BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LA FORMACIÓN VOCACIONAL AGROPECUARIA EN EL SÉPTIMO GRADO DE LA ESBEC LEONEL MARTÍ CORONA

Nodalis Salas Batista




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (102 páginas, 206 kb) pulsando aquí

 

 

CAPÍTULO I. FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA FORMACIÓN VOCACIONAL HACIA CARRERAS AGROPECUARIAS EN LA SECUNDARIA BÁSICA

“Siémbrese química y agricultura,

y se cosecharán grandeza y riqueza” .

José Martí

En este capítulo se ofrecen los sustentos teóricos de la Formación Vocacional hacia carreras agropecuarias en la Secundaria Básica, detalla los antecedentes que desde el punto de vista histórico tendencial ha experimentado a través de los años, y están relacionados con acontecimientos significativos que aportan elementos importantes para el desarrollo de la Formación Vocacional en nuestro país como parte del proceso a seguir en la Secundaria Básica.

Se hace un estudio de las diferentes etapas por la que ha transitado la Formación Vocacional a lo largo de la historia.

Es oportuno destacar que como estudio, con carácter enteramente científico, aparece a principios del siglo XX. Esta disciplina está fundamentada con criterios desde el punto de vista filosófico, pedagógico, psicológico y sociológico.

Lo conforman dos epígrafes, el primero evidencia un enfoque histórico sobre la Formación Vocacional. El segundo está referido a la Formación Vocacional hacia las carreras agropecuarias.

I.1.Antecedentes y evolución histórica del proceso de Formación Vocacional.

La importancia de educar a los jóvenes en el amor por las carreras agropecuarias se ha fundamentado desde épocas remotas y se ha ido enfrentando a esta labor la búsqueda constante de vías más adecuadas para transitar los conocimientos y desarrollar las capacidades de los alumnos, que no se sientan forzados, que las acciones y actividades que se realicen sean con puros sentimientos, amor, y los cumplan cuidadosamente.

A través de los años el hombre de una forma u otra ha buscado la manera de ajustarse a la profesión como una de las cuestiones fundamentales de su desarrollo, ha aprendido la importancia que tiene para el individuo ser formado correctamente y acogerse a una profesión determinada de acuerdo a las actitudes que poseen, a la preparación que haya recibido, transcurso de sus estudios y las necesidades del país.

El carácter histórico de la Formación Vocacional se revela en los cambios educativos que en diferentes períodos del desarrollo de la humanidad se han operado dando respuesta a las demandas de la sociedad.

Un aspecto importante en esta investigación es la actitud que se debe asumir ante el conocimiento de la profesión y la búsqueda de la información con la utilización de diferentes formas, pues nadie puede amar lo que no conoce; lo que no se domina bien no puede despertar sentimientos de pertenencia, la formación integral de los estudiantes en la sociedad que hoy se construye, la más justa de nuestra historia, es llegar al corazón de cada uno de nuestros estudiantes teniendo en cuenta sus intereses profesionales.

Siglos atrás los hombres se preocuparon y ocuparon de esta importante problemática pero de forma muy primitiva, el ajuste del individuo a una profesión se hacia de forma intuitiva, por lo que se sustentaba sobre una base que no respondía a principios científicos, aunque es bueno señalar que en ocasiones tenían determinados aportes que lo hacían acreedor de determinados aciertos.

Se puede destacar a Aristóteles (322-384), Platón (347-427) y Sócrates (399-469) (a.n.e), quienes trataron de dar una explicación a esta problemática para llegar a conclusiones mas exactas, basándose que la vocación predetermina la inclinación, impulsando el hombre a actuar en la vida, a tomar determinada rutas apoyándose en la idea de la existencia de un espíritus que orientaba su vida, esto estaba propiciado por una fuerza extrapersonal, extraterrenal; estos criterios tuvieron una explicación limitada.

Platón hizo alusión en su obra titulada “La República “a los oficios y al problema de la división del trabajo destacando la jerarquía del estado para distribuir vocacionalmente los puestos, tomando en consideración las características y capacidades de cada individuo para una selección profesional.

