RETORNO AL AYLLU: UNA MIRADA AYMARA A LA GLOBALIZACIÓN

Fernando Untoja Choque

Capítulo I. El Ayllu en el pensamiento occidental

Introducción

Antes de estudiar el discurso sobre el Ayllu es útil hacer una revisión del imaginario social de los conquistadores. Es el "descubrimiento" (como lo llaman) de las Américas, que ha permitido al occidente su primer encuentro, con aquellos que desde entonces se los nombraría como salvaje, Inca, Indios.
Por primera vez, los occidentales se encuentran confrontados a un tipo de sociedad (como la del Ayllu), radicalmente diferente, de todo lo que ellos conocían hasta entonces. Tenían que pensar una realidad social, que no podía caber en las representaciones tradicionales del ser social europeo.
Dicho de otro modo, el mundo de los "salvajes', de los Inca, era absurdo para el pensamiento europeo de esa época; por eso en este trabajo se analizara en detalle, del imaginario social de la época y las razones de esa "verdadera" imposibilidad epistemológica.
Estas razones se refieren a la certeza co-extensiva a toda la historia de la "civilización" y análisis occidental, como la única concepción de la sociedad humana. Es también importante subrayar la explosión mental que vivía Europa en el pasaje del "mundo cerrado" al universo infinito (Revolución Copernicana). A pesar de la explosión mental se conserva el imaginario social y cósmico, consistente en la representación de la sociedad que debe ser encarnada en la figura de lo Uno exterior a la sociedad, en una jerarquización del espacio político, en la función de comandante, un jefe, un rey, o un déspota. En el siglo XVI, no existe sociedad, mas que, bajo el signo de división en amos y esclavos (Dios y los hombres, pastores y ovejas).
Resulta, de esta gran visión del universo cósmico y social, que toda sociedad no presentando la misma forma de división, no sería digno de ser considerada como tal. A partir de este momento, los "conquistadores" vieron hombres sin fe, sin rey y sin ley; civilizar era un trabajo monumental a realizar a tal punto que parecía desalentador. Civilizar, dar ley aportarles la fe a los salvajes, era peor que un trabajo forzado. Es esto entonces, que empuja a los conquistadores a deshacerse físicamente de los "indios" o reducirlos al estado de esclavitud fiel a las recomendaciones del neo-aristotelismo (San Agustín).
Pero, salgamos un poco de ese campo de re-educación a golpes de fusil y de sermones de los curas, y aproximémonos a la gran "iglesia" que nos dará la verdad. Esta vez, no serán los cronistas, sino los especialistas: historiadores, etnólogos, economistas que estudian la sociedad Inca.
En esta revisión nos referiremos sobre todo a autores extranjeros sobre todo europeos, que en el transcurso de la historia de ideas, y en la investigación de las sociedades no occidentales han hecho varias conjeturas para comparar el grado de civilización en que se encontraban los otros. Debemos dejar en claro que no existen autores nacionales relevantes sobre este tema, este desinterés no es porque haya un habitud de vivir en dejadez sino por el grado de colonización mental en que se encuentran, lo que más interesó a los historiadores y sociólogos y economistas fue repetir el discurso hegemónico y colonial sobre el desarrollo de la sociedad. Por eso las los problemas de nuestra sociedad en la mayoría de los casos es envuelta por la difusión de pensamientos sin ninguna crítica, terminando siempre en encasillamientos totalitarios.
Para autores, extranjeros, la sociedad Inca en su ser social, es una sociedad dividida, jerarquizada. La sociedad es analizada a partir de la conquista, de los Incas donde el Estado impone su empresa sobre la sociedad entera. Las comunidades aldeanas (Ayllus) son datos (dados): como relación de parentesco y como territorio. La integración de esas comunidades al imperio, no se hace más que por la utilización de la religión, de ahí se presenta como un Estado teocrático (R. Karsten).
 Para algunos contemporáneos esta integración se realiza por la utilización de la ideología de reciprocidad en el seno del Ayllu, como reciprocidad entre el Estado y las comunidades generando una "esclavitud generalizada", (M. Godelier y N. Wachtel.
Y finalmente, Para J. Murra es un Estado que juega el rol de mercado controlando toda la vida económica del país especialmente con fines de bienestar, transfiriendo al nivel estatal las obligaciones de reciprocidad Andina.

Sección I: La sociedad inca según los etnólogos y los historiadores

De todos los trabajos realizados sobre la sociedad Inca. Las obras de R, Karsten. M. Godelier. N. Wachtel, J. Murra pretenden restituir de una manera fiel no-etnocentrista la realidad del funcionamiento de la sociedad Andina. N. Wachtel, reclamándose de una posición no etnocentrista, afirma que: "debemos evitar de proyectar nuestras propias categorías"(). Ahora expongamos cada una de las posiciones.

