BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

LA VIOLENCIA DE GÉNERO: UNA SISTEMATIZACIÓN TÉCNICO-JURÍDICA

Lisett D. Páez Cuba




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1.2.- Hacia una definición

La definición de todo fenómeno social se torna compleja, por las múltiples acepciones que puede admitir y por las diversas ciencias que puedan estar involucradas en su estudio, de manera que a diario aparecen nuevos conceptos enriquecidos. El vocablo “violencia” nace en Roma (del latín vis) y aparece describiendo o mencionando una acción de imposición forzada, no consentida voluntariamente por quien la sufre.

Algunos estudiosos de la materia consideran que la violencia es un término ambiguo cuyo significado es establecido a través de procesos políticos. En otras palabras, el concepto de violencia en sí mismo es un concepto político, lo cual explica las dificultades al intentar definirlo con precisión. A su vez, en la práctica el fenómeno de la violencia cruza múltiples campos interdisciplinarios y áreas de investigación, razón por la cual los estudios tienden a ser fragmentados y apolíticos, lo que ha impedido el desarrollo de una teoría general de la violencia .

Así pues, se puede hablar de violencias de distinto orden, tales como las violencias políticas (guerrilla, huelgas, etc.); las violencias económicas (surgidas de los mercados ilegales de armas, drogas, etc.); las violencias intrafamiliares (en el núcleo familiar por relaciones asimétricas, etc.), y las violencias comunes (que erosionan a la ciudadanía, pero que se caracterizan por ser difusas y por provenir de múltiples causas).

Los comportamientos violentos, de forma general, son aquellos deliberados, que provocan, o pueden provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se asocian, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también esta puede ser psicológica o emocional, a través de amenazas u ofensas. Estos actos tienen como consecuencia la no realización de la satisfacción de las necesidades afectivas, somáticas y mentales del individuo por causa de otro, sometiéndole de manera intencional al maltrato, presión, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad física, psicológica y moral.

La violencia es, en sus múltiples manifestaciones, una forma de ejercicio del poder empleando la fuerza, e implica la existencia de un “arriba” y un “abajo” (desequilibrio de poder) reales o simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre –hijo, hombre- mujer, maestra-alumno, jefe-subordinado, etc . Se trata por lo tanto, de un término que se utiliza para significar una gran variedad de situaciones.

La violencia se puede clasificar según la persona que la sufre: violencia sobre mujeres, niños, ancianos, etc; y según la naturaleza de la agresión: física, psicológica, sexual, etc. En esta ocasión nos referiremos esencialmente a la violencia contra la mujer en todas sus manifestaciones, ya sea física, psicológica, sexual, o de otra índole, siempre que atente contra los derechos de libertad e integridad del género femenino.

Las referencias a este tipo de violencia más común admiten expresiones como violencia sexista, violencia machista, violencia hembrista o violencia de género. La diferencia de la violencia de género y otras formas de agresión y coerción estriba en que en este caso el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el sólo hecho de ser mujer .

Mientras el sexo se refiere a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, el género se refiere a las diferencias psicológicas, sociales y culturales. Por tanto, hablar de violencia de género implica subrayar que es una violencia derivada de la construcción social y cultural de la masculinidad y la feminidad. Resulta indispensable entender que este tipo de enfoque no es privativo de los estudios de la mujer, porque el género, entendido como “el conjunto de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anátomo- fisiológica y que dan sentido a las relaciones entre personas sexuadas” alude a mujeres y hombres y a las relaciones que entre ellos se producen. Las cuestiones relativas al género tienen, por tanto, un contenido relacional, son social y culturalmente construidas e involucran a ambos géneros.

No obstante, nos referimos con este trabajo esencialmente a la violencia de género hacia la mujer porque es común que la persona maltratada sea generalmente la mujer. Ferreira y Corsi refieren que en el caso de los hombres, 2% son maltratados por su pareja; en las parejas un 23% tienen violencia cruzada (ambos se maltratan) y en el 75% de las parejas el hombre maltrata a la mujer.

Nos reseñaremos sobre todo a la violencia ejercida sobre la mujer por parte de quien es o haya sido su cónyuge o de quien esté o haya estado ligado a ella por relación similar de afectividad como resultado de una manifestación de la discriminación, de la situación de desigualdad y de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres.

Como aludíamos anteriormente, en ocasiones, las distintas denominaciones de los malos tratos lleva a confusión: violencia de género, violencia doméstica, de pareja, hacia las mujeres, masculina o sexista. Por tanto, trataremos de esclarecerle y acercarnos a una definición del que a nuestro modo de ver sea el más acertado para definir la violencia hacia la mujer.

El término violencia de género, a decir de algunos, es el empleado por grupos y asociaciones feministas, y es también por algunas legislaciones .Algunas de las acepciones otorgadas a la violencia de género le consideran como “el ejercicio de la violencia que refleja las asimetrías existentes en las relaciones de poder entre mujeres y hombres, y que perpetúa la subordinación y desvalorización de lo femenino ante lo masculino. Se caracteriza por responder al patriarcado como sistema simbólico que determina un conjunto de prácticas cotidianas concretas, que niegan los derechos de las mujeres reproducen el desequilibrio y la inequidad existentes entre los sexos” .

Otra conceptualización analiza la violencia de género como todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada .

Definiciones según organismos internacionales prevén que la violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. Esta es la definición adoptada en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, según documentos de UNICEF.

Según las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS) la violencia de género es un mecanismo político cuyo fin es mantener a las mujeres en desventaja y desigualdad en el mundo y en las relaciones con los hombres, permite excluir a las mujeres del acceso a bienes, recursos y oportunidades; contribuye a desvalorizar, denigrar y amedrentar a las mujeres y reproduce el dominio patriarcal.

Una definición abarcadora de la violencia de género engloba todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física.

De manera general existe un consenso en pensar en la violencia de género como aquella que ejerce el hombre sobre la mujer por el sólo hecho de ser mujer. Tiene su origen en la desigualdad de derechos que establece el varón sobre la hembra en la sociedad patriarcal, quedando relegada esta al ámbito familiar y doméstico. Las víctimas de violencia de género son la mujer, principalmente, y sus hijos e hijas cuando reciben violencia por parte del hombre agresor, en sus diferentes formas de presentación: psicológica, física, sexual o económica, coincidiendo en la mayoría de los casos todas ellas.

Sea cual fuere la definición que asumamos, lo cierto es que estamos ante una de las manifestaciones más importantes del deterioro de la calidad de vida de los habitantes en el planeta, específicamente del género femenino. Baste señalar como elemento central que se trata de un fenómeno social originado por el desequilibrio de poderes entre géneros, siendo la mujer el sujeto afectado, y manifestándose de disímiles formas que van desde la agresión física hasta la gestual, verbal o psicológica.


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