En el año 1575 el filósofo y médico español Juan de Huarte y Navarro escribió un libro muy notable sobre las carreras académicas tituladas examen de ingreso para las ciencias, donde planteaba las diferencias de habilidades que había entre los hombres y que género de letra correspondía a cada uno; además que el hombre poseía un ingenio o sea un conjunto armónico de potencialidades y facultades de la mente cuyo órgano corporal de manifestación era el cerebro por lo que el propio hombre debía encontrar la manera de aprovechar ese ingenio para poder escoger la ciencia que más podía aprovechar.

Según este autor la profesión nace con el individuo y es el hombre quien debía descubrirla. Huarte decía que a los niños antes de recibirlos en la escuela había que hacerle muchas pruebas para descubrir su ingenio y determinar su capacidad.

Además argumentaba como problema medular de la Formación Vocacional, la determinación de las actitudes, sin embargo no conjugó este factor con el aspecto social, absolutizó el problema biológico de aptitudes, por lo que sus ideas no se pudieron completar y no solucionaron cabalmente esta problemática, aunque hay que destacar su aporte al estudio de la Formación Vocacional; ya que determinó su importancia en la elección de su profesión.

Con el transcurso de los años los criterios sobre este tema se fueron perfeccionando y haciéndose cada vez más importantes, en el año 1631 Juardan Guibelet, realiza un análisis de gran valor para el éxito de la profesión introduciendo el término afección hacia la profesión en su obra titulada “Examen del examen de los espíritus”.

En ella argumentaba que el hombre es capaz de saber su ciencia con tal que se aplique a ella con afección. Posteriormente el matemático, físico y filósofo, Blas Pascal (1623 a 1662) planteaba al criticar el sistema de educación vigente que se malgastaba el tiempo tratando de mejorar los talentos de los estudiantes sin haberlos descubiertos mostrando la importancia de sabia elección de la ocupación.

Un poco más adelante en el año 1881, Lis Ander S. Richarel planteó que hay un lugar en la vida para cada individuo, pero la cuestión era determinar qué vocación le permitiría mayor éxito, que no solo se trataba de sacar algún provecho, sin realizar un trabajo adecuado, sino que debía existir una persona que orientara hacia la profesión con conocimiento de todas las artes y ciencias para poder determinar su vocación.

En su segunda obra al no ver la aplicación de la labor educativa de este trabajo, mostró inseguridad en sus intereses y su manera de escribir poco usuales, no permitieron que fuera reconocido a pesar de ser maestro.

Ya a finales del siglo XIX los estudios e investigaciones realizadas sobre esta temática partían de que la vocación era como una llamada interna propiciada para una fuerza extrapersonal que determinaba la inclinación, impulsando al hombre a actuar en la vida, a tomar determinado camino, haciendo depender la vocación de algo mas allá del mundo material .

En 1878 se abre camino en materia educativa el pensamiento revolucionario de José Martí (1853-1895), quien abogó por una educación científica con carácter práctico.

Martí dedicó especial atención a la educación agraria exigiendo la necesidad de la introducción en nuestras tierras de instrumentos nuevos, enseñar a los agricultores los métodos probados, criticó la no importancia de la práctica aún cuando se importaban los instrumentos; hablaba de la necesidad urgente de aplicar la cultura agrícola a nuestras tierras, además en un artículo publicado con el titulo “La escuela de arte y oficio de Hondura”, expresó que la agricultura es la única fuente constante, cierta y enteramente pura de riqueza, también decía que el cultivo de las tierras es la única fuente de riqueza.

Para Martí las escuelas de agricultura reportarían ventajas innumerables, serían doblemente útiles, porque mantienen la mente del estudiante viva, además de desarrollar hábitos saludables de buscar, examinar y poner en práctica lo nuevo.

Para él la educación agraria, requiere del empleo despreocupado y sereno de la mente en la investigación, se requería también que todos los países de la América debían tener esta educación natural, y afirmó que en cada escuela debía existir un taller agrícola. Se puede afirmar que en este período se evidencia un auge martiano por la orientación del futuro de los hombres sin apartar sus aspiraciones.

Existen otros pensadores que abogaron por el método científico, la observación y la introspección como por ejemplo Enrique José Varona (1849-1933) quien hizo énfasis en el aspecto sensorial de la psicología y la pedagogía y en lograr una reforma en la enseñanza media superior .Es donde se aprecian relaciones con la pedagogía Marxista Leninista pero aún no se observa mucha preocupación por la orientación futura.

