ENSAYO SOBRE PLANIFICACIÓN Y MERCADO EN EL SOCIALISMO

ENSAYO SOBRE PLANIFICACIÓN Y MERCADO EN EL SOCIALISMO

Yoandris Sierra Lara (CV)
Universidad de Pinar del Río

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Capítulo 4. Elementos básicos del modelo propuesto por Elson.

Elson presenta  su propia propuesta alternativa ante  lo que define como el socialismo de mercado de Alec Nove y la economía socialista sin precios de Ernest  Mandel.
La producción y reproducción de la fuerza de trabajo.
Elson vuelve sobre su argumento del papel central que debe  desempeñar  la producción y reproducción de la fuerza de trabajo en la economía socialista. Sabido es que en la economía capitalista el proceso de producción y reproducción de la fuerza de trabajo está subordinado al proceso de acumulación de capital. La pretensión para la economía socialista radicaría en revertir esta relación: hacer de la producción y reproducción de la fuerza de trabajo la variable independiente y la acumulación la variable dependiente.
Según la autora, para que lograr esta situación es necesario erradicar la coacción económica sobre los hogares. Para ello los hogares necesitan tener acceso a un ingreso básico sin ser forzados a vender fuerza de trabajo a empresas, aun cuando estas sean de propiedad pública. Así, “su supervivencia, en un nivel básico pero decente, debería estar libremente garantizado. Sólo entonces son capaces de una verdadera elección acerca de la venta de su fuerza de trabajo a las empresas, y no están impelidas a venderla por necesidad”1 .
Según la autora, en las condiciones de una economía industrial las bases para que los hogares tengan elección y libertad tendrían dos formas: la provisión libre de gastos de los servicios básicos, como la salud y la educación, el agua y los servicios sanitarios; y la provisión, a todo ciudadano y por derecho propio, de un ingreso monetario mínimo para cubrir la compra de suficiente comida, vestido, abrigo y bienes para el hogar para un estándar básico de vida.
Estratégicamente, y con la finalidad de garantizar lo que Elson define como la socialización del proceso de formación de los precios, es necesario también el acceso igualitario y sin trabas a la información.
Tomando en cuenta estas propuestas de eliminar la coacción económica para la venta de la fuerza de trabajo, e incluso la garantía de un ingreso básico estable, ¿qué haría entonces a las personas ofrecer su fuerza de trabajo?, ¿qué las haría levantarse en las mañanas  e ir a trabajar?, ¿cómo se crearían los bienes y servicios que se ofrecerían gratis o que se comprarían con ese ingreso básico? En este punto no debiera desestimarse que, durante siglos, el trabajo ha sido asumido para la generalidad de las personas como una penosa actividad, incluso la economía neoclásica utiliza categorías como “desutilidad” y “utilidad”  del trabajo para referirse a las distintas  dimensiones de este proceso. Entonces, ¿cómo esperar que de la noche a la mañana los hombres al verse librados de la necesidad de trabajar aun lo hagan? Elson expone una serie de razones que la hacen razonar que esto sucedería:

  • La mayor parte de la población querrá comprar más de lo que lo asegurado permite. (en este sentido creemos que de cierto modo Elson  mira al proceso como productivo como algo poco sistémico o más bien aleatorio, unos días vendrán 100 obreros a producir, otro día 20, y así)
  • La población usará el dinero para comprar sus propios medios de producción y para establecer empresas domésticas o para asociarse con otros hogares para formar cooperativas. (acá en nuestra opinión tampoco queda muy claro cómo estarían en existencia dichos medios de producción, sobre  todo capaces de satisfacer una demanda que se asemeja a la de una economía que práctica un proceso de reproducción ampliada, toda vez que el ingreso básico se está destinando a comprar medios de producción y no medios de consumo)
  • La población tendrá el espíritu cívico suficiente como para advertir que deben contribuir a la producción si es que el ingreso asegurado va a tener algún poder de compra real. (acá al menos podemos recalcar las tesis del propio marxismo de que la ideología es, en última instancia el reflejo de las condiciones materiales dominantes, si aún se construye la base económica socialista pretender que solo el espíritu cívico movilice el trabajo pudiera ser algo endeble).
  • Un elemento de complementación al denominado espíritu cívico, podría estar dado en la propuesta de que, junto al derecho al ingreso asegurado esté la obligación, por parte de los adultos aptos, de tomar a su cargo cierto trabajo doméstico no pagado.

