BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ACTIVIDADES PARA FORTALECER LA MOTIVACIÓN POR LA LECTURA EN ESTUDIANTES DE 8VO GRADO DESDE LA BIBLIOTECA ESCOLAR

Dania Puga Cedeño



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1.2.- Fundamentación teórica que sustenta la motivación por la lectura

Esta investigación pretende contribuir al fortalecimiento de la motivación por la lectura, en los estudiantes concebida como un proceso objetivo, que depende del basamento teórico en que se sustenta su dirección, como un proceso dirigible que puede desarrollarse con acciones, donde las personas que se educan, toman conciencia acerca de la necesidad de elevar su nivel cultural, para lograr una cultura general e integral.

La teoría Marxista-Leninista del conocimiento, es la base metodológica para la organización del proceso entre los objetivos, contenidos, métodos y las condiciones, así como entre lo subjetivo y lo objetivo del proceso pedagógico, la relación del mundo y sus leyes y categorías, atendiendo a que el Proceso de Enseñanza Aprendizaje, se dirige de modo que los estudiantes interactúan en la asimilación de los conocimientos, capacidades y valores enfrentándose a contradicciones que deben ser resueltas a través de la lectura.

Se acude a Vladimir Ilich Lenin, quien consideró a la educación de la personalidad del individuo, como producto de las circunstancias del medio, planteando al respecto el papel social de las bibliotecas al asegurar que:” El orgullo y la gloria de las bibliotecas no puede verse en la calidad de rareza bibliográficas que poseen… sino en la amplitud con que circulan los libros en los lectores…. y por la utilización de la biblioteca…•”. En esta idea leninista, queda demostrada la importancia que tiene la biblioteca como institución social y cultural, su misión como facilitadora y transmisora de conocimientos, es el producto de las circunstancias del medio en que se desarrolla.

De la filosofía marxista leninista, se comparte que la actividad es una categoría para comprender y poder interpretar el proceso individual y a la vez social de aprender.

Desde la práctica, en la biblioteca escolar, se atiende a la actividad cognoscitiva, valorativa y comunicativa, dialécticamente interrelacionadas; la primera permite al estudiante ir conociendo los objetos y fenómenos de la realidad; la segunda, conocer la utilidad que tienen estos para satisfacer sus necesidades y la tercera, le permite el intercambio de los procesos y resultados de la actividad, a través de un sistema de signos y señales. Es por ello, que desde la filosofía, se aborda la actividad como la forma específica, humana, de relación activa hacia el mundo circundante, cuyo contenido es un cambio y transformación racional. Esto permitió considerar que “La actividad del hombre supone determinada contraposición del sujeto y del objeto de la actividad”.

En este trabajo se sustenta que, el proceso docente educativo está vinculado a la pedagogía socialista, pues ella dota de los principios pedagógicos y didácticos generales, y los métodos educativos generales, que se aplican, vinculados con la higiene escolar y las ciencias que estudian el desarrollo anatomofisiológico del individuo, ya que para realizar un tratamiento diferenciado de relaciones ínter sujétales, dinámico, es necesario observar el volumen de información que pueden asimilar los estudiantes, la distribución de la carga de trabajo, de forma que se evita el cansancio y la monotonía, la ubicación de los estudiantes, tomando en cuenta la visibilidad en la pizarra y el televisor y la iluminación del local.

Se presta atención a los conocimientos de psicología para despertar el interés y mantener la atención en los estudiantes, para evitar el olvido y propiciar durabilidad de los conocimientos, para lograr la efectividad en la formación y desarrollo de las habilidades y capacidades, para reducir el proceso de abstracción de los conocimientos de los estudiantes, para seleccionar la materia de enseñanza y para determinar los métodos adecuados para su enseñanza. Se entiende que en el desarrollo cultural del individuo, toda función aparece dos veces: primero entre personas (de manera ínter psicológica) y después en el interior del propio individuo (de manera intrapsicológica), considerando que toda las funciones psicológicas superiores se organizan como relaciones entre los seres humanos.