El siglo XX trae un avance en la Formación Vocacional, el maestro, ingeniero y estudioso de las leyes Frank Parsons que trabajó en una escuela pública donde aclamó por la necesidad de formar a la nueva generación y su teoría se basó en los siguientes principios:

• Nadie debe escoger una vocación sin un cuidadoso análisis de sí misma,

completo y bajo orientación.

• La juventud debe tener una amplia visión del campo de las vocaciones y no solamente arrojarse por una posición accidental y convencimiento.

• El hacer por escrito un análisis de sí mismo es de suma importancia.

• Según Parsons en la elección de una vocación hay tres factores importantes:

1. Una clara comprensión de sí mismo.

2. Un conocimiento de los requisitos y condiciones de triunfo en las diferentes líneas de trabajo.

3. Un verdadero reconocimiento sobre las relaciones de estos dos grupos de factores.

Parsons fue considerado el fundador del movimiento para la Formación Vocacional, a partir de que publicó varios artículos. Fundó el buró de Formación Vocacional de Boston en los Estados Unidos, creó el primer servicio de consulta para la elección de oficio cuyo objetivo era ayudar a los jóvenes a comprobar sus aptitudes y habilidades para escoger una ocupación, seleccionar los mejores medios de prepararse para ello y construirse una carrera de eficiencia y futuro.

Por estos años se fundaron varias instituciones en distintos países de Europa para la formación y orientación del individuo. Al finalizar la primera guerra mundial se dio un gran impulso al movimiento de Formación Vocacional fundando entonces varias instituciones que se dedicaron a estas actividades destacándose diferentes ciudades entre las que se encuentran (Londres, París, Madrid, Barcelona, Moscú, Tokio, Calcuta) provocando esto que se despertara el interés en otras partes del mundo fundando servicios en distintos países (Estados Unidos, México, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Cuba).

A partir de 1928 las ideas agrarias se elevan a un plano superior y es cuando esta labor resulta más extraordinaria y meritoria donde se destacan numerosas figuras, dentro de estas se encuentra la de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz (1953) quien en su documento “La Historia me Absolverá” plasmó la situación que tenía el país en la agricultura y la necesidad de buscar soluciones inmediatas.

En 1945 la Formación Vocacional comenzaron a ocupar el lugar que le corresponde dentro del proceso educativo (Emilia Miró y López, en 1947).

Otro autor que ha abordado el tema fue Donal E. Suport (1962), quien comenzó a criticar los trabajos teóricos planteados, en estas criticas, se mostraba que la elección era el resultado de la madurez de un conjunto de elementos psicológicos vinculados al propio desarrollo de la personalidad, pero no planteaban las ideas para mejorar estos puntos de vida, sin estructurar adecuadamente una teoría de la personalidad, motivado esto por su concepción atomista.

Los avances de la educación cubana a partir del triunfo de la Revolución ha sido el resultado de las diferentes transformaciones operadas a partir de las exigencias de la sociedad y está reflejada en tres grandes revoluciones educacionales, la primera se llevó a cabo en 1961: Campaña Nacional de Alfabetización que consistía en la erradicación del analfabetismo, es donde se aprecian avances considerables en la educación de forma general , esta permitió crear un método pedagógico capaz de enseñar con principios revolucionarios y respondía a los intereses de analfabetos y alfabetizadores.

En esta etapa se constituyeron los contingentes de maestros voluntarios, se enseñó a leer y a escribir, se creó la brigada Frank País y se le concede especial atención a la educación agraria, pues en la década del 70 surgen las escuelas secundarias básicas en el campo como parte del principio marxista martiano “vinculación estudio trabajo”

Entre los años 1970-1979 se crea la Comisión Nacional de Formación Vocacional y Formación Vocacionaldel Ministerio de Educación. Se celebra el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba donde se aprueba las Tesis sobre Política Educacional y sobre la formación de la niñez y la juventud.

La segunda revolución la constituye el hecho de masificar la educación en la Secundaria Básica, lo que significa alcanzar el noveno grado como nivel de escolaridad, este proceso comienza a partir del año 1972, en estos momentos existía una explosión de maestros en las Secundarias Básicas, fundamentalmente en las del campo por lo que se fomenta la formación agrícola de los estudiantes al estar una sesión recibiendo docencia y en otra realizando labores agrícolas; con la creación del destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech sigue en incremento el nivel cultural y agrario de la población cubana.

