BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

FUNDAMENTOS DE LA PLANIFICACIÓN URBANO-REGIONAL

Andrés E. Miguel Velasco, Pedro Maldonado Cruz y Julio Cesar Torres Valdez




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CAPÍTULO IV

LA CAJA DE HERRAMIENTAS DE LA PLANIFICACIÓN: LOS MÉTODOS Y LAS TEORÍAS CLÁSICAS URBANO-REGIONALES

4.1 LOS MÉTODOS DE INVESTIGACÓN EN LA CIENCIA REGIONAL

Quienes hacen una profesión del campo del conocimiento urbano-regional son profesionales que aplican con rigurosidad algún método científico, y siempre deben estar dispuestos a aceptar, adoptar, discutir y aplicar los nuevos conocimientos de otras ciencias que aun no se aplican y que la Ciencia Regional seguramente reclamará. El analista urbano-regional requiere sistematizar y legislar la experiencia pasada y predecir y controlar el futuro de las regiones y ciudades. La Ciencia Regional también crea el hábito de adoptar una actitud de libre y valiente examen, que acostumbra a los profesionales que la trabajan poner a prueba sus afirmaciones y a argumentar correctamente. En la práctica debe delimitar adecuadamente el campo de conocimiento del geógrafo, el economista, el sociólogo, y el ecólogo, por mencionar algunas profesiones afines, para definir con precisión el objeto de estudio del analista o científico urbano-regional de la región y las ciudades que abordará en sus estudios o planes: casi siempre su actividad es una síntesis de las ciencias que ahora cobijan este campo del conocimiento.

La investigación relacionada con la Ciencia Regional no sólo describe los fenómenos terrestres, sino que pretende explicarlos, convirtiendo así los conocimientos empíricos en científicos. La metodología que se emplea en la investigación de este campo del conocimiento humano se basa en el “método científico”, el cual deriva de un sinnúmero de observaciones y experiencias. De manera particular, la actividad de la Ciencia Regional se fundamenta en al menos cuatro principios metodológicos:

• Causalidad: principio que propone indagar las causas que producen un fenómeno.

• Distribución o extensión: localiza las regiones donde se presentan los hechos o se producen los fenómenos geográficos, es decir, la magnitud en el tiempo y en el espacio (duración y alcance).

• Relación: busca la coordinación que existe entre los fenómenos y hechos físicos, biológicos y sociales que se producen en un lugar determinado y los fenómenos similares que se efectúan en otros sitios o regiones; por ejemplo, estudia la relación que existe entre un hecho geográfico social, y su influencia en la fauna, la flora, los grupos humanos, la hidrología, los materiales del suelo, etcétera.

• Cambio: estudia la transformación que sufren hechos y fenómenos geográfico-sociales; por ejemplo, cómo una economía cambia y mediante la acción de qué factores o agentes internos y externos, generando cambios en la política, la región, etc.

En la investigación de la Ciencia Regional se emplean técnicas documentales y de campo. Para este campo del conocimiento es muy importante la técnica documental, ya que es prácticamente imposible visitar todos los lugares que se investigan. Complementaria a este método, y para conocer las actividades de la población, se utiliza la técnica de investigación social de campo.

También es necesario destacar que de manera general existen al menos dos enfoques para interpretar los problemas urbano-regionales. El primero de ellos, el razonamiento mecanicista, determinista, considera que la relación central que explica los fenómenos es una relación causa-efecto, en función de la cual se explican todas las acciones e interacciones. En este sentido, se trata de definir una causa básica como una condición necesaria y suficiente para explicar el efecto (o efectos).