Al profundizar las exigencias psicopedagógicas relacionadas con el Proceso Docente Educativo, se coincide con los planteamientos de varios autores. En la teoría de la actividad docente (V.V. Danilov, 1982), distinguió la reflexión como las habilidades del sujeto para distinguir, analizar y reflexionar con la situación de los objetos, sus propios procedimientos de actividades.

Labarrere expresa que el Proceso Enseñanza Aprendizaje, debe estar vinculado a la dialéctica, porque así se logra transformar al estudiante y que este, a la vez, sea capaz de transformar, tanto lo intelectual como lo afectivo-motivacional, para responder a una satisfacción personal. Al respecto la referida autora planteó: “La formación del pensamiento del estudiante requiere de verdaderas situaciones que pongan a funcionar el racionamiento, la elaboración de hipótesis, la búsqueda y el experimento mental. Una situación trivial no desarrolla el pensamiento, si no que habitúa al estudiante a los caminos trillados y de bajos esfuerzos”.

También se tienen en cuenta las ideas planteadas por Vigotsky (1987), que permitieron el conocimiento sobre los procesos en la formación de habilidades, tales como la toma de decisiones, la argumentación, el autocontrol, la autovaloración, el autoconocimiento, la autocorrección, así como la autorreflexión, en la medida que el alumno acepta sus logros y dificultades.

En la investigación se está de acuerdo con Vigotsky, cuando considera los procesos de aprendizaje y desarrollo como influyentes entre sí, porque existe unidad, pero no independencia entre ambos (en el sentido dialéctico y las relaciones en que interactúan son complejas). Lo anterior, traducido al campo pedagógico, significa que las experiencias adecuadas de aprendizajes, deben centrarse no en los productos acabados del desarrollo (nivel de desarrollo actual), sino específicamente en el proceso de desarrollo, en aquellos que aún no acaban de consolidarse, pero que están en camino de hacerlo.

En este sentido, desde la biblioteca, se atiende a la enseñanza adecuadamente organizada, basada en la negación de la negación que propicia el tránsito por las zona de desarrollo, a partir de la zona de desarrollo próximo, es decir, funcionando como un imán para hacer que el nivel actual de desarrollo del educando se integre con el potencial y llevarlo hasta el nivel deseado. De esta transformación, a su vez, puede generar progresos en el dominio del conocimiento específico y posibilita el desarrollo cognoscitivo generador, como ha señalado Vigotsky y, expresados en ese camino hacia la zona de desarrollo próximo, concebido como un diálogo entre el niño y su futuro, entre lo que es capaz de hacer hoy y lo que será capaz de hacer con ayuda de otra persona.

Tomando como soporte teórico los aportes de esta ciencia, la concepción de la propuesta de esta investigación, está dirigida a un enriquecimiento actitudinal de los estudiantes, contribuye al desarrollo de la autoestima y el autorreconocimiento ante los deberes como estudiantes, y facilita una predicción favorable para motivar la lectura como aspecto fundamental del proceso docente educativo.

También, desde la Psicología, las actividades para la motivación de la lectura, están sustentadas en la teoría histórica cultural de L. S. Vigotsky, sobre todo en lo relacionado con los conceptos de internalización, mediación, zona de desarrollo actual, unido a zona de desarrollo próximo, la relación entre educación y desarrollo, situación social de desarrollo y los períodos sensitivos de desarrollo.

En esencia la lectura constituye el resultado de un proceso de internalización, mediado por la influencia del contexto socio histórico y los instrumentos socioculturales que utiliza el estudiante que lee, se parte de su zona de desarrollo actual y el grado de enseñabilidad, de potencialidades, en su zona de desarrollo próximo, en una situación social, propia del estudiante, que por sus exigencias promueve el desarrollo, al tener en cuenta su período sensitivo de desarrollo.

