2.3.-Tecnologías Alternativas de la Producción Ganadera Sustentable.

La ganadería en el trópico latinoamericano presenta características de insostenibilidad, las cuales se pueden resumir en:

• Sistemas de producción agropecuarios tradicionales de subsistencia que no permiten adecuados ingresos a las familias campesinas y que entrañan, en ocasiones, el deterioro ambiental.
• Estructuras agrícolas que han favorecido la ampliación de los latifundios ganaderos y grandes agroempresas que  limitan el acceso a la tierra y empleos decorosos a las grandes masas de la población rural.
• Desarrollo de sistemas intensivos, principalmente de producción de leche, carnes avícolas y porcinas, basadas en alimentos importados y tecnologías utilizadas en países desarrollados y con alto uso de insumos.
• Desarrollo de la ganadería vacuna de carne en sistemas intensivos, basados en la destrucción de extensas zonas de bosques tropicales para convertirlos en pastizales.

El incremento de la ganadería intensiva, alimentada principalmente a base de pastizales de baja calidad ha provocado una brutal deforestación que asciende a más de 5 millones de ha por año, de los bosques más ricos en biodiversidad para convertirlos en potreros (CATIE, 2001).
Estos rápidamente se degradan por erosión, lixiviación de nutrientes y ruptura de los ciclos vitales de la selva, adaptadas por milenios a suelos frágiles y pobres (Murgueitio, 1993).
Se puede enumerar un grupo de características tecnológicas que son necesarias para desarrollar sistemas sostenibles en el trópico (Pérez, 2004):

• Integración entre Agricultura y Ganadería.
• Uso máximo de recursos locales en la alimentación.
• Diversificación y complementariedad en los componentes agrícolas y ganaderos.
• Uso de animales adaptados y multipropósitos.
• El mantenimiento de la fertilidad de los suelos.
• Potenciación de los ciclos naturales de nutrición y energía.

Dentro de este contexto, la diversificación, inclusive dentro de la especialización y vocación agropecuaria de algunas zonas, es la piedra angular del desarrollo sostenible. Se potencializan las capacidades productivas de agroecosistemas, son más equilibrados desde el punto de vista ambiental, económicamente son menos riesgosos y por lo general producen más ingresos y generan más empleo, permiten una alimentación más diversificada y por lo tanto, saludable.

2.4.- Integración Agricultura-Ganadería.

Los sistemas integrados ganadería-agricultura con bases agroecológicas proporcionan la teoría y práctica para lograr diseñar arreglos de cultivos y su relación con animales que permitan alcanzar el preciado objetivo de lograr un manejo racional de los nutrientes del suelo (García Trujillo, 1996).

La salud de los animales depende directamente de la fertilidad y del equilibrio del suelo, que produce su alimento. El suelo es uno de los principales responsables de la salud de los rebaños. El estudio de las relaciones entre suelo-planta-animal-medio ambiente es particularmente difícil en razón del gran número de factores que intervienen y del casi inexistente conocimiento que aún se tiene de estas (Kolmans y Vázquez, 1999).

Según (Monzote et al., 2000) los conceptos básicos que rigen los sistemas agrícolas sobre la base de una concepción holística, integral y agroecológicas son:
Sinergia: Plantea que la suma de todas las partes es diferente al todo (1+1=3).
Recursividad: Expresión de que todo sistema está compuesto por otros sistemas (subsistemas).
Jerarquía: Cada sistema está formado por otros sistemas (subsistemas), pero cada uno está interrelacionado y donde uno es superior a otro (los inferiores están contenidos en los superiores).
Sistema: Unión de componentes físicos relacionados entre sí, de forma tal que actúan como un todo y con un objetivo determinado.

Según (Funes, 2000) como atributo de los sistemas están:
La productividad: medida de la cantidad de producción por unidad de superficie, trabajo invertido o insumos utilizados.
La estabilidad: constancia de la producción agropecuaria bajo las condiciones ambientales, económicas y prácticas de manejo.
La sustentabilidad: representa la habilidad de un sistema para mantener su nivel de producción en el tiempo, conjugando las características socioeconómicas del agricultor y las restricciones ambientales, frente a presiones de estrés o perturbaciones.
 
El predominio del monocultivo, la concentración de la tierra en grandes empresas y la falta de conciencia ecológica han conducido a la simplificación de los sistemas agrícolas que son cada vez más frágiles y dependientes de recursos externos para producir. La separación de los sectores agrícola y ganadero han generado grandes pérdidas de recursos naturales que en muchos casos se queman o contaminan. La unión nuevamente de los sectores agrícola y ganadero, a partir de la integración de los sistemas productivos, pueden dar respuesta, en gran medida, al déficit de energía y alimentos existentes (Funes et al., 2000).

Múltiples son las ventajas  que  según (Funes y Monzote, 2000) se obtienen con la integración de estos sistemas:

• Recuperar los desperdicios con un uso racional de los recursos locales.
• Reducir o eliminar la necesidad de fertilizantes comerciales.
• Incrementar las entradas de la finca con menor trabajo.
• Mejorar la estabilidad de la producción.
• Disminuir los riesgos económicos.
• Aumentar la producción total de alimentos.
• Los pastos y especialmente el uso de leguminosas, pueden ayudar a recuperar áreas agrícolas si se emplean como un componente del sistema de rotación.
• Los animales colaboran en el control de la vegetación espontánea y de los insectos.

El primer paso para lograr la integración es incrementar el número de especies o diversificar el sistema. Esto es importante en términos de productividad, regulación biótica, obtención de alimentos comestibles y reforestación. Las especies de plantas constituyen la fuente primaria de alimentación del hombre y los animales. Muchas fuentes no convencionales de alimentos deben ser consideradas en el diseño de agroecosistemas sustentables (Astier, 2003).

Los cultivos producen de cinco a diez kilogramos de producto por cada kilogramo de producto agrícola, que significa una fuente de biomasa, por lo general de alto valor biológico. Estos subproductos  pueden convertirse en proteína animal a través de los rumiantes y como abono mediante el compost. Los cultivos además son una vía económica y productiva para eliminar el aroma y el marabú (Dichrostachys cinerea) (BIFANI, 1999).

Las especies de pastos, bien manejadas, incrementan y acumulan materia orgánica en el suelo, evitan la erosión y sus excedentes pueden formar parte del compost. Es el alimento más racional y económico para la producción bovina.
Las plantas arbóreas garantizan alimentos y bienestar a los animales e incrementan la producción de alimentos.
Dentro de la biodiversidad de plantas no deben faltar las leguminosas en cualquiera de los subsistemas, ellas mejoran el suelo aportándole nitrógeno, también pueden emplearse como abono verde  o cobertura y deben estar presentes en la rotación de cultivos y policultivos.

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