RELACIONES LABORALES PATERNALISTAS EN LA INDUSTRIA DEL CEMENTO

RELACIONES LABORALES PATERNALISTAS EN LA INDUSTRIA DEL CEMENTO

Griselda Lemiez (CV)
Instituto de Estudios Histórico Sociales "Prof. Juan Carlos Grosso"

Volver al índice

3.2  La vida social en la villa obrera

            Calera Avellaneda desplegaba en la villa una serie de actividades de esparcimiento y deporte, con  la  idea de fomentar  la solidaridad y el compañerismo, que eran componentes  esenciales del modelo paternalista. Para ello introdujo en la planificación urbana  edificios destinados a la actividad social comunitaria, como la escuela, el club social y el almacén de ramos generales, pero  también  cumplían un rol fundamental los espacios destinados a la distracción y entretenimiento como el caso de la cancha para práctica de diversos deportes o los salones destinados a los encuentros semanales o  anuales. Estos  espacios alentaban la interacción constante de  los habitantes de la villa obrera  y representaban ámbitos de sociabilidad donde se construyeron imágenes e ideas precisas.
Muchos fueron los espacios que dentro de la villa se  constituyeron en espacios de intercambio  y socialización. El restaurante  se encontraba ubicado próximo a la cantera  y contaba con un amplio espacio utilizado como comedor para obreros y un apartado reservado para el personal técnico y directivo de la empresa. Eran los encargados del funcionamiento del restaurant, una familia que se había instalado en la villa obrera.  Allí concurrían a almorzar algunos de los empleados de la empresa, sobre todo aquellos solteros que vivían en la villa, pagando una cuota diaria que incluía el  desayuno, almuerzo y  cena.  También desde el restaurante se preparaban las viandas destinadas al consumo de los trabajadores de las diferentes secciones de la fábrica.
            Los trabajadores concurrían diariamente a este sitio que, además de cumplir la función de comedor, era el lugar de encuentro y reunión permanente, donde se compartían charlas  y juegos de mesa. Los empleados que habitaban el pabellón de solteros, concurrían al restaurant  por un camino rodeado de árboles que unía ambos sitios.
            En el año 1938, la empresa decide la construcción de un almacén de ramos generales para la villa que se transformará en  uno de los centro de reuniones de muchos vecinos, ya que no solo se concurría al mismo a realizar compras sino que también se debatían temas sobre de política o deporte. Por la mañana se tomaban los pedidos, se encargaba la mercadería a la ciudad de Olavarría y luego se repartía entre de los  clientes de la villa.  La mercadería llegaba al almacén   a través del ferrocarril y  para  el reparto se utilizaba un carro de madera tirado por un caballo,  que abastecía también a otras familias que vivían en  zonas cercanas.
            Dentro  de los negocios también se encontraban la  verdulería, la mercería, la zapatería y la peluquería. Todos estos locales estaban ubicados en un mismo edificio, construido de mampostería de piedra caliza revocada, con piso de cemento alisado, techo de chapa  y cielorraso. También constituían  espacios  de reunión social, donde se comentaban diversos temas que en muchos casos eran de interés común. La carnicería era el único negocio manejado por la empresa, las vacas se encontraban en un campo cercano  a la fábrica y  había un matadero donde se carneaba dos veces por semana. Para la compra de carne, los trabajadores obtenían bonos especiales con un determinado valor que adquirían en la administración de la empresa. 1
            La villa también tenía su capilla,  que funcionaba en el Chalet de los obreros solteros,  y el sacerdote que oficiaba las misas se trasladaba hasta la villa en sulky desde Sierras Bayas. Como en la villa obrera había muchas familias de portugueses,  se eligió la advocación de la virgen de Fátima para la Capilla.
            En el año 1944 comenzó a funcionar la sala de primeros auxilios atendida permanentemente por un enfermero, que disponía en ese momento  de los elementos  más modernos en materia de primeros auxilios. Su labor no fue exclusiva a la  atención de los accidentes dentro de la fábrica, sino que también estaba al servicio de toda la población. Los medicamentos se entregaban gratuitamente.2
            Como parte de los espacios sociales, nace El Club Social y Deportivo Calera Avellaneda,  iniciativa que surgió desde la empresa  y  que  significaba para los habitantes de la villa  un motivo de esparcimiento, ya que además de brindar espectáculos deportivos ofrecía periódicamente cenas y bailes.3 El Club  contaba con una pileta de natación, cancha de tenis, básquet y  fútbol. Allí se realizaban diferentes torneos y competencias  deportivas entre las distintas secciones de la fábrica. También el club estaba destinado a los  frecuentes y diversos concursos de los que eran jurados el patrón  y su esposa. En dichos concursos, se seleccionaba a la reina de la villa obrera, eran premiadas las viviendas más cuidadas y bonitas de la villa, y se otorgaban regalos a los mejores alumnos de la escuela. 4
            La importancia de la construcción del Club,  en el año 1947, radica en la necesidad de contar con un local que  tuviera  las instalaciones adecuadas para diferentes eventos sociales que,  hasta el momento, se habían efectuado en el salón del restaurant con escasa capacidad. 5 Además algunas reuniones  y eventos que se realizaban al aire libre  quedaban limitadas a las arbitrariedades del tiempo, y muchas de ellas se suspendían por sorpresivas lluvias.
            Otro espacio social significativo fue el Salón de Actos Sociales, una construcción independiente decorada de acuerdo a las actividades específicas que se organizaban por  iniciativa empresarial. La empresa construyó este gran salón de actos en el año 1955, y dentro de las fiestas más importantes que allí se realizaban estaba la del día de reyes,  a la que asistían  los trabajadores y empleados con sus hijos a recibir los regalos que la empresa compraba para tal ocasión.
            También se realizaban aquí bailes convocados por   todas las familias de la villa obrera,  entre los  cuatro y seis bailes anuales  los más recordados son los de fin de año. Las fiestas al aire libre se realizaban en el parque central del pueblo, que contaba con una amplia pista de baile, un  pequeño palco, gradas, mesas y una vistosa instalación de luz artificial alrededor de la pista. 6
            En enero del año 1943  se inauguró la pileta de natación con  medidas reglamentarias y trampolines, a la que concurrían diariamente obreros y empleados con sus familias y donde se realizaban competencias entre los diferentes clubes de la zona. 7 La cancha de fútbol se creó en el año 1939, aunque el equipo de fútbol que representaba a Calera Avellaneda ya existía desde 1927 y  competía con diferentes equipos de la zona. La cancha contaba con vestuarios para los jugadores y hasta con cabina de transmisión. Por su parte, la cancha de básquet fue inaugurada en  1942  y también había un  equipo representativo de la empresa,  que intervenía en los torneos oficiales de la liga de Olavarría.
            El tenis también formaba  parte de las actividades deportivas que se realizaban allí y esto se relacionaba con un gusto personal del patrón, quien era un apasionado de este deporte. La cancha de tenis se encontraba ubicada  frente al club, rodeada de un gran cerco. Asimismo, el patrón era un apasionado del  golf  y  por eso en la villa también se construyo una cancha de golf, sobre una superficie de veinte hectáreas. La empresa  se encargaba del mantenimiento y cuidado que específicamente este tipo de canchas requería.  Al igual que los dos casos anteriores, la construcción de la cancha de bochas se relaciona con la preferencia de un sector del personal por la práctica de este deporte.
            Cabe destacar que la práctica de todos los deportes antes mencionados, era abiertas  y gratuita  para  la totalidad del personal de la empresa y de sus familias. Para la enseñanza de los mismos  la empresa había contratado profesionales,  que se instalaban  en la villa obrera por largo tiempo. La proyección de películas también tuvo su lugar  en la villa von Bernard. Un capataz del taller eléctrico daba funciones de cine con un equipo de su propiedad, actividad que en un principio se realizaba  en el chalet  de los obreros, luego se trasladó al restaurante y finalmente al salón de usos múltiples.8
            Mediante diversas actividades propuestas por la empresa, se incentivaba la vida  al aire libre  y el contacto permanente con la naturaleza. Era frecuente  la organización de picnic familiares,  donde todos concurrían,  y campamentos destinados a los hijos del personal.  Como recuerdo un ex vecino de la villa: “En la parte social se trabajo siempre mucho.” 9 Una de las cosas más recordadas por los habitantes de  la villa obrera es la función que cumplía el club social. Un ex empleado recuerda que:

“De chico no tenía muchas cosas para jugar, porque éramos muy humildes, pero como me vine a vivir a la villa, ya mis hijos tuvieron una linda infancia porque Calera desde el Club les brindaba todo.” 10

            Tal como  hemos señalado, por medio de diversas estrategias la empresa estaba dedicada a  la búsqueda de unión e integración de los trabajadores, y tanto el club Social y Deportivo Calera Avellaneda, como el salón de Actos formaban parte de esas estrategias. El fútbol era una de las actividades que lograba unir a todos los miembros de la villa…

“En la hinchada de los domingos nos poníamos junto al alambrado  y alentábamos a Calera con todas las ganas.” 11

            Veamos otro  ejemplo de integración buscado por la empresa: El Club Social y Deportivo “Calera Avellaneda” organizó para el día sábado 18 de abril de 1942, en el salón comedor una gran velada artística y baile familiar a total beneficio de la Sub - Comisión de Foot-Ball. En la publicidad elaborada para dicho acontecimiento, a modo de volante, se hacia referencia a la programación de la velada, como la presentación de la "renombrada orquesta Rossi", la entrega del premio a la señorita ganadora del Gran concurso de Simpatía del Diario local “La Democracia”, entre otros.12 Lo que aquí nos interesa, aparece al final de la nota, donde figura el costo que tienen las entradas para ingresar al espectáculo:

Socios $ 0.50  -  No socios locales $ 1.50   -  No socios forasteros $ 1.00.

            Este dato podría estar mostrando otro rasgo de paternalismo en Calera Avellaneda, ya que la entrada para asistir al baile es más económica para los no socios forasteros que para los no socios locales. Podría estar señalando los beneficios que trae ser socio del Club, que se iguala a la idea de decir, los beneficios que trae ser parte de las asociaciones de le empresa. 
            Es interesante ver que, pese a la integración que buscaba la empresa, las tradiciones y costumbres nacionales de las familias de inmigrantes, se mantenían dentro de la villa  y se expresaban a través de las actividades sociales…

“Las familias  armaban grandes árboles navideños que entregaban en cada una de las casas, tal  como se hacia en Europa, cortaban ramas de pino y las decoraban. Para las pascuas pintaban huevos de  colores y los repartían entre todos los vecinos de la villa, tal como se hacia en Alemania y en Rusia. Festejaban la llegada de la primavera, y cantaban en diferentes idiomas”.13

            Esto nos lleva a considerar que no había un intento, por parte de la empresa, de nacionalizar los diferentes grupos de inmigrantes. La búsqueda de unión  se buscaba por otro camino,  en la realización de diferentes eventos que integraban a todos y que garantizaba una estabilidad dentro  y fuera de la fábrica. Así cada colectividad continuó conservando sus tradiciones y las costumbres que traían de su país de origen,  haciendo partícipe a todo el pueblo de sus festejos y encuentros.
            Dentro del Sistema de Fábrica con Villa Obrera (SFVO), la villa obrera  aparece como  un lugar de descanso, ya que es un modelo empresarial  que tiene en cuenta otros aspectos de la vida de los obreros. ¿Es este el motivo por el cual la empresa fomentaba las actividades de tiempo libre, recreación, deportes etc.? La vida al aire libre, ese contacto directo con la naturaleza, ¿permitía una vida sana, armónica y tranquila tal como cuentan en sus testimonios los ex vecinos de la villa obrera?
            Como hemos adelantado, la empresa  organizaba y fomentaba  campamentos a  los que concurrían los hijos de su personal