Se atiende a la dialéctica de lo interno y lo externo, sintetizado en la concepción que cuenta que en cada etapa o período se caracteriza por una situación social, donde las fuerzas motrices del desarrollo psíquico, son las contradicciones entre las nuevas necesidades y los antiguos conocimientos, la necesidad de nuevos saberes que permitan asumir las nuevas exigencias.

Desde el punto de vista psicológico, la lectura es una actividad muy valiosa, por medio de la cual no sólo se alcanzan momentos de recreación, sino que ayuda a ampliar el léxico y el vocabulario. Por ello, resulta evidente la necesidad de que los educadores de este nivel conozcan profundamente las características de la adolescencia y de la juventud y sepan reconocerlas en sus estudiantes, con sus particularidades individuales y con sus rasgos comunes.

Otro componente pedagógico esencial abordado, para el logro de la motivación hacia la lectura, fue el diagnóstico; que permitió conocer a cada uno de los estudiantes: sus dificultades, posibilidades, intereses, porque sin este conocimiento, no es posible realizar un trabajo dirigido a atender la diversidad y las necesidades individuales de cada uno, en la atención al desarrollo personológico, según el fin de la enseñanza.

Las actividades, dirigidas a la motivación hacia la lectura, prevén las distintas formas de atención a las particularidades individuales de los estudiantes: tareas, consultas, formulación de preguntas, entre otras. Para alcanzar el éxito en el aprendizaje, a partir de este nivel de lectura, desde la biblioteca, se atendió las diferencias individuales y, a la vez, el aprovechamiento de todas las potencialidades de desarrollo que existen en la ejecución colectiva de las actividades.

Se consideró que al arribar a la secundaria básica, el estudiante se encuentra en el inicio de una de las etapas más hermosas de la vida. La adolescencia, que se extiende desde los 11, hasta los 19 años, cuando se inicia la juventud. Por ello este trabajo se proyectó, a partir de las regularidades del desarrollo de la personalidad, como rasgo distintivo para poder planificar, desarrollar y controlar la motivación, como una necesidad, en el logro del tránsito hacia el objetivo planteado en esta investigación.

Este esquema de desarrollo, se concibe sujeto a reacciones individuales, en que no todos los estudiantes arriban con la misma edad a la adolescencia, unos se adelantan y otros se atrasan. En las aulas de 8vo grado, se encontraron estudiantes con características típicas del adolescente, en que se evidencian esas regularidades de tránsito por las etapas del desarrollo de la personalidad. Se abordó la adolescencia como un período de reelaboración, reestructuración de diferentes esferas de la personalidad, considerando que en ellas ocurren numerosos cambios cualitativos, en corto tiempo por el que transcurre, los cuales tuvieron, en ocasiones, el carácter de ruptura radical, con las particularidades, intereses y relaciones que tenían los estudiantes antes de ingresar en este nivel de educación.

En la investigación, se trabajó con un adolescente que vive en el presente y sueña con el futuro, que ocupa gran parte de su tiempo en las actividades de la vida escolar y el estudio, que siente la necesidad de relacionarse con los compañeros de su edad, por lo que los proceso cognitivos, las actividad del estudio y del desarrollo social y afectivo del adolescente, requirieron del seguimiento para la atención de sus necesidades, desde los aportes de la lectura como agente desarrollador de las motivaciones.

Considerando que al concluir la educación primaria, el adolescente se enfrenta a un mayor número de asignaturas en la enseñanza secundaria, impartidas por un profesor general integral, que haciendo uso de las nuevas tecnologías, como son las video clases, las tele clases, los materiales del Programa Libertad, con los cuales, profundizan en el estudio de los fundamentos y de los conocimientos científicos, se proyectó este trabajo por dirigir la atención al tratamiento a la motivación de los estudiantes, para enfrentar las exigencias que el currículo les plantea. Ello exige del estudiante, nuevos métodos de asimilación, el desarrollo de formas superiores de los procesos cognoscitivos, con lo cuales se amplía grandemente, sus posibilidades para conocer los fenómenos materiales y sociales del mundo que los rodea.

