DESERCIÓN Y REZAGO EN EL PROGRAMA DE CONTADURÍA PÚBLICA DE LA UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA.

Diego Felipe Arbeláez Campillo

CAPITULO 3. REFERENTES TEÓRICOS

En la actualidad la mayor parte de las investigaciones sobre deserción se basan en dos teorías sociológicas principales que surgen de estudios desde la perspectiva institucional, los cuales asocian los factores que causan la deserción con las características de la institución de educación superior, aquí se incorporan variables relacionadas con los beneficios estudiantiles, la disponibilidad de los recursos, calidad de los docentes y las experiencias en el aula; así las cosas el más destacado es el modelo de integración estudiantil (Student Integration Model ) de Spady (1970) y Tinto (1975, 1982, 1986, 1987, 1997) quien incorpora al modelo de Spady la teoría de intercambio de Nye (1979), donde se asume como principio que las personas tienden a evitar las conductas que implican un costo de algún tipo para ellas y por ello buscan recompensas en las relaciones, interacciones y estados emocionales (Nye 1979).

 

Siguiendo con lo anterior Spady se basó en la teoría del suicidio de Durkheim (1897/1951), quien plantea que el suicidio se debe a la ruptura del individuo con el sistema social por la imposibilidad de integrarse a él, la posibilidad de suicidio se incrementa cuando la conciencia moral (congruencia normativa deficiente) es baja y la afiliación social es insuficiente (bajo apoyo de las relaciones sociales). Spady usa esa idea para sugerir que estos mismos tipos de integración afectan a la retención de los alumnos en las Instituciones educativas superiores. Explica que los estudiantes desertan cuando no pueden integrarse con el entorno de la educación superior, también propone que el ambiente familiar es una de las muchas fuentes que expone a los estudiantes a influencias, expectativas y demandas, las que a su vez afectan su nivel de integración social en la Universidad.

 

En este modelo la decisión de desertar depende de factores académicos, psicosociales, ambientales y de socialización, en estudios más recientes se involucran los factores no cognitivos y las características del individuo (actitudes, aspiraciones, motivaciones, intereses), los ambientales y los organizacionales también repercuten fuertemente en la deserción, especialmente en la deserción voluntaria (Vesper, 1990). En estos estudios se observa que la persistencia en la educación superior está fundamentado en el fortalecimiento académico previo y los factores socioeconómicos, la estimación de los beneficios que se van a obtener con relación a los costos asociados a la realización de los estudios, además de la influencia de otros factores que modifican o fortalecen las aspiraciones iníciales (Saint John, Cabrera, Nora y Asker. 2000).

 

Este modelo presenta varias categorías clasificatorias para su respectivo estudio. La Institucional, individual, socioeconómica y académica, las cuales a su vez se dividen en sub-categorías, estas muestran en detalle las determinantes por las que el estudiante abandona la institución de educación superior.

 

Según Adelman (1999), Las motivaciones asociadas a la categoría institucional que generan la deserción se encuentran la normatividad académica, estos documentos que regulan la conducta específica de quienes integran la institución, en algunos casos colisionan con el comportamiento adoptado por el estudiante, generando un conflicto personal que hace que el individuo se sienta incomodo al no poder adaptarse naturalmente a la universidad, ante esta situación, alumnos conflictivos, inasistentes, desordenados, etc. podrían desertar rápidamente (Pineda. 2010).

 

Por otro lado la falta de becas y formas de financiamiento hacen que el alumno vea truncada la posibilidad de continuar con la carrera o se rezaguen ante la imposibilidad de pagar el respectivo semestre, estas deficiencias en los recursos universitarios también se manifiestan cuando el estudiante determina que las deficiencias económicas de recursos universitarios no le permiten a esta ofrecerle mejores condiciones de estudios, como grupos de investigación, utilería y calidad en las instalaciones que permita un mejor clima institucional donde encaje mas fácilmente (Boado. 2005). 

 

La relación con profesores y estudiantes es un factor clave, tanto en la deserción como en el rezago del estudiante, además en esta relación sucede algo especial, es opuesta la interacción que genera el fenómeno, ya que de los alumnos que desertan o se desnivelan en sus estudios por este motivo, presentan mala relación con sus docentes y muy buenas relaciones con un amplio grupo de pares (Castaño, 2006. 2008) (Pinto. 2007).

