EL TEXTO ESCRITO ARGUMENTATIVO

Virgen Onelvis Castellano Borlot

2.2. Modelo didáctico de la motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo en los escolares del segundo momento del desarrollo en la escuela primaria.


La concepción del modelo de la motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo, partió de considerar elsistema de influencias pedagógicas y situaciones de aprendizajes significativos, que se da en torno a los diferentes contextos en los que se desempeñan los escolares, por lo que se toma en cuenta los experiencias, intereses, necesidades y motivos de estos, que les permitan enfrentarse a la actividad de estudio y se impliquen en sus aprendizajes, dando sentido personal a lo que aprenden.
En esta investigación se considera que todo modelo permite representar de forma ideal el proceso que se concibe, a partir de sus fines y objetivos, lo que posibilita modelar integralmente cómo debe ocurrir este proceso, teniendo en cuenta sus elementos esenciales, las relaciones entre ellos y su organización sistémico-holística.
En este modelo didáctico se asume la construcción como un proceso que se vincula estrechamente con la comprensión, pues quien escribe no está situado de forma pasiva en un contexto determinado, sino que interactúa con todo lo que le rodea y le trasmite experiencias, o sea, que observa, lee, conversa acerca de los textos de su cultura y esto le permite crear nuevos textos, a partir de esta.

Se hace énfasis entonces, en la importancia de la lectura de diferentes tipos de textos, de acuerdo con la edad y momento de desarrollo de los escolares, sobre todo, aquellos en los que se pueda descubrir argumentos y elementos conectores que luego ellos puedan utilizar en su propio proceso de construcción y para el desarrollo de la motivación, por lo que se considera que la construcción escrita se desarrolla en  una estrecha y necesaria relación con la lectura y la comprensión, procesos en los que intervienen categorías tan importantes como la cultura, los contextos de construcción y el propio escolar, como sujeto del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En tal sentido se entiende la cultura como el resultado de la vida humana, de la creación de los valores, tanto espirituales como materiales; es al mismo tiempo, la actividad a través de la cual el hombre asimila, se apropia, crea y reproduce valores culturales. (Roméu, A., 2007).
En cuanto al escolar como sujeto constructor de textos y de significados, se tiene en cuenta aspectos relacionados con la memoria, los procesos motivacionales y las estrategias cognitivas y metacognitivas, entendidas estas como un proceso cognitivo o metacognitivo específico que busca la consecución de objetivos a través de una planificación consciente e intencionada.
Para lograr el éxito en el proceso de construcción objeto de estudio resulta fundamental, un modelo de motivación para aprender a construir textos escritos argumentativos que considere tanto el componente cognitivo y metacognitivo como los aspectos afectivos del escolar- escritor del segundo momento de desarrollo.
El docente debe conocer las propiedades del texto argumentativo en la que la argumentación aparece en un gran número de textos orales y escritos que se producen dentro y fuera de la escuela en su vida diaria: debates, avisos publicitarios, folletos turísticos, cartas a lectores, solicitudes, artículos de opinión, monografías y críticas literarias, entre otras.
Como se ha señalado, el texto argumentativo constituye un conjunto de razonamientos acerca de uno o varios problemas con el propósito de que el lector o auditor acepte o evalúe ciertas ideas o creencias como verdaderas o falsas y ciertas opiniones como positivas o negativas.
Es un discurso eminentemente dialógico que puede desplegarse en distintas situaciones: diversos sujetos presentan alternativamente sus puntos de vista y las objeciones que tienen respecto a los razonamientos de los otros, así como también un solo sujeto argumenta y presenta la refutación a probables contrargumentaciones.
Los textos argumentativos suelen tener diversas estructuras. En la presente investigación se organizan del siguiente modo:

Esta estructura canónica puede sufrir transformaciones: el punto de partida puede estar sobreentendido, la conclusión puede quedar implícita porque se impone como evidencia. Pero la efectividad del texto no se encuentra en las propiedades de su superestructura sino en la calidad y diversidad de las estrategias discursivas usadas para persuadir al lector.
Estos criterios permiten definir el modelo didáctico de la motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo como una construcción teórico-metodológica que revela la importancia de la influencia, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, de las experiencias, vivencias, emociones, necesidades y motivos, adquiridos de la interrelación del escolar con los contextos formativos en los que se desempeña, los que forman parte de su cultura previa individual y que pondrá en práctica en el proceso de construcción del texto escrito argumentativo.
El proceso de construcción del texto escrito argumentativo es entendido aquí, como el proceso en cual el escolar, bajo la guía del maestro, conoce y controla de manera consciente y reflexiva, la actividad cognitiva de la construcción de un texto. Comprende el conocimiento de los recursos cognitivos, expone una idea o tesis clara, un argumento válido y bien construido y una conclusión explícita a partir de sus saberes, motivaciones y vivencias. Teniendo en cuenta además lo pragmático del escolar, y dirigido a obtener la aprobación de una idea o tesis, por parte del receptor.

Para el logro de lo anterior, es necesario que los escolares puedan interpretar y comprender, a partir de relacionar los contenidos que ya conocen con los nuevos que van aprendiendo, formando así su experiencia previa individual, lo que permitirá un adecuado desempeño en el proceso de adquisición de los conocimientos, revelando estos en la calidad del aprendizaje en este contenido de la Lengua Española.
En este propósito el rol del docente es trascendente, de ahí la necesidad de esclarecer qué particularidades definen el proceso de la motivación para aprender la construcción del texto escrito argumentativo en los escolares del segundo momento del desarrollo de la escuela primaria, como elemento esencial a tener en cuenta para la concepción del modelo que se propone.
Los criterios hasta aquí abordados permiten conceptuar el proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo, como un proceso de instrumentación consciente y planificado del sistema de influencias educativas que se involucran en el proceso de enseñanza-aprendizaje del texto escrito, a través del cual se precisan los métodos, enfoques y situaciones de aprendizaje con base en un ambiente socio-psicológico positivo de apoyo, cordialidad y empatía, cuya finalidad es promover en el escolar la disposición para la construcción de textos, desde sus propias creencias, experiencias y argumentos, que están presentes en su subjetividad.

En este sentido, el papel didáctico-metodológico de los docentes se centrará en proporcionar motivos para despertar el interés de sus escolares de aprender, participar y construir su propio aprendizaje, y así crear un ambiente significativo de trabajo y colaboración, tomando en consideración aspectos como:

El modelo propuesto surge, de las insuficiencias presentadas en la orientación del proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo en los escolares del segundo momento del desarrollo de la escuela primaria, constatadas a partir de indagaciones empíricas, y refrendadas en la sistematización teórico epistemológica de dicha problemática.

La orientación del proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo en los escolares del segundo momento del desarrollo de la escuela primaria posee carácter desarrollador y flexible, lo que se traduce en que puede adaptarse a diferentes grados escolares y a todas las asignaturas del currículo; esto explica su carácter instrumental y la naturaleza interdisciplinaria de su abordaje práctico pedagógico y desarrollo.
Este modelo se sustenta en los presupuestos teóricos que caracterizan a este proceso y las relaciones que se establecen entre sus configuraciones, expresadas  a partir de la comprensión pedagógica de la motivación en el ámbito escolar, lo que significa estimular la voluntad de aprender para alcanzar un propósito educativo determinado. Se identifican como dimensiones del proceso de construcción del texto escrito argumentativo en los escolares del segundo momento del desarrollo de la escuela primaria las siguientes:

Estas dimensiones se interpretan desde enfoques lingüísticos, psicológicos y didácticos indispensables en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua, tienen en cuenta la apropiación que hace el escolar de la construcción de textos escritos como un producto de asimilación e integración de su medio sociocultural y la influencia que ejercen los diferentes contextos de actuación (hogar, escuela y comunidad) en su formación integral, por lo que es necesario conocer el mundo real del escolar, su nivel de motivación, sus vivencias, necesidades, habilidades y capacidades, que contribuirán al desarrollo pleno de su personalidad, y de habilidades que se traduzcan en motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo.