El aumento de las posibilidades cognoscitivas de los adolescentes, constituyen los resultados de la asimilación del conocimiento y la formación de capacidades y habilidades, que tienen lugar en el proceso docente educativo, fueron elementos que se tuvieron en cuenta en este trabajo, atendiendo a que, los procesos cognitivos de la personalidad del adolescente, (percepción, memoria, imaginación, atención y pensamiento), experimentan diferentes cambios, que se asumieron como rasgos de sus características principales, en el desarrollo de la capacidad de operar, con conceptos y contenidos más complejos, contemplados en las actividades para el desarrollo de la motivación por la lectura de obras, unas que se estudian como parte de los programas del grado y otras que son complementarias.

Esta investigación permitió comprender cómo el racionamiento verbal y las formas lógicas del pensamiento, que se comenzaron a desarrollar en la enseñanza primaria, alcanzan niveles superiores en esta etapa. La relación entre el desarrollo de los procesos cognitivos del estudiante y la profundización de las ciencias, así como las relaciones y opiniones que de ellas se van formando, que propician sus transformaciones en convicciones y puntos de vista propios para la actuación en el contexto escolar o social.

En la esfera socio-afectiva, se comprobó que el grupo preferido del adolescente, es el grupo de compañeros de la misma edad, lo que responde a una fuerte necesidad de comunicarse, de relacionarse, ser aceptado y formar parte del grupo. Se apreció que hay otros grupos con los cuales interactúa el adolescente y que resultan de influencia importante para él, entre los que se encuentran, la familia y los profesores de la escuela, así como la comunidad donde vive.

En la investigación se consideró que el conocimiento profundo de todas las particularidades del adolescente, es decisiva para su desarrollo integral, hay que tenerlas presentes en cada actividad que realicen, como una vía de satisfacer las necesidades efectivas, de comprensión, ayuda y orientación, como características que manifiestan en esta etapa del desarrollo de la personalidad. Para ello, se tuvo en cuenta que la lectura constituye una vía eficaz para el crecimiento intelectual y la formación cultural del individuo, ella incide favorablemente en el desarrollo del pensamiento, de sentimientos y de modos de actuación en un contexto sociocultural determinado.

En la proyección de este trabajo, se coincide con el concepto de lectura dado por Adam y Starr, cuando afirmaron que:”Se entiende por lectura la capacidad de entender un texto escrito” (Adam y Starr, 1982)

A partir de esa definición, se entiende que leer es un proceso de interacción, entre el lector y el texto, proceso mediante el cual, el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura. Leer es entrar en comunicación con los grandes pensadores de todos los tiempos. Leer es ante todo, establecer un diálogo con el autor, comprender sus pensamientos, descubrir sus propósitos, hacerle preguntas y tratar de hallar las respuestas en el texto. Leer es también relacionar, criticar o superar las ideas expresadas, no implica, aceptar tácticamente cualquier proposición, pero exige del que va a criticar u ofrecer otra alternativa, una comprensión cabal de lo que está valorando o cuestionando.

Se consideró que la eficiencia de la lectura, depende de que algunos conceptos estén suficientemente desarrollados, para que permitan comprender la intención y la finalidad de lo que se lee, por constituir premisas para el logro de una lectura eficiente, entre los cuales, se tuvieron en cuenta los siguientes:

El lector activo, por ser el que procesa y examina el texto.

Objetivos que guían la lectura: evadirse, informarse, trabajo….

Interpretación de lo que se lee (el significado del texto se construye por parte del lector).

