INFLACIÓN POPULAR: EL IMPACTO DE LA DINAMICA DE PRECIOS EN LAS FAMILIAS POBRES URBANAS DE GUATEMALA

SERGIO A. ROSALES MAZARIEGOS
sergio1982arm@gmail.com

Estructura del Índice de Precios al Consumidor en países pobres: Guatemala y el poder adquisitivo del quetzal

          En los países más pobres el presupuesto familiar se emplea en casi un 70 por ciento para el consumo de alimentos. Para ejemplificar lo anterior, puede compararse el IPC de España, donde el grupo de Alimentación, bebidas y tabaco tiene un peso relativo del 29.36 por ciento, y para Estados Unidos el grupo alimenticio es de casi el 18 por ciento . Lo anterior, demuestra la diversificación del consumo en países más desarrollados, frente a una ponderación en Guatemala del 38.75 por ciento de la división Alimentos, bebidas no alcohólicas y comidas fuera del hogar, que a su vez, al mes de julio de 2008 (punto máximo inflacionario del año) representó el 65.96 por ciento en la incidencia porcentual sobre el alza en el IPC.*
Por su misma característica de índice Laspeyres, cada división del IPC es en sí una media aritmética, y en consecuencia los valores extremos afectan el peso o ponderación del mismo sobre el índice total. Además, debe considerarse que la composición de la canasta básica tendría diferentes pesos por división según el segmento de la población del que se trate. De esta cuenta, según las líneas de pobreza elaboradas con base en la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida -ENCOVI- del año 2006, el consumo alimenticio representó el 48.77 por ciento sobre la línea de pobreza general, pero en la línea de pobreza extrema dicho consumo representa el 100 por ciento . Como puede verse, se pasa de un peso del 38.75 por ciento para el consumo de la población en general, hasta un 100 por ciento para las personas en pobreza extrema.
De esta cuenta, se respalda la afirmación que el peso de los gastos alimenticios son más relevantes para segmentos más pobres de la población. El cálculo de un índice de inflación subyacente, utilizado por los encargados de la política monetaria, omite precisamente aquellos artículos que para los estratos más pobres tienen mayor relevancia (alimentos). Según el boletín estadístico del INE al mes de julio de 2008, de 30 artículos cuyas variaciones positivas sobrepasaron el dos por ciento, 21 pertenecen a la división Alimentos y bebidas no alcohólicas. Asimismo, al mes de diciembre de 2008, entre los artículos cuya variación mensual superó el uno por ciento, nueve de 20 corresponden al grupo alimentos, no obstante la reducción mensual del 0.38 por ciento del IPC. De esta cuenta, el 70 por ciento de los artículos que más se incrementaron en julio, y el 45 por ciento en el mes de diciembre, corresponden precisamente al grupo de alimentos que, junto con los productos energéticos, usualmente se elimina para estimar la inflación subyacente.
En el boletín citado de diciembre se hace referencia a la pérdida de poder adquisitivo del quetzal es de Q 0.45 respecto al periodo base (Diciembre 2000). Una familia debajo de la línea de pobreza general que, tal como se define, es aquel nivel en el que se cubre únicamente el consumo mínimo de alimentos, habrá visto durante el período diciembre 2000 a diciembre 2008, una mayor reducción del poder adquisitivo de “Su” quetzal, o la unidad monetaria que tenga en posesión.
Como se aprecia en el numeral siguiente, la población catalogada en situación de pobreza es aquella que cubre exclusivamente los consumos mínimos alimenticios, por lo que es ésta división del IPC la que casi definirá su verdadero poder adquisitivo. Para estimar los efectos de los precios en los bienes adquiridos por los pobres, puede tomarse como referente preliminar el número índice para la división de Alimentos, bebidas no alcohólicas y comidas fuera del hogar fue de 219.71 en diciembre de 2008, o para delimitar aún más el consumo, el índice del grupo Alimentos ubicado en 242.01*.
La pérdida de poder adquisitivo** al mes de diciembre para la población debajo de la línea de pobreza extrema (considerándolo como afectado únicamente por el subgrupo alimentos) es de 0.59, catorce centavos superior a la pérdida del poder adquisitivo de la población en general (estimada en 0.45 a diciembre 2008). Estas estimaciones preliminares, permiten sentar las bases para el cálculo de un índice de Inflación Popular, que permitirá visualizar tanto de forma gráfica como numérica, la profundización de la brecha entre ricos y pobres, desde el punto de vista del poder adquisitivo y precios relativos.
De esta cuenta, en esta tesis se supone como válido metodológicamente, la medición del Índice de Precios al Consumidor, analizado según los grupos de consumo y gastos básicos empleados por los segmentos de la población en situación de pobreza. A partir de este análisis, se estima la pérdida de poder adquisitivo de la población por debajo de la línea de pobreza, medida por medio de la Canasta Básica Popular -CBP- que se construyó a partir de las entrevistas efectuadas.

