PLAN ESTRATÉGICO DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN RED PARA RORAIMA (BRASIL)

Silvio Testa

4.4 La dignidad ética de la persona como axiología.

            La ética civil es un paradigma para la formulación de la moral en la actual sociedad democrática y pluralista tal como existe en los países desarrollados.  La ética civil se presenta como una moral de mínimos, una moral de tiempos oscuros cuya única garantía de afirmarse es el continuo ejer­cicio de la razón1 y el esfuerzo constante para un consenso sobre valores compartidos y aceptados por un buen número de sociedades.2 El para­digma de la ética civil puede ser considerado como la base  desde la cual enfocar el debate sobre una ética universal estableciendo como punto de partida el consenso sobre lo humano como realidad ontológicamente absoluta y sobre la dignidad ética de la persona como carácter axiológico de esta.
Así como la conciencia ecológica ha surgido en occidente, también los derechos humanos se perfilan como un logro alcan­zado por la conciencia occidental y mundialmente extendidos. Sin dudar de la indiscutible validez de la declaración universal del 1948, nos parece importante y realista apuntar a dos dificultades que subyacen a tal declaración y que se pueden individuar tanto en su génesis como en su aplicación actual.
            La primera es la ambivalencia con que se ha ido gestando la conciencia de los derechos humanos. Es la ambivalencia intrínseca a la modernidad tal como la presenta E. Balducci.
La segunda es la recepción de los derechos humanos en los diferentes contextos culturales. Esta dificultad está muy relacionada con el problema de la concreción de la categoría de dignidad humana.  "En cuanto al ámbito de referencia del valor absoluto de la dignidad de la persona es necesario precisar lo siguien­te:

       - no se refiere a una naturaleza abstracta, sino a los seres concretos; la dignidad humana ha de tener significación para hombres históricos concretos que se mueven dentro de las contradicciones de la realidad.
       - no admite privilegios en su significación primaria; la dignidad humana es un apriori ético común a todos los hombres. La digni­dad humana es una cualidad óntica y axiológica que no admite el “más” o el “menos”.
       - sin embargo, en su significación práxica, la categoría ética de la dignidad humana tiene una “orientación preferen­cial” hacia todos aquellos hombres cuya dignidad humana se encuentra desfigurada (pobres, oprimidos, marginados, etc.)". 3

            Dignidad humana e intereses económicos pueden ser consi­deradas como las dos caras de la ambivalencia de la cultura occidental. La sensibilidad hacia la persona humana va acompa­ñada por una mentalidad forjada por un prejuicio cientista (economicista) que, frente a una realidad tan plural y diversificada es difícil afirmar como "uno" y "universal". Los intereses económicos sobre los que está fundamentada la subsistencia de la cultura occidental hacen referencia a un sistema que se impone como uno y universal. A menudo los derechos humanos fundamentales vienen impuestos en ámbito extraoccidental de acuerdo con el impulso expansionista que caracteriza el sistema capitalis­ta. Otras veces el sistema económico impide la aplicación de los derechos humanos, y  los intereses político-económicos pre­valecen sobre la dignidad humana. Este doble movimiento se da constantemente sin que en ello interfiera otro tipo de racionalidad que no sea la occi­dental.

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