INFLUENCIA DEL PROGRAMA DE DESARROLLO HUMANO LOCAL EN PINAR DEL RÍO

Blanca Margarita Ungo Carrasco

Análisis de la influencia de las acciones del PDHL para el desarrollo humano local del territorio.

La concepción de desarrollo de acuerdo a la interpretación que se haga, se presta a modos de actuar muy diversos. Muchas críticas se basan en que los modelos actuales desconocen las necesidades de gran parte de la población aunque se cuente con los medios económicos y técnicos para satisfacerlos de manera equitativa.

La búsqueda general de la satisfacción es la base del desarrollo, pero por si sola no garantiza en modo alguno la calidad o la cantidad de la misma. Es necesario conocer hacia donde la sociedad se está desarrollando, y valorar si responde equilibradamente a las necesidades de sus ciudadanos.

El desarrollo local está conectado a los planes de desarrollo nacionales y persigue potenciar capacidades en las comunidades para suscitar la competencia municipal de acuerdo a las estrategias y metodologías de las ciencias sociales en nuestro país, a fin de promover un desarrollo equitativo y sostenible.

La visión de desarrollo izada por la institución en cuestión se centra en el fortalecimiento y despegue de los servicios territoriales y la cobertura descentralizada de los mismos. Se percibe además la lectura de indicadores del municipio, refiriéndole marcada importancia  al esfuerzo del Estado para apoyar los grupos de trabajo a fin de identificar las necesidades de la población a nivel de circunscripciones, consejos populares. Este enfoque de desarrollo se basa en el protagonismo del programa para elaborar proyectos desde la base. La concepción mencionada en cierta medida mitiga elementos que compartimos en la definición de desarrollo humano y no logra la implementación integral  de los ejes prioritarios del programa para el desarrollo centrado en el hombre.

Los proyectos analizados responden al eje prioritario del programa que concibe propuestas de  apoyo a los servicios territoriales, demostrándose el auge y promoción de proyectos sociales. Es marcada la intensión de promover la calidad de los servicios, a fin de lograr integrar los grupos vulnerables y mejorar la calidad de vida del municipio.

El tratamiento y seguimiento acerca del   impacto social de los proyectos es insuficiente. La institución descuida el desarrollo de vías que logren la apropiación e identificación  adecuada por parte de la población implicada en los procesos. Es marcado el interés por conseguir impacto económico y se desplaza el propósito de que las personas hagan suyos los procesos de desarrollo y se proyecten con una actitud conciente y  protagonista para con los mismos.

La esfera productiva tiene un papel secundario en el municipio por lo que son inapreciables los planes e ideas que contribuyen a la elaboración de proyectos encaminados a la autogestión y autofinanciamiento del territorio. El municipio no es el más fuerte en el trabajo en la esfera productiva, porque ha estado mas enfilado al funcionamiento de la cuidad, apoyo a servicios territoriales por la gran demanda social  y los proyectos de mayor impacto económico se ubican en otros territorios donde mas potencialidades tienen desde el punto de vista agrícola.

 Los proyectos desarrollados en la cuidad dependen en su mayoría  de la asistencia de la cooperación, porque no hay producción endógena que los respalde. La perspectiva futura en este sentido para el municipio se basa en los proyectos FRIDEL, buscando sustento económico y vías sustentables para desarrollar planes que mantengan los proyectos locales.

El PDHL en Pinar del Río básicamente tiene como objetivo la implementación de estrategias innovadoras orientadas al desarrollo de capacidades, para la participación combinada  de los actores locales e internacionales. Los proyectos expuestos durante la investigación muestran la preocupación por sectores excluidos de la población así como por cuestiones encaminadas a la promoción de una adecuada calidad de vida.

Partiendo de  los presupuestos teóricos de la participación  expuestos anteriormente podemos analizarla como una de las concepciones relacionadas con las dimensiones del  desarrollo humano.

En este sentido los resultados arrojan que la participación se resume al accionar del grupo de trabajo municipal. Los proyectos se conciben basados en la percepción de los integrantes de las diferentes instituciones económicas, sociales y políticas del municipio, acerca de los problemas  que captan en las comunidades. Los decisores en calidad de representantes suplantan la participación de los ciudadanos en el proceso de formulación de estrategias y proyectos de desarrollo local.
 
Atendiendo  a la definición de participación que ofrece Laurent Thevoz podemos entender el enfoque pragmático y operativo que reviste analizarla como un proceso  de intercambio voluntario entre una organización pública que otorga un cierto poder de decisión a las personas beneficiarias y la que aceptan , como contraparte, un cierto grado de movilización social a favor de una organización publica.

Es válido entonces reconocer la importancia de la voluntad de las personas en los procesos de desarrollo, para intentar alcanzar un equilibrio del poder entre actores. Aún cuando estos persigan los más elementales objetivos en favor de la comunidad, es necesario informar el por qué y el para qué de los proyectos, así como quiénes han de financiar y responsabilizarse de  los mismos. Si las personas solo participan como beneficiarios pasivos, es decir como receptores de resultados el nivel de participación es insatisfactorio e inadecuado.

La divulgación y propaganda  acerca de la existencia y obras del PDHL es insuficiente, lo cual limita el nivel de participación y la visibilidad de los resultados del programa. La investigación aportó que solo conocen sobre el programa las personas responsables en la elaboración de los proyectos, aun los beneficiarios desconocen el protagonismo del PDHL en los cambios que perciben, atribuyéndole la responsabilidad de estos a diferentes organizaciones. Esto nos conduce a cuestionarnos en que medida la población participa y a replantearnos el funcionamiento  del grupo de trabajo municipal en calidad de promotor y vocero del programa.

Es importante que la gente vea que se ha avanzado algo de aquello que se necesita, que lo que ha hecho el gobierno con planes nacionales, el poder popular y el complemento de la cooperación. Además de circular la información de interés común, facilitar los intercambios de experiencias, elaborar la documentación necesaria  para promulgar la cultura del desarrollo  humano y difundir la cooperación descentralizada.

El grupo de trabajo deviene en el punto de referencia del proceso de participación que involucra ampliamente a todos los sectores involucrados. No se trata de una estructura más, organizada para la  consecución de los objetivos específicos de la cooperación sino que tienen  la tarea real de programar y dirigir los servicios e iniciativas territoriales así como propiciar la participación de los actores sociales interesados.

El grupo de gestión de proyectos del municipio está conformado indistintamente por hombres y mujeres, así como el cuerpo de responsables de proyectos. Se hace evidente la equivalencia de género en el acceso a la toma de decisiones para la elaboración y ejecución de los proyectos.

Las herramientas metodológicas utilizadas nos mostraron que es insuficiente el nivel de capacitación en los actores locales en los temas de gestiones de proyectos, lo que atenta contra la calidad de los proyectos. Es inadecuado el conocimiento teórico y la preparación de los responsables de proyectos, lo que favorece la improvisación  en el momento de tomar decisiones para la concertación pública.  Consideramos  que uno de los elementos influyentes en este sentido es la multiplicidad de tareas que desempeñan, ya que comparten numerosas responsabilidades laborales a la vez. Es necesario fomentar la capacitación basada en una perspectiva de desarrollo local que incluya sus dimensiones, legislación e instrumentos de cambio.

En la mayoría de los organismos no hay sistematización en el  trabajo con las proyecciones del programa, así como las aspiraciones y realidades del municipio en materia de desarrollo. Producto de esto se obtiene una inadecuada planificación   de los proyectos (falta de recursos a la hora de ejecutar porque no se predicen de antemano). Es limitada además   la intersectorialidad, porque las instituciones responsables no se proyectan de manera conciente, comprometiéndose con la eliminación de las inequidades sociales y el logro de una adecuada calidad de vida.

El programa no ha logrado llevar a cabo un mecanismo eficiente  para el tiempo de ejecución  de los proyectos, lo que dificulta su terminación en tiempo previsto.

La mayor dificultad en este sentido se muestra en la gestión financiera de los mismos, porque se presentan atrasos en la compra de recursos e instrumental necesario. Existen además problemas con la asignación por parte del gobierno del capital humano, herramientas, instrumentos  indispensables en la ejecución propiamente dicha de los proyectos; para la realización de estos fines  es primordial  la complicidad  de instituciones como planificación física y vivienda que tienen a su cargo labores de aprobación para proceder en el territorio. Ocasionalmente  estos sectores  se retardan o incumplen con  sus funciones, situación que obviamente afecta  los resultados planificados inicialmente.

En este sentido influye también el hecho de que los recursos presupuestarios necesarios para la terminación de determinadas obras sean insuficientes para la demanda nacional, y esto limita el accionar del gobierno municipal aun conociendo el problema. No se le reconoce al municipio la capacidad de generar ingresos que pueda revertir para el uso local.

Los funcionarios del gobierno desarrollan las formas usuales de gestión pública centradas en la aprobación de proyectos de colaboración. Tienen la responsabilidad la creación  de comisiones de trabajo, envío de brigadas encargadas de la ejecución de los proyectos. Desarrollan además visitas  programadas durante la etapa de evaluación y monitoreo de los proyectos, caracterizadas a su vez por la observación y entrevista  a beneficiarios. Este proceder garantiza control y representatividad gubernamental en el proceso de concertación de decisiones publicas.

La interconexión existente entre cooperantes y actores locales es un elemento admirable para el funcionamiento de la institución, así como los canales de comunicación entre estos. El archivo de proyectos preconcebidos, así como su precisa y puntual  presentación  a los funcionarios foráneos asegura la seriedad del proceso y confirma la intensión de éxito para la coordinación nacional y los grupos de trabajo locales. El binomio gobierno – PDHL  sirve para programar el uso de los fondos puestos a disposición de la cooperación y para guiar concretamente la realización de las intervenciones. Es para ellos natural vincular acciones financiadas por los donantes con las actividades financieras provenientes de otras fuentes.

El desarrollo por parte del estado cubano de programas que sustenten las políticas nacionales una vez terminada la cooperación es un elemento que garantiza unidad y sustentabilidad de los proyectos. En Pinar del Río se desarrolla en este sentido  una economía centralizada que garantiza control y sustento; esta iniciativa podría  también ser un tropiezo para el despliegue de capacidades municipales y un definitivo desarrollo local. En ocasiones las personas atribuyen todo el protagonismo financiero a la cooperación, disimulándose el papel de actores locales.

La sustentabilidad es un elemento que se le atribuye a la capacidad de elaborar proyectos conectados a los planes nacionales. Entrevistas realizadas afirman que la ejecución de proyectos aislados, autónomos en ausencia de combinación con demás  proyectos contribuye a la insostenibilidad del proceso.

 La visión de desarrollo sostenible expuesta por los entrevistados es reducida porque omite elementos que compartimos en la propuesta teórica de la  definición. La explicación obtenida al respecto muestra  énfasis en la durabilidad económica  de los recursos materiales para los proyectos. Este enfoque  descuida  aspectos esenciales que incluyen la construcción social y cultural  de los proyectos   a partir de la identificación ciudadana  desde el inicio de estos. La sostenibilidad requiere la promoción de vías que amparen la satisfacción de necesidades en niveles de consumo lícitos ecológicamente, que abarquen no solo eficacia económica sino equidad social en el disfrute de los beneficios y democracia política en el momento de concebir proyectos de desarrollo humano.
 
Consideramos entonces   que el éxito está precisamente en combinar  la unidad a propósitos nacionales y el fomento de capacidades locales, además  de aplicar la concepción integral de desarrollo sostenible.  Es beneficioso desarrollar planes locales  en correspondencia   con las naciones porque se evidencia entre otras cosas control y unidad, pero es importante también fomentar el desarrollo local a partir de la autoproducción y autogestión municipal, así como desplegar las iniciativas y perspectivas  locales.

La cooperación en sí es un complemento al desarrollo local. Constituye el 0.7% de lo que el país da. Aunque es una cifra reducida, constituye una fuente de  apoyo para las necesidades que  presenta el municipio. De acuerdo con los proyectos analizados en el municipio la cooperación ha presentado un carácter  sistemático y coherente en su labor de financiamiento externo y como proveedor de recursos.

El respeto a normas medioambientales está presente en los proyectos, así como la intensión de proteger y preservar el ecosistema, sobre todo en los proyectos que lo requieren. Al ser predominantes los proyectos sociales no se aprecia un marcado interés por establecer reformas ecológicas en el municipio y concebir políticas medioambientales que tributen al desarrollo sostenible del territorio. Los demás municipios de la provincia por su parte son escenario de este particular por la naturaza de su geografía.

Amén de las dificultades estructurales y funcionales que presenta el programa debido a incongruencias subjetivas los proyectos analizados tienen gran impacto, porque constituyen acciones novedosas para las comunidades. El territorio ha sido escenario de importantes proyectos sociales con una repercusión que ya sea directa o indirecta fortalece en cierta medida la movilización social.

Entendemos además la complejidad que implican los procesos de concertación de gestiones públicas. Es complicado establecer mecanismos adecuados y eficientes, así como alianzas que favorezcan a todos los grupos sociales, por lo que reconocemos el desempeño laboral de los funcionarios del PDHL y el gobierno municipal en pinar del río en su afán por desarrollar estrategias encaminadas a satisfacer necesidades específicas de la población.

Thévoz, Laurent. Procesos de concertación para la gestión pública. Publicaciones Acuario. Centro Félix Varela. La Habana, 2006. Pág. 34.

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