El segundo de ellos, el razonamiento sistémico complejo, se basa en la idea de que en la mayoría de los problemas de las ciudades y regiones son multicausales, multifuncionales y multidisciplinarios. A esta relación se le denomina productor-producto o causa efecto probabilístico o no determinístico. En este caso, aunque existan variables más explicativas de los fenómenos, se debe estar consciente que otras variables pueden explicar parte del mismo problema. Esta última forma de analizar los fenómenos en el análisis conduce a la idea de pronóstico, previsión, planeación, en tanto que la causa-efecto simple nos conduce a la idea de determinación. A su vez, el análisis sistémico puede clasificarse como lineal y probabilista. El análisis sistémico lineal supone que las regiones y ciudades pueden "manejarse" a través de ciertas variables denominadas operacionales (también denominadas "entradas" o input): si se conocen éstas, se sabe con certeza el futuro (y el pasado) de la región o la ciudad. Por su parte, la aplicación del método de sistémico probabilístico supone que en las regiones y ciudades opera la "complejidad", entendida ésta última como la unidad e interacción de la diversidad, acompañada de cierta incertidumbre en su manejo y comprensión. En consecuencia, las concepciones sistémico-complejas conllevan un pensamiento multicausal, multifuncional y multidisciplinario. Asimismo, ha sido demostrado que al contrario del determinismo a que nos conduce la teoría de la causa-efecto mecanicista, en el enfoque de los sistemas complejos es posible analizar los futuros en base al comportamiento funcional que busca metas intencionales, basados en el libre albedrío, la selección, o el comportamiento teleológico, es decir, el comportamiento basado en metas específicas.

De manera específica, para comprender mejor los problemas urbano-regionales, la Ciencia Regional recurre a los métodos prácticos tradicionales que caracterizan la investigación científica, destacando los métodos empírico, analógico y estructural.

4.1.1 EL MÉTODO EMPÍRICO-DESCRIPTIVO

En el método empírico-descriptivo existen diversas maneras de encarar los fenómenos socioeconómicos que poseen una manifestación en el ámbito geográfico. La más sencilla consiste en la descripción de la región (ubicación geográfica, población, actividades económicas, etcétera); y también descubriendo sus regularidades empíricas (tales como el rango y tamaño de las localidades y sus frecuencias; la intensidad de flujos de transporte, mercancías, y la distancia entre origen y destino; las densidades y distancias al centro metropolitano y tamaño de centros y número de servicios, entre las más relevantes); forma de análisis que podemos denominar "empírico-descriptivo". Ejemplos de esto lo son la descripción de las formas y las “teorías de la estructura urbana”.

4.1.1.A TIPOS DE FORMAS URBANAS

La Forma de una ciudad está definida por su dimensión o extensión física, por sus límites que constituyen el perfil de la ciudad en planta y por su perfil vertical o contorno. Tales características son ordenadas por el elemento básico de la forma, que es la traza, o sea, la red de vías de circulación que van desde las arterias principales hasta las pequeñas calles de vecindario.

Cada tipo de traza determina una forma de ciudad diferente, aunque en la mayoría de las ciudades se combinan distintos tipos de trazas (fig. 4. 2). Los planos de una ciudad, diseñados de acuerdo con un concepto definido de forma, son moldeados por el medio natural y ofrecen gran número de variantes. Esto sucedió, por ejemplo, con las ciudades fundadas por los españoles en América, todas diferentes a pesar de haber sido concebidas de acuerdo con un mismo diseño básico.

Las formas fundamentales son tres, de las cuales se desprenden las demás:

• Rectilínea, reticular o cuadrícula.

• Radiocéntrica o radial.

• Malla, desordenada o de plato roto.

La rectilínea indica una intención de orden y es producto de una voluntad (se necesita que alguien decida que el trazo de todas las calles será reticulado). Facilita la lotificación, la administración y el tránsito, pero causa un desperdicio de viabilidad y pobreza visual, además de monotonía (figura 4.3). Facilita la reducción de los costos de urbanización.

Extensión

a) Límites

b)

c)

Figura 4.2 a) Perfil de la ciudad en planta; b)Perfil de la ciudad vertical o contorno; c) Traza.

Figura 4.3

Traza rectilínea

La forma radial, de estrella o radicéntrica indica focalidad, o sea, concurrencia de las vías hacia un foco, un punto importante de atracción que se desea resaltar. Muchas ciudades de Europa tienen tal forma, pues se desarrollaron en torna a una encrucijada y, a medida que crece la ciudad, aparecen vías circulares alrededor del centro o foco (figura 4.4). Facilita la reducción de los costos de urbanización.

