BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LA VIOLENCIA DE GÉNERO: UNA SISTEMATIZACIÓN TÉCNICO-JURÍDICA

Lisett D. Páez Cuba




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1.4.- Tipología de la violencia de género

Remitiéndonos a la definición de violencia como la presión síquica o abuso de la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contrarios a la voluntad de la víctima, hablaremos de un abuso de autoridad de alguien que cree tener poder sobre otro: generalmente se da en las relaciones asimétricas como el hombre sobre la mujer o el padre sobre el hijo, para ejercer el control. Si bien la más visible es la violencia física, manifestada a través de golpes que suelen dejar marcas en el cuerpo (hematomas y traumatismos), no por ello es la única que se practica.

La violencia de género tiene diversas manifestaciones, pues abarca todo acto de opresión, tanto individual como social, desde el abuso de esterilización al abuso de recetar drogas, desde la pornografía hasta la violencia en las prisiones, desde el odio propio que puede derivarse de la opresión económica y de clases.

Por lo general el abuso o maltrato a la mujer se manifiesta de tres formas :

1. Abuso emocional o psicológico, cuando se amenaza, humilla, aísla o descuida a otro.

2. Abuso físico, cuando se lastima al cuerpo( pegar, herir, empujar)

3. Abuso sexual, cuando alguien obliga a otra persona a participar en actos sexuales con penetración o sin ella.

De la anterior se coligen tres tipos de violencia, entre los cuales con acierto se incluye la vinculada a los procesos psicológicos, porque generalmente suele asociarse sólo a los maltratos físicos. Habitualmente se habla de violencia en aquellos casos en que es visible, y se asocia al acto violento y a la lesión física, a la violencia pública, violación y hostigamiento.

Los actos violentos hacia la mujer de manera detallada adoptan las categorías de violencia física, psicológica, sexual, económica y social. Se conocen, por tanto, las siguientes manifestaciones de violencia :

1. Física. La violencia física es aquella que puede ser percibida objetivamente por otros, que más habitualmente deja huellas externas. Se refiere a empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc.; causados con las manos o algún objeto o arma. Se origina por hechos que se exteriorizan a través del ensañamiento y especialización en los golpes como son: dar puñetazos, patadas, pellizcos, mordiscos, tirones de pelo, golpes, quemar, encerrar, atar, encadenar, tirar de los brazos o manos para impedir el movimiento o forzarlo, cortar, pinchar, obligar a comer elementos incomibles, privar de comida, expulsar violentamente del domicilio, obligar a consumir alcohol y drogas, pudiendo desembocar en homicidio. Es la más visible, y por tanto facilita la toma de conciencia de la víctima, pero también ha supuesto que sea la más comúnmente reconocida social y jurídicamente, en relación fundamentalmente con la violencia psicológica.

2. Psicológica, emocional o verbal. La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones. Se produce cuando el agresor aísla, controla, prohíbe, rebaja la autoestima, culpabiliza, humilla, ridiculiza, insulta, amenaza, anula, estas son sus principales acciones. Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en ella sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el control y la dominación del agresor sobre la víctima, que es el objetivo último de la violencia de género.

Otra denominación a esta modalidad de violencia que afecta el plano emocional, es la de violencia simbólica, concepto creado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu en la década de los 70. En ciencias sociales, se utiliza para describir las formas de violencia no ejercidas directamente mediante la fuerza física, sino a través de la imposición por parte de los sujetos dominantes a los sujetos dominados de una visión del mundo, de los roles sociales, de las categorías cognitivas y de las estructuras mentales. Constituye, por tanto, una violencia dulce, invisible, que viene ejercida con el consenso y el desconocimiento de quien la padece, y que esconde las relaciones de fuerza que están debajo de la relación en la que se configura.

3. Económica o financiera. Se trataría de la violencia en la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios sociales). Consiste en conductas tales como limitar o retener el dinero, ocultar ganancias, no proveer a las necesidades de la familia proporcionalmente a los ingresos, tomar decisiones unilaterales en cuanto a gastos considerables, obligar a justificar gastos, ocultar bienes gananciales.