 

El grado de compromiso con la institución es un factor común entre los desertores y los rezagados, mientras ninguno tiene la intención de lograr un mejoramiento personal y coadyuvar a elevar el nivel institucional, unos piensan que no le deben nada a la universidad y abandonan los otros llevan una vida social muy activa por lo que no lo hacen (Pineda. 2010), Himmel (2002) vincula este factor con otros como insatisfacción, falta de integración y el rendimiento académico.

 

La falta de organización en la institución es otro factor que incide en el descontento de los estudiantes y en la deserción, especialmente cuando el estudiante se encuentra en la universidad por motivos distintos a su vocación, la institución es incapaz de retenerlo (Salcedo. 2010). Otro factor de incidencia en esta categoría es la calidad pedagógica y didáctica de los docentes, el cual se define por la falta de características que refuercen la calidad de la educación, y se presenta en algunos casos por la existencia de docentes que no tienen estudios en pedagogía, se les llama docentes porque tienen mucho conocimiento, pero no tienen la capacidad de enseñar, en otros casos es por falta de compromiso del educador con la institución y los alumnos (Boado. et al. 2005).

La exigencia académica es un factor que incide en la deserción estudiantil debido a la diferencia entre el ritmo de la secundaria y la universidad y a la falta de dedicación y falta de costumbre a realizar trabajos bajo presión (Tinto, 1989, referenciado por Castaño. 2004).

 

En la categoría de factores individuales, están la edad, genero, estado civil. Estos se relacionan dentro de un contexto personal, las investigaciones demuestran que los estudiantes jóvenes son más susceptibles de desertar (Castaño. et al. 2004, 2006), por lo que se retiran de sus estudios argumentando que más adelante van a volver, o se rezagan debido a que postergan semestres y a la repitencia, aunque es de anotar que el riesgo decrece marginalmente a medida que esta aumenta.  

 

Dentro del género los estudiantes de sexo masculino tienen mayor riesgo de desertar debido a situaciones inherentes a la responsabilidad social como hombre dentro de su entorno. En el factor estado civil por el contrario de lo que se pensaría a simple vista, los solteros corren mayor riesgo de abandonar o de rezagarse en los estudios que los casados, por ello la disponibilidad de tiempo para estudiar que debería ser mayor en los solteros no parece tener ninguna incidencia (Castaño. et al. 2006).

 

Esta categoría también incluye factores inherentes a la personalidad del estudiante como las motivaciones que lo impulsan a seguir en el proceso o abandonarlo; la autoestima como factor fundamental para la integración y persistencia en el proceso educativo (Salcedo. et al. 2010).

 

Quienes han tenido calamidades y/o problemas domésticos tienen mayor riesgo de deserción por lo que esto implica para el estudiante tiempo y concentración de esfuerzos, de la misma manera, las expectativas no satisfechas elevan las probabilidades de deserción cuando el alumno no encontró para su formación lo que buscaba o no fue como él lo esperaba (Castaño. et al. 2004) (Pineda. et al. 2010).

 

Otro elemento que afecta la capacidad de permanecer en la universidad es cuando el estudiante desarrolla actividades extraacadémicas a las que le asigna mayor importancia, y los horarios de estas se cruzan (Castaño. et al. 2004)  (Pineda. et al. 2010).

 

Otro factor que incide sobre la estadía del estudiante en la institución es la capacidad de integración, en este caso la diversidad cultural, el venir de ambientes diferentes “pasa factura” a los estudiantes (Tinto. 1986, 2002, 2003., referenciado por Boado. 2005). El compromiso personal es un factor que afecta al individuo, ya que al no tener unos objetivos fijados las probabilidades de desertar se incrementan (Álvarez. 1996., citado por UNAL1-ICFES2. 2002)

 

Dentro de la categoría de los aspectos socioeconómicos pertenecer a un estrato social bajo incrementa el riesgo de deserción, porque inherente a ello se pueden encontrar factores como el ingreso económico, el nivel educativo y otros que condicionan la permanencia en la universidad (Castaño. et al. 2006).

 

La situación laboral del estudiante y sus padres en ocasiones obliga al estudiante a alejarse de manera permanente (deserción) o temporal (rezago) de sus estudios, ya sea por falta de trabajo o porque proporciona un bajo ingreso, además de la estrecha relación con otras causas como la disponibilidad de tiempo, costo de matricula etc. (Pineda. et al. 2010) (Boado. Et al. 2005). También la dependencia económica es una variable implicada en la deserción, esta afecta la estadía en la institución cuando se retira el apoyo, el estudiante decide independizarse, falta de compromiso personal, etc. ya que ingresan otras variables al grupo de motivos por los que se renuncia a seguir en los estudios (Castaño. et al. 2004).