Elson considera que entre el ingreso básico asegurado que propone y la socialización del proceso de formación de los precios, que para ella tiene un sentido estratégico, existe una relación muy importante, y una variable clave acá es la inflación. Esto debido a que el poder de compra real de dicho ingreso básico asegurado está determinado, como para cualquier ingreso, por la medida misma del ingreso y por el nivel general de los precios en el mercado.
Empresas públicas dirigidas por los trabajadores.
Elson define grosso modo lo que entiende por empresas públicas dirigidas por los trabajadores. Básicamente, significa que las empresas públicas deberían estar dirigidas por trabajadores; que debería haber un derecho al trabajo para los que son empleados de las empresas públicas; y que los salarios básicos deberían estar determinados a través de un mercado de trabajo “socializado”. En este sentido, autogestión de los trabajadores significa que los costos laborales totales son serán tratados simplemente como un costo a ser minimizado.
En cuanto a la posibilidad de que esta práctica afecte la eficiencia o la innovación, también debería tenerse en cuenta que este tipo de empresas puede ganar en cuanto a que los trabajadores tengan más tiempo libre o un ingreso extra.
Según refiere la autora, en las empresas públicas dirigidas por trabajadores, éstos no tendrían el mismo grado de control que en las cooperativas, ya que habría ciertas restricciones sobre la disposición y utilización de los bienes. Esto al tiempo que en las economías centralmente planificadas, dichas restricciones han sido reforzadas por una formidable burocracia central de ministerios de los distintos sectores industriales.A partir de lo anterior, Elson propone que exista lo que ella define como un Regulador de Empresas Públicas “cuya función no sea la de establecer objetivos de producción y asignar inputs a las empresas públicas, sino la de reforzar ciertas normas democráticamente acordadas para la utilización de los bienes públicos; para prevenir, por ejemplo, que los empleados de una empresa pública se apropien sus bienes para sí mismos o para sus asociados”2 .  
En cuanto a cómo funcionarían estas empresas públicas dirigidas por los trabajadores, refiere que “los empleados de las empresas públicas no recibirían una fracción de los excedentes de la empresa, sino que recibirían una parte considerable de sus ingresos en forma de un salario fijo, pero podría haber bonos de productividad fluctuante, ligados al rendimiento individual, del equipo o de la empresa. Con la excepción de aquellas que provean servicios gratis, las empresas comprarían sus materiales y equipo y venderían sus productos en mercados socializados”3 .
En el caso hipotético de que surjan situaciones en que una empresa no fuese  capaz de costear sus propios gastos y necesite ser reconstruida, esto sería afrontado por el Regulador de Empresas Públicas. En su consideración, nadie quedaría cesante. En cambio, el Regulador ayudaría a formular planes para el reempleo de los desempleados en puestos similares en otras empresas, o para la capacitación para nuevas tareas. Los empleados tendrían derechos bien definidos en relación a este proceso. El Regulador de Empresas Públicas brindaría financiamiento transitorio; y también tendría derecho a suspender la financiación cuando los trabajadores buscasen retardar los cambios en vez de reestructurarlos.
La condición necesaria que debe cumplirse para el buen funcionamiento de estas empresas está dado en el libre flujo de información dentro de la empresa y entre ellas.
Mercados socializados.
Elson define el  mercado socializado como “un mercado en el que el mercado es construido por organismos públicos, que no se financian con el producto de las ventas sino con impuestos a las empresas y a los hogares. Es también un mercado en el que los apretones de manos invisibles, las relaciones de buena voluntad y reciprocidad que las economías de mercado – al menos en cierto grado – han encontrado necesario construir, son convertidas en redes de información pública con acceso libre y no en círculos o clubes masculinos, que excluyen a los extraños”4 .  
En su opinión, la ventaja de tener constructores de mercado público (a los que ella les llama Comisiones de Precios y Salarios) es que superan las barreras para el intercambio de información que existe cuando los mercados están organizados privadamente. De esta forma, “un mercado socializado permite la dispersión de la iniciativa, que es un aspecto esencial de una sociedad que libera a los hombres, pero crea nuevos canales e incentivos a las iniciativas individuales para servir al bien común”5.   
Según Elson, para que lo anterior se cumpliese la denominadas Comisiones de Precios y Salarios deben acometer tres tipos de actividades:

  • Deberían brindar instrumentos físicos para el intercambio de información acerca de las condiciones de las ventas y las compras entre las empresas, y entre empresas y hogares. La naturaleza de estos instrumentos físicos debe depender del nivel de desarrollo económico. La información debe referirse especialmente al proceso de formación de precios.
  • Reforzar la divulgación de información, sobre la base de sistemas de contabilidad estandarizados.
  • Guiar la información de precios y salarios.

También propone la existencia de Redes de Compradores y Vendedores, las que deberían complementar a los constructores públicos de mercado. El interés básico de estas redes sería promover el intercambio directo de información sobre cuestiones como las especificaciones de los bienes y de los procesos de producción, y los planes de inversión. Según Elson, esta sería una entidad diferente de las burocracias y también de los mercados. Las funciones especiales de estas redes consistirían en:

  • Facilitar el intercambio de información.
  • Reforzar la libre circulación de la información.
  • Diseño y especificación de los bienes y de los procesos de producción.

Elson argumenta la relación entre las redes de compradores y vendedores y la planificación de la economía nacional. Según su criterio, las redes de compradores – vendedores formarían la base de un proceso de planificación social descentralizado, en el que las implicancias de los planes de inversión de las distintas unidades podría ser considerado antes de que estos planes sean llevados a término. La administración de tales redes podría interactuar con una oficina nacional acordada conjuntamente.Debe observarse que la deseabilidad de la descentralización de las decisiones, en lo que se refiere a la utilización de la capacidad y la innovación, no significa que no se requiera ninguna forma de planificación centralizada para el conjunto de la economía. Según plantea Elson, “debe haber, ciertamente, una estrategia general para identificar qué sectores deben expandirse y cuáles declinar, cuánto debe  ser asignado para inversión y cuánto para el consumo; y cuáles de los cuellos de botella deben ser ensanchados, y cuáles aceptados como constreñimientos. Pero la estrategia no sería implementada mediante la asignación central de los recursos materiales y los objetivos de producción para cada empresa”6 .
A partir de lo anterior, Elson expone cómo deberían funcionar el Regulador de Empresas Públicas, las Comisiones de Precios y Salarios y las Redes de compradores y vendedores en los tres mercados. (Trabajo, bienes de producción y bienes de consumo).
En cuanto al mercado de trabajo  las acciones de las comisiones y redes serían las siguientes:

  • La Comisión de Salarios brindaría información para el intercambio de información acerca de los puestos de trabajo vacantes y de personas que buscan empleo.
  • La Comisión de Salarios puede ayudar al reforzamiento de los estándares mínimos para los términos y las condiciones de trabajo, rechazando el ingreso al mercado socializado a las ofertas de trabajo que caigan por debajo de esos estándares.
  • La Comisión de Salarios produciría patrones básicos, tanto para los salarios básicos relativos, como para los incrementos generales de los salarios básicos. Esto sería una contribución clave tanto para asegurar una distribución del ingreso socialmente justa, como para controlar la inflación.
  • El Regulador de Empresas actuaría como una compañía de sostén para los hombres cuyos empleos previos hayan sido destruidos; pagándoles sus salarios básicos, y otorgándoles una estructura organizacional y calificación, hasta que pudiesen ser recolocados en nuevos puestos de trabajo. De esta forma se eliminaría el desempleo involuntario.