Llegar a identificar estas dimensiones significa explicarlas como expresión de su desarrollo, a partir de las relaciones esenciales que se producen entre sus configuraciones, como procesos intrínsecos de la dinámica motivacional del proceso de enseñanza-aprendizaje de la construcción del texto escrito argumentativo. La contradicción existente entre ellas se constituye en la contradicción que se despliega en el modelo, donde en el resto de sus relaciones se manifiesta y les da sentido.
La sistematización teórica de estas dimensiones, influye en el  desarrollo de la personalidad del escolar primario, pues a través de estas, se interpreta la asimilación del contenido de la enseñanza y se ofrecen las herramientas que les permiten apropiarse de la cultura que le rodea, las formas de actuar y de pensar de sus semejantes, y otros factores que posibilitan su desarrollo y que actúan como resortes o apoyo afectivo en la motivación hacia las tareas de aprendizaje, lo que se convierte en la experiencia acumulada que pasa a formar parte de su cultura, nacida de la interacción con sus coetáneos y con el medio en que vive y que devienen vivencias, emociones, intereses, necesidades y motivos.

De esta manera es evidente, que todos los factores que se integran en función del desarrollo de la personalidad del escolar, tienen una naturaleza cognitivo-afectiva, imposibles de separar, al ser considerados indispensables para su desarrollo armónico, son esenciales para el funcionamiento psicológico normal de este y de su desempeño en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Lengua Española, lo que lo pone en condiciones de orientarse hacia la práctica de sus conocimientos y experiencias en el contexto donde se desarrolle, para así enriquecerlos y utilizarlos en función de su bienestar físico y mental.
Es en este proceso donde el docente organiza sus estrategias de enseñanza, desde la visión del aspecto vivencial-intelectual o contextual-cognitivo del desarrollo de sus escolares, con el objetivo de que se aprovechen sus experiencias y vivencias, así como los principales motivos, en función de estimular el desarrollo de sus potencialidades, y se valore la posibilidad de que estos devengan argumentos a utilizar en el proceso de construcción del texto escrito argumentativo.
En esta dinámica se revela la dimensión contextual-metacognitiva del proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo en los escolares primarios del segundo momento del desarrollo.
Dimensión contextual-metacognitiva
Se comprende lo contextual-metacognitivo, como una situación didáctica que expresa la influencia de los contextos formativos y del papel del docente en el aprendizaje de los escolares, a través de estrategias que contribuyan al desarrollo de la metacognición, y el empleo de recursos lógicos que permiten al escolar responder el qué, el cómo y el por qué de las cosas, a partir de sus experiencias, intereses y motivaciones, de manera que este domine cómo emplear argumentos lógicos que sustenten sus criterios y posiciones.
La comprensión teórica de esta dimensión permite reflexionar acerca de elementos que la sustentan y que dan cuenta de su relación con los conceptos de construcción de textos, metacognición y metaconstrucción, por lo que de manera muy sintética se señala, que la construcción de textos es un proceso cognitivo complejo, que implica la capacidad para construirlo adecuadamente, esto es, coherente en los diversos niveles discursivos: el superestructural (presencia de un esquema textual básico), el macroestructural (coherencia global del texto) y el microestructural o coherencia local.
Se desprende de lo anterior que un escolar textualmente competente es, en el contexto de la presente investigación, capaz de construir un texto que responda a una tarea de escritura propuesta. En este caso, un texto argumentativo que debe incluir una tesis clara, un argumento válido y bien construido y una conclusión explícita. El escolar debe, además, planificar y evaluar su acción discursiva mediante la consideración de un auditorio o destinatario, es decir, también debe tomar en cuenta lo pragmático.

