CAPÍTULO 2. Estrategia Didáctica para la sistematización del concepto función real de una variable real en el primer año de la carrera Ingeniería Eléctrica, basada en el trabajo independiente y el uso de las nuevas tecnologías

2.1. Referentes teóricos de la estrategia

Es cada vez más extensa y generalizada en cualquier rama de la ciencia, la presencia de las estrategias como resultado científico, hoy en día no se concibe un proyecto encaminado a lograr objetivos concretos, que prescindan de las estrategias, o al menos de un pensamiento estratégico de sus ejecutores. Por supuesto, las ciencias sociales y en especial las ciencias de la educación son consecuentes con esta realidad y en este marco se desarrolla nuestra investigación.

Etimológicamente el término estrategia proviene de la voz griega stratégós y sirvió para designar el arte de dirigir las operaciones militares.

Al respecto el héroe nacional José Martí plantea: “Estrategia es política (...) y (...) política es el arte de asegurar al hombre el goce de sus facultades naturales en el bienestar de la existencia (...) es sobre todo arte de precisión” (Martí, 1975, p. 248).

Dentro de las disimiles definiciones utilizadas para el término Estrategia aparecen:

 combinación y organización cronológica del conjunto de métodos y materiales escogidos para lograr ciertos objetivos. Chacón (1979)

 conjunto de decisiones y acciones conscientes e intencionadas para lograr algún objetivo”. Monereo (1995)

 acción humana, orientada a una meta intencional, consciente y de conducta controlada, con la que se relacionan conceptos tales como plan, tácticas y reglas. Betancourt (1997).

 patrón de decisiones en la adquisición, retención y utilización de la información que sirve para lograr ciertos objetivos, es decir, para asegurarse que se den ciertos resultados y no se produzcan otros. Pérez (2005)

Al revisar la bibliografía sobre el tema, se observa que independientemente del autor, y el campo donde la misma se utiliza, se detectan regularidades, tales como:

 se manifiestan como una organización o secuencia en que se suceden los procesos para la ejecución efectiva de la tarea.

 suponen un factor de control por parte del sujeto sobre sus procesos.

 poseen un propósito u objetivo que se traduce en acto consciente.

 sólo puede ser establecida una vez que se hayan determinado los objetivos a alcanzar.

Al respecto se tiene una definición de Estrategia que resume prácticamente todos los aspectos esenciales que en los criterios anteriores han sido planteados de una u otra forma por los diferentes autores que han abordado el tema, la cual se asume en este trabajo, en forma resumida a partir del juicio de (Tarifa, 2005) como: conjunto de decisiones y acciones coordinadas, flexibles y adaptadas a las características de la tarea, que dependen de las particularidades individuales del sujeto que las selecciona, que son utilizadas intencionalmente para conseguir un objetivo, la que permite evaluarse y que es susceptible de mejorar durante su puesta en práctica.

Por el frecuente uso del término proceso de enseñanza-aprendizaje en el trabajo y especialmente en este capítulo, se considera oportuno precisar algunos aspectos teóricos fundamentales sobre el mismo, de modo que se facilite la posterior comprensión de los puntos relativos a las estrategias, que intervienen en el campo del referido proceso.

El término proceso (Del lat. processus) es un conjunto de actividades o eventos (coordinados u organizados) que se realizan o suceden (alternativa o simultáneamente) con un fin determinado. (Wikipedía 2010).

También se le denomina a la “acción de ir hacia adelante. Transcurso del tiempo. Conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial”. (Encarta® 2008).

Es importante destacar que en los procesos los cambios son graduales, enmarcados en el tiempo y poseen carácter legal, o sea, están sujetos a leyes que lo determinan y controlan.

Al analizar las características que tienen los procesos como fenómenos, encontramos que la enseñanza cumple con esas características, ya que el carácter gradual se manifiesta por la presencia de fases o etapas, pues el estudiante transita de un nivel de enseñanza a otro, de estados en sus conocimientos a otros cuantitativos y cualitativamente superiores. De ahí la existencia de los grados en las enseñanzas precedentes a la universitaria y los años en la enseñanza superior.

El carácter legal, esta dado por el hecho de que en la enseñanza actúan leyes del desarrollo de la sociedad, del desarrollo físico, psíquico-social de los estudiantes, las leyes de la dialéctica, de la teoría del conocimiento y la lógica, así como leyes de las ciencias particulares que intervienen en la enseñanza a través de las disciplinas.

