 
                El trabajo sociocultural  deviene una de las principales preocupaciones a partir del triunfo de la  Revolución, al considerarse al ser humano  como elemento central del accionar del nuevo orden social. Múltiples y valiosas  experiencias se han desarrollado a lo largo de   cincuenta y dos años de transformación revolucionaria, la mayoría  dirigidas a la satisfacción de necesidades inmediatas y mediatas, mediante propuestas  de transformación y desarrollo en la esfera de las manifestaciones culturales  particulares y al mismo tiempo en lo relacionado con la cultura popular  tradicional. De la misma manera, las organizaciones políticas y de masas se han  dado a la tarea de promover el trabajo sociocultural comunitario sobre bases  esencialmente empíricas en una primera etapa, característica que se ha ido  transformando con la participación de profesionales, investigadores,  estudiantes y profesores universitarios. 
  El  trabajo  sociocultural prepara a los  grupos de personas dentro de la comunidad para participar en el control y  transformación de su cotidianidad, para ser protagonistas en la toma de  decisiones sobre políticas y estrategias que conducen las acciones socioculturales  y posibilita  el no ser solo consumidores  de bienes y servicios, sino que promueve la creatividad colectiva y la  promoción de la participación ciudadana.
  A  medida que los procesos sociales se hacen más complejos, los proyectos  culturales requieren, en su concepción y realización, de un mayor nivel de  preparación teórica y práctica, tanto de los que conciben y  dirigen la actividad social cultural, como de  los que la ejecutan.  Por otra parte, es  cada vez más importante que se tomen en consideración las peculiaridades locales  para el trazado de políticas de transformación y rescate. El ejercicio de la  profesión de Estudios Socioculturales, supone la formación científica y ética  de los futuros graduados que, ante todo, deben tener conciencia y actuar en la práctica  social, según dos principios básicos: el protagonismo real de las personas,  grupos y comunidades y la participación activa de todos en los procesos  socioculturales1.
  Este apartado da respuesta  en lo teórico y metodológico a la necesidad de perfeccionar la labor  sociocultural con esta metodología, basada en los principios de la investigación-acción participativa, en la que se  busca alcanzar un profundo conocimiento de la realidad e impulsar su  transformación sociocultural con la participación comprometida de todos los  actores sociales implicados.
  Esta opción  metodológica postula una amplia socialización en el proceso de obtención de  conocimientos, así como una incentivación del espíritu creativo, para afrontar  por caminos propios, los problemas de la vida cotidiana,  intenta enfrentar con explicaciones  originales, las realidades particulares.
  La  investigación-acción participativa propone  romper la separación sujeto-objeto, la distancia entre teoría y práctica y  entre el saber y el actuar. Coloca al sujeto como productor de conocimientos en  la reflexión de sí mismo y de su realidad, para sobre esa base generar cambios  en forma dinámica en el individuo y en su contexto sociocultural.
  La concepción de la  metodología posee la peculiaridad de combinar las experiencias prácticas con la  teoría existente sobre esta temática. Unas veces los errores, las vivencias  prácticas compartidas por un grupo de enamorados de la labor sociocultural  comunitaria  llevaron a buscar explicaciones  en las ciencias sociales y  las  humanidades, particularmente en la sociología, la antropología, la historia del  arte, la culturología, la  sicología  social, otras veces la aplicación  o  adaptación de los elementos teóricos a nuestra realidad  aportó nuevos matices y en la mayoría de los  casos los enriqueció.
  Las ideas apuntadas indican  que la vinculación de la teoría y la práctica son vitales para comprender el  proceso de desarrollo sociocultural de las comunidades y por tanto condición  imprescindible para argumentar el trabajo sociocultural, del que se está  necesitado  hoy  en el mundo en que  se vive   y crea.
  La teoría orienta la  investigación, ofrece un sistema conceptual, un sistema de clasificación y de  unificación sistemática, sistematiza los hechos e indica áreas no exploradas  del conocimiento al señalar lagunas  y la  necesidad de que se oriente en la solución de las mismas.
  El contexto en el que  esta metodología se elabora,  tiene una  relación directa con el surgimiento en algunos centros de Educación Superior,  particularmente en la Universidad   de Las Tunas, de la    Carrera de   Estudios   Socioculturales,  cuya   misión  es: Preparar a profesionales  capaces de facilitar y enriquecer la vida cultural de los territorios y las  instituciones a partir de su condición como agente de cambio.
  En consecuencia constituyen  aspectos esenciales de su labor la promoción de la cultura, la participación  activa de la población en su desarrollo, a través del desempeño de diversas  funciones y áreas de la gestión cultural, al tiempo que hace énfasis en la  realización de acciones de trabajo comunitario, promoción, animación,  investigación, programación, gestión de proyectos, docencia y extensión  cultural, lo que implica necesariamente que estén provistos de un arsenal  teórico-metodológico que garantice su competencia profesional.  Ese aspecto se erige en móvil fundamental  para  conformar un proyecto desde el  enfoque culturológico para la transformación sociocultural de la comunidad  urbana de la circunscripción 123 del consejo popular No.18. 
  La necesidad del  trabajo sociocultural y su perfeccionamiento es un requerimiento de estos  tiempos, para lo que se hace imprescindible que en las comunidades no sólo se  trabaje en función de que las personas participen, sino que su participación  esté direccionada a la toma de decisiones, para dar solución a sus problemas a  partir de su identificación conocimiento y comprensión de que,  con el concurso de sus recursos tanto  material como espiritual, pueden resolverlos.  De ahí que la metodología tiene como un aspecto esencial para desarrollar el  trabajo sociocultural comunitario, el enfoque   endógeno que garantiza que las transformaciones se produzcan desde  dentro con la participación del equipo   de investigadores-promotores.
  En la metodología para  el trabajo sociocultural  se asumen los contenidos abordados en la  parte I del presente libro, lo cual indica la lógica del proceso no solo de  análisis sino particularmente de búsqueda de solución a los problemas, que  actualmente aquejan al trabajo sociocultural en Cuba.:
ELEMENTOS DISTINTIVOS DE LA METODOLOGÍA PARA EL TRABAJO SOCIOCULTURAL.
Esta metodología se ha aplicado en el proyecto de trabajo comunitario e investigación sociocultural ENTRESCULTURAS, en la práctica laboral que desarrollan los estudiantes de la carrera de Estudios Socioculturales en la Red de instituciones culturales del territorio de Las Tunas, en las investigaciones realizadas por los maestrantes de la primera y segunda edición de la Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario, en ella se consideran las dos concepciones que en algunos autores de metodologías para el trabajo comunitario no están presentes juntas simultáneamente, por un lado los supuestos epistemológicos y por el otro el conjunto de operaciones, o algoritmo interventivo, se realizan de una manera sistemática para conocer y transformar la realidad.
Precisamente, asumir esta concepción permite el ejercicio constante de vigilancia epistemológica que, subordinado el uso de términos y conceptos a un examen sobre las condiciones y los límites de su validez, proscriba la comodidad de una aplicación automática de procedimientos probados y señale que toda operación, no importa cuán rutinaria y repetida sea, debe repensarse a sí misma y en función del caso particular. En este sentido, es indispensable la construcción epistémica, no sólo de los métodos sino del sistema referencial que cualifica la metodología.
Lo anterior apunta a que no se deben llevar modelos importados a contextos diferentes para influir en su desarrollo, sino que es decisivo, si realmente se quiere lograr una transformación esencial, tomar en cuenta las especificidades del contexto para realizar una transformación estable y real, aunque es válido aclarar que la teoría existente universalmente es válida por cuanto expresa el nivel alcanzado por la humanidad en esa dirección, de lo que se trata pues es de realizar las valoraciones críticas a partir de la realidad en que se vive y transforma.
Cabe precisar que en el caso cubano es especialmente importante utilizar el enfoque culturológico pues puede sin lugar a dudas contribuir, en tanto considera la participación de la comunidad en la construcción de los modelos de desarrollo, lo que es pauta en nuestra metodología y se vincula estrechamente con un aspecto de vital importancia en el trabajo sociocultural comunitario, la creatividad de los que participan en la transformación sociocultural. Por su naturaleza esta metodología está diseñada para generar proyectos de transformación sociocultural.
En su estructura posee un espacio teórico conceptual que se caracteriza por un análisis de los antecedentes de la metodología propuesta, enfoque, sistema de categorías, ideas reguladoras, objetivos, funciones, eje transversal, núcleo de la metodología, intencionalidad, fundamento, tesis, exigencias y teorías que la fundamentan, estos elementos contribuyen a darle a la metodología una coherencia y al mismo tiempo una indudable consistencia epistémica y metodológica.
Un aspecto metodológico instrumental, que parte de la idea de la complementariedad metodológica, que en esencia refiere la posibilidad de la utilización de las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa en el proceso de indagación científica, es imprescindible en el trabajo sociocultural que nutre a los investigadores y gestores del cambio sociocultural de la información necesaria para la toma de decisiones.
En este apartado metodológico se indican los momentos del proceso de inducción del cambio sociocultural, los métodos fundamentales: investigación-acción-participación, observación y etnográfico, las técnicas y los procedimientos que son necesarios en las fases: Preparatoria o de sensibilización, de diagnóstico o análisis de la realidad, organización, planificación sociocultural, ejecución, evaluación y sistematización.
La defensa de la   Cultura  Nacional  Cubana espada y escudo de la nación,   condición  indispensable para  salvaguardar las conquistas alcanzadas por la Revolución, defender el  socialismo que estamos construyendo y  participar  conscientemente en la Batalla de Ideas. Perspectiva que en la metodología  se convierte en su tesis principal, relacionada directamente con su núcleo: El  conocimiento de la memoria histórica  y  el  reconocimiento del Patrimonio  Cultural local, nacional y universal, como garantía del desarrollo de los  sentimientos de pertenencia e identidad.
  Todo lo cual se  complementa con  la intención de: potenciar la  espiritualidad y elevar la participación consciente y comprometida para lograr  el real protagonismo de las comunidades en el proceso de su propia  transformación sociocultural
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|  1647 - Investigaciones socioambientales, educativas y humanísticas para el medio rural Por: Miguel Ángel Sámano Rentería y Ramón Rivera Espinosa. (Coordinadores)  Este  libro  es  producto del  trabajo desarrollado por un grupo interdisciplinario de investigadores integrantes del Instituto de Investigaciones Socioambientales, Educativas y Humanísticas para el Medio Rural (IISEHMER).  Libro gratis | 
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