Se priorizó, dentro de las transformaciones que se operan en secundaria básica, como elemento esencial, el Programa Nacional de la Lectura, que se tiene trazado como objetivo o fin principal, que el estudiante aprenda a leer, de manera consciente. Este programa es abordado como un conjunto de acciones de carácter estratégico, proyectadas a largo plazo y con participación y efectos tan amplios, como la totalidad de la sociedad cubana. Se asimiló que este programa se propone la coordinación y los esfuerzos de todos los organismos, instituciones, grupos y personas de la comunidad donde está ubicada la escuela en que se realizó esta investigación, por lo que para coordinar ese trabajo, se planificó promover el libro y la literatura como acciones dirigidas a la creación de la motivación por la lectura.

Se tuvo en cuenta las opiniones de los estudiosos e investigadores del tema, el DR. C, Juan Ramón montaño Calcines y la MSc Georgina Arias Leiva, que opinan que los niños deben adquirir un verdadero gusto, placer y amor por la lectura, desde edades más tempranas, si se desea que desarrollen hábitos duraderos en este campo, y estar motivados constantemente por sus padres y profesores; sin embargo, esta investigación arrojó que la escuela, en general, es una institución que conserva principios y métodos, desde donde la lectura por placer o la lectura a secas, solo es atendida por el área de la lengua materna, y donde se abren pocos espacios para que ella se convierta en una práctica y en una experiencia gratificante y gozosa.

Para la caracterización teórica de la lectura, este trabajo tuvo en cuenta, considerar las más diversas definiciones que sobre la lectura, han ofrecido algunos investigadores, entre los que fueron abordados, Kenneth Goodman 1996, quien afirma que” toda lectura es interpretación y lo que el lector es capaz de comprender y de aprender es a través de la lectura”. Este autor concibe la lectura, estrechamente relacionada con los procesos cognitivos y como fuente del conocimiento para la actuación en un contexto.

Marina Parra al definirla entiende que “La lectura es una traducción intralengual del código del emisor al código del receptor, cada lector reinventa códigos porque no solamente lee con sus facultades cognitivas, sino con toda su personalidad” . Este criterio se refiere al acto de leer como algo personal, criterio con el que no se coincide en la investigación, si se tiene en cuenta que en el modelo teórico que describe la lectura como proceso interactivo, el papel del maestro es significativo por su incidencia en la adquisición, por parte de los estudiantes, de un conjunto de estrategias que le facilitan el acto de leer.

Por lo tanto se coincide con Camila H. Ureña, quien considera que esta característica es privativa del texto literario, cuando sostiene que:”Desde el punto de vista lingüístico tiene su correlación con el proceso de comunicación, ya que para comprender se debe establecer un vínculo entre el autor y el lector a través del texto citada por la Dra. A, Roméu. Se comparte la opinión de la Dra. A Fernández 2003, quien coincido con el criterio antes mencionado, porque concibe la comunicación como un proceso de intercambio de información a través de signos, mediante el cual se comparten experiencias, conocimientos y vivencias, lográndose una influencia mutua.

María E. Dubois, 1986, plantea que: “La lectura es un proceso de interacción entre pensamiento y lenguaje, y la comprensión es la construcción del significado del texto por parte del lector.” Ello pone de relieve la relación entre pensamiento y lenguaje, ofrecida por Vigotsky, y de su papel en los procesos de la lectura, a la vez que descubre la relación entre sentido y significado de las palabras, en los procesos de construcción del significado del texto, como parte de la comprensión de lo que se lee.

Se comparte el criterio de Ernesto García Alzola, cuando afirma que: “La lectura es un conjunto de habilidades y a la vez un proceso complejo variable, cuyo aprendizaje, ha de abordar por lo menos los años de la primaria y la enseñanza básica”. Pero si se tiene en cuenta que, en gran medida la apreciación de la literatura, descansa en las habilidades de la lectura, y que comprende las técnicas del análisis literario, es una forma superior y su aprendizaje no termina nunca, es fuente inagotable para adquirir conocimientos y cultura, que abarca toda la vida humana.