Criterios para la medición de la pobreza

Para efectos de este estudio, se tomó como referencia la medición de líneas de pobreza según los niveles de consumo de las Encuestas de Condiciones de Vida –ENCOVI– 2000 y 2006, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística –INE–. En este sentido, se clasifica a la población en términos de pobreza en dos grupos:
Pobres extremos: Todas las personas que se ubican por debajo de la línea de pobreza extrema, estimada para el año 2000 en un consumo por debajo de Q 1,911 por persona y en 2006 en un consumo por debajo de Q 3,206 por persona al año 2000 (67 por ciento superior al costo de dicha línea en el año 2000). Estas personas, se considera entonces, viven en condiciones de indigencia al no poder cubrir el costo mínimo de los alimentos de subsistencia. Para este fin, se considera como un mínimo de consumo alimenticio de 2,172 kilocalorías diarias por persona promedio recomendadas por el INCAP para una nutrición básica.
Pobres no extremos: Los que en la escala de bienestar se ubican por encima de la línea de pobreza extrema pero por debajo de la línea de pobreza general y son aquellas personas cuyos consumos están por debajo del valor de la línea de pobreza general estimada en Q 4,318 persona al año 2000 y Q 6,574 por persona al año 2006, (52 por ciento de incremento en el período).
Estas personas “alcanzan a cubrir los consumos mínimos de alimentos pero no el costo mínimo adicional para los gastos de servicios, vivienda, salud, transporte y otros, llamados usualmente como gastos no alimentarios.” (Subrayado propio). La categoría de “Pobres” está conformada por la suma de los pobres extremos y los no extremos, acá estarían aquellas personas que no alcanzan a cubrir los gastos mínimos en alimentos y en otros gastos no alimenticios.

Selección del Costo de la Canasta Básica Vital como variable de referencia para la Línea de Pobreza General a diciembre de 2008      

La pregunta-filtro formulada como inicio de la entrevista realizada, que se detalla en el Capítulo II sobre la Descripción metodológica , se basó en el Costo de la Canasta Básica Vital -CCBV- a diciembre del año 2008 (Q 3,605.94 al mes para 5.38 personas). Se tomó dicho criterio como una variable aproximada del valor de la línea de pobreza general, por carecerse del cálculo oficial actualizado a 2008. Si se compara la línea de pobreza del año 2000 respecto al CCBV de diciembre del mismo año, éste último es 8.7 por ciento superior a la primera, mientras que para el 2006 dicha relación ubica al CCBV por debajo del valor de la línea de pobreza en 8.2 por ciento. Por tanto, la diferencia promedio en las dos estimaciones de la línea de pobreza son mínimas (0.58 por ciento). Esta similitud permitió la adopción del CCBV como un filtro aproximado eficaz, para clasificar a las familias como pobres*, con una estimación de la Línea de Pobreza preliminar para la presente tesis ubicada en Q 8,043 por persona al año 2008, o lo que es lo mismo, en Q 3,605.94 por familia estándar mensual.
Por el contrario, de haber calculado la línea de pobreza para diciembre 2008, únicamente basado en la tasa de crecimiento observada del CCBV, se hubiese sobreestimado una línea de pobreza de Q 3,900.25 por familia (5.38 miembros) al mes, cifra superior al CCBV (Q 3,605.94), que habría sesgado al alza la línea de pobreza.