La disposición desordenada, de malla o plato roto es una traza articulada que crece en forma orgánica. Es la resultante de muchas intenciones distintas de sus habitantes. Produce una gran riqueza visual, pero dificulta la orientación y el tránsito. Éste es pleno de muchas ciudades medievales, la mayoría de las cuales posteriormente se transformaron de acuerdo con las líneas rectas. Sólo quedan algunas pequeñas ciudades o barrios con estas características (figura 4.5). Encarece los costos de urbanización.

Figura 4.5 Traza de malla o plato roto.

La forma lineal es generalmente el resultado de una línea o espina de transportes o de la topografía natural que sólo permite un crecimiento lineal. La megalópolis de la costa este de Estados Unidos se ha convertido en una vasta zona metropolitana con una configuración lineal (figura 4.6). Facilita la reducción de los costos de urbanización.

Figura 4.5 Traza lineal.

La forma de anillo se produce cuando una ciudad se desarrolla alrededor de un gran espacio abierto. La bahía de San Francisco constituye un espacio abierto de este tipo para las ciudades de la zona. También la bahía de Acapulco ha hecho que la ciudad se desarrolle en forma de anillo a su alrededor (figura 4.7). Encarece relativamente los costos de urbanización.

Figura 4.6. Traza en anillo

La constelación se produce cuando hay una serie de ciudades con dimensiones semejantes, localizadas próximas unas de las otras (figura 4.7).

El satélite o satélites corresponden a una constelación de pequeñas ciudades que se distribuyen alrededor de una ciudad principal. Éste fue el concepto que se aplicó en la ciudad de México al desarrollar lo que se conoce como ciudad satélite; pero la falte de control sobre el crecimiento urbano hizo que la ciudad creciera de tal modo que se conurbó a Ciudad Satélite, que en la actualidad es una gran colonia de la ciudad de México (figura 4.8).

Figura 4.8 Traza satélite o satélites.

Todas las formas de ciudad tienen implicaciones definidas para la función de ésta. Presenta ventajas y desventajas relacionadas con la circulación, con la proximidad del espacio abierto y con la articulación entre cada zona de la ciudad, las cuales deben ser tomadas en cuenta por el planificador.

4.1.1.B PROPUESTAS DE SECTORIZACIÓN DE LAS CIUDADES CON FINES DE PLANIFICACIÓN

La estructura urbana está constituida por una serie de elementos físicos destinados a la realización de actividades distintas. La distribución de estos elementos en el espacio determina la existencia de diferentes zonas en la ciudad, que corresponden a diversos usos del suelo. Los principales elementos de la estructura urbana son:

• Habitación.

• Industria.

• Comercio y oficinas.

• Vialidad.

• Equipamiento.

Cada uno de estos usos del suelo puede planificarse de manera independiente, y pueden presentarse con características diferentes; así, existen distintos tipos de habitación, de vialidad, etc.

La habitación se puede clasificar en residencial, media y popular, de acuerdo con el extracto socioeconómico que la ocupa, o en unifamiliar, dúplex o multifamiliar, según el número de familias que ocupen cada unidad. También es común encontrar zonas de viviendas mixtas, ya sea porque contiene habitación media y popular, o porque la vivienda se encuentra mezclada con otros usos (por ejemplo, comercio).

La industria generalmente se clasifica en tres tipos:

a) Pesada; utiliza grandes equipos y muchas veces produce ruidos, polvos o humos, por lo cual se debe controlar para evitar problemas de contaminación y separada de la vivienda, pues no es compatible con ella.

b) Mediana: emplea equipos medianos y los problemas que generan pueden ser menores.

c) Ligera: corresponde a actividades de manufactura y almacenamiento en las que se utilizan instalaciones ligeras y, como en general no originan problemas de incompatibilidad, se pueden integrar a la vivienda.

En el desarrollo del comercio y los servicios se utilizan instalaciones de tipos diversos, que van desde la pequeña tienda de barrio, a zonas de comercio especializado, grandes tiendas de mayoreo y menudeo, hasta centros comerciales planificados. El comercio y los servicios se zonifican espontáneamente en las áreas centrales de las ciudades, donde se mezcla con oficinas de todo tipo y ocupa zonas con alta densidad (con edificios altos). Los centros comerciales planificados han surgido como una forma de llevar los servicios comerciales a las zonas habitacionales alejadas del centro y pasan a conformar subcentros urbanos.

