INFLUENCIA DEL PROGRAMA DE DESARROLLO HUMANO LOCAL EN PINAR DEL RÍO

Blanca Margarita Ungo Carrasco

Cuba y el programa de desarrollo humano local.

Las relaciones de cooperación en Cuba se precisa que se inició en los años 70 e incluso en los 80  a través de las agencias y  fondo del PNUD con el objetivo de  tratar aspectos prioritarios de la estrategia de desarrollo socioeconómico a nivel nacional. Esta colaboración estuvo marcada esencialmente por el contexto en el cual se desarrollan las relaciones externas de la economía cubana, fuertemente determinadas por la participación del país en el esquema de integración socialista, el consejo de ayuda mutua económica (CAME), así como por la existencia ininterrumpida del bloqueo económico por parte de los Estados Unidos.

 En este sentido consideramos que los beneficios de esta cooperación se materializa en el hecho de aportar experiencias, recursos, posibilitar el desarrollo de nuevas capacidades, pero entraña cierta dependencia hacia la asistencia externa, lo que de cierto modo puede desfavorecer la autogestión y producción interna.

En los años 90  Cuba enfrenta un conflicto  que tuvo como elementos detonantes la desaparición del esquema de integración socialista, y con ellos la ruptura abrupta de las relaciones comerciales y financieras como los principales socios, además de una compensación de las relaciones económicas con los países capitalistas, agudizadas por el recrudecimiento de las acciones obstaculizadas por parte de los Estados Unidos.

En la experiencia particular de nuestro país, se produce una revalorización de lo local como resultado de la interrelación de un conjunto de procesos y condicionamientos internos, entre lo que cabria mencionar: 1

• Un proceso de descentralización  de funciones del aparato estatal.
• Una significativa reducción de los recursos financieros del estado para atender a las necesidades sociales.
• Una marcada complejización del tejido social, de sus condiciones de vida, relaciones sociales y de las formas de construir su subjetividad asociado también al deterioro de rasgos de la conciencia social, a saber: cierto auge del individualismo, de la apatía, la indiferencia y la legitimación y la legitimación de manifestaciones cotidianas de indisciplina social.
• Un proceso de polarización, comparativamente mayor a etapas precedentes de la revolución, excluyendo la década transicional de los 60s, de los intereses y necesidades de la creciente diversidad de grupos sociales.
• El potenciamiento de la esfera productiva y de la convivencia en los espacios locales de un número creciente de grupo sociales.

 
Es precisamente en este escenario donde los procesos de desarrollo local adquieren una connotación especial, como instrumento para el logro de una alternativa de desarrollo posible desde las condiciones de subdesarrollo estructural y a partir de los efectos de la crisis afrontada por nuestro país. Partiendo de lo antes mencionado se define desarrollo local como un proceso de fortalecimiento de las estructuras y los poderes locales, a partir de la estimulación de la participación ciudadana y del logro de las acciones integradas a nivel de los procesos de producción, y reproducción de la vida cotidiana en la dimensión local. 2

En Cuba un ámbito particular de acción de las políticas sociales actuales es la promoción de programas orientados a promover la participación de la población en la solución de los problemas cotidianos a fin de potenciar el espacio local comunitario.
El impulso de sectores económicos entre otros factores propició la llegada del PDHL-CUBA  con sedes en tres provincias: Pinar del Río, Granma y Habana Vieja.  Ello constituye un marco de referencia programática que gestiona, ejecuta y apoya la acción de la cooperación internacional orientadas a la implementación de los compromisos de las cumbres del milenio, traduciéndolas en prácticas a través de acciones de cooperación demostrativa y de innovación.

No es hasta finales del año 1998 que se comienza en Pinar del Río el PDHL-CUBA como programa multilateral- bilateral de cooperación internacional y que tiene como propósito aplicar los objetivos de la Carta de  Copenhague, a través del apoyo a la descentralización técnica administrativa y a la promoción de las comunidades locales como protagonista del desarrollo local.

Desde sus inicios el programa ha adoptado metodologías que propician la participación de los actores implicados en los diferentes niveles de gobierno existente, contribuyendo al funcionamiento de las administraciones públicas y de los servicios de base, favoreciendo la mayor participación de los procesos de desarrollo a través de la creación y puesta en marcha de los grupos de trabajo municipales ( GTM), que participan en la definición y seguimiento de las iniciativas locales, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las poblaciones en términos de ingresos, educación ,salud, integración social y medio ambiente, prestando fundamental atención a los grupos vulnerables.3 

Ante tal demanda de interrelación entre las partes implicadas en los temas de desarrollo se  torna  imperativo  que aquellos responsables de los destinos de las comunidades puedan detectar un punto de partida que posibilite emprender las iniciativas locales adecuadas, producto del consenso, y que muestre a los agentes locales los intereses comunes para arribar a un pacto social capaz de fomentar progreso y avance. El papel activo de los gobiernos locales se manifiesta pues en la promoción de la estructura económica interna del país, a fin de procurar efectos de mayor empleo, ingreso y mejora de la calidad de vida de la población.

Los gobiernos locales al ser espacios más reducidos, facilitan una mayor capacidad de representación y legitimidad entre los electores y  sus dirigentes. Es posible además un conocimiento superior y más completo de los problemas, características productivas y ambientales de las comunidades y por tanto una mayor maniobra ante distintos contextos cambiantes. Además de fomentar la creación de políticas sociales más flexibles, mas eficaces y más idóneas para enfrentar los problemas medulares del desarrollo en cada territorio.  La creación y fortalecimiento de instituciones y departamentos locales apropiados sería una alternativa viable en la construcción de redes de colaboración entre los diferentes actores sociales, lo que daría paso a la  participación democrática de la ciudadanía en la descentralización de responsabilidades a fin de dar cumplimiento a las ambiciones de lograr el crecimiento individual y social del hombre.
Es importante pues tener presente la determinación e influencia de los contextos históricos concretos para los proyectos de desarrollo, así como la modificación de sistemas económicos y políticos, modelos de desarrollo, paradigmas productivos, y concebirlos en función de las características estructurales, históricas, culturales  de los diferentes países.

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