Se asume el concepto dado por la escritora Mirta Aguirre, que expresó” Leer es informarse y formarse, es desarrollar el lenguaje y con el la bondad y las perspectivas del horizonte, del pensamiento, es ampliar la capacidad de la razón y del juicio”. Ello pone en claro el nivel de información, de conocimientos, y la contribución que tiene la lectura en el desarrollo de la personalidad, en su tránsito hacia una mejor forma de comprender el mundo y los complejos procesos y fenómenos a que se enfrenta el hombre en su vida diaria.

Para Faucamber (1991), “Leer es buscar en un texto la respuesta a una pregunta que nos hemos formulado previamente, es solicitar de un texto lo que pensamos que este texto puede promocionarnos.” Se entiende que leer es un acto voluntario, que existe en el lector, que la lectura responde a determinadas necesidades, se lee para informarse, se lee para ampliar la cultura general, para comprender el mundo y los fenómenos que lo amenazan. Es por esto que en la investigación se tuvo en cuenta la voluntariedad de los estudiantes, como requisito inicial, como punto de partida para la proyección de las estrategias diseñadas, y también, la contribución de la lectura a la formación de conocimientos y al desarrollo de la cultura general.

Al conceptuar la lectura, se acudió a José Martí, quien magistralmente consintió que: “Al leer se ha horadar, como al escribir. El que lee de prisa no lee. De ahí que no será nunca un buen lector quien solo se contente con descifrar y traducir literalmente unos signos sin entregar en ese proceso algo de sí…”. Es decir, que el estudiante debe leer no solo para recrearse, sino que al leer debe interpretar cada frase, cada palabra, y una vez terminada la lectura, que pueda llegar a conclusiones acerca de lo leído, opinar y entender lo que dice el texto, y descifrar su aporte en su vida personal, es decir, su aplicación en el contexto que le ha tocado vivir.

López Rubio (1994), afirma que “saber leer consiste en tratar con los ojos el lenguaje que fue hecho para los ojos, es atribuir voluntariamente una significación al escrito y explorarlo de manera lineal, es escoger, espigar los indicios pertinentes en el escrito para contribuir y participar hipótesis de sentir para verificarlos.” .Este autor plantea que la lectura necesita apoyarse de los sonidos oracionales diferentes, que sólo tienen en común, el que pueden realizarse en un mismo texto. Para él una persona sabe leer cuando comprende un texto, adecuado a su edad y nivel de conocimientos, cuando le lleve menos tiempo y esfuerzo al leerlo y al escucharlo, de ahí que este criterio se atiende en esta investigación, a partir de que se priorizan habilidades lingüísticas esenciales, relacionadas con la lectura y la producción de significados.

Para estos autores no se puede enseñar a leer, se aprende como se aprende a hablar, a moverse, a jugar, este es un aprendizaje general y sostienen que si la escuela no puede enseñar, sí puede y debe facilitar las ayudas pertinentes para que ese saber sea construido por el estudiante; consideran importante reconocer en la lectura la comprensión, como un factor determinante, para decir que el estudiante sabe leer, pero es necesario considerar que en el aprendizaje, de esta forma, es importante el papel que desempeña el maestro y la bibliotecaria escolar.

Se comparte la definición dada por Berta P. Braslavski (1995), quien sostiene que leer, es comprender y recrear significados de un código escrito, relacionándolo con experiencias y conocimientos anteriores, que instruyen el análisis, el razonamiento, juicios y cambios positivos, en el interés por la lectura, así como la formación de valores y de convicciones.

La lectura es una habilidad multifacético, compleja, según Elley, 1989; Weddwsón, Pearson and Jonson, citados por Morales Armando, con quien se coincide al considerar que, si para los efectos de formular teorías que expliquen el proceso de lectura, esta debe ser concebida como una habilidad unitaria, para fines prácticos. El considerar la lectura como una habilidad, presupone el dominio de acciones psíquicas y prácticas, que permiten una regulación racional del acto de leer, como una actividad con ayuda de los conocimientos y hábitos que el lector posee. La lectura hace alcanzar progresos decisivos en la estructura del pensamiento