En 1975, a través de las Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, se valoran los problemas que subsisten en el sistema de educación y se plantea:” El débil trabajo en la Formación Vocacional y la orientación profesional”… “la insuficiente vinculación entre la programación de las enseñanzas técnica profesional, y superior, y el desarrollo económico del país.”

En este documento, se plantea que “La Formación Vocacional y la Formación Vocacionalse organizarán en el sistema de educación sobre la base de dos factores esenciales: uno social, que consiste en la implantación de una estructura de matrícula de ingreso para el estudio de especialidades del nivel medio y superior y otro individual que se refiere a la formación de intereses en los estudiantes de acuerdo con las capacidades, habilidades y destrezas en que más se destaque cada estudiante.”

La respuesta a estas indicaciones emanadas del Partido Comunista de Cuba se manifiesta en los Documentos Normativos para el Sistema Nacional de Educación, el Decreto No. 63 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, aprobado el 4 de marzo de 1980, establece las responsabilidades del Ministerio de Educación y los restantes organismos de la Administración Central del Estado y de los Órganos Locales del Poder Popular en el desarrollo de las actividades vocacionales con los estudiantes, en especial con los círculos de interés científico-técnico.

La Resolución Ministerial 18/81 establece el Reglamento sobre Formación Vocacional y Orientación Profesional, donde se norma todo el trabajo a realizar partiendo de la Administración Central del Estado hasta los centros docentes. En el capítulo VII de esta Resolución se hace referencia al trabajo vocacional en los centros docentes, quedando plasmado en su artículo 36 que “La Formación Vocacional son partes integrantes del proceso docente-educativo, por lo que es el núcleo fundamental de esta actividad “

En el artículo 38 de la citada resolución se considera también que ¨ El trabajo de Formación Vocacional en los centros docentes, se desarrolla a través de las diferentes asignaturas del plan de estudio y mediante un sistema de actividades de la Educación Extraescolar.¨ El Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba aprueba la Resolución sobre “Política Educacional” y le dedica especial atención a la Orientación Profesional.

En el VI Seminario Nacional a Dirigentes, Metodólogos, Inspectores y personal administrativo de las direcciones municipales y provinciales de educación, impartido en La Habana en 1984, se definen las personas responsabilizadas con la realización de este y el concepto del proceso en cuestión considerándose que las actividades de Formación Vocacional con los estudiantes forman parte de un amplio sistema de influencias sociales y pedagógicas encaminadas a darles ayuda en la elección consciente de su profesión, tomando en cuenta las particularidades de la personalidad, las capacidades e intereses de cada estudiante.(MINED,1984)

La existencia de todos estos documentos refleja que desde el triunfo de la Revolución, la política educacional cubana progresivamente ha proyectado un sistema para trabajar la orientación vocacional y profesional que ha estado en correspondencia con el momento histórico, caracterizado por responder a las necesidades de cada etapa por las que ha atravesado la Revolución, valorando constantemente las insuficiencias y sobre esa base elaborando estrategias de trabajo más sólidas.

A partir de la década del 80 se aprecia un marcado avance en lo referente a los fundamentos teóricos y metodológicos de las actividades de Formación Vocacional. Varios investigadores se dedicaron a tan importante tarea entre los que se destacan F. González Rey, que en su obra titulada “Motivación Profesional en Adolescentes y Jóvenes”, divulgó su concepción acerca de la Orientación Profesional. V. González Maura (1989), siguiendo esta línea, planteó los niveles de la motivación profesional, posición teórica enriquecida y actualizada en estos momentos.

Hoy se desarrolla la Tercera Revolución Educacional cuya máxima aspiración es lograr una cultura general integral que incluyendo la agraria, esta se corresponde con la batalla de ideas que se libra en el país, y que está dirigida a desarrollar un sistema educacional más justo y equitativo a partir de la atención a las necesidades sociales de los niños, adolescentes y jóvenes. Este período corresponde a los años 2001 y se extiende hasta los momentos actuales donde se producen las trasformaciones de las Secundarias Básicas.

Con el desarrollo alcanzado por la Revolución, con el nivel de instrucción y educación logrados por el pueblo y en especial por los jóvenes se requiere el noble propósito de desarrollar una correcta motivación hacia las carreras agropecuarias. Esto reclama un alto nivel de preparación, de información y que todo se realice en un clima convincente, de diálogo para poder constatar el grado de desarrollo alcanzado desde diferentes aristas (moral, ideológica, política).