Aspectos estos que el autor considera resumidos en esta cita: “el proceso de enseñanza es una secuencia de actividades sistemáticas interrelacionadas del maestro con los alumnos, encaminadas a la asimilación sólida y consciente de un sistema de conocimientos, hábitos y habilidades” (Danilov y Skatkin, 1980, p. 25).

Como categorías fundamentales del proceso de enseñanza se reconocen la enseñanza y el aprendizaje, las que determinan una unidad (dialéctica-didáctica) de carácter bilateral contradictorio, caracterizado por el papel conductor del maestro en la actividad cognoscitiva del estudiante, aspecto este que excluye el hecho de que se analicen independiente uno del otro en el campo de las ciencias pedagógicas.

El carácter bilateral del proceso de enseñanza-aprendizaje se manifiesta en la actividad de dirección del profesor y la de aprendizaje de los estudiantes, del que (Simons y otros, 2005, p. 32), plantean “ (…) la enseñanza-aprendizaje es un proceso sujeto a una regulación psíquica (…) y descansa en el desarrollo de la responsabilidad creciente del sujeto ante sus propios procesos de aprendizaje”; o sea, que la existencia de uno supone la existencia del otro, ya que siempre se enseña en función de un aprendizaje, el cual precisa de una dirección, asumida por el maestro.

Por otra parte el aspecto contradictorio de este proceso, está dado porque, si bien, la enseñanza supone la existencia de objetivos a alcanzar y una adecuada planificación, organización y control de la actividad por parte del maestro, el aprendizaje está unido a la actividad de los estudiantes, de tal manera que las formas más productivas de aprendizaje son aquellas, en las que los estudiantes despliegan mayor actividad.

Aspectos estos presentes, incluso en los casos del aprendizaje autodidacta, ya que en estos la dirección está implícita en los textos y en el propio objeto de la educación. A estos rasgos esenciales del proceso de enseñanza-aprendizaje se le concede mucha importancia en el diseño de las estrategias que sobre él intervienen, y con más razón en la que se propone, en la cual constituye el trabajo independiente de los estudiantes un aspecto esencial de su concepción.

El uso del vocablo estrategia comenzó a invadir el ámbito de las Ciencias Pedagógicas aproximadamente en la década de los años 60 del siglo XX coincidiendo con el comienzo del desarrollo de investigaciones dirigidas a identificar, describir y transformar indicadores relacionados con la calidad de la educación. En este trabajo se tratan solo las Estrategias que operan sobre el campo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En estos tipos de Estrategias subyace una correlación entre los términos (estrategia y método), así como entre los términos (táctica y procedimientos). Mientras que el método se relaciona directamente con la finalidad o meta que se pretende alcanzar (objetivos); los procedimientos se hacen en el contexto concreto en que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje, adquiriendo significado y sentido, solo al ser utilizados estratégicamente.

El análisis de múltiples criterios e interpretaciones que aparecen en la literatura pedagógica acerca del término Estrategia, permite determinar que entre sus variados usos, el más compatible con esta investigación es el de: “Referirse a la intencionalidad de las acciones dirigidas al mejoramiento del aprendizaje de los/las estudiantes, y el diseño de planes flexibles de acción que guíen la selección de las vías más apropiadas para promover estos aprendizajes desarrolladores teniendo en cuenta la diversidad de los protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje y la diversidad de los contenidos, procesos y condiciones en que éste transcurre”. (Castellanos. S, 2005, p. 93)

Basado en los comentarios anteriores se asumen como aspectos esenciales de una estrategia de enseñanza-aprendizaje, los formulados por (Addine, F. y otros 1998), que se resumen en: secuencias integradas más o menos extensas y complejas, de acciones y procedimientos seleccionados y organizados, que atendiendo a todos los componentes del proceso, persiguen alcanzar los fines educativos propuestos.

También se considera necesario señalar que independientemente del tipo de estrategia de enseñanza-aprendizaje que se utilice, todas tienen rasgos esenciales que las identifican; los cuales ya han sido referidos con anterioridad en artículos del Dr. José Antonio Marimón Carrazana y la Dra. Esperanza L. Guelmes Valdés, (2006). Estos son que:

• se basan en principios psicopedagógicos que reflejan las cuestiones que se plantea el docente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

• guían la actividad de enseñantes y aprendices para alcanzar las metas o fines propuestos.

• aportan juicios que fundamentan el accionar didáctico en el aula y la escuela.

Respecto a las estrategias que se agrupan alrededor de las denominadas “estrategias de enseñanza-aprendizaje”, se encuentra el grupo de las (estrategias de enseñanza), al cual pertenece la estrategia propuesta en este trabajo, y el de las estrategias de aprendizaje.