La vialidad es el elemento básico de la forma urbana y de la estructura de la ciudad, pues en torna a ella se ordenan todos los elementos. Existen tres tipos de vialidad: primaria, secundaria y terciaria. La vialidad primaria se constituye por las vías principales que atraviesan toda la ciudad o gran parte de ella, que son las más amplias y con mayor cantidad de tráfico. La vialidad secundaria relaciona distintas zonas de la ciudad, vinculadas con las vías primarias. A su vez, la vialidad terciaria corresponde a las calles más pequeñas de vecindario, que dan servicio a zonas pequeñas y, debido a su escasa extensión, son atravesadas por poco tránsito.

El equipamiento urbano corresponde al conjunto de edificios y espacios destinados a dar servicios especializados a la población, o donde se realizan actividades comunitarias. Los principales tipos de equipamiento son:

• Educacional (jardín de niños, primaria, secundaria y bachillerato).

• De salud (consultorios, clínicas y hospitales).

• Comerciales (mercado, rastro y abasto).

• Culturales (biblioteca, museo, teatro y centro social).

• Recreativos (parques, jardines, plazas y cines).

• Deportivos (canchas, centros deportivos y estadio).

• De comunicaciones (correo, telégrafo y teléfono).

• De transporte (terminales de autobuses y taxis, ferrocarriles y aeropuerto).

• Municipal (bomberos, panteones, basureros, policía y oficina municipal.

En la ciudad se realiza una serie de actividades diferentes y, como su ejecución requiere un espacio determinado, se generan distintos sectores del uso del suelo, que, unidos y articulados por la vialidad, formarán la estructura urbana. Para analizar la estructura interna de una ciudad, en un plano se marcan aquellas zonas que tienen un uso del suelo predominante, por ejemplo zonas destinadas a la habitación, a la industria, etc. (figura 4.9).

I I Industria

lago E E Vivienda con densidad baja

E E Vivienda con densidad media

C Centro urbano

E E Equipamiento

E

I

Vialidad principal

Otra propuesta muy útil en el manejo y la descripción de la información lo es la división de la Ciudad en barrios, colonias, zonas, o más recientemente, las de los AGEB’s (Áreas Geográficas Básicas) propuestas por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las cuales son divisiones artificiales de las localidades para la captura y manejo de información más detallada. En los AGEB’s puede encontrarse información del número de habitantes, de las viviendas y sus características (agua potable, drenaje, electrificación, etcétera); aspectos socioeconómicos como actividades e ingresos, y datos sociales como el nivel educativo, e incluso, el tipo de alimentación.

El análisis de la estructura interna de la ciudad permite conocer parte de su problemática y ayudar a plantear posibles soluciones. Una zonificación más detallada de esta estructura facilita distinguir entre zonas habitacionales en buen estado, aquellas en mal estado que deben mejorarse y las que necesitan introducción de servicios. Permite marcar las vías con problemas de congestionamiento y aquellas sin pavimentar; localizar las industrias contaminantes que afectan a las zonas habitacionales; visualizar los problemas de equipamiento, como escuelas, hospitales, en determinadas zonas de la ciudad, etc.

De lo anterior se infiere que el análisis de la estructura intraurbana es un importante medio para planificar y su objetivo es llegar a conocer y localizar en el espacio los principales problemas de la ciudad, así como las zonas que funcionan adecuadamente, y al mismo tiempo visualizar las posibilidades de crecimiento futuro de esa ciudad, de acuerdo con las características geográficas de su emplazamiento y con la estructura existente.

4.1.2 EL MÉTODO ANALÓGICO

Por su parte, el método analógico supone comportamientos biológicos, químicos, físicos, etcétera, o el reconocimiento a las formas geométricas de los diversos fenómenos socioeconómicos aplicando determinados recursos formales de la Geometría, la Química, la Biología, etcétera, a los fenómenos estudiados, lo que corresponde a la visión "analógica" propiamente dicha.

