NUEVO PARADIGMA DE LA DROGA EN CABO VERDE

Jorge da Costa Sousa Fernandes Semedo

La Juventud. Categorización o Realidad del Entorno  Internacional Toxico-Dependiente

Es evidente que las sociedades actuales dedican grandes espacios teóricos y académicos a la juventud, sobre todo porque parte de consideraciones expresas de su papel fundamental en cuanto a la capacidad social generada en atención al alcance de objetivos socialmente aprobados, sin los cuales es considerada la sociedad misma sin un claro sentido de realización.
La división social del trabajo trajo consigo un sinnúmero de subdivisiones que siempre atendieron a la necesidad organizativa social y el desplazamiento de las fuerzas productivas en función del propio desarrollo social.
Sin dudas, la juventud alcanzó la calidad de categoría sociológica a partir de un momento histórico en que sus problemas comenzaron a aflorar en la ciencia con una diferenciación propiamente vista desde el orden moral de la sociedad, más allá despojada de los elementos empíricos que a pesar de haber aportado a dichos estudios, indicaban también la vocación por desplegarla como una fuerza propulsora de la sociedad.
De esta manera, la necesidad de estos estudios también fueron planteando la pertenencia a grupos y la evidenciante idea común de su valor moral para entender además, la racionalidad de un Estado con capacidad para tender prioritariamente sus problemas propios.
El principio de obligación, no se ha de buscar solamente en la naturaleza del hombre y las circunstancias del medio donde se encuentra, incluyendo aquellos principios basados en simples experiencias, cuya medida universal sea la de apoyar con un mínimo indispensable esas motivaciones morales para medir su actuación social. Se exige también un mínimo de conocimiento de la esencialidad sociológica del comportamiento del hombre apoyado por la distinción y  la facultad para juzgar las posibles variantes valoradas a partir de ciertas exigencias sociales también propias de una exaltación de ese papel juvenil frente a la autenticidad que  lo rodea; dígase para que sus roles sean compatibles en contextos enteramente complejos como es la drogo dependencia.
La creación de un derecho propio de la juventud o la existencia d leyes especiales que abordan los problemas de la juventud obedece a razones de fuerza moral más incluso de fuerza legal, pues la continuidad preventiva de la que tratamos anteriormente es manifestación propia de esta etapa de límites formales y derechos también atribuidos a los jóvenes como una necesaria incursión en el  orden formativo de todo un proceso con una forma sustantiva para tratarlo como un asunto no meramente cuantitativo sino cualitativo por lo que representa socialmente.
Los límites temporales para fijar las edades correspondientes y los pronunciamientos de las organizaciones internacionales sobre la minoría de edad en relación a la juventud, son muestras de la gran preocupación que existe para tomar cuenta de un asunto tan trascendental.
El consenso alargado para una revisión de la edad de los adolescentes hasta 22 y de la juventud hasta 35 es una clara necesidad de precisión en contextos sociales que están cambiando constantemente y por tanto, la mayor protección resulta cada vez más perentoria ante las nuevas circunstancias que también precisan de garantías, no solamente procesales sino sustantivas para evitar que los períodos de crisis económica, no solo afecten el crecimiento y desarrollo de los jóvenes sino también deslegitimen su integración a la sociedad como participantes de procesos, cuya subjetividad debe tenerse presente en correspondencia con el nivel de asimilación de los mismos.
El estado tiene plena responsabilidad por asegurar que los procesos sociales que le están Constitucionalmente sometidos a sus funciones, relacionados con la protección de la juventud, formen parte de la política proyectada en períodos de actualidad como el presente. Prioridad que reviste una significativa importancia frente a los retos de modernización legislativa que imponen un mayor contenido en el contexto de ejecución y administración de los actos provenientes de las disposiciones específicas sobre la juventud.
La preocupación por crear categorías internacionalmente reconocidas sobre la juventud y adaptarlas al plano nacional, requiere una sistematización de estudios que sean el reflejo fiel del acontecer caboverdiano y su realidad manifiesta ante la drogo dependencia, única forma de alcanzar niveles permisibles de disciplina social.

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