Al abordar el conocimiento metacognitivo declarativo referido a la construcción de textos escritos, se está abordando la reflexión acerca del propio proceso de composición, es decir, la metaconstrucción. Esta incluye aspectos relacionados con el conocimiento de los subprocesos de construcción del texto escrito argumentativo: planificación, construcción, contextualización y autorrevisión.
En la planificación se selecciona el tema (tesis, enunciado, afirmación, opinión o idea) y la documentación sobre este. En este proceso el escolar debe conocer, que es casi imposible construir algo que no tenga como referencia lo ya elaborado. De ahí que, documentarse lo suficiente es muy importante, para constatar que la idea planteada no ha sido dada a conocer exhaustivamente por otros;  que los hechos, fenómenos y situaciones son más ricos mientras aborden más puntos  de vista. Este proceso debe ser encaminado por la sustentación guiada del docente.
En el subproceso de construcción se realiza una aproximación al texto escrito. Se enseña al escolar a crear su propia estrategia de planeación, entendida esta como lo que se debe hacer después de conocer el qué, de definir el tipo de texto que se va a construir, de presentar los argumentos y los conectores, de organizar la información y las notas tomadas; así como de definir el lector, entonces se piensa y esquematiza qué se va a decir en cada una de las partes, así sea de manera rápida y superficial, lo que motivará al escolar a construir su texto escrito argumentativo.
Por su parte la contextualización se constituye en el acercamiento del texto al contexto,  momento en el cual se debe orientar al escolar a que considere para quién escribe, en qué contexto va a ser leído, si puede ser aceptado o no. Los términos y el tipo de lenguaje deben ser pensados y utilizados conscientemente, de acuerdo con el lector y el tipo de texto seleccionado, en este caso los conectores argumentativos propios de la edad de este escolar-escritor, deben mostrarse en un texto modelo para que él los descubra, analice, seleccione y pueda ponerlos en práctica en su propio texto.
La autorrevisión se manifiesta en el intercambio del escolar con su propio texto, el mismo debe ser capaz de detenerse en cualquier momento de su actividad constructiva y evaluar, decidir cambiar o continuar, en función de la coherencia global y de los aspectos comunicativos del texto. Este es el subproceso más crítico del proceso de motivación para aprender a construir el texto argumentativo. Es aconsejable, a partir de él, contar con criterios básicos de corrección, como la autoevaluación, la heteroevaluación y la coevaluación, mediante estrategias metacognitivas.

De ahí que la metacognición, es entendida como los pensamientos conscientes y deliberados que tienen otras cogniciones y se reconoce en ella, al menos, dos componentes: el conocimiento y el control de la propia actividad cognitiva. El primer componente es de naturaleza declarativa, es decir, concientizable, y comprende el conocimiento de los propios recursos cognitivos, de las demandas de la tarea y de las estrategias que pueden ser usadas. Por su parte, el control metacognitivo constituye el componente procedimental e incluye los procesos de planificación de las estrategias más adecuadas para resolver una tarea, de supervisión del uso que se hace de las mismas y la evaluación de los resultados obtenidos.
En el nivel metacognitivo el escolar-escritor realiza una representación mental del texto que quiere elaborar, para lo cual busca información en diferentes fuentes, genera todas las ideas relacionadas con el tema que considera suficiente, luego las selecciona y las organiza y además, siempre establece objetivos claros para su texto; por otra parte, reflexiona acerca de la intención final de este.
En este proceso además, lee su texto con un alto nivel de metacognición, modifica párrafos completos, añade o quita elementos en función de los objetivos planteados en la planificación. Hace cambios profundos si es necesario, y corrige los elementos gramaticales si es pertinente, teniendo en cuenta el destinatario y propósito del texto, considera los elementos anteriores, pero no descuida el elemento pragmático o finalidad del texto, es decir, se tienen en cuenta los objetivos del texto, corrige la ortografía y añade o elimina otras palabras.
