LA FORMACIÓN ÉTICA Y JURÍDICA DE LOS AGENTES EDUCATIVOS Y SANITARIOS QUE INTERACTÚAN CON LOS DISCAPACITADOS MENTALES

LA FORMACIÓN ÉTICA Y JURÍDICA DE LOS AGENTES EDUCATIVOS Y SANITARIOS QUE INTERACTÚAN CON LOS DISCAPACITADOS MENTALES

Gustavo Enrique Rodríguez Montero (CV)
Universidad "José Martí Pérez"

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INTRODUCCION

“Lo normal o anormal es un tema muy discutido por hombres de ciencia y de fe religiosa, nadie sabe a ciencias cierta donde termina o comienza un término y qué se puede catalogar de esas formas o no, o si solo entramos en el concepto diferentes”.
José Ramón Amor ha llegado a la conclusión de que: son efectivamente personas como todas las demás. Iguales ante el Derecho con los mismos derechos y deberes fundamentales, que sin embargo necesitan ayuda para ejercerlos y cumplirlos1 .
La persona y su dignidad no tienen por qué soportar discriminaciones por ningún concepto; tampoco por disminución o retraso 2 y aunque la sociedad ha avanzado un poco en la valoración de estas personas siempre se mira con zozobra cuando estamos delante de un incapacitado mental y si es posible se guarda toda la distancia posible, es esto una forma más de discriminación y segregación en cualquier sociedad.        
La exclusión de las minorías es todavía en este mundo globalizado un problema social, a pesar de innumerables convenios, declaraciones y tratados internacionales que reconocen los derechos humanos, los inherentes a la personalidad, los derechos de los niños, los discapacitados, de los enfermos mentales, entre otros. Aún se excluye por concepto de religión, raza, idioma, condición humana, etc.
Con anterioridad a 1800, la discapacidad mental no se tenía en cuenta como un problema científico ni social. Los discapacitados mentales fueron siempre estigmatizados, considerados que eran producto de alguna artimaña diabólica, castigo, pero siempre considerados seres inferiores3 . No es hasta el siglo XIX que se produce un despertar de la sensibilidad de algunos pedagogos, médicos y filósofos que se dedican al estudio de las patologías de aquellos individuos que son distintos y promueven la reinserción de los deficientes mentales hasta donde sus potencialidades les permitieran a través de ensayos terapéuticos y pedagógicos.
En la segunda mitad del siglo XX se comienza a brindar una atención diferenciada e incluso integral a los disfuncionales, en sentido general y a los discapacitados mentales en particular. Paulatinamente se comienzan a establecer políticas y a profundizar en estudios psicopedagógicos, genéticos, jurídicos y culturales, con el fin de darles el tratamiento adecuado y mejorar su calidad de vida. Este interés se reafirma a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, del surgimiento de la Bioética como rama interdisciplinaria y de Declaración Universal de las personas con discapacidad.
Aún cuando los progresos científicos cada vez son más sorprendentes nacen niños discapacitados con enfermedades congénitas poco o nada conocidas y que son indetectables comúnmente,  al menos por ahora.
La evolución, los avances científicos y tecnológicos, han permitido al hombre adquirir conocimientos insospechados no sólo sobre sí mismo, sino también sobre el mundo que lo rodea. En dicha evolución, la Bioética adquiere un papel de características relevantes puesto que está llamada, de alguna manera, a señalar límites al poder de la ciencia y dar respuestas que compatibilicen a ésta con la dignidad de la persona, incitando a una constante reflexión sobre su impacto en las relaciones sociales y en el propio ser humano.
Valles González en sus consideraciones para la formación profesional de los proveedores de salud, expone que nunca antes el hombre había tenido tal control para escoger lo deseado, lo adecuado y definir con su acción eugenésica el derecho a vivir o a morir y a reproducirse o no. Esta situación lleva a la necesaria reflexión sobre la consideración de la discapacidad en la sociedad actual y sobre la disyuntiva que enfrentan diariamente los docentes especialistas, médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales y juristas a ofrecer consejos, decidir tratamientos y diseñar programas de atención pedagógica 4.
 La OMS en su informe estadístico del año 2011, plantea que más de mil millones de personas en el orbe padecen alguna discapacidad y al menos la quinta parte de ellas deben superar obstáculos importantes (aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial)5 .
