Fundamentos teóricos que sustentan el desarrollo de la Educación Plástica en Secundaria Básica .Valor formativo de su unidad

“Una cultura vive en la historia, y encama irrenunciablemente en un pueblo, en un espacio propio, haciéndose reconocible en el espacio humano por ir marcando cierto perfil ético estético, vital, social, religioso y aún epistemológico y filosófico La identidad tiene que ver con la imagen que cada pueblo tiene de si mismo, los arquetipos con los que se siente representado, el estilo que reconoce como propio frente a otros”.

Graciela Matauro. (1991: 35).

El hombre desde que nace se relaciona con un ambiente estético determinado, en la familia recibe las primeras nociones sobre moral, ideología, folclor, tradiciones. En la escuela se continua y se introducen nuevos elementos a través de los planes de estudio de los diferentes programas, así como de las actividades extracurriculares, amplían también el ambiente estético del individuo, las relaciones sociales, las propias del medio circundante, el trabajo, las trasmisiones de los medios de difusión masiva, las actividades culturales, artísticas y recreativas que conforman su tiempo libre.

Una de las principales vías de educación estética es la educación artística, a través de diversos lenguajes expresivos, tales como la educación plástica, musical, teatral, literaria, danzaría y cinematográfica. Al respecto Carlos Marx plantea en sus artículos sobre la estética: “El hombre crea también con arreglo de las leyes de la belleza, y el objeto artístico-como cualquier otro producto crea un público apto para comprender el arte y la belleza”. (7)

La estética es fuente teórica importante para la dirección de la cultura artística, nos ofrece conocimientos sobre rasgos específicos del objeto, de su estructura, de los mecanismos que rigen su funcionamiento, teniendo influencia sobre los artistas

De aquí parte la relación de educación artística y la educación estética. Los estudiantes de Secundaria Básica adquirirán una visión individual e integradora del desarrollo de las artes visuales de nuestra localidad, a través de actividades extradocentes teniendo en cuenta sus nexos y relaciones, lo que contribuirá en buena medida a lograr un educando más sensible, conocedor de los valores artísticos, culturales y nacionales y el vinculo con los universales cuando sea necesario en un sentido ético y estético.

Este enfoque integrador de la apreciación del desarrollo del arte cubano, facilitará la relación de las distintas manifestaciones artísticas con el tratamiento de la lengua materna y la literatura entre otros; en este sentido la educación artística debe contribuir al establecimiento de estados emocionales satisfactorios y positivos en los educandos, todo lo cual facilitará un aprendizaje óptimo en sentido general.

En las orientaciones metodológicas implementadas, se orienta propiciar cada vez mayores espacios de realización y enriquecimiento espiritual para los estudiantes, trabajadores y la comunidad, con los que se pueda despertar el gusto artístico, facilitar el goce estético y atender las demandas crecientes de conocimientos sobre arte y cultura.

Para ello, el Ministerio de Cultura debe organizar una programación estable y variada que incluya la presentación de grupos artísticos, acciones de creación o de apreciaciones diversas (en las diferentes modalidades del arte).

La idea de reformar la sociedad a través de una concordante transformación de la escuela, no es precisamente nueva. En la época moderna esta idea ha constituido uno de los motivos fundamentales para la organización y difusión de la institución escolar.

Tal idea predominó, en las primeras décadas del siglo pasado y ha constituido el motor impulsor del movimiento progresista de la educación. En la política educacional de los últimos veinte años, dicha idea asumió un papel predominante, no solo en los países desarrollados, sino también en los países llamados del tercer mundo

Esta programación debe ser sistemática en el cumplimiento de horarios para cada uno y además debe alcanzar una divulgación adecuada que facilite el acceso de estudiantes para formar hábitos en las diferentes actividades.

En esta concepción de trabajo cada una de estas acciones se concibe como proceso orgánico en la promoción de la cultura artística desde la base. Así, se promueve la cultura, cuando se aprecian los valores culturales creados nacional e internacionalmente para llegar a la base y los intereses de los estudiantes.

La disciplina Educación Artística influye notablemente en la vida social., contribuye al desarrollo del intelecto y a la consolidación de los valores representativos de la sociedad que se construye .Dado al hecho de que la educación artística se ocupa no solo del desarrollo artístico, sino también de la vida económica, social y cultural, crece la posibilidad de que la asignatura favorezca al deseado acercamiento de la escuela a la comunidad, en un entendimiento que incluya la relación dialéctica-espacial, pasado , presente y futuro.

También tiene un carácter apreciativo, práctico-visual, que abarca tanto el análisis vivo y directo del entorno como la creación plástica, unida al enjuiciamiento crítico y valorativo de las imágenes. A través de estos contenidos el estudiante comprenderá el valor y necesidad que tiene el hombre de estar en estrecho vinculo con la misma, atendiendo a su existencia en el espacio como es debido, que estime su dignidad y tenga conciencia de su personalidad colectiva: “....nada aúna tanto a la colectividad como la tradición. Inculcar las tradiciones, conservarlas, es una tarea de importancia extraordinaria en la labor educativa”. Makárenko A. 1977

La enseñanza aprendizaje-aprendizaje del arte universal y nacional, por su racionalidad e influjo sociocultural, es un proceso que exige un encuestionamiento de rigor formativo. En virtud de esto, sí se concreta la utilización de los contenidos del arte local como una actividad extradocente evaluativa.

Es importante conocer que el valor de la educación por el arte, está en los efectos transformadores que provoca el acto de creación sobre los individuos, en el despertar de su sensibilidad a partir de las vivencias en las exigencias estéticas. Así el arte, convertido en catalizador de transformaciones en las esferas cognitivas, afectivas y volitivas de la personalidad, puede ser utilizado para estimular las capacidades creativas y apreciativas y contribuir al crecimiento humano para formar una cultura general integral en nuestra sociedad.

Para lograr utilizar las tradiciones en la labor educativa es necesario tener conocimiento de estas y así aprovechar el potencial educativo que posee para favorecer la formación de nociones sobre identidad cultural local.

A. Makárenko (1977) nos dice en su libro La colectividad y la educación de la personalidad que las tradiciones embellecen la vida de los muchachos, viviendo en este conjunto de tradiciones los chicos sienten que se mueven dentro de su ley colectiva particular, se enorgullecen de ella y se esfuerzan por mejorarla.

El empleo didáctico de los medios conque cuenta el Ministerio de Educación, precisa de un conjunto de requisitos que contribuyan a que su calidad esté a la altura de las exigencias pedagógicas que se requieren, para que puedan verdaderamente ser portadores de una nueva manera de proceder en la clase, de forma que los estudiantes trabajen activamente con nuevos estímulos en los procesos de búsqueda reflexiva y consciente del conocimiento y su aplicación en la vida; a la vez que sean portadores de nuevas informaciones, matices e impactos en los sujetos, en función de sus propias posibilidades, que redundarán en su cultura vasta e integral.

Muchos esfuerzos serán necesarios aún para lograr un amplio y popular acercamiento del pueblo al disfrute del arte. La Revolución crea las condiciones día a día, que permiten aprender a conocer y aprender a ser dentro del contexto social.

La sociedad burguesa prerrevolucionaria no solo ignoró la necesidad de una certera valoración de las manifestaciones artísticas, sino que en su afán de lucro, deformó la capacidad de apreciación, que se hizo objeto de los intereses de la sociedad de consumo y dio como bueno un sucedáneo del arte.

Hay que precisar las cualidades del profesional al que se aspira y el rol que desempeñará este socialmente, estos son puntos importantes para la inclusión de los objetivos y el logro de acciones educativo-sociales y para la formación de una identidad cultural, social e individual por lo que es necesario introducir enfoques y métodos desarrolladores a escala de todos los subsistemas educativos, retomando la implementación de los contenidos de la enseñanza en la que hasta ayer sólo se hacía énfasis en la adquisición de conocimientos.

Se ha retomado entonces para este fin la formación de valores, de hábitos y de habilidades; si educar para José Martí, “es preparar al hombre para la vida”, entonces, también implica desarrollar las dimensiones del pensar, sentir y actuar, en todas las áreas de las relaciones sociales de la persona, como pilares fundamentales de la educación en el presente siglo, y a los cuales Cuba se ha adscrito.

El contacto con el arte y la creación artística son una necesidad eterna para el hombre que se desarrolla multilateralmente. El arte es capaz de enriquecer la gama sensorial del hombre con un conjunto de nuevos matices, organizando las emociones en un sistema determinado de los sentimientos equiparándolos de las altas ideas morales, estéticas y elevándolos a la cúspide de la jerarquía de los sentimientos

El currículo debe ser enriquecido en función de las necesidades de los estudiantes y su contexto sociocultural, para lograr aprendizajes eficientes y los niveles de calidad educativa planteados en los objetivos. La función cultural del sistema de educación está encaminada a asegurar la preparación del ciudadano para una vida más plena y útil, a partir de mayores posibilidades.

La obra del etnólogo cubano Fernando Ortiz posee un gran valor teórico para el abordaje de la identidad cultural, especialmente en el caso cubano donde el proceso de transculturación es básico para entender los orígenes de un pueblo nuevo.