¿HACIA DÓNDE VA LA ECONOMÍA-MUNDO?

Hugo Salinas

2. LA RELACIÓN DE DOMINACIÓN

Desde el origen, el ser humano se organiza en grupo social. Lo hace así presionado por consideraciones tales como la diferencia sexual, la competencia por los bienes alimenticios, la reproducción de la especie humana, la ventaja de trabajar en equipo, etc. Lo hace siempre con un fuerte deseo de supervivencia.

Y todo sucede como si el primer proceso de trabajo hubiera sido a mano desnuda. Esta manera de trabajar determina que la relación grupo social / Centro de alimentación sea de una dependencia absoluta. Ello da lugar a una talla reducida del grupo social en un equilibrio precario. Todo esto conduce a imaginar la existencia de solamente algunos grupos sociales teniendo como única fuente alimenticia los Centros de Alimentación.

En las condiciones del proceso de trabajo a mano desnuda, la lucha por la apropiación de los bienes alimenticios se efectúa entre grupos sociales. Este tipo de lucha social no podía realizarse al interior mismo del grupo social. ¿Por qué las luchas sociales por la apropiación de bienes alimenticios no podían desarrollarse al interior del grupo social? ¿Por qué ciertos miembros del grupo social no podían vivir a costa de otros miembros del grupo social?

Porque la forma de manifestación del trabajo era inapropiable por terceros, lo que hacía imposible establecer una Relación de dominación a fin de apropiarse el trabajo de otros de una manera permanente. No fue cuestión ni de la débil productividad ni de una carencia de Producto social a apropiarse. Entonces, al interior de cada grupo social no hubo ninguna posibilidad de dominación o de avasallamiento de uno por el otro; no hubo tampoco lugar para los amos o señores feudales (clase social dominante-ociosa). No hubo, por consiguiente, ninguna posibilidad de la existencia de ricos y pobres. Lo máximo alcanzado por el grupo social era disfrutado por todos en igualdad de condiciones. Por lo tanto, el Producto social fue repartido en términos más o menos igualitarios entre todos los miembros del grupo social.

En su espíritu de búsqueda, el grupo social descubre la producción de bienes alimenticios partiendo de la reproducción del ciclo biológico natural de las plantas y de los animales. Es así como el grupo social crea la tierra cultivable. Por sus características, esta tierra cultivable es diferente de una porción de tierra ordinaria. Es el resultado de una cantidad de trabajo cristalizado.

Una vez la tierra cultivable incluida en el proceso de trabajo, como medio de producción insoslayable, el grupo social crea la condición formal de la Relación de dominación. Por primera vez, en la Historia de la Humanidad, se crea la condición formal de apropiación del trabajo de otros, de manera permanente, por la apropiación de este insoslayable medio de producción.

La fuerza, siendo el elemento esencial de las luchas sociales entre grupos, deviene un verdadero agente socio-económico en la segunda fase de la actividad socio-económica 2pnp. Ya no se trata de la lucha por los bienes alimenticios. Cuando los grupos sociales se enfrentan, en adelante, es por la tierra cultivable; porque, en este estadio de evolución de los procesos de trabajo, el desarrollo del grupo social es directamente proporcional a la extensión de la tierra cultivable en posesión. Y este momento llega cuando ya no existe una porción de tierra que pueda devenir tierra cultivable. Es a partir de este punto de saturación que las luchas sociales apuntan no solamente a la tierra cultivable sino también a la fuerza de trabajo necesaria para su mantenimiento y producción. Estamos frente a la segunda fase de la actividad socio-económica 2pnp.

Allí es donde la fuerza termina por instalarse en la actividad socio-económica, convirtiéndose en el otro elemento de la Relación de dominación. El ejercicio de la fuerza, sin la condición formal de la Relación de dominación, no pudo llegar más allá de actos ocasionales de apropiación del trabajo de un tercero. En cambio, la fuerza más la condición formal hacen posible, por primera vez, la aparición de la Relación de dominación. Es así como se pasa de una actividad socio-económica compuesta de un proceso de trabajo y una decisión social, a otra compuesta de un proceso de trabajo y de una decisión privada. La primera impone una Repartición Igualitaria del resultado de la actividad socio-económica, mientras que la segunda impone una Repartición Individualista del resultado de la actividad socio-económica. Es decir que el 100% de ese resultado pertenece solamente al amo o al gamonal. Y es la Relación de dominación que encubre esa Repartición Individualista.

Desde que la Relación de dominación se instala al interior de la actividad socio-económica, la repartición del Producto social generado por la clase social-fuerza de trabajo se efectúa en una relación de fuerza. La repartición del Producto social ya no tiene ninguna relación con el trabajo desplegado. Es la Relación de dominación que en adelante determina la magnitud de la Canasta de reproducción de la clase social-fuerza de trabajo y la magnitud del Producto social extorsionado por la clase social propietaria de la tierra cultivable.

La instalación de la Relación de dominación en la actividad socio-económica marca el inicio de la desigualdad socio-económica, al interior de un grupo social devenido sociedad. Una desigualdad socio-económica que no proviene de causas naturales tal como la sequía. No proviene tampoco de una escasez en el nivel de producción. Se trata de una desigualdad socio-económica creada por la acción humana. Porque lo que está en el origen de la desigualdad socio-económica, al interior de la sociedad, es la Relación de dominación que encubre una Repartición Individualista del resultado de la actividad socio-económica. Para ilustrar concretamente la naturaleza y los efectos perversos de la Relación de dominación, veamos dos casos precisos: la sociedad pap y la comunidad ptc.

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