4. Social. Esta es muy habitual: es aquella en que el agresor limita los contactos sociales y familiares de su pareja, aislándola de su entorno y limitando así un apoyo social importantísimo en estos casos. Dentro de ella podemos encontrar el llamado abuso ambiental o violencia de género ambiental, que es el resultado de destruir el entorno, golpear y romper objetos, esconder o romper los objetos de trabajo o de estudio de la mujer, no respetar su correo, arrojar sus cosas a la calle, impedir el descanso, maltratar a sus animales o mascotas. Comprende además la violencia laboral, que es toda acción ejercida en el ámbito del trabajo que manifieste abuso de poder por parte del empleador, del personal jerárquico, de quien tenga la función de mando, de un tercero vinculado directa o indirectamente con él o de quien tenga influencias de cualquier tipo sobre la superioridad.

5. Sexual. Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación o indefensión. Se basa en comportamientos tales como exigir verbalmente relaciones sexuales, castigar a la mujer si no accede a ellas, introducción a la fuerza de miembros corporales u objetos en la vagina o en el ano, obligar a la mujer a ver pornografía, a adoptar posturas degradantes, entre otras. Aunque podría incluirse dentro del término de violencia física, se distingue de aquella en que el objeto es la libertad sexual de la mujer, no tanto su integridad física.

La violencia sexual extrema puede llegar incluso a tipificarse como delito, que es el caso de la violación y los abusos lascivos. Hasta no hace mucho, la legislación y los jueces no consideraban este tipo de agresiones como tales si se producían dentro del matrimonio , pero la tendencia moderna de los Códigos Penales es a incluir dentro del tipo penal los actos contra la libertad sexual, sean estos dentro o fuera del matrimonio. Tanto la violación y como otros tipos de abusos sexuales pueden ser realizados por extraños o conocidos, los cuales ameritan siempre de punibilidad.

Otra forma de violencia sexual es el ultraje o acoso sexual y comprende todo comportamiento sexual verbal o físico, no deseado por la persona acosada, llevado a cabo en distintos espacios de la vida cotidiana, aprovechándose de una situación de superioridad o compañerismo y que repercute en las condiciones del entorno haciéndolas hostiles, intimidantes y humillantes. El acoso sexual es una expresión más de las relaciones de poder que ejercen los hombres sobre las mujeres.

En sede de la violencia sexual una práctica bastante desconcertante, pero aún utilizada es la mutilación genital femenina. Esta es una forma de violencia contra las niñas, afectando su vida como mujer adulta, es una práctica cultural tradicional. En las sociedades donde se practica, se cree que es necesaria para garantizar la dignidad de la niña y su familia y aumenta sus posibilidades de contraer matrimonio.

A nuestro modo de ver, no es más que una violencia legitimada la mutilación genital femenina, pues comprende todos los procedimientos que incluyen la remoción parcial o total de los genitales femeninos externos u otra lesión a los órganos genitales femeninos ya sea por motivos culturales u otras razones no terapéuticas.

Así las, cosas, con formas tan diversas de violencia, y métodos tan arcaicos como este último, continúa el fantasma de la agresión femenina. En la relación de pareja se reproducen las formas específicas de violencia a las que se suele denominar maltrato y que no han sido ni identificadas ni estudiadas con suficiente profundidad y seriedad. Recién en estos últimos años el maltrato doméstico y en la pareja ha sido identificado como expresión de la violencia doméstica. Es un monstruo de mil caras. Es la agresión física, pero también la verbal, el insulto que ofende la dignidad, las actitudes que limitan la capacidad de la libertad personal, las prohibiciones que atentan a la libre determinación, el abuso de la autoridad, las ofensas al pudor, al sentido de pertenencia de su propio cuerpo, al derecho a decidir sobre su sexualidad. Miles son los patrones que servirían para ejemplificar la tipología de violencias a la mujer.


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