 

Tener personas a cargo es una de las razones que incrementa las posibilidades de desertar, puesto que eleva la prioridad económica por encima de la educativa (Castaño. et al. 2004). El nivel educativo de los padres es un factor que permea el ánimo y las ganas de permanecer en la educación superior, principalmente por no tener un ejemplo educacional a igualar o superar, además de la falta de motivación por parte de los padres y el reflejo de unos padres que han llevado una familia sin estudios universitarios, lo cual motiva a dar prioridad a otras necesidades como el trabajo (Giovagnoli. et al. 2002).

 

El entorno familiar es una causa que encierra diferentes variables, como los problemas de pareja, intrafamiliares, violencia, etc. repercutiendo de manera drástica sobre la deserción y el rezago estudiantil universitario (Giovagnoli. et al. 2002).

 

El entorno macroeconómico del país es un factor general que involucra varios factores como el desempleo, el ingreso per cápita entre otros, incidiendo de forma directa en el bolsillo del estudiante o de su familia, afectando la capacidad o los deseos de continuar en sus estudios superiores (Castaño. et al. 2004). Así mismo el origen geográfico es determinante de la deserción universitaria porque está ligada a otros factores como la integración y la situación laboral (Salcedo. et al. 2010).

 

La última categoría que se enuncia en este escrito es la académica, en ella están incluidos los factores relacionados directamente a la institución educativa.

La orientación profesional es una de las causas que causa deserción en un gran número de alumnos durante los primeros semestres, como consecuencia de la falta de acompañamiento o de claridad al momento de escoger la carrera a seguir. Otros ingresan a la universidad por motivación externa, ya sea por parte de los padres, familiares o por estimulo de los amigos con quienes venía estudiando, después descubren que no es lo que querían y se retiran. Algunas veces es por falta de información desde las mismas instituciones, que el estudiante ingresa con una idea errada y cuando llega a la realidad decide desertar (Castaño. et al. 2006) (Giovagnoli. et al. 2002) (Pineda. et al. 2010)(Salcedo. et al. 2010).

 

El tipo de colegio en la secundaria está implicado en la deserción y el rezago ya que debido a lo que llaman armonización, algunos colegios no le permiten al estudiante tener una transición “armónica”, por lo que al llegar a la universidad se siente desencajado y tiene problemas de adaptación, desembocando en el rezago y/o deserción (UNAL-ICFES. et al. 2002).

 

El rendimiento académico tiene implicaciones serias en el rezago y la deserción, ya que es muy común en las universidades, además de que se genera por la incidencia de otras variables importantes como la familia, la integración, la vocación etc., este motivo normalmente frustra al estudiante al no poder superar las exigencias académicas de la carrera. (Boado. et al. 2005).

 

Otra de las razones por las que se presenta rezago y deserción es el equivocado método de estudio que utiliza el estudiante, este no le satisface las necesidades académicas en concordancia con lo que espera de le la universidad. En este caso la frustración es mayor, ya que a pesar del esfuerzo el estudiante no verá los resultados esperados (Pineda. et al. 2010) (Boado. et al. 2005) (UNAL-ICFES. et al. 2002).

La insatisfacción con el programa es una causante de deserción, especialmente en los primeros semestres de la carrera, se presenta por desconocimiento  y/o desinformación a la hora de seleccionar la carrera, incertidumbre laboral profesional entre otras (Pineda. et al. 2010).

 

Otra variable que fomenta la deserción y el rezago es la carga académica, este factor es la exigencia por parte de la universidad a los estudiantes, algunos no pueden con lo que se les pide, rezagándose y/o desertando, (Pineda. et al. 2010) (UNAL-ICFES. et al. 2002). La repitencia, este es quizá el pilar fundamental del rezago, se presenta unido a otros factores como la falta de compromiso personal y con la institución, deficientes métodos de estudio y otras variables que desgastan la intención del estudiante de continuar en la carrera (Castaño. et al. 2006) (UNAL-ICFES. et al. 2002).

 

Finalmente un factor emergente es la falta de continuidad académica en donde las personas que permanecen largo tiempo alejados del estudio encuentran dificultades para adaptarse de nuevo a este (Castaño. et al. 2006).


1 UNAL: Universidad Nacional de Colombia.

2 ICFES: Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación.

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