APROXIMACIÓN A LA PROTECCIÓN DE LOS TRABAJADORES Y CIUDADANOS EXTRANJEROS

APROXIMACIÓN A LA PROTECCIÓN DE LOS TRABAJADORES Y CIUDADANOS EXTRANJEROS

Francisco Javier Izquierdo Carbonero

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I.NTRODUCCIÓN

            Nos hemos planteado una monografía –casi breviario- sobre un tema de permanente actualidad, como no es otro que el de la inmigración.
Es una situación continua, el flujo migratorio de países pobres a países ricos, en busca de de unas expectativas de vida que en aquellos países no se tienen.
Los países pobres sufren de una serie de lacras (guerras, hambres,  enfermedades, pocas esperanzas de futuro, y un sinfín de penurias) que enraízan unas con otros formando el  “manglar de la pobreza”.
Los nacionales de los países que forman el llamado Tercer Mundo, a veces, muchas veces, no tienen otra salida que buscar futuro en los Estados más desarrollados en una carrera a vida o muerte que puede acabar en cualquier momento de las más diversas maneras, una inmensa mayoría con el fracaso de no haberse conseguido.
Pero no acaba ahí el calvario de estos seres humanos sino que después la inmensa mayoría de países receptores les sorprenden con una serie de normas que le van a condenar –casi de por vida- al silencio de su existencia: desde las normas de extranjería, un derecho laboral que no les protege lo suficiente, un derecho penal excesivamente laxo y dulcificado hacia los infractores de las normas mínimas de lo que podríamos llamar “el nuevo derecho de gente”…En definitiva, las sorpresas no acaban en el trayecto de llegada si no que pueden continuar en el lugar de destino.
Como iremos leyendo a lo largo de este trabajo son cada vez más los Tratados Internacionales, y de ahí a las legislaciones nacionales, los que van dando carta de naturaleza a los derechos que a estas personas, seres humanos como cualquiera de sus congéneres, les corresponde con un mínimo vital que se debe respetar allá donde quiera que se encuentren.
En el Derecho Patrio también encontramos esa protección, ciertamente minorizada en el caso de aquellos inmigrantes que, además de a aquella condición unen la de su ilegalidad (o irregularidad, nos es indiferente el calificativo). Aún así se observa ese mínimo de protección que toda persona precisa con independencia del lugar en que se encuentren.
Comenzaremos este trabajo con la normativa de Derecho Penal que protege la condición de los trabajadores extranjeros en el derecho español, incluido el tratamiento más genérico de la protección de los ciudadanos de aquella condición, pues ambos capítulos concursan en muchos supuestos.
El Derecho Penal es el derecho más coercitivo de que dispone cada ordenamiento jurídico para la protección de las infracciones más graves a aquellos valores mínimos o elementales de un Estado que quiera dignificar su propio nombre. Más por su propia naturaleza, a la vez se convierte en la última –que no primera- ratio de protección.
Lo anterior nos va a conducir a tratar la normativa administrativa, en especial la legislación de Extranjería. Esta última adolece de una mayor vulnerabilidad ante las situaciones sociales, económicas, políticas…que van surgiendo a lo largo de los años, y en ello encontramos su mayor hándicap; efectivamente, su adaptación a los tiempos la hace muy voluble y cambiante. Hemos realizado algo de hincapié en la misma porque es la primera frontera, o mejor decir, obstáculo con el que se va a encontrar el recién llegado, y debemos comprender que requisitos se les exige y qué burocracia les espera.
Si consiguen pasar aquel primer filtro se verán amparado por el mayor volumen de normativa del Estado receptor en las mismas condiciones de un nacional, pero si no lo hacen, o realizado posteriormente pierden aquel estatus transforman su situación jurídica posicionándose en unas circunstancias de toda índole para las que ya, tanto el derecho administrativo como el laboral van dejando camino a un Derecho Penal que muta en el último reducto al que acudir para encontrar protección.
Insistimos, el tratamiento es genérico, de aproximación, pues cualquiera de estas vertientes, y en multitud de los apartados que la componen es trabajo para más de una tesis doctoral, pero no por ello vamos a dejar de afrontar este esfuerzo con el ánimo y motivación de su una breve lectura haga conocer al gran público, al neófito que se quiere acercar a la materia, hasta llegar al profesional más cualificado para que el aporte consiga sacar del ostracismo esa ingente marea humana que atraviesa nuestra fronteras, ávidos principalmente de vivir.
No los rechacemos por extranjeros, aceptémoslos como hermanos. Sin olvidar (como un día me comentó una de aquellas personas) de la suerte que hemos tenido de nacer donde hemos nacido; y, especialmente, que la vieja Europa, cada cierto tiempo hemos padecido en nuestras propias carnes este sufrimiento por desastres internos.