El Decreto Ley 63 del Consejo de Ministro regula el trabajo de Formación Vocacional. En las Resoluciones Ministeriales 18 de 1981 y 93 de 1982 estas definen la responsabilidad del Ministerio de Educación y demás organismos de la administración central del Estado y los órganos locales del Poder Popular en el desarrollo de las actividades vocacionales.

La responsabilidad fundamental en el cumplimiento de esta tarea se le otorga al Ministerio de Educación a partir del Decreto Ley 63 del Consejo de Ministros, ha emitido diferentes resoluciones para el desarrollo exitoso entre estas: 18/1981, 93/1982, 97/1998, 170/200, estas han sido teniendo en cuenta las prioridades de cada curso escolar.

Gaspar Jorge García Gallo (1989), quien en sus obras se refirió a aquellas ideas poco dinámicas expresadas en la antigüedad, que hacen depender la vocación de algo más allá del mundo material, las que se mantuvieron hasta la edad media. Sócrates partía de que el objeto principal del conocimiento es la propia persona, su aporte consistió en que el hombre debe convencerse así mismo para poder determinar cual sería su vocación.

En la década del 70 la Formación Vocacional es concebida a partir de un enfoque personal, se expresa en conocimientos, habilidades, capacidades, motivos e intereses y lo que es muy importante el desarrollo de la autovaloración y flexibilidad que le posibilita lograr una selección adecuada a partir de su autodeterminación.

La Formación Vocacional en este nuevo contexto ayuda al estudiante para el desarrollo de sus potencialidades cognoscitivas y motivacionales. Un proceso en el que participan los agentes socializadores educativos en las acciones y orientaciones (maestros, psicólogos, pedagogos, escolares, padres y familiares), o sea que se realiza no con el individuo aislado, sino en proceso en el cual el estudiante es considerado un agente activo de la Formación Vocacional en la medida que participa en toda las decisiones

El plan de Formación Vocacional en Cuba se basa en los recursos accesibles a un país subdesarrollado y tiene cuatro características fundamentales.

• Es un programa universal que llega a todos los estudiantes.

• Es realizado por el mismo personal docente y el palacio de pioneros.

• Tiende al fomento y fundación de determinados intereses y habilidades

• Participación activa de toda la sociedad.

Como regularidades del proceso de Formación Vocacional hacia carreras agropecuarias en Cuba después del triunfo de la revolución se pueden señalar:

1. La regulación jurídica del trabajo de Formación Vocacional a nivel de Gobierno y Estado.

2. La Formación Vocacional en general y la agropecuaria en particular se proyectan en beneficio de todos los adolescentes y jóvenes, integrando la respuesta a las necesidades e intereses individuales con los sociales.

3. El surgimiento de estudios sobre la Formación Vocacional desde un enfoque personológico.

4. El avance de los fundamentos teóricos y metodológicos del proceso de Formación Vocacional.

5. Se incrementa el nivel de pertinencia de los planes de Formación Vocacional para dar respuesta a la necesidad de la sociedad de formar jóvenes con una verdadera vocación.

6. La Formación Vocacional se ha ido transformando desde que se creía en la antigüedad que era motivada por fuerzas extraterrenales hasta la actualidad en que la misma forma parte de un verdadero sistema en correspondencia con las necesidades del país.

7. La figura de agentes socializadores como profesores, estudiantes, familia y comunidad se consolidan como fundamentales en el proceso de Formación Vocacional.

8. Incremento a partir del triunfo revolucionario de la importancia que revisten las carreras agropecuarias en el desarrollo del país.

El proceso de Formación Vocacional ha sido una preocupación constante de los más importantes pensadores desde el siglo XIX y durante toda la etapa colonial aunque sin reconocimiento oficial del estado y el sistema de Educación. Esta situación fue modificada radicalmente a partir del triunfo revolucionario de enero de 1959 en que este proceso se convierte en prioridad perfeccionada progresivamente en respuesta a las necesidades sociales y como resultado de investigaciones científicas que lo han dotado de fundamentos teóricos, a la vez que han sido avalados por la práctica pedagógica y cotidiana durante casi cincuenta años.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles