ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Carlos Ruz Saldívar (CV)
Universidad Veracruzana

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La intervención Romana por Pompeyo , decadencia de los Hasmoneos.

Los hasmoneos lograron la independencia del reino Seléucida y mantuvieron su dinastía entre el periodo que va del 142 al 37 a.e.c., empero en el 63 a.e.c. Pompeyo1 el gran general romano, liberó ciudades conquistadas por los judíos y los convirtió en vasallos romanos (Levine, 2011, pág. 283). Los orígenes de esta nueva caída de Judá, se debe en parte a la aparición de Roma y su natural intromisión, pero principalmente a la división creada ante la sucesión de la reina Alejandra Salomé, la fecha de su muerte según Holtzmann y Oncken ocurrió en el 69 a.e.c.  (Holtzmann & Oncken, 1918, pág. 274), Levine por su parte señala que el hecho ocurrió en el 67 a.e.c. (Levine, 2011, pág. 253), de todas formas el problema se da entre los hermanos Aristóbulo e Hircano II que se disputaron el reino, Aristóbulo logró el triunfo militar y ascendió al trono, pero disminuyó la preponderancia del elemento religioso lo que generó un descontento entre los fariseos, por otra parte, la reina Alejandra había tomado mercenarios extranjeros para que los judíos no tuvieran que cubrir una carga militar y faltar a sus obligaciones religiosas, Aristóbulo también los desplazó generando el descontento de Antípatro un jefe militar de origen idumeo2 , quien al verse afectado intentó establecer a Hircano en el trono, para ello, junto con Hircano negociaron con el rey árabe Aretas a efecto de iniciar una revuelta en contra de Aristóbulo, el precio de árabe fueron 12 ciudades que el rey Alejandro Janeo había quitado a los árabes. Los conspiradores tuvieron cierto éxito ya que cercaron a Aristóbulo en Jerusalén, pero él al estar en una situación precaria buscó la ayuda de Roma, ya que por cuestiones del destino se encontraba en Damasco el legado romano Escauro realizando una comisión de Pompeyo, Hircano con tal de evitar que la intervención romana favoreciera a su hermano, también solicitó la ayuda de Roma. Escauro evaluó las alternativas y considerando que a Hircano lo apoyaban árabes Nabateos y no el pueblo en general, amenazó al rey árabe a desistir de su guerra o ser considerado enemigo de Roma, la amenaza funcionó, Aretas levantó el sitio de Jerusalén.
Pompeyo por su parte, se encontraba en Siria acabando con lo último que quedaba del reino Seléucida, posteriormente avanzó sobre otras ciudades destruyéndolas o sometiéndolas, en el camino a Damasco había recibido tres embajadas judías diferentes, la de Hircano y Aristóbulo ambos pidiendo ser reconocidos rey de Judá, pero una tercera al parecer enviada por los fariseos, era diferente e inesperada ya que simplemente  declaraban que los judíos no estaban acostumbrados a ser reinados por hombres sino por Di-os. Pompeyo pidió que se presentaran los dos hermanos en disputa para tomar una decisión, ambos acudieron y entonces les dijo que preferiría llegar a Jerusalén para tomar la decisión, pero a Pompeyo le sedujo la idea del tercer grupo, era preferible que solamente tuvieran sacerdote y no rey, con el fin de abrir la puerta al dominio político romano. Aristóbulo al parecer, vislumbró que las decisiones de Pompeyo no le serían favorables por lo que se evadió de la guardia y se atrincheró en Jerusalén, las fuerzas romanas marcharon rumbo a la ciudad santa, aunque Aristóbulo salió a negociar, los romanos decidieron ponerlo preso y tomar la ciudad. El éxito romano fue aplastante, no era fácil resistir a Roma y con relativa facilidad entraron a la ciudad, la cual estaba dividida en tres grupos, la de los dos hermanos y los fariseos que no querían rey, al momento de entrar los romanos y llegar al templo, encontraron a los sacerdotes ofreciendo sacrificio, el mismo Pompeyo ingresó en la zona del templo, pero al notar que había cometido una falta para el pueblo judío, hizo gala de los atributos romanos de la diplomacia y tuvo la delicadeza de tratar de enmendarlo pidiendo que purificaran el templo. Los romanos fueron hábiles en el manejo de la política, por lo que decidió respetar el templo, no tocar nada del tesoro y admitir que la religión judía no fuera un asunto del interés romano. Pompeyo depuso al rey y se decidió por la propuesta farisea, nombrando como sumo sacerdote a Hircano con lo que quedaba bien con dos de los tres grupos en los que estaba dividida la ciudad, pero dejó vacante el puesto político. Sin embargo la intervención romana no fue gratuita, el reino se convirtió en tributario del Imperio, pero además, si bien los romanos permitían cierta autonomía a los pueblos dominados, no lo harían respetando todos los territorios conquistados por los judíos, por lo que Pompeyo liberó las ciudades en un acto político que le permitió granjearse la simpatía, convirtiéndose en el libertador de las antiguas ciudades griegas, que ahora dependerían de la provincia romana de Siria (Holtzmann & Oncken, 1918, págs. 274 - 277). Si bien en el 63 a.e.c. los romanos tomaron la ciudad, y los judíos perdieron territorio e independencia al depender de la provincia romana de siria, no significó la caída total de la dinastía de los Hasmoneos, Hircano aún se mantenía como sumo sacerdote y detrás de él lo haría otro Hasmoneo, su sobrino Matatias Antígono, pero el fin estaba cerca.

1 Cneo Pompeyo Magno (106-48 a.C.), general y político romano, aliado y yerno de Julio César, más tarde su gran rival por el poder, durante el inicio del fin de la República romana. Fuente: Microsoft Encarta 2008.

2 Idumea o Edom, país al sur del mar Muerto, en lo que actualmente es el sur de Israel y de Jordania. De acuerdo con la Biblia, los idumeos (edomitas) descendían de Esaú, hijo mayor de Isaac. Fuente: Microsoft Encarta 2008.