3.1.2. La responsabilidad social

La responsabilidad debe de partir del principio de que “Todo lo que dejo de hacer por mí, lo dejo de hacer también por los demás”. No somos entes aislados, nuestras acciones responden también a la realidad de mi alteridad, es decir, de mi otro yo, que contemplo todos los días delante de mí.

Hemos sido educados en un ambiente individualista, propio de la cultura posmoderna. Esta actitud es muy evidente en los jóvenes de preparatoria, en donde como educandos nos debemos preocupar por formarlos en la responsabilidad social de su entorno, no sólo como una labor altruista, sino como parte de la construcción interna de su persona.

Para verificar lo que hemos denominado como responsabilidad social, les preguntamos a los jóvenes de preparatoria lo siguiente: En tu país México, existen a lo largo del año, acontecimientos de desastres naturales, ya sea por la lluvia, huracanes, altas temperaturas o excesivo frío; algunos medio de comunicación, organizaciones sociales o religiosas se suman para enviar víveres necesarios para las personas afectadas. En estos eventos tú participas...,

La respuesta fue la siguiente:

Este ha sido uno de los resultados más alarmantes, en donde se constata que la realidad de la posmodernidad está presente, bajo el principio de la individualidad.

La mitad de los encuestados respondió que se preocupa pero no participa activamente. Para nosotros esta respuesta tiene dos interpretaciones. La primera es que los jóvenes de nuestra institución y particularmente de nuestra ciudad no han tenido un evento de la naturaleza extremo, es decir, nunca se ha topado con la realidad extrema, que otros muchos jóvenes, de zonas de alto riesgo están constantemente, al menos cada año, asediados por los embates de la naturaleza. León es hoy en día una ciudad en donde es difícil que una situación como las descritas en las preguntas, pueda suceder. Sin la experiencia extrema, no hay concientización de la realidad.

El otro punto de interpretación es el más delicado, ya que constatamos que no hay una preocupación por el otro.

Como instituciones educativas, tenemos que crecer en la concientización de las nuevas realidades, hacer que los medios de comunicación, nos ayuden a realizar esta labor importante, porque cada vez se puede constatar que la indiferencia, es una actitud que puede terminar aislándonos de nuestra realidad social, y convertirnos únicamente en seres individuales, sin tener conciencia del otro.

Para reforzar lo dicho hasta este momento, tenemos que dar pie a la siguiente pregunta, que sustenta lo que hemos venido argumentando hasta este momento.

La pregunta fue: Te interesa participar en la realidad social de tu entorno, buscando la solución de los problemas más graves.

La respuesta fue la siguiente:

Un gran avance frente a las problemáticas sociales, es la conciencia de la realidad. No podemos responder a las necesidades de los otros sino hacemos conciencia de la realidad misma.

Sin embargo, constatamos que no basta hacer conciencia, es necesario, establecer estrategias educativas para comenzar a actuar, y este dato, más que les corresponda a los alumnos, nos corresponde a los docentes fomentarlo. Y ciertamente, podemos reflejar nuestras respuestas, en las que ellos dieron, porque el tiempo es una limitante fundamental, para no ejercer una acción social colectiva.

En la medida en que establezcamos una relación social de la responsabilidad, es en la medida en que creceremos en esta actitud importante en nuestra vida contemporánea.