Según considera Elson, la socialización de los mercados es una pieza clave tanto para asegurar la erradicación del desempleo como para evitar el estancamiento de la productividad y el crecimiento, siendo los males respectivos tanto de la economía de mercado como de la planificación centralizada.
Un sistema como este replantearía los objetivos de los sindicatos de trabajadores, los que dejarían de estar concentrados en la negociación de los salarios básicos, para centrarse en asuntos como la capacitación de sus miembros para que defiendan sus derechos, en la negociación sobre las organizaciones de la producción y la disposición de los excedentes de las empresas y el asesoramiento sobre los estándares nacionales de valuación de empleo y sobre los análisis de comparabilidad.
Para el caso del mercado de  bienes de producción, dado que la compra y venta de bienes de producción tiene lugar entre empresas, no habría alguna razón especial  por la cual las empresas de propiedad pública no debieran tomar a su cargo iniciativas descentralizadas en la compra y la venta de bienes de producción, en el marco de ciertos parámetros establecidos por el Regulador de las Empresas Públicas.
En cuanto al rol de la Comisión de Precios, Elson considera que su tarea central debe estar orientada a la provisión de instrumentos para el intercambio de información sobre las condiciones de las compras y las ventas.
De cualquier forma, un tema importante en cuanto a la regulación de los precios estaría dada en el establecimiento de patrones de precios, los que contribuirían a la prevención de los problemas macroeconómicos que, como vimos anteriormente tanto para Mandel como para ella Elson tenían su fundamento en los problemas micro, o del mercado.
Además de lo anterior, las redes entre compradores y vendedores de bienes de producción tendrían dos funciones muy importantes, siendo estas la minimización de las fluctuaciones en la utilización de la capacidad instalada y la difusión de las innovaciones técnicas.
Para el caso de los mercados de bienes de consumo Elson considera que muchos de los mecanismos descritos para los otros dos mercados también se aplicarían, con la distinción principal de que en este son los hogares los que compran en el mercado, siendo que los hogares no cuentan con la cantidad de recursos ni el conocimiento especializado que poseen las empresas.
Estas limitaciones harían que el comportamiento de los hogares en los mercados llegase a ser frecuentemente contraproducente. Una vez más, los mercados socializados serían una solución, debido a que pondría en manos de los hogares más conocimiento, y los haría más conscientes de las interdependencias entre sus actividades como consumidores”7 .
En este sentido, Elson señala una serie de acciones que la denominada Comisión de Precios llevaría a cabo en relación a los hogares dada la participación de los mismos en los mercados socializados:

  • Brindar información acerca de cómo se forma el precio de un bien en la actividad económica.
  • Mostrar cuánto le corresponde a cada actividad en el precio final.
  • Explicar cómo se conforman el mark – up (margen de beneficio que la empresa pone por encima del precio de costo ) y los costos en cada punto de la cadena de producción;
  • Mostrar cuánto hay de impuesto y de subsidio incorporado en cada precio.

En la propuesta de Elson, estas recomendaciones se concentran en el grupo de precios de los denominados productos primarios o básicos, lo que reduce el diapasón del volumen de información a generar y procesar. Pero, ciertamente, en economías con bajo nivel relativo de desarrollo, los productos primarios tienden a representar la mayor parte del gasto en consumo de los hogares.
Creemos que, efectivamente, mientras más tienda a democratizarse el proceso económico, y el fundamento de esto estaría en la socialización de la producción inherente al socialismo, más importante sería observar las propuestas que realiza Elson. Para una economía como la cubana, donde existen tantas distorsiones en cuanto a la cantidad de mercados de bienes de consumo, la dualidad monetaria, la existencia de subsidios, etc, esto se haría aún más relevante. Sin embargo, este tipo de información sistemática realmente no existe. De hecho, la propia Elson partiendo de reconocer la extrema importancia que tiene para el funcionamiento de la economía – sea capitalista o socialista – el proceso de ajuste de los hogares ante los cambios de precios de bienes de consumo en el mercado, indica que “en ninguno de los dos tipos de economía se les ha brindado a los hogares información suficiente para evaluar los precios, para decidir si las alzas son justificadas, o para distinguir entre los cambios en los precios relativos que son necesarios para el ajuste de la economía, y las alzas en el nivel general de precios” 8.
Siendo consciente de que los hogares están en una relación de inferioridad si se les compara con las empresas en el proceso de establecimiento de los precios de bienes de consumo en este mercado, Elson propone la creación de una Unión de Consumidores, que actúe como una coordinadora de las redes entre los hogares y las empresas que producen y venden bienes y servicios al por mayor y al por menor. Algunas de sus funciones serían las siguientes:

