PROPUESTA PARA EL PERFECCIONAMIENTO DEL DESEMPEÑO DE LA FUNCIÓN SOCIAL DEL TRABAJADOR SOCIAL DESDE EL ROL PROFESIONAL.

Yusniel Barreras Pérez

Introducción

El trabajo social en su devenir histórico, ha atravesado por diferentes etapas que han marcado pautas en su conformación como disciplina científica. Históricamente han existido prácticas o formas de contribución entre los individuos, que han posibilitado en cierta medida aliviar carencias o necesidades. Lo cierto es que con el decursar del tiempo y en medio de la sociedad burguesa capitalista, aparece el trabajo social como un paliativo a las situaciones de desigualdad, carencias y marginalidad que el mismo sistema fue creando. Esto le permitió mantener fragmentada y dividida la sociedad y legitimar una clase en el poder. Visto desde esta óptica, el trabajo social no surge por accidente o necesidad histórica, sino como un mecanismo para manipular la sociedad, favoreciendo de forma intencionada, la división social del trabajo y acentuando las desigualdades sociales, para convertir a los hombres cada vez más dependientes del propio sistema capitalista.
En América Latina el proceso fue algo similar. Esta región del mundo al igual que otras, también fue víctima de la explotación y el saqueo del colonialismo europeo y, posteriormente de los Estados Unidos de América. Dicha situación se acrecentó aun más con los estragos producidos por el capitalismo, lo que trajo como consecuencia para esta área la pobreza y el subdesarrollo1. La situación producida por acontecimientos como el surgimiento de movimientos políticos, el proceso de sustitución de importaciones e industrialización, el proceso de urbanización y la intervención de los Estados Unidos en América Latina luego de la post guerra. Influenciado por la Revolución Socialista de Octubre y con posterioridad por la Revolución Cubana, la cual se proyectaba como una alternativa de cambio para América Latina. Propician en los países más subdesarrollados del continente, la aplicación de un conjunto de medidas entre las que se encuentra la alianza para el progreso -propuesta del presidente Kennedy-, con el objetivo de aumentar los niveles de desarrollo de estos países, lo que con posterioridad se llamaría desarrollismo. En realidad fue un intento por contrarrestar la efervescencia de los movimientos populistas, lo cual fue un intento fallido por no producir los efectos esperados. La situación creada sentó las bases para el desarrollo del proceso evolutivo del trabajo social en los países de América Latina.
En 1925 se crea la primera escuela de servicio social. Al inicio, toda la obra de estos profesionales estuvo grandemente influenciada por las prácticas desarrolladas en países europeos como Bélgica, Francia y Alemania y, posterior a 1940, por los EEUU al convertirse este en centro hegemónico occidental, luego de la segunda guerra mundial. En general podemos distinguir tres etapas en la evolución de la profesión en el continente. Comenzando por la asistencia social, caracterizada por una concepción benéfico-asistencial con una práctica paramédica y/o parajurídica. Aquí los profesionales auxiliaban a los médicos o abogados en labores de secretaría y asistencia, sobre todo vinculada a las visitas a los domicilios de las personas necesitadas de estos servicios.
Posteriormente el servicio social en su concepción aséptico-tecnológica, estuvo influenciada por el servicio social norteamericano, lo cual condujo a que en la práctica muchos profesionales imitaran el estilo profesional norteamericano, anteponiendo la asepsia tecnológica a la situación real de las personas con quienes trabajaban y del país donde trabajaban. Por otra parte, la concepción desarrollista surge como la idea de que el desarrollo es la gran tarea debe realizar cada país y el conjunto del continente para salir de la situación de atraso y subdesarrollo. Además en el desarrollo de su práctica propone la participación social, como vía para la integración de la población marginada a la sociedad, la cual debía ser tanto en el mercado de trabajo como en la vida ciudadana.
Es aquí donde aparecen prácticas propias del servicio social para promover la participación popular, la cual fue realizada mediante desarrollo de la comunidad, promoción popular, animación de base, etc. En fin el propósito era integrar a los marginados a la sociedad por medio de su participación activa en proyectos de desarrollo.