En esta dimensión se modela el proceso de reconocimiento de las condiciones materiales y espirituales que reguladas por el lugar, el tiempo y las circunstancias en que los escolares expresan las experiencias socioculturales adquiridas mediante su intercambio con el medio en que viven, propician una significación comunicativa al proceso de construcción del texto escritoargumentativo, mediante el uso de sus vivencias y experiencias como argumentos.
En dicho proceso juegan un papel importante los contextos de construcción como factores externos que influyen en la construcción de un texto escrito, en este caso del argumentativo. Estos factores han sido considerados de manera amplia, como globales, los cuales recogen los entornos físicos o de situación, entre los que se encuentran elementos de la sociedad que pueden ser acciones y procedimientos institucionales y la participación de los miembros, grupos e instituciones, o locales, en los que se encuentran la situación, los participantes, las intenciones y propósitos.
Teniendo en cuenta estos elementos, es preciso que el docente asuma una posición de enseñar y aprender, y que los escolares aprendan y a la vez se enseñen dentro de la interactividad que se produce entre todos los miembros del grupo en el proceso de construcción del texto escrito argumentativo. Esto contribuirá a la formación de la personalidad del escolar, en consecuencia con el contexto donde este se desempeñe (escolar, familiar y/o comunitario), el que aportará los elementos necesarios para que pueda construir su propio conocimiento, sin perder de vista la estimulación de sus potencialidades y necesidades, lo que posibilitará la sistematización del proceso de construcción del texto escrito argumentativo, según la situación de aprendizaje.
Lo planteado anteriormente permite considerar, que para la construcción de un texto argumentativo, juegan un papel importante las experiencias y vivencias de los escolares en torno a la temática tratada, adquiridos de su interacción con el medio, lo que le permitirá realizar una construcción donde medien procesos cognitivos integradores y se establezcan relaciones de significativa importancia para el logro de un aprendizaje desarrollador en la asignatura Lengua Española.
Esto tendrá su máxima expresión en la motivación que manifieste el escolar para construir un texto, a partir de la relación entre lo vivencial y lo intelectual, viéndose lo intelectual como manifestación de lo vivencial y este como soporte para el desarrollo de habilidades en los escolares, que contribuyan al desarrollo de la motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo.
De esta manera, en la dimensión contextual-metacognitiva se revela la relación dialéctica entre las configuraciones vivencial argumentativa e intelectual argumentativa que se expresan a través de las vivencias y experiencias de los escolares, a las que se le atribuye un carácter diferenciado y personológico, que se manifiestan en sus modos de actuación en el contexto escolar, y la sustentación guiada, proceso a través del cual el docente conduce el aprendizaje de los escolares, a partir de sus características psicopedagógicas, como agente motivador del proceso de enseñanza-aprendizaje del texto escrito argumentativo, en las clases de Lengua Española.
De modo que, en la interpretación teórica de la dimensión contextual-metacognitiva y de la relación dialéctica entre las configuraciones vivencial argumentativa e intelectual argumentativa, dinamizadas y sintetizadas en la sustentación guiada, se expresa una relación lógico-vivencial, vista como una cualidad esencial en la enseñanza-aprendizaje de la motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo, en función de motivar a los escolares para las actividades de aprendizaje en los diferentes contextos, para el logro de un aprendizaje interactivo y de cooperación escolar-escolar, bajo la supervisión del docente.
La relación dialéctica entre estas configuraciones, toma en consideración el desarrollo del proceso de construcción del texto escrito argumentativo, a partir de los diferentes subprocesos que se dan en él, para lo cual el docente propiciará la elaboración de estrategias de aprendizaje que den cuenta del desarrollo de la metacognición de los escolares, a partir de su influencia en la motivación para aprender.