  • Brindar información acerca de la calidad de los bienes y servicios.
  • Brindar información acerca de las condiciones en las que esos bienes y servicios son producidos, y acerca de sus efectos sobre el medio ambiente.
  • Enseñarían a los hogares a tener una perspectiva más amplia respecto a las implicancias de sus compras que la simple búsqueda de la forma más barata de satisfacer las necesidades inmediatamente percibidas.

Elson sostiene que todas las empresas que deseasen producir o vender bienes y servicios a los hogares deberían registrarse en la Unión de Consumidores, y liberar la información sobre sus productos y métodos de producción y sobre sus niveles de stock, información que en definitiva éstas necesitarían para sus propios fines. Sería fundamental además que la Unión de Consumidores sea financiada mediante impuestos, para permitir que su información sea independiente, y para evitar que tenga que utilizar para ello técnicas inflexibles.
Coordinación y control consciente.
En este apartado Elson explica cómo considera que ocurrirá la coordinación económica socialista. Según ella, el objetivo de la misma no sería un equilibrio ex ante, en el que la oferta y la demanda se igualan antes de que se lleve a cabo la producción. Este sería un objetivo imposible. El  verdadero objetivo de la coordinación económica, en su criterio, sería crear “un proceso de coordinación que ayude a evitar el desempleo y la inflación, contribuyendo a generar, al mismo tiempo, incrementos en la productividad y en la satisfacción de las necesidades de la gente”9 .  
En este esquema, la planificación económica  global tiene un papel vital que desempeñar en el  establecimiento de los parámetros en los que operan las empresas individuales, y en la prevención de grandes interdependencias. Pero esta no tomaría la forma de un mecanismo para la asignación pormenorizada de los recursos materiales, sino la de la estrategia de dirección, de una visión del futuro. Aquí, la política monetaria y fiscal jugarían un papel importante en la implementación del plan; pero también lo harían las relaciones de reciprocidad, confianza y persuasión.
Por otra parte, aun cuando las empresas sean de propiedad pública y estén así sujetas al Regulador de Empresas Públicas, no estarían sujetas a directivas obligatorias de la administración central. Los empleados de las empresas del sector público no tendrían derechos de propiedad, pero sí de uso, y estas empresas serían autofinanciables.
Otro aspecto es que la reubicación de la fuerza de trabajo entre empresas públicas estaría organizada por el Regulador. Las empresas serían libres de elegir entre sus proveedores y clientes, pero sus interrelaciones con los demás, y con los hogares, estarían mediadas por las Comisiones de Precios y de Salarios, y por coordinadores de redes, incluida una Unión de Consumidores.
También acota nuevamente el tema de la socialización del proceso de formación de precios.
Las empresas establecerían contacto con los consumidores y los proveedores a través de canales públicos, financiados por impuestos; y estos canales serían canales de información abiertos. La formación de los precios y de los salarios sería transparente: el diseño de los productos y los procesos de producción sería transparente. Los obstáculos a la transferencia de información serían disueltos.
Este esquema de coordinación económica podría resolver el problema del inmenso flujo y cantidad de información que demanda una economía planificada centralmente. De hecho, según Elson, este tipo de  esquema lo que requiere es “la reunión y el procesamiento a intervalos discontinuos y en forma separada de la información ya generada por las empresas para su propio uso, como los costos unitarios y el nivel se stock, y las especificaciones sobre el proceso de producción y el producto”10 .
Es importante acotar que, la barrera para establecer este tipo de esquema de coordinación económica no es de tipo técnica, sino social y política.
Resulta fundamental el criterio que Elson maneja en cuanto al control consciente de la economía por la sociedad, siendo este uno de los objetivos estratégicos y trascendentales de la teoría y la praxis marxista revolucionaria, presente tanto en la obra de Marx y Engels, como en el pensamiento posterior. Para Elson el control consciente de la economía por la sociedad no tiene que ser en términos de la centralización de toda la información relevante en un centro de toma de decisiones, y de la toma de decisiones con conocimiento total de todas las interconexiones y ramificaciones. Según ella, ese es un objetivo imposible, e indeseable. Su propuesta es que“El control consciente es concebido mejor como acceso abierto a toda la información disponible que se refiere al producto y a su precio, de modo que todo aquél que toma decisiones tiene acceso a la misma información que cualquier otra persona”11 .
Finalmente, Elson se plantea el problema de cómo transitar desde la economía realmente existente – sea de la economía de mercado capitalista o de la planificada centralmente socialista – hacia una economía basada en este esquema de coordinación que ella sugiere. Estos serían los  caminos que sugiere Elson para cada economía en particular.
Para la economía de mercado capitalista: “lo importante parece ser un ataque a las prerrogativas que el capital posee sobre toda la información, y comenzar a desarrollar redes que prefiguren las que necesitaría una economía socialista. Una gran cantidad de cuestiones, que van desde la regulación del mercado, las prácticas restrictivas y los cárteles, las cuestiones ambientales, la protección del consumidor; desde la democracia industrial y las estrategias industriales nacionales a un gobierno abierto, pueden ser entrelazadas en una campaña coherente en torno al acceso libre a la información. En este marco, las prioridades deben ser elegidas desde el punto de vista de aquellos con menos acceso y control de la información, los hombres con menos educación y calificaciones, que también son, generalmente, los más pobres. Esto tendría la ventaja de conservar la moral bien alta, y de apelar a una amplia gama de no socialistas, así como también a los socialistas, mientras va hacia el corazón de la capacidad capitalista de explotar al trabajo”12 .
Para el caso de las economías socialistas “lo importante parece ser atacar tanto las prerrogativas sobre la información de la burocracia como las prerrogativas sobre la información de  los administradores de las empresas”13 .
En este sentido considera que la Glasnost, es un paso en la dirección correcta, pero necesita ir más allá, ya que “por sí mismo, el socialismo de mercado refuerza y extiende el poder de los administradores de las empresas a expensas de los trabajadores comunes. Las medidas para crear mercados deben ser complementadas con las medidas para socializarlos”14 .   
Termina siendo evidente en este aspecto el hecho de que para Elson la esencia del nuevo esquema de coordinación radica en la capacidad que posee para socializar la información, siendo este el ideal de control de la sociedad sobre la economía. A no ser que se pueda considerar como un modo sustantivo en sí mismo, este esquema de Elson es en verdad una representación del socialismo de mercado. Como se puede apreciar además, la forma de la propiedad dominante no es para nada el rasgo distintivo o decisivo en la concepción de Elson. Los mercados socializados podrían funcionar tanto en economías capitalistas como en economías socialistas.

1 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 155.

2 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 160..

3 Idem.

4 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 162.

5 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 163.

6 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p.

7 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 176 – 177.

8 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 177.

9 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p.181.

10 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p.182.

11 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p.183.

12 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 183.

13 Idem.

14 Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado?  Elson, D. 1988. ¿Socialismo de mercado o socializando el mercado? En: La crisis de la economía soviética y el debate mercado/planificación. www.cefyl.org.ar. p. 184.