En ambos casos, se pretende formular una explicación de los fenómenos estudiados a través de una visión subyacente que en gran medida determina y condiciona la selección de las unidades de análisis, así como las variables estudiadas (Coraggio 1980).

Básicamente, desde el enfoque espacial de los métodos empírico y analógico interesa responder a interrogantes relacionadas con: a) las localizaciones, b) los movimientos y c) las formas espaciales. En el primer caso, el análisis se limita a la consideración de la configuración de un conjunto de elementos, es decir, a su disposición particular en la superficie terrestre.

Así por ejemplo, podrá investigarse la configuración espacial de la población (habitantes), del aparato industrial (establecimientos y manufacturas), de los centros urbanos (asentamientos humanos), o aún del territorio mismo (unidades de superficie). Se trata entonces del análisis de un conjunto de puntos cuya disposición podrá ser caracterizada como regular, errática, arracimada, etc., en interpretaciones donde el concepto distancia u espacio ocupa el papel principal, y a partir de las cuales pueden formularse hipótesis acerca de la asociación que existe entre la variable y la posición en la configuración. En el Cuadro 4.1. se resumen los métodos básicos de las Ciencias Urbano-regionales.

Para el análisis del movimiento en el espacio se toma como punto de referencia la denominada configuración espacial de un conjunto de elementos en el espacio, así como el patrón particular de los senderos recorridos por los flujos. Se requiere entonces una visión más compleja, tal como la red localizada. El estudio de esta configuración espacial introduce nuevos conceptos, tales como el de adyacencia, accesibilidad, conectividad, el de dirección, intensidad, etc., que permiten caracterizar el patrón espacial que siguen los flujos generados en el funcionamiento del conjunto. Cabe aclarar que la inclusión del análisis de los flujos no necesariamente implica que se ha pasado de una configuración estática a un proceso dinámico. Un método célebre al respecto lo es la "ley de gravitación de Reilly", que puede enunciarse diciendo que "dos centros atraen el comercio de un lugar intermedio aproximadamente en proporción directa al tamaño de aquellas, y en proporción inversa al cuadrado de la distancia que separa a uno de otro centro del lugar intermedio". La forma general de los modelos de gravedad aceptada más comúnmente es la siguiente:

Iij = K (Aia ) ( Ajb ) / dijc ---- (4.1)

donde: Iij: grado esperado de interacción entre el centro i y el centro j; Ai, Aj : tamaño o atracción de los centros i y j; dij : medida de la distancia entre i y j; K : constante determinada según el tipo de variables bajo consideración; a, b, c : parámetros exponenciales.

La forma del modelo anterior nos indica que la interacción entre i y j está directamente relacionada con la distancia entre ellos. La mayoría de las aplicaciones del modelo se relacionan entre otras, con la predicción de las tendencias del comercio minorista o los desplazamientos de población, por concepto de migraciones, o necesidades de empleo entre las diversas ciudades. La selección de la medida del tamaño o atracción de los centros, así como de la distancia, dependerá del problema analizado. Por ejemplo, para estudios que calculen la influencia de los centros según sus densidades, la población servirá como parámetro fundamental; en el caso del análisis del comercio, puede servir de indicador el flujo de mercancías, etc. Por otra parte, la distancia puede medirse en términos de kilómetros entre centros de población, la duración del viaje, según los costos de transporte, etc. La existencia de exponentes en el modelo general, así como la de la constante K, implica que las funciones deben ajustarse necesariamente a las condiciones históricas o estadísticas de los diversos sucesos relacionados con las variables a analizar. Dicho ajuste puede entrañar un problema difícil, sobre todo si existe escasez de información.

Una vez especificada la configuración espacial de elementos y flujos como los bienes y población, pueden intentarse diversos tipos de estudios, tales como el de asociación entre matrices de flujos, o de correlación entre flujos de entrada y salida y otros atributos de los distintos elementos.

CUADRO 4.1 LOS MÉTODOS DE LA CIENCIA URBANO-REGIONAL

MÉTODO CONCEPTOS ANÁLISIS CONFIGURACIONES ESPACIALES

ELEMENTOS FLUJOS RELACIONES PROCESOS

Empírico Empirismo Configuración de elementos 

Analógico Analogías Configuración de elementos y flujos   

Estructural Económicos Mercado de libre competencia y sus distorsiones   

Papel del sector público  

Marxismo   

Sociopolíticos Articulación de instancias económicas, políticas y sociales con el espacio   

Urbanismo  

Funcionalismo  

Procesos políticos  

Ecológicos Desarrollo y Medio Ambiente    

Finalmente, a partir de la definición de la unidad de movimiento y localización se pueden explicar procesos espaciales (el movimiento sobre la superficie terrestre), así como las "estructuras espaciales" (el ordenamiento resultante de los fenómenos estudiados). De lo expuesto se hace evidente la necesidad de acceder a otro nivel de análisis, dado básicamente por las estructuras económico-sociales, de las cuales, lo espacial es un aspecto intrínseco, salvo en los casos en los cuales los fenómenos de carácter espacial poseen una relevancia fundamental (por ejemplo, cuando las características geográficas de una región dificultan su comunicación).

4.1.3 EL MÉTODO ESTRUCTURAL

El método estructural de la Ciencia Regional retoma en su análisis los conceptos y modelos de la teoría de la economía pura, en algunos casos de vertiente neoclásica, en otros de origen marxista. En el caso de la primera escuela, ésta pretende la construcción de modelos que intentan dar cuenta de las tendencias diferenciales de la localización de las actividades económicas a partir de:

• Las características técnicas de las distintas actividades y de la configuración espacial de operaciones preexistentes; y

• Los mecanismos "racionales" de regulación, en parte atribuidos a los agentes, en parte a la fuerza de la libre competencia. Los modelos básicos desarrollados por la teoría general tratan de explicar las tendencias que describe la distribución geográfica de la actividad.

Los métodos descritos no son excluyentes, más bien, pueden ser complementarios. Así por ejemplo, la descripción proporcionada por los métodos descriptivo y analógico puede servir de base para un análisis estructural; o bien, los indicadores definidos por el método analógico pueden servir como instrumentos de un análisis estructural, etc. Lo que si se quiere recalcar es que si se desean encontrar múltiples causas y consecuencias de la problemática urbano-regional, entonces el análisis más conveniente es el estructural.

A pesar de la amplitud de la temática propuesta, se acepta que un determinante principal de la Ciencia Regional lo constituye la localización de las empresas y los consumidores. Se considera que el tamaño de la ciudad y su localización dependen de las funciones desarrolladas en la región y las ciudades, que a su vez, están sujetas a las localizaciones más beneficiosas para las unidades de producción y de consumo.

En el caso del pensamiento de la Economía Urbano-regional ligado a la Economía Política, existen diversas propuestas metodológicas para abordar la problemática urbano-regional como sucede en el caso de analizar el problema urbano a partir de la concepción de que la sociedad está constituida por diversas instancias o estructuras (económicas, ideológicas, políticas), cada una de las cuales genera y da forma al espacio respectivo (Castells 1977), o bien, que el análisis urbano-urbano-regional debe interpretarse a partir de la integración de los diversos modos de producción (Lipietz 1979), ya sea del rescate, manejo y enriquecimiento de la categoría denominada "condiciones generales de la producción" (Lojkine 1971), o bien, a partir de una visión de "metabolismo de la economía y su relación con las cristalizaciones espaciales" (Coraggio 1979).

Otra variante actual de este enfoque estructural lo constituye la propuesta de incluir en el análisis los impactos del desarrollo en el entorno ecológico de las regiones, como ocurre en el caso del "desarrollo sostenible". En ocasiones este enfoque parte de las premisas del análisis neoclásico, marxista o keynesiano, pero adecua éstas a la idea de lograr un desarrollo sostenible para la sociedad, es decir, un equilibrio entre la sociedad, su economía y la naturaleza.

Como es de notarse, las Ciencia Urbano-regionales pueden abordarse desde diferentes perspectivas teórico-metodológicas, cuya selección dependerá del tipo de estudio a realizar de la región, por parte de los investigadores quienes decidirán priorizar los aspectos que mejor caractericen las relaciones y organización de la región que estudiarán.


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