2.4.2. La justicia en el ámbito social

El ámbito social, es el otro escenario en el que hay que analizar esta categoría de la justicia. Creímos conveniente establecer dos casos concretos para analizar esta perspectiva. La primera tiene que ver con el ámbito escolar, y la segunda, con el ámbito legislativo.

Por su puesto, que las respuestas de ambas situaciones, son tomadas desde la visión particular de los alumnos, si tomáramos los puntos de vista, de otros personajes, tendríamos evidentemente otro resultado. En un primer momento, establecimos el siguiente caso: Piensa que eres maestro. En un grupo de secundaria a lo largo del año, hubo dos alumnos que por diversos problemas, no tienen el promedio para pasar la materia. ¿Qué criterio llevarías a cabo?

La respuesta fue la siguiente:

En los resultados de esta pregunta, constatamos que una actitud fundamental para resolver algunos casos de la vida cotidiana es el diálogo. De alguna manera, consideramos que la justicia tiene que tener criterios claros y fundamentales. Es evidente que si esta pregunta, la hubieran respondido los maestros de secundaria, los resultados serían diferentes . Nos aventuramos a decir, que los resultados serían diferentes, quizá contrarios.

En esta pregunta se corre el riesgo de no hacer caso a los criterios establecidos desde la institución para saber si vale la pena que el alumno tenga una calificación aprobatoria. Hay que analizar muchos factores para poder tomar una decisión correcta en esta situación en concreto. Sin embargo, lo alumnos consideran que en algunos casos, es posible un diálogo en donde la persona supere esta situación.

Por otro lado, hay que considerar que no todos los alumnos tienen las mismas capacidades, y que por tanto, habría que analizar el tipo de inteligencia o capacidades que ha desarrollado en su intelecto, para poder tomar una buena decisión.

Quiere decir entonces, que la construcción de criterios en las diferentes formas de actuar de una persona, tiene que estar perfectamente bien establecidos, sólo de esta forma, la persona puede crecer integralmente. La reflexión entonces, sigue de esta forma, ¿Cómo se establecen los criterios en la familia?, ¿Cómo se construyen los criterios en la escuela? ¿Cómo se construyen los criterios de decisión en nuestra sociedad? Sin criterios claros para la aplicación de una norma, no existe aceptación completa de la misma. Si el criterio es claro, no habrá manera de objeción.

Ciertamente, la respuesta con mayor número de frecuencias, que fue el diálogo con un trabajo extra, refleja la poca importancia que se le tiene a una materia, sea cual sea, ya que lo importante no es estudiar, sino pasar las materias, sin importar el proceso cognitivo, con el cual lo hayan hecho.

Esta situación, es algo que nos tiene que hacer reflexionar en el ámbito educativo, porque las políticas de la institución, muchas veces no tienen criterios convincentes, que le hagan a la persona actuar con verdadera justicia.

Esta situación se ve reflejada de manera distinta en el siguiente caso investigado: Piensa que eres juez, qué criterio aplicarías en el siguiente caso: Resulta que un joven motociclista es atropellado por una persona, El joven lesionado queda hospitalizado y a punto de morir, además el diagnóstico médico pronostica que si vive quedará paralítico ¿Cómo resolverías el caso?

La respuesta fue la siguiente:

Constatamos nuevamente, dos características juveniles, frente a los hechos actuales: El diálogo y la sensibilidad.

La sensibilidad, porque de alguna manera constatamos que nuestros alumnos, están en el proceso de crear sus propios parámetros de conciencia ante la realidad. Por tanto, es importante que este aspecto de la educación integral, se sigua fomentando en el desarrollo del pensamiento del hombre, en este caso, de los alumnos de preparatoria. El otro aspecto es el diálogo. Según su postura, no estarían de acuerdo para que el caso quedara impune, sino que se asumiera la responsabilidad de la situación.

No es una situación sencilla, implica la verificación de ciertos factores, para poder determinar, que efectivamente el conductor tuvo el cien por ciento de la culpabilidad.