiten afirmar que existen múltiples áreas de oportunidad para el fomento de clústeres en Ciudad Juárez. No obstante, la evaluación de los diferentes factores considerados en este estudio, sugieren que las aglomeraciones de empresas identificadas hasta ahora en la región, no han alcanzado una cooperación estratégica en diferentes áreas, por ende, no se ha logrado concretar la conformación de clústeres según los criterios que se han asumido en este libro para definir que es un clúster. Asimismo, se evidencia que los líderes delas diferentes iniciativas de clústeres existentes a escala regional, deberán potenciar su capacidad de gestión y propiciar la optimización en el empleo de los recursos, con la finalidad de concretar los objetivos planeados.
En general, se puede afirmar que Chihuahua y Ciudad Juárez en particular, disponen de  potencialidades reales para impulsar el fomento de clústeres; sin embargo, hasta el presente lo que predominan en este escenario regional al igual que en resto de las entidades estaduales, es un amplio número de aglomeraciones empresariales que en su inmensa mayoría se encuentran lideradas por filiales de empresas trasnacionales, las cuales por su ubicación geográfica han logrado desarrollar actividades comerciales u otros intercambios en áreas específicas, pero sin  llegar formalizar un clúster según criterios establecidos en esta investigación.

1 . Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). “Programa Chihuahua Siglo XXI”. Tecnológico de Monterrey,1991.

2 . Véase. Naum, Uriel, (2006).

3 . Véase. OCDE, 2009. Op.cit, pp. 166-173.

4. Véase. Mora Máynez, Daniel, (2009).

5 . El coeficiente Alfa de Cronbach es utilizado con frecuencia como prueba de confiabilidad de un instrumento en relación a su consistencia interna. Toma valores entre 0 y 1, donde 0 significa confiabilidad nula y 1 representa confiabilidad total. Se considera que valores superiores a 0.60 poseen adecuada confiabilidad.