La propia institución da cuenta que el número de discapacitados, va en aumento en el mundo, lo que se debe al envejecimiento de las poblaciones y al aumento de los problemas de salud crónicos asociados a una discapacidad, como es el caso de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las mentales 6.
En el propio informe publicado el pasado año 2011 por la OMS se expone que entre 110 y 190 millones de los discapacitados se enfrentan a barreras que van desde el estigma y la discriminación hasta la ausencia de adecuados servicios de atención sanitaria y rehabilitación, pasando por sistemas de transporte o edificios inaccesibles, este informe es el primero global que se publica sobre este problema en 40 años, destaca además, que muy pocos países cuentan con mecanismos adecuados para responder a las necesidades de las personas con discapacidad7 ".
La señora Margaret Chan, Directora General de la OMS expresó: “hemos de esforzarnos más en romper los obstáculos que segregan a las personas con discapacidades, que en muchos casos las arrinconan en los márgenes de la sociedad", y a continuación afirmó: "La discapacidad forma parte de la condición humana,…casi todos nosotros tenemos alguna discapacidad, temporal o permanente, en algún momento de la vida".
Amor Pan reconoce que hoy se vulneran los derechos de aquellos que incorrectamente se consideran desemejantes, se les priva a estas minorías de iguales oportunidades que al resto de los seres humanos. Entre los grupos más vulnerables a la segregación están los discapacitados y entre estos, los discapacitados mentales.
La Asamblea Mundial de Psiquiatría en el año 1989, se refirió a que las personas que sufren de una enfermedad mental deben gozar de los mismos derechos humanos y libertades básicas que los otros ciudadanos. No deberán estar sujetas a una discriminación por una enfermedad mental 8. Por su parte Reina Gómez deja implícito que el enfoque en la atención y tratamiento a estas personas debe ser personalista, establece el respeto a la dignidad humana y al derecho a la mejor salud y educación posible, con respeto de la autodeterminación, considerada como expresión de libertad y responsabilidad para enfrentar decisiones 9.
Al nacer un niño con malformaciones congénitas no siempre es posible diagnosticar inmediatamente el síndrome que padece, ni tan siguiera establecer un tratamiento adecuado, por algún tiempo, casi siempre impredecible, se trata clínicamente de forma exploratoria, es decir se van probando tratamientos y observando reacciones. La responsabilidad en este cuidado y observación recae antes que en nadie en los padres que muchas veces esperan una mejoría radical y mística.
Muchas de estas personas resultan ser hijos concebidos en el amor de la pareja,  que ha esperado con ansias su nacimiento y tras la inmensa alegría de ese acontecimiento, solo conocida por los que ya fueron padres, llega la triste noticia del nacimiento con discapacidades del bebé. Eso provoca un intenso dolor que nunca pasará, aprenderán a vivir con él y la sensación de que el mundo te ha caído encima. A todos les surge la misma pregunta ¿por qué a mí? Luego estarán tan inmersos en su cuidado que apenas mirarán a los lados y los años pasarán y ya solo se conformarán con que la niña o el niño goce de buena salud, hacerle la vida los más placentera posible y mejorar su calidad de vida.
En tal empeño y quizás sin conciencia, comienza a jugar su papel la Bioética, porque a cada paso se preguntarán. ¿Se está haciendo lo correcto, el tratamiento es el más idóneo, se le estará causando sufrimiento o dolor, es más beneficioso o perjudicial, estamos cuidando adecuadamente sus intereses, su persona y respetando su dignidad?
Esas interrogantes casi nunca tienen respuestas, no obstante tendrán que seguir adelante en su empeño de proteger a los hijos y las hijas. Todas la preguntas hechas y muchas otras se acrecientan cuando la vida les priva del ser querido, entonces comenzará una recapitulación total de todo lo sucedido desde el momento mismo del nacimiento, cuánto se ha hecho y cómo, qué faltó por hacer, dónde estuvo el error; y es que esa pérdida es devastadora e irreparable y aunque se haya hecho todo lo necesario, no hay conformidad.