“Lo lindo que tenían los campamentos eran los preparativos previos, que consistían en juntar fruta  para hacer el dulce que llevábamos al campamento. También juntábamos botellas, diarios y salíamos a pedir casa por casa un alimento para hacer una canasta navideña. El campamento duraba diez días en el mar y era un premio al esfuerzo y trabajo de todo el año”. 14

            En los campamentos, se compartían juegos y vivencias, también se aprendía  a lavar, cocinar y administrar el dinero. El tiempo de recreación servía para incorporar  valores que se difundieron desde la empresa permanentemente, como la solidaridad, el compromiso,  la buena conducta  y la integración al grupo que,  como vemos en  todos los casos,  era premiada:

“En los campamentos aprendíamos a querer a la naturaleza, a organizar grupos, a trabajar en conjunto, lo que comúnmente se dice uno para todos y todos para uno…En ese tiempo de recreación teníamos que administrar muy bien el dinero que llevábamos para las dos salidas programas, era una experiencia maravillosa que acrecentaba los vínculos fraternos de la comunidad…” 15

            Así, la vida en la villa se reforzaba por fuertes lazos personales. Desde la empresa, se observa una búsqueda constante para que el trabajador se involucre con una constelación de valores y se integre en una cultura laboral determinada por ella. En aquel ámbito de sociabilidad, la organización de la vida cotidiana se reestructuraba bajo la existencia de un arco de solidaridades vecinales que se expresan de la siguiente forma: 16

“En la villa todos nos conocíamos y entre vecinos siempre nos dábamos una mano… todos sabíamos eso, era como un reglamento que teníamos que ayudarnos  entre nosotros.”17

            El hecho de compartir el tiempo libre permitió la consolidación de lazos afectivos entre  los mismos sujetos, dentro de la villa obrera y entre ellos y la empresa. Una trama de  vínculos que se fueron construyendo, un conjunto de valores, actitudes y creencias que unieron  a los miembros de la comunidad, que componen lo que se considera “cultura del trabajo”.
            Ahora bien, podríamos preguntarnos: ¿Cuál fue la eficacia de esas políticas paternalistas que afectaban la vida social de la villa obrera von Bernard? Ha perdurado, en el recuerdo de esa “comunidad”, lo  valores  y costumbres pertenecientes a esa  “gran familia”,  y ello parece indicar un triunfo pero, por otro lado, debemos tener presente las posibles tensiones sociales, culturales, étnicas y políticas que pudieron existir dentro de esa comunidad.

1 García, Maribel;  op. cit., pág 49.

2 Ídem., pág. 91

3 El Club Social y Deportivo Calera Avellaneda, tenía su bandera con logotipo representativo.

4 Testimonio de un ex obrero de Calera Avellaneda y ex vecino de la villa obrera von Bernard: Alberto Soraisz, Olavarría, 06/02/2007.

5 García, Maribel; ob. cit., pág, 5

6 Ídem., pág 71.

7 La pileta de natación de la villa obrera von Bernard, fue la segunda pileta de natación construida en el partido de Olavarría.

8 García, Maribel; ob. cit., pág. 86.

9 Testimonio de un ex obrero de Calera Avellaneda y ex vecino de la villa obrera von Bernard: Alberto Soraisz, Olavarría, 06/02/2007.

10 García, Maribel; ob. cit., pág. 85.

11 Ídem, pág. 85.

12 Ídem, pág. 86.

13 Ídem, pág. 19.

14 Ídem, pág 68.

15 Ídem, pág. 68.

16 Lobato, Mirta: “Mujeres en la fábrica, el caso de las obreras del frigorífico Armour, 1915-1969”. Anuario del IEHS, Nº 5, Tandil, 1990, pág. 195.

17 Testimonio de un ex vecino de la villa obrera von Bernard: Carlos Tavernini,  Olavarría, 02/10/ 2006.