I. El Ayllu en la concepción de Karsten

Entre los estudios referentes al análisis y la naturaleza de la sociedad Inca, veamos el de R. Karsten. Este insiste particularmente sobre la instancia del Estado y nos da una visión totalitaria de ese sistema. Según él, el Estado es teocrático y los individuos serían esclavos felices. La sociedad es percibida como una sociedad dividida, estructurada por esa división, en jerarquía social, existencia de clases sociales y sobre todo, la hegemonía de una casta en el poder que oprime las comunidades. El Estado totalitario es el punto centralizador, es aquél que da coherencia a la sociedad, dice Karsten.

La obra de Karsten, es la obra de un sociólogo y un etnólogo. El análisis de la sociedad gira sobre la manera como está organizada ella, desde el punto de vista político, social, cultural. Para Karsten el factor religioso juega un papel importante en la cohesión de la sociedad. Estos puntos de su estudio están dispersos en capítulos diferentes. ¿Cuál es la lógica, si hay una que está en juego? ¿Cuál es la unidad, la coherencia, la cohesión del conjunto? ¿Basta postular que el estado gracias a la religión mantiene la coherencia?
Sigamos, R. Karsten en su exploración, nos dice que para comprender la organización social, realizado por los Incas, es necesario conocer lo que existía antes de ellos. La organización social en su conjunto, está basada sobre la comunidad aldeana, que en regla coincide con la comunidad familiar, llamada por los Aymara y quechua, el Ayllu. El Ayllu está definido como una especie de clase de descendencia patrilineal y endogámica. Cada Ayllu constituye una unidad política, social, económica cerrada e independiente. El Ayllu dispone de tierras que contornan la aldea, al rededor de la aldea, los pastizales, los campos de cultivo, son considerados como "propiedad colectiva" del Ayllu y pequeñas porciones de tierras son atribuidas a las diversas familias según reglas bien determinadas.
Varios Ayllus se reúnen para constituir colectividades más grandes, de un carácter político, más acentuado, formando así verdaderos pequeños Estados. Estos son dirigidos por jefes permanentes, los kuraca. De los cuales el poder en regla general, no depende de la elección sino se transmite hereditariamente.
En el proceso de expansión los Inca dejan subsistir el Ayllu, y también las grandes colectividades. Su amplia visión, su tolerancia fue uno de los rasgos característicos de la política de los Inca, tanto en el dominio social como religioso. Es fusionando esos "Estados Andinos" tan heterogéneos que los Inca constituyen la "admirable unidad política... el gran imperio Inca".
¿Cuál es la base esta unidad? ¿Cómo ha sido realizado constituida? Los Ayllus fueron nominalmente conservados, pero en realidad fueron incorporados en el nuevo orden social creado por los Inca en base a políticas asistencialistas basados en alimentos vestimenta etc. Pero Karsten, no nos dice nada de la manera cómo esos Ayllus fueron integrados. ¿Cuál era la organización social económica y política de los Inca capaz de ser aceptada en tanto que relación social? ¿Cuál era la relación social que existía en la sociedad Inca?

a) El Ayllu: Comunismo Agrario

Es en el capítulo VIII, sobre la propiedad y la legislación social que, Karsten abordará el estatuto del Ayllu en la sociedad Inca. Un cierto tipo de propiedad privada, podría naturalmente existir en el Estado Inca, en lo que concierne a la vestimenta, atavíos y otros objetos estrictamente personales, también en lo que concierne a los productos del suelo atribuidos en particular a cada "Indio".
Pero lo que parece más importante para Karsten es el Comunismo Agrario: "El comunismo Agrario de la época de los Inca, no es un mito sino una realidad y ha debido parecer perfectamente natural a la población, porque ese sistema de distribución de la tierra, parece haber reinado en el Perú desde tiempos inmemoriales".
Karsten, parece detectar una relación muy importante y un viejo problema que siempre ha sido la base de la constitución de sociedades. Esta es la relación conflictiva entre propiedad comunitaria y la posesión privada de la tierra en la que se encuentra cada individuo y miembro del Ayllu. "La tierra es la propiedad colectiva de la tribu, pero ella es repartida entre las diversas familias que tienen el derecho de servirse y hasta cierto punto de considerarla como si les perteneciera realmente durante todo el tiempo que la cultiven. No tendría una familia, la idea de disputar la propiedad de una tierra a una otra familia, todo el tiempo que esta última ejerza la posesión".
Karsten insistente sobre el hecho que los Inca no hacen más que sistematizar, generalizar ese principio de posesión privada y de apropiación común ya existente en las comunidades aldeanas. "Un comunismo de ese género ha existido siempre en las grandes colectividades indias sobre el Altiplano y los Inca no han hecho mas que sistematizar a través de leyes precisas cuando efectúan la conquista de un territorio poseído por una aldea o por un grupo de aldeas", y constituyendo esto en tres partes: aquella reservada al Dios sol, (de la cual el uso era religioso y los productos eran afectados al mantenimiento de templos y sacerdotes), otra reservada a la propiedad real y finalmente una tercera parte repartida entre las familias.
Aquí lo que hacer resaltar Karsten, es la relación entre la posesión privada de la tierra, su no apropiación privada y la propiedad común de la misma. La tierra es repartida entre familias, según principios determinados, es decir, la importancia de la familia en la comunidad o el Ayllu. "Cada pareja casada y sin hijos recibía un lote de tierra cultivable, que podía cultivar sin ser propietaria: cada familia recibía un terreno cultivable juzgado necesario para asegurar su subsistencia", Esta posesión, aún es afirmada cuando Karsten cita a Gracilazo de la Vega y Cobo: "este último cuenta: que las autoridades del Ayllu revisaban cada año la repartición de la tierra, tomando en cuenta los cambios, cambios operados en el intervalo, a fin de dar tierras suficientemente a cada familia para asegurar su subsistencia"
Karsten encuentra una lógica de las comunidades y otra estatal que desde el poder generaliza las practicas de la propiedad en los Andes. En este trabajo lo que buscamos es la constitución de la lógica del Ayllu. Cierto Karsten nos da algunos elementos a partir de la propiedad de la tierra, nosotros nos ocuparemos de la propiedad misma como estructurador de la economía como de la política y del poder. Ahora bien el problema de la estructuración también debe ser buscado en ejercicio del poder en la sociedad inca.