Justificación de la investigación

El comportamiento de la economía, y el accionar político y económico de las autoridades, debe ser conocido no sólo a niveles técnicos entre los círculos académicos y políticos, sino a nivel popular. Esto puede ayudar a fortalecer una conciencia crítica entre la población y a incentivar una auditoría social que permita reflejar el éxito de la aplicación de determinadas políticas, especialmente en materia económica. Este acercamiento entre los círculos técnicos, políticos y populares permitirá ganar credibilidad y efectividad en el quehacer político-económico, además de enfrentar el hecho que… “las cifras y gráficas de la inflación y lo que realmente le importa a la gente son cosas completamente distintas” , posiblemente porque no ven reflejada su realidad en los datos oficiales.
Por ello, en esta tesis se estima una Canasta Básica Popular, para medir y ponderar únicamente aquellos artículos que son consumidos por las familias pobres, enfatizado en la Canasta Básica de Alimentos, como elemento cuantitativo para estimar la Inflación Popular.
En el ámbito político, puede ser una herramienta útil para presentar la realidad económica al nivel de las grandes masas. En el aspecto económico es útil contar con mediciones que permitan conocer el impacto en los grupos objetivo de determinadas políticas y estrategias, como aquellas encaminadas a reducir la pobreza. Inclusive, la inflación popular sería un indicador que permita comparar efectivamente la pérdida de poder adquisitivo del ingreso del pobre a raíz del comportamiento de los precios de los artículos que consume, con algunas proyecciones sobre líneas de pobreza.
Para países con alta inequidad en la distribución del ingreso, este tipo de mediciones son más que realistas. La construcción del IPC que toma en cuenta la generalidad en los artículos de consumo basados en la ENIGFAM, está sesgado por el consumo de las familias en los estratos de mayor ingreso. Asimismo, por la inequidad distributiva de Guatemala, el IPC es un parámetro sesgado por su misma naturaleza de media ponderada de índices relativos Laspeyres. De esa cuenta, deben estimarse ponderaciones para el IPC por estratos, en este caso, considerando al segmento más desprotegido de la población.
La estimación de este tipo de índice inflacionario podría ser una herramienta que busque, no eliminar las fluctuaciones para proyectar tendencias (tales como las estimaciones de la inflación subyacente), sino precisamente para reflejar el comportamiento real de la economía, principalmente para los grupos vulnerables del País.
Si bien la teoría económica afirma que la Inflación es un “incremento generalizado y sostenido de los precios”, también puede destacarse que índices de inflación como la denominada subyacente no toman la generalidad de los bienes y servicios, pues con ciertos criterios se excluyen algunos de ellos, por la necesidad de proyectar el efecto tendencial. Esto da la pauta para, de igual forma, con el objeto de evaluar el impacto en las familias pobres, pueda estimarse el índice de Inflación Popular, sin reñir con la definición generalmente aceptada de inflación.


Webster, op. cit. Pág. 980.

* Asimismo, puede ejemplificarse el peso de la Canasta Básica Alimentaria (es el mínimo alimentario que debe satisfacer por lo menos las necesidades energéticas y proteínicas de un hogar de referencia) de 54.8 por ciento sobre el Costo de la Canasta Básica Vital (conjunto de bienes y servicios esenciales para satisfacer las necesidades básicas para el bienestar de todos los miembros de la familia. Incluye: Alimentación, Vestuario, Vivienda, Mobiliario, Salud, Transporte y Comunicaciones, Recreación y Cultura, Educación y Bienes y Servicios Diversos). INE, boletín informativo IPC Diciembre 2008.

Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006, INE, Guatemala.

* Calculado sobre el índice del grupo alimentos de enero 2009 y su variación mensual respecto a diciembre.

** La pérdida del poder adquisitivo representa la reducción del volumen real de bienes y servicios que una persona puede adquirir con determinada unidad monetaria. Se calcula a partir de un año base, como un cociente sobre el IPC del período que se desea estimar.

Instituto  Nacional  de  Estadística.  Perfil  de  la  pobreza  en  Guatemala. Guatemala, INE 2000. Pág. 4.

Ibid, Pág. 6.

* Las líneas de pobreza están expresadas en quetzales por persona al año. Para efectos de comparabilidad, el valor de la línea por persona se multiplicó por 5.38 personas (considerado como el número promedio de miembros por familia) y se dividió dentro de 12 meses para estimar un valor equivalente al CCBV mensual.

  Cáceres, Francisco.  Los  índices  inflacionarios  poco  le  importan  a  la  gente.  Diario  La  Hora, 20 de julio de 2007.

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