Elproceso de construcción del texto escrito argumentativo tiene entre sus características esenciales la individualización de la experiencia del escolar y del sistema de influencias del otro que sobre él actúan, en el contexto familiar o comunitario, que junto a la escuela conforman el marco vivencial y experiencial que este utiliza para apropiarse de los contenidos que recibe en las diferentes disciplinas que forman parte del currículo y que unido a sus necesidades, intereses, motivos y motivaciones, determinan sus capacidades y habilidades desde el punto de vista intelectual, lo que le permite poder emitir, juicios, razones y argumentos en torno a una temática determinada, teniendo en cuenta sus características psicopedagógicas, según el momento del desarrollo en que se encuentre.
En este proceso se tiene en cuenta el papel de los agentes socializadores, las instituciones y las organizaciones, además de la familia como la primera escuela del niño, en la cual se forman sus primeros hábitos y habilidades, de las que luego la escuela se encargará de transformar, en función de contribuir al desarrollo pleno de la personalidad del escolar Estas instituciones y organizaciones no deben actuar de forma aislada, sino que el trabajo unido y cohesionado entre ellas contribuirá al cumplimiento del rol formativo de la escuela.
Todo lo anterior merece una dirección efectiva del desarrollo y educación de la personalidad del escolar, con la anuencia de los contextos socializadores en los que este se desenvuelve, lo que obedece a que, a partir de las potencialidades y necesidades de este, se ofrezcan los impulsos y la ayuda pertinente para el logro de las metas propuestas, tanto en el orden cognitivo como en el orden afectivo, en el que juegan un papel importante las influencias que sobre él ejercen los factores internos y externos del proceso de formación de la personalidad del escolar primario del segundo momento del desarrollo.
Todo lo antes expresado permitirá un adecuado equilibrio emocional a partir del desarrollo y afianzamiento de capacidades y habilidades instrumentales que facilitarán la operacionalización y contextualización del conocimiento en función de satisfacer sus necesidades  en el orden cognitivo y afectivo.
Para comprender en toda su magnitud, el proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo, se debe tener en cuenta que el docente debe planificar un proceso de enseñanza-aprendizaje donde utilice métodos y procedimientos que les permitan actuar sobre las estructuras psicológicas del escolar en función de desarrollar su pensamiento lógico, flexible y reflexivo, a partir de sus potencialidades y necesidades.
La sustentación guiada en su naturaleza dialéctico-procesal es expresión sintética de la relación  entre la comprensividad oral y la comprensividad escrita, de la cual emerge la dimensión emotivo-instrumental.
Dimensión emotivo-instrumental
Se comprende lo emotivo-instrumental como un proceso educativo de intercambio que se establece entre el escolar y el docente, a partir del cual se modela y dinamiza el sistema de influencias didácticas que generan emociones, experiencias, motivaciones e informaciones, para instrumentar la apropiación de los conocimientos, a partir de una adecuada comprensión de los procesos y fenómenos que se dan en torno a los escolares en sus contextos de convivencia que constituyen en fuente para la construcción del texto escrito argumentativo, a partir de y mediante una elaboración argumentativa personalizada.
La comprensividad oral y la comprensividad escrita, como cualidades esenciales de esta dimensión, se traducen en la capacidad que posee el escolar para comprender las informaciones que adquiere de su intercambio con los docentes, los compañeros de aula, la familia, la visualización de materiales audiovisuales, la lectura de diferentes textos, que lo ponen en condiciones de decodificarlas para su extrapolación a las situaciones de aprendizaje a las que se enfrenta en las clases de Lengua Española, específicamente en las de construcción del texto escrito argumentativo.
La apropiación de estos conocimientos, es un proceso que no sólo favorece la motivación para aprender la construcción del texto escrito argumentativo, sino que también, es un ejercicio que permite compartir vivencias, experiencias y saberes desde la óptica de la igualdad social, donde cada escolar siente la necesidad de aprender a partir de sus posibilidades, aspecto que contribuye a la formación de su personalidad, en consonancia con su edad y momento del desarrollo.
La dimensión emotivo-instrumental es una cualidad inherente al proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo en los escolares del segundo momento del desarrollo de la escuela primaria, de la cual se expresa la relación entre la sustentación guiada y la comprensividad oral, las que se sintetizan en la comprensividad escrita, que da cuenta de la calidad de la motivación para la construcción escrita del escolar, mediada por una relación de fundamentación comprensiva como condición esencial que dinamiza este proceso.