Las circunstancias sociales, ambientales y humanas del grupo donde se desarrolle o viva la persona son determinantes, ya sea la familia, la escuela o la institución donde haya sido acogido. Un ejemplo de enfermedad que provoca una incapacidad total es el Síndrome genético-congénito Smith-Lemli-Opitz, que es un trastorno en el metabolismo del colesterol, que provoca malformaciones de diversa índole y un retraso mental profundo con todo lo que tales anomalías traen aparejadas, pero que en definitiva convierte al paciente en un discapacitado físico y mental, que jamás podrá regir sus actos, administrar sus bienes o decidir a qué tratamiento médico se somete y a cuál no, o tomar cualquier otra decisión cotidiana.
 Le corresponde generalmente a los padres o cuidadores primarios decidir por la persona discapacitada mental, decisión generalmente basada en los principios éticos de los primeros, poniendo en riesgo la autonomía y el bienestar de aquel por quien responden.
Los sujetos discapacitados mentales son los que más sufren como consecuencia de las relaciones asistenciales y educativas en las que se siguen reduciendo a meros pacientes u objetos de atención por parte del personal que interactúa con ellos y deben recibir un trato profesional, humano y digno, por tanto es impostergable que las políticas trazadas se eleven a normas jurídicas que garanticen las correcta atención e inserción de las personas discapacitadas.
Los dilemas bioéticos que involucran los principios de autonomía y beneficencia están presentes en varias esferas de la vida social, la política y la educación de las personas. Encontrar un punto de equilibrio es tarea cotidiana de los médicos, los educadores, los juristas y los demás miembros de la sociedad. Ese lugar de la balanza debe garantizar el libre desarrollo de las personas y la sujeción al bienestar de los colectivos 10.
La Bioética persigue la promoción y el respeto de los valores humanos en la investigación y la práctica científica sobre cuya base se desarrollan las ciencias de la vida, especialmente, en el campo de la atención sanitaria. Pese a la transformación de las relaciones sanitarias de verticales en horizontales, a la lucha contra el paternalismo, la realidad muestra que aún se está lejos de respetar los derechos, la autonomía y la dignidad de los pacientes, expresión de que la desigualdad sigue rigiendo las relaciones interpersonales.
La Bioética como rama interdisciplinaria, ha venido a crear un espacio de reflexión y discusión alrededor del utilitarismo en el tratamiento médico, pedagógico y jurídico de los discapacitados mentales, así como al ejercicio de sus derechos, en los que a la par de los conocimientos científicos y la tecnología desarrollada actualmente, la Bioética pretende erigirse como concibiera su principal creador Van R. Potter, “como un puente hacia el futuro, pero no un puente cualquiera, sino el que enlazará el más avanzado conocimiento biológico con la más comprometida reflexión ética” 11, estableciendo un compromiso moral hacia las personas con discapacidad, sobre todo aquellas que carecen de capacidad legal al no poder administrar sus actos por padecer un retraso mental profundo que les priva de disentimiento sobre su conducta y tratamiento.
Según plantea Potter “La Bioética debiera ser vista como el nombre de una nueva disciplina que cambiaría el conocimiento y la reflexión. La Bioética debiera ser vista como un enfoque cibernético de la búsqueda continua de la sabiduría, la que yo he definido como el conocimiento de cómo usar el conocimiento para la supervivencia humana y para mejorar la condición humana. En conclusión, decía Potter, les pido que piensen en la Bioética como una nueva ética científica que combina la humildad, la responsabilidad y la competencia, que es interdisciplinaria e intercultural y que intensifica el sentido de la humanidad”  
Después de la familia y en primera instancia, ante la ausencia o indiferencia de ésta, corresponde al Estado velar por el bienestar general de los discapacitados. Su función no se debe circunscribir a ayudar a las familias a atender de la mejor forma a las personas con incorrecciones físicas y/o mentales, sino que tiene la responsabilidad de brindarles apoyo médico, social y logístico. Solo los que padecen o tienen una persona con desventajas saben todo lo que ello implica, pero esto no basta, es necesario guiarlos por los caminos correctos y asegurarles jurídicamente su protección.
El derecho a tener una vida de calidad aceptable, a merecer un trato respetuoso, a ser auxiliado en las enfermedades y en otros infortunios no se ha convertido, lamentablemente en un hecho natural para la sociedad, a pesar de ser reconocido y tutelado como un derecho humano y fundamental. La persona no sólo tiene derecho a la vida sino también a tener una vida digna, moralmente posible dentro de determinados parámetros de calidad. De nada sirve aseverar que la persona tiene dignidad y no precio si termina siendo objeto de las finalidades familiares, sociales e institucionales. Ella, la persona, debe ser el valor supremo, y para serlo se necesita cumplir con dos principios esenciales, previstos en los instrumentos de derecho internacional, a saber: el principio de libertad y de igualdad.  
Han llegado y han pasado incontables civilizaciones sin detenerse a reflexionar para definir los derechos humanos y menos aún para defenderlos. Padres de la Iglesia, juristas y filósofos han escrito durante siglos sobre los derechos del hombre, intentando darles una fundamentación teórica12 , preocupación que llega hasta nuestros días, en que no obstante el tiempo transcurrido desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, no se ha dejado de reflexionar sobre el tema, ni tampoco de violar estos derechos. Los derechos que persiguen garantizar una vida humana de calidad no son una excepción en este sentido. La cuestión se agrava cuando se trata de grupos humanos muy vulnerables, de aquellos que siguen siendo discriminados por su condición de discapacitados mentales.  
Hoy existe un conjunto de principios de respeto a la persona en general y a los pacientes mentales en particular plasmados en el Belmont Report del año 1979; en el informe Dworkin de 1984 y por Guillén en 1986 que debieran constituir fronteras infranqueables a cualquier tipo de violencia sobre el individuo. El principal problema radica en que dichos principios frecuentemente se quedan, precisamente, en el nivel de principios, sin llegar al nivel de regla. Constituyen pues un bagaje ético, que no siempre posee un adecuado soporte legal. Incluso, cuando su reconocimiento en instrumentos legales tiene lugar, manifiesta dificultades para ser operativo en el ámbito natural de garantías (los órganos jurisdiccionales). La más radical violencia sobre la persona es el atentado a su dignidad13 .
En Cuba se realizó una investigación que integró los métodos clínicos, epidemiológicos, sociales y pedagógicos que caracterizó a todas las personas con retraso mental y otras discapacidades 14 a través de la participación activa de las comunidades con el propósito de conocer e interpretar las necesidades y problemas de las personas con discapacidades mentales y trazarse tareas encaminadas a la solución de los mismos, asimismo el estudio permitió conocer a cada uno de los discapacitados, evaluar sus características bio-psico-sociales y estudiar los factores causales de la discapacidad intelectual o retraso mental, a este estudio solo le faltó integrar la sistematización legal de las normas que protegen los discapacitados o proponer aquellas que faltan por promulgar.
Este estudio arrojó que en el año 2003, existían en Cuba, 226 375 personas con discapacidades físico motoras, visuales, auditivas, mentales, viscerales y mixtas, así como aspectos psicopedagógicos, sociales y clínico genéticos en las 140 489 personas con diferentes grados de retraso mental, para un total de 366 864 personas discapacitadas en el país15 .
La discapacidad mental leve, moderada, severa y profunda, tiene sus causas en alteraciones metabólicas, cromosómicas, de formación, lesiones cerebrales, epilepsias y factores socioculturales, abarca una gama de patologías y se manifiesta en distintos niveles: el de la deficiencia, el de las limitaciones de la actividad y el de las restricciones de la participación.
Las definiciones y clasificaciones que subsisten en el área de la discapacidad, dan cuenta de un atributo personal y de problemas particulares; y en la medida en que nos acercamos a la perspectiva social el atributo se convierte en limitación vital y en problema social16 .
Como se ha hecho referencia, históricamente la discapacidad mental se ha abordado y ha transitado por múltiples y complejos procesos. Los intentos por conceptualizarla y clasificarla han sido motivo de constante insatisfacción por parte de los especialistas y familiares puesto que no logran llegar a un consenso al utilizar términos que de algunas forma son segregacionistas.
Como muy acertadamente se ha dicho, la discapacidad no es una enfermedad, es un estado de la persona humana. El desconocimiento, la sobreprotección, el rechazo y la burla son actitudes que indiscutiblemente debilitan la autoestima de las personas con discapacidad mental, sobre todo de aquellos que su condición le permite discernir, imposibilitando aprovechar las potencialidades que aún tienen, incluso cuando una persona padece un retraso mental profundo, es capaz de sentir el amor y el rechazo de las personas que le rodean y encontrar formas de comunicación y mostrar amor y simpatías por los que le muestren afecto.
Justificación académica:
La realización de este proyecto de investigación contribuirá a elevar la formación profesional del personal que interactúa con los discapacitados mentales, a los cuidadores primarios, como pueden ser los propios familiares o cualquier otro agente educativo y/o sanitario que se relacione con ellos, así como contribuir a la capacitación bioética de las autoridades y decisores sociales y políticos de los que dependen los mecanismos y acciones de rehabilitación e inserción social de los discapacitados
Planteamiento del problema de investigación. 
En Cuba, existen más de 51 338 alumnos diseminados en 420 escuelas especiales17 y más de 15 000 maestros dedicados a ese fin, se cuenta además con 29 Centros Médicos Psicopedagógicos en los que laboran cientos de agentes educativos y sanitarios, contando con una cantidad considerable de pacientes, no obstante a pesar de los logros en los sistemas de educación y salud, se aprecian incomprensiones inconcebibles en el tratamiento y atención a los discapacitados.
Existe dispersión en los organismos e instituciones encargados de dirigir la política del Estado e instrumentar el mecanismo de protección de estos, estableciendo sus derechos desde todos los ángulos de la vida personal, social y económica. Esta dispersión provoca que no se les brinde la atención adecuada y que en muchas ocasiones quede a la libre espontaneidad o arbitrio de instituciones o peor aún de personas, el determinar y disponer sobre qué derechos le asisten. Cada uno de estos organismos e instituciones referidas dicta sus propias normas, provocando una dispersión legislativa que propicia el desconocimiento de estas, por otra parte muy acertadamente el Estado cubano ha trazado políticas que no se han materializado en normas jurídicas de obligatorio cumplimiento, tampoco existe una organización que represente y coordine los intereses de los discapacitados mentales, a la usanza de la Asociación de limitados físicos-motores (ACLIFIM), Asociación de sordos e hipo-acústicos (ANSOC), Asociación de ciegos y débiles visuales (ANCI), lo que ineludiblemente repercute en la atención integral y bio-psico-social de los discapacitados mentales. 
En incontables ocasiones depende de la iniciativa de la familia la atención, tratamiento o rehabilitación, lo cual a su vez está condicionado por los valores humanos, nivel cultural y posibilidades económicas. Es muy afortunado el discapacitado que cuenta con una familia dedicada completamente a su cuidado, deseosa de tener los medios y recursos necesarios para atenderlos adecuadamente y que puedan contar con el respaldo del Estado para ese empeño.
Aún hoy no existe el suficiente conocimiento sobre los derechos y la atención que requieren estas personas que por ser desemejantes no dejan de ser humanas. La deficiencia mental entre todas las discapacidades constituye un profundo problema social que hay que encarar con realismo y humanidad.
La bibliografía y la legislación consultada corresponden a autores y normas de más de doce países con sistema de derecho hispánico y anglosajón, la OMS, la OPS, la UNICEF, y diversas Convenciones y Reglas internacionales de la ONU sobre derechos de los discapacitados, derechos de los niños.
      Problema científico:
 ¿Cómo contribuir a elevar la formación ética y jurídica de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los sujetos discapacitados mentales?
    Problema ético:
            ¿Cómo repercute en los sujetos discapacitados mentales la formación ética de los agentes educativos y sanitarios con los que interactúan?
     Objeto de estudio:
Proceso de formación ético y jurídico de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los sujetos discapacitados mentales.
                  En relación con el problema e hipótesis planteados, se enuncian los siguientes objetivos:
       Objetivo general:
Proponer una sistematización teórica que contribuya a elevar la formación ética y jurídica de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los sujetos discapacitados mentales.
         Objetivos específicos:

  • Sistematizar los fundamentos teóricos acerca del tratamiento ético y jurídico de la discapacidad.
  • Analizar las normas jurídicas del derecho internacional que protegen los discapacitados mentales.
  • Valorar la normativa cubana en materia de discapacidad.

Hipótesis:
Si se propone una sistematización teórica con enfoque axiológico acerca del tratamiento ético y jurídico de la discapacidad mental se elevaría la formación de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los sujetos discapacitados mentales.
Variable independiente: Sistematización teórica acerca del tratamiento ético y jurídico de la discapacidad mental.
Variable dependiente: Nivel de formación ético-jurídico de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los sujetos discapacitados mentales.
Métodos y técnicas:
La investigación se apoyará en los siguientes métodos teóricos:

  • El análisis y la síntesis, necesarios para arribar a conclusiones parciales y generales. mediante el cual se analizaron distintos textos que permitieron  realizar estudios doctrinales para sistematizar y enriquecer la información científica. Los documentos utilizados fueron la literatura nacional, internacional y el derecho comparado en países europeos, latinoamericanos y de norteamérica.
  • El jurídico comparado, que permitirá comparar la normativa legal propia de los  diferentes sistemas jurídicos, contextos históricos y países en lo referente a los derechos, protección y tratamiento de los discapacitados mentales.
  •        Abordaje retrospectivo, se estudiará la evolución histórica de la doctrina y normas jurídicas relacionadas que se refieren a los discapacitados en nuestro país. 
  • Jurídico Descriptivo, permitió establecer niveles de relaciones que pretenden ofrecer una imagen doctrinal al tratamiento de estos pacientes, como método cualitativamente avanzado
  •  El método exegético, por cuanto se analizan normas jurídicas para determinar su eficacia, imperatividad y adecuación a nuestra realidad social.

Hipotético – deductivo, sirve para guiar el proceso investigativo a partir de la hipótesis que funcionó como respuesta adelantada al problema científico.

Todos los métodos que se utilizaron se conjugan y relacionan entre sí de forma dialéctica, por lo que la tesis se estructura de forma orgánica.
Los métodos empíricos que se utilizarán son:

  • La revisión de documentos, justificada por la utilidad de examinar, historias clínicas, expedientes judiciales, programas de estudios, investigaciones anteriores sobre el tema y la prensa dado acontecimientos sucedidos en Cuba y otros países, entre otros documentos.
  • La experiencia, dada por los conocimientos y vivencias acerca del tema. 

Resultados esperados
Sobre la base de esta investigación esperamos alcanzar resultados que permitan:
          La propuesta de una sistematización teórica acerca de las normas que protegen los derechos inherentes a los discapacitados mentales a nivel internacional y en Cuba que sirva como material de consulta para la formación ética y jurídica de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los discapacitados mentales..
La novedad científica de esta tesis consiste en presentar una sistematización teórica dirigida a elevar la formación ético-jurídico de los agentes educativos y sanitarios que interactúan con los sujetos discapacitados mentales, con enfoque axiológico, así como exponer los derechos que tienen las personas con diversidad funcional, la salud, la inclusión social y laboral, además de la necesidad de protección de su patrimonio, considerar que las personas con discapacidad son, al igual que el resto de las personas, titulares de derechos y no objeto de políticas caritativas o asistenciales.
La contribución a la teoría:
Sistematización teórica de los fundamentos éticos y jurídicos que repercuten en la autonomía del paciente discapacitado mental.
La significación práctica se concreta en:
La sistematización teórica propuesta se convierte en un material de consulta a la que pueden acceder los cuidadores primarios ante los dilemas éticos jurídicos que se presentan en la práctica asistencial y educativa.
La investigación se estructura en dos capítulos con sus correspondientes epígrafes, consta además de conclusiones, recomendaciones, bibliografía y anexo. El capítulo primero sintetiza la historia de la discriminación de los discapacitados en sentido general y los discapacitados mentales de modo particular, el surgimiento de la Bioética, así como los tipos y grados de discapacidad. El capítulo dos recopila y expone  las normas jurídicas que protegen a los discapacitados en sentido general y los discapacitados mentales de modo particular valorando su contenido y efectividad mediante la confrontación con los hechos y la comparación con las normas internacionales y las experiencias en Cuba.
 Clasificación de la investigación:
Original, biojurídica, cualitativa, redactada en forma de ensayo, pues en ella se fundamenta ética y jurídicamente los derechos a la autonomía, dignidad y protección de la persona humana aunque posea discapacidades mentales que le impidan regir sus actos. Fundamentada en publicaciones sobre bioética y estudios realizados por otros investigadores sobre el tema.
Se confronta la doctrina jurídica, las normas nacionales con las internacionales especializadas en biojurídica, para elaborar un texto con fundamentos ético-jurídicos que permitan el respeto a la dignidad de la persona humana.
 Como características del estudio, se citan las siguientes:   
             Multi-inter-transdisciplinario: Se abordará el objeto de estudio desde el ángulo de diferentes disciplinas, tales como la Bioética, la Biojurídica, la Filosofía Moral, la Antropología, la Sociología, la Pedagogía, el Derecho, entre otras, pero se hace desde el marco de una de ellas, en específico la Bioética (multidisciplinariedad). También se transfieren métodos entre las disciplinas (Interdisciplinariedad) para poder obtener un resultado teórico que permita relacionar a todas las implicadas en el abordaje del tema (Transdisciplinariedad).

1 Amor Pan JR. Efectividad y sexualidad en la persona con deficiencia mental. 2da edición: Comillas;  2000, p. 19.

2 ídem, p. 21

3 Idem, p. 41

4 Valles González B. Bioética y Discapacidad: consideraciones para un modelo de formación profesional de los proveedores de salud. Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Instituto Pedagógico de Caracas Investigador adscrito al Laboratorio de Neurociencias de La Universidad del Zulia. Disponible en http://www.alzheimer.org.ve/media_files/download/Ensayo Bioética y discapacidad. pdf. Consultado el 7 de julio de  2011.

5 Organización Mundial de la Salud (OMS). Disponible en http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2011/06/110610_ultnot_discapacidad_oms_bm_wbm.shtml. Consultada el 10 junio del 2011.

6 Ídem.

7 Ídem.

8Proposición y puntos de vista de la AMP sobre derechos y la protección legal de los enfermos mentales. Adoptada por la Asamblea General de la AM en Atenas, Grecia, 17 de Octubre de 1989.

9 Reina Gómez G. La atención al Discapacitado: ¿Ciencia, Caridad o Derecho? Bioética /Mayo - Agosto 2006.

10 Herazo E. Aspectos bioéticos de la evaluación de la capacidad mental en psiquiatría. Rev. Colomb. Psiquiat. 2011; 40 (1).

11 Potter VR. Biotehics bridge to the future. Englewood Cliffs, N.J: Prentice-Hall Inc. 1971.

12Sartorius, N. Presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría. Médicos, pacientes y  psiquiatría, p.1. 1998.

13 Barrios Flores LF, Torres González F. Derechos humanos y enfermedad mental. aspectos ético-jurídicos de la violencia institucional en el ámbito de la salud mental. Consultado el 9 de agosto de 2011. Disponible en http://documentacion.aen.es/pdf/libros-aen/coleccion-estudios/violencia-y-salud-mental/parte4-violencias-del-presente--efnermo-mental-como-victima-de-la-viole.

14 Colectivo de autores. Por la vida, estudio psicosocial de las personas con discapacidades y estudio psicopedagógico social y clínico-genético  de las personas con retraso mental en Cuba. Editorial Abril. Imprenta Alejo Carpentier. Cuba. 2003.

15 Ídem.

16 Ticac H. Discapacidad: un abordaje específico del Trabajo Social. Revista de la Facultad 13 Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Buenos Aires. 2007 p. 59-74

17 Las escuelas Especiales fueron creadas en Cuba en el año 1962. Noticiero del mediodía 4 de enero de 2011. TVC.