b) El Poder en la sociedad Inca

La sociedad Inca es analizada por Karsten, esencialmente bajo el ángulo de poder. En el Ayllu, antes de la conquista, es el Kuraka que detenía el poder, su jurisdicción y su poder no sobrepasa los límites de la colectividad aldeana. Cada uno de éstos, "pequeños señores y reyes", emplea el método de gobierno que le parecía lo mejor para servir a la comunidad. Este poder sobre la comunidad, ¿cómo le es conferido al kuraka? Karsten no responde. En lo concerniente al orden de sucesión, éste puede ser asumido por la vía hereditaria o por la elección. No hay ley. Es la costumbre que juega.
Es el jefe que escoge entre sus hijos quién será su sucesor, bajo el criterio de aptitud para gobernar mejor y asegurar el bienestar de sus sujetos, en el caso en que nadie convendría, el sucesor es nombrado por elección, después de haber pasado la prueba de sus capacidades, para servir de la mejor manera posible al interés general de la comunidad. Pero, nada nos es dicho sobre las modalidades de la elección y sobre la duración del poder.
¿Cómo se estructura el poder en la sociedad Inca? ¿Cómo se mantiene la unidad social? En el momento de la expansión Incaica existen varios pequeños estados constituidos por agrupamientos de Ayllus. Sólo la etnia de los Inca será quien imponga el totalitarismo. Es con una cierta admiración que Karsten nos describe "la instauración del Estado totalitario en la sociedad Inca: antes del Imperio de los Inca, no hubo un gran cuerpo político poseedor de un poderoso gobierno central. Les era reservado cimentar numerosos y pequeños Estados peruanos, en una monarquía universal fuertemente organizada, que si se toma en cuenta las condiciones políticas del nuevo mundo, en esa época, debe ser considerada como extremadamente remarcable".
El Estado se impone a las comunidades como un elemento de origen exterior. Describiendo la formación del Estado, Karsten habla sin embargo, de la integración del Ayllu antiguo en el nuevo orden social, que no es conocido. Implícitamente este argumento anuncia en el fondo, la generalización del Ayllu. Karsten agrega que: "la antigua institución del Ayllu, fue nominalmente conservada, pero en realidad ella fue incorporada en el nuevo orden social creado por los Inca". Idea que será retomada cuando describe la administración, distribución de tierras, y el régimen de apropiación.
En lo concerniente a la administración, la población de las provincias conquistadas fue repartida entre los grupos nuevos con base territorial y toda una serie de funcionarios correspondientes. Curiosamente, la estructuración de la sociedad y la jerarquía del poder parece partir de la célula de base (Ayllu): "El primer grupo comprende diez familias del Ayllu, situadas bajo la autoridad de un funcionario inferior y este grupo a su vez integrado en un grupo más amplio, comprendiendo 100 familias, éste a su vez en un grupo de 1000 y este último, aún, en un grupo más grande de 10000 familias. Cada uno tenia su propio jefe, quien poseía estrictamente poderes judiciales y administrativos y nombrado por su grupo".
Toda esta estructuración territorial, partiendo del Ayllu, ¿no es acaso en el fondo un proceso de fusión de los Ayllus, que es escamoteado por Karsten? Entre esos funcionarios, el de menor grado, es decir, el jefe del grupo de familia es naturalmente, el que esta más ligado y asociado a la gran masa de la población, para Karsten.
Lo más importante de las obligaciones "del jefe" es: de repartir la tierra cultivable entre las familias, conforme a los principios establecidos por el "gobierno" (no explicitadas aquí por Karsten), vigilar el trabajo de los jefes de familia, asegurar que cada una de ellas posea suficientes víveres, vestidos, semillas, útiles, (que Estado tan divertido y tan raro que desea la felicidad de sus colonizados) y mantener la disciplina instituyendo sentencias en el caso de delitos menores. Bajo la visión de Karsten, la sociedad inca es muy centralizada, las relaciones de dominación son conservadas por formas de asistencialismo. ¿Es ese habitus que adquiere fuerza en nuestros días en muchas comunidades campesinas cuando está de moda la economía y la justicia comunitaria?   


Wachtel N. La Vision des vaincus

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