Desde esta perspectiva teórica, el proceso de motivación para aprender a construir el texto escrito argumentativo en los escolares primarios del segundo momento del desarrollo, reconoce como un elemento importante la interpretación y comprensión del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Lengua Española, partiendo de la actuación protagónica del escolar en dicho proceso, siendo oportuno esclarecer y explicar, desde la lógica de esta investigación que, las configuraciones que generan su movimiento y la definen como cualidad esencial de estas relaciones son: la comprensividad oral, la comprensividad escrita, las que se sintetizan en la construcción argumentativa personalizada, dando cuenta de la dimensión fluidez argumentativa.
Dimensión fluidez argumentativa
La fluidez argumentativa es entendida como la configuración didáctica de la facultad del escolar para aprovechar los contenidos lingüísticos y socioculturales, en la construcción argumentativa del texto escrito de forma tal que él movilice y desarrolle habilidades y capacidades que le posibiliten demostrar su saber y su saber hacer, y con ello el desarrollo de la motivación para construir textos escritos de manera argumentativa, a partir de sus experiencias, vivencias, deseos, anhelos, aspiraciones, ideales y metas, entre otros recursos emocionales, cuya actualización y sistematización despierta el interés por la expresión escrita argumentada.
La fluidez argumentativa se expresa además, como un proceso que permite, con la ayuda del docente, la elaboración de ideas, la expresión de opiniones, vivencias, experiencias, que se constituyen en argumentos utilizados por el escolar para la explicación de los hechos que conoce y que expondrá en los textos escritos que construya. En este proceso se evidencia el libre flujo de ideas a partir de un ambiente de libertad y tolerancia.
Esta dimensión puede convertirse en instrumento de aprendizaje que guía al escolar a apropiarse de forma natural del lenguaje y enriquecer su vocabulario. La relación del texto argumentativo y la estructura lógica del pensamiento hace que la argumentación se constituya en instrumento útil para el desarrollo del razonamiento deductivo e inductivo y para la elección de juicios pertinentes de acuerdo a la situación comunicativa. El escolar aprende a defender y a refutar apropiadamente, mejora su proceso de socialización y su escucha.
 La configuración construcción argumentativa personalizada es vista como la capacidad que posee el escolar para hacer suyo el proceso de construcción escrita, al cual le imprimirá su sello personal, tomando como punto de partida la utilización de la experiencia acumulada de su intercambio con el medio, lo que propicia una especie de  contexto  favorecedor de  interacciones y respuestas instrumentales positivas hacia la motivación, que le permite adquirir vivencias y experiencias que son traducidas en juicios, ideas, razonamientos, opiniones y conceptos.
En este proceso intervienen los canales emocionales y lógico-vivenciales, los que permiten el reflujo y la retroalimentación creativa del escolar, con elementos que le sirven de base a su aprendizaje para enfrentarse al proceso de construcción escrita, es decir, las experiencias adquiridas se traducen en saberes que son utilizados en la construcción del texto escrito argumentativo.
Estos elementos dan la posibilidad al escolar, de acceder a la comprensión de las distintas manifestaciones de la realidad educativa, en función de interpretar el contenido de enseñanza y traducirlo en habilidades y capacidades que le permitan una mejor motivación para aprender, a partir de la sistemática orientación y los niveles de ayuda ofrecidos por el docente.
En el proceso de motivación para aprender, el docente, a partir del conocimiento que posee acerca de los procesos que intervienen en la formación y desarrollo de la personalidad del escolar, según sus características psicopedagógicas, planifica, dirige y conduce un proceso de enseñanza-aprendizaje, donde prime la atención personalizada e individualizada, y le posibilita operacionalizar el conocimiento y comprender los contenidos de enseñanza de las disciplinas del currículo, dando muestra de esto en su desempeño profesional.
Es imprescindible, además, la planificación de la sucesión de los argumentos y la coordinación de distintos puntos de vista, lo que propiciará el vínculo con sus necesidades, motivos e intereses, en función de lograr una motivación efectiva en el desarrollo de habilidades para la construcción de este tipo de texto escrito, proceso que se dinamiza a través de una relación de generalización comprensiva.
La sistematización teórica de la dimensión fluidez argumentativa, permite comprender, que en el acto de escribir no se da la relación que se produce en el diálogo oral, donde el reajuste está garantizado por la presencia y la actuación del interlocutor, lo que reafirma que para elaborar un texto escrito argumentativo, es necesario ir más allá de la improvisación y de la respuesta inmediata propia de una actividad comunicativa espontánea, lo que contribuye al desarrollo de la competencia argumentativa del escolar, evidenciada en el proceso deconstrucción personal de su aprendizaje.
Este proceso configurado, es expresión de de las relaciones dialécticas que se establecen entre sus configuraciones reveladas, donde la sustentación guiada es síntesis de la interacción entre lo vivencial argumentativo y lo intelectual argumentativo, y se relaciona dialécticamente con la construcción argumentativa personalizada, mediada por la comprensividad oral y la comprensividad escrita, lo que se revela en el entramado de relaciones de esencia que se expresa en el modelo didáctico propuesto.
Para la comprensión teórico-metodológica de dicho modelo se requiere de una adecuada preparación del docente, de modo que pueda interpretar los presupuestos que lo fundamentan, en función de su desempeño profesional en la preparación de sus escolares en el proceso de construcción del texto escrito argumentativo, lo que conduce a revelar el enfoque metodológico de la estimulación motivacional para la fluidez argumentativa como herramienta de trabajo para el docente en el desarrollo del aprendizaje de sus escolares.

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