En realidad no hubo una real solución a los problemas, solo recetas. Lo que patentiza una vez más la relación que guarda el carácter opresor del capitalismo con el surgimiento del trabajo social. Así en la década del 60 surge la reconceptualización, conocida por muchos profesionales como el hecho que marca la evolución del servicio social en América Latina y el surgimiento de una nueva forma de acción social. El trabajo social con una concepción concientizadora revolucionaria, pretende mediante la propia profesión, dar respuestas concretas a los problemas más sustanciales que configuran la realidad. Para esto propone la concientización, organización y movilización del pueblo y de cada individuo en tareas de promoción, asistencia o en la prestación de servicios.
En Cuba, aunque el trabajo social que hoy desempeñamos surge a partir de la idea del Comandante en jefe Fidel Castro, no podemos excluir sus antecedentes, comenzado por el socorro a los necesitados realizado por asociaciones benéficas, la iglesia católica y otras asociaciones que surgieron con posterioridad.
La etapa colonial se caracteriza por la beneficencia, en donde se da el cuidado y cautela de los indios por parte de los españoles, reconocido esto por la historia como la “cristianización”. Es en estos momentos que sobresale la figura de Fray Bartolomé de Las Casas, quien reconocido como precursor, se erigió por sus acciones como el protector universal de los indios. Todo lo cual nos demuestra que las primeras acciones de asistencia social en Cuba, respondieron a una filosofía benéfico paternalista, poniendo en evidencia actividades de “socorro” y de ayuda mutua.2
A principios del pasado siglo se realizaron esfuerzos por institucionalizar la profesión pero en realidad no s pudo concretar el hecho. En 1938 se funda el Patronato de Servicio Social por iniciativa de la Sociedad Lyceum, el que sería un precedente a la creación de la Escuela de Servicio Social, ya que aglutinó las fuerzas para influir en las instituciones que harían cumplir este objetivo.3
No fue hasta el 5 de mayo de 1943 que se realiza la apertura de la Escuela de Servicio Social, producida por el Patronato de Asistencia Social después de la promulgación de la constitución de 1940, donde se reconoce por vez primera la responsabilidad del estado en la seguridad y la asistencia social. Esta inauguración fue posible, gracias a los recursos del Patronato de Asistencia Social, donativos realizados por la Alcaldía de La Habana y la colaboración de la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana, quien brindó la cooperación de sus profesores y sus locales para la enseñanza.
Subordinada a la Facultad de Educación de La Universidad de la Habana, funcionó por un periodo de dos años la Escuela de Servicio Social y posteriormente pasó a la Facultad de Ciencias Sociales establecida con carácter de ´´Escuela``, pero no como disciplina o carrera que concedía título universitario.4
En 1956 producto a la situación política existente en el país y a la efervescencia revolucionaria de los estudiantes universitarios, la Universidad de la Habana cierra sus puertas y con ella la Escuela de Servicio Social.
Tras el triunfo revolucionario en 1959 y con el reinicio de los estudios universitarios, la Escuela de Servicio Social solo abre para los estudiantes que continúan estudios. Con la reforma universitaria de 1962 no se contemplan los estudios en la Escuela de Servicio Social puesto a que se priorizan las carreras que contribuían a garantizar el desarrollo económico acelerado del país. Se interrumpía entonces el proceso de formación de los profesionales del trabajo social.
Mediante la ley 49 del 6 de febrero de 1959 se crea el Ministerio de Bienestar Social para darle cumplimiento a las políticas trazadas por la revolución. Un papel activo y protagónico en el cumplimiento de las tareas impulsadas por el gobierno revolucionario para el logro de las transformaciones sociales en esta etapa, lo fue el desarrollado por organizaciones de masas como los Comité de Defensa de la Revolución, quién participó en las campañas de vacunación y alfabetización entre otras y la Federación de Mujeres Cubanas Creada en agosto de 1960. Esta última ha tenido como contenido de trabajo esencial durante todos estos años, la prevención y la atención social, para lo cual dispone como mínimo con un trabajadora social por cada organización de base.
En 1971 el Ministerio de Salud Pública reinicia los estudios de Trabajo Social al reabrir en la Ciudad de Camagüey la primera escuela y al año siguiente se inaugura la Escuela de Trabajo Social de Psiquiatría, adjunta al Hospital de Psiquiatría de La Habana. Estas escuelas otorgan el título de técnico medio y están integradas al sistema de capacitación del Ministerio de Salud Pública.
En la década del noventa, tras el derrumbe del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo económico, Cuba se vio inmersa en una crisis que produjo como consecuencia la emergencia de un cúmulo de problemas sociales y la acentuación de otros que se venían acarreando con anterioridad.
En 1992 se celebra el Taller de “Identidad Profesional del Trabajo Social”, producto de ello se organiza el Grupo Nacional de Trabajo Social integrado por representantes de instituciones, organismos y organizaciones que desempeñan esta labor, con el propósito de elaborar perfiles de trabajo comunes, analizar el programa de formación y promover acciones concretas. Esto provocó la reapertura en 1998 de los estudios universitarios, con la creación de la Licenciatura en Sociología con salida en Trabajo Social. Esta se inició a solicitud del Ministerio de Salud Pública y la Federación de Mujeres Cubanas para la superación de las trabajadoras sociales en activo.
Estos esfuerzos en la profesionalización de la disciplina, coincidieron con la voluntad política del estado de transformar la situación existente y que afectaba con más fuerza a los jóvenes del país. Por lo que al calor de la batalla de ideas y por iniciativa del Comandante Fidel Castro Ruz se crean un grupo de programas sociales, guiados por la Unión de Jóvenes Comunistas, entre los que se encuentra el Programa de Trabajadores Sociales.
Desde sus inicios Hasta la actualidad el Programa de trabajadores Sociales ha estado inmerso en tareas asignadas por la máxima dirección de la revolución, en respuesta a situaciones acuciantes por las que ha atravesado el pueblo cubano. Dentro de ellas se encuentran la caracterización de la población infantil, la campaña para la erradicación del mosquito Aedes Aegipty, transmisor del dengue hemorrágico, caracterización de los jóvenes sin vínculo laboral o estudiantil, atención a niños desnutridos o bajo peso, atención al adulto mayor, el programa de la revolución energética, por solo mencionar algunas.
Quizás esto justifica el hecho de que hasta el momento en el Programa de Trabajadores sociales no se pueda hablar de un quehacer satisfactorio en la actividad profesional.
Cuba socialista, desde hace más de cuarenta años está tratando de estructurar una sociedad superior basada en la justicia social y donde se concibe el desarrollo desde una perspectiva integral, llamada a transformar las condiciones de vida, la estructura social y la conducta y conciencia de los individuos. Hay un criterio social que gobierna la estrategia de desarrollo y el bienestar de su pueblo. Estas son definiciones que sustentan el carácter de las políticas sociales y en consecuencia las funciones y el alcance del trabajo social.5
Evidentemente se hace oportuno y necesario un profundo análisis del rol que deben desempeñar los trabajadores sociales en las actuales circunstancias, así como su aporte y contribución en el cumplimiento de su encargo social.
Luego de un proceso de análisis y estudio en la dirección municipal del programa de trabajadores sociales en Bahía Honda, se ha podido constatar que estos profesionales, en su gran mayoría, presentan dificultades en su desempeño profesional, para lograr la transformación de las problemáticas sociales en las comunidades donde desempeñan su labor. Esta situación resulta preocupante, debido a que todavía no satisfacen las aspiraciones de la dirección del programa, ni las expectativas de la población entorno a la solución de dicha cuestión. Además, varios de estos profesionales, se encuentran frustrados e insatisfechos con la labor desarrollada hasta el momento. Por tal razón, la dirección municipal del programa se ha interesado en conocer las causas que generan tal situación. Para ello se impone el siguiente cuestionamiento.

Problema científico
¿Cómo transformar desde el rol existente del trabajador social el desempeño de su función social en Bahía Honda, Artemisa?

Hipótesis
La transformación del desempeño de la función social desde el rol existente del trabajador social se realiza a través de un desarrollo de su conciencia crítica como profesional como aspecto esencial de un proceso de autodesarrollo comunitario en Bahía Honda, Artemisa.
Objetivo general
Gestar mediante el autodesarrollo comunitario, la transformación desde el rol existente del trabajador social el desempeño de su función social en Bahía Honda, Artemisa.
Objetivos específicos.

  1. Analizar los supuestos teóricos y metodológicos de la función social del trabajador social, en relación con el rol social que a partir del enfoque de autodesarrollo comunitario permitan transformar las problemáticas comunitarias.
  2. Caracterizar el rol desempeñado por los trabajadores sociales en relación con la función social requerida por nuestra sociedad en la transformación de problemáticas comunitarias.
  3. Propiciar la gestación de un proyecto de autodesarrollo comunitario en el que partiendo de las funciones sociales permita realizar una intervención profesional que posibiliten transformar los problemas comunitarios.

La investigación realizada se estructura desde la metodología del autodesarrollo comunitario por lo que sigue un procedimiento de investigación acción participación orientado a ejercer una influencia sobre la conciencia crítica de los trabajadores sociales del municipio de Bahía Honda desde el rol que desempeñan. Para ello se siguen los pasos planteados por esta metodología y se utilizan los métodos y técnicas de investigación propios de la investigación social como la encuesta, la observación y el análisis de documentos que complementan y validan los resultados de esta investigación. A la vez se privilegia como método grupal el grupo reflexivo.
La importancia de esta investigación radica en que su resultado, permite constatar los elementos que dificultan el desempeño de los profesionales de trabajo social, para lograr la transformación comunitaria. Contribuye al perfeccionamiento de la intervención profesional de los integrantes del programa. Constituye un beneficio para el programa y la población de dicho territorio, así como al crecimiento profesional y personal de sus integrantes, en la medida que logren la transformación de las problemáticas comunitarias. Además, propicia la elaboración de acciones en función de la superación profesional, para el mismo fin.
De todas formas, si no sabemos de donde venimos, pues no sabremos para donde vamos ya que corremos el riesgo de regresar al punto de partida. Es necesario considerar también que ante el nuevo proceso de integración, debemos estar bien claros sobre nuestro papel en la sociedad, para poder desarrollar un buen desempeño profesional en función de demandas y necesidades de la sociedad.
Ante las actuales condiciones socioeconómicas que hoy Cuba vive, frente a los nuevos cambios que se están desarrollando en lo ideológico –sobre todo con la implementación de los lineamientos acordados por el Congreso del Partido- en nuestra sociedad y frente al proceso de integración que se ha producido entre el programa de trabajadores sociales y el ministerio de trabajo y seguridad social. Se impone un nuevo reto para los profesionales del trabajo social. Una superación que permita ser cada día más eficiente en el ejercicio diario de la práctica profesional. Esto implica un alto sentido de pertenencia para con la profesión, un gran compromiso social en el desempeño de su intervención profesional y el desarrollo de una amplia capacidad para percibir, captar y transformar las problemáticas sociales que tienen lugar en su ámbito de actuación.
La tesis se estructura en tres capítulos. En el primero se tratan los principales criterios y valoraciones respecto al tema tanto en el marco internacional como en el ámbito cubano, transitando en su devenir, lo que permite una fácil comprensión del tema. El segundo capítulo ofrece las características más significativas del grupo objeto de intervención, el modo en que se interviene en ella mediante el empleo de la metodología y los métodos y técnicas utilizadas para este propósito, así como los resultados obtenidos con la aplicación de estos. Aquí también se muestra la propuesta, es decir, el proyecto del grupo de trabajadores sociales, para lograr la transformar el desempeño de la función social y poder transformar la realidad en sus ámbitos de actuación. Las conclusiones y recomendaciones resumen el logro de la investigación y se dirigen a ofrecer una contribución a favor de un perfeccionamiento del desempeño profesional.

1 Ver: Ezequiel Ander-Egg: Historia del trabajo social.”el trabajo social en América latina”, Ed. Félix Varela, La Habana, 2006. p.218.

2Ver: Ramón Rivero Pino, Intervención Profesional en Trabajo Social. 2008, Santa Clara.

3 Ver: Lourdes Urrutia Barroso (Comp.), Selección de lecturas sobre Sociología y Trabajo Social Aplicado. (2003) Ed. Félix Varela, La Habana, p.61

4 Ver: Colectivo de autores, Selección de lecturas sobre sociología y trabajo social. Centro Grafico de Villa Clara.

5 Ver: Lourdes Urrutia Barroso (Comp.) Selección de lecturas sobre Sociología y Trabajo Social Aplicado.2003 ed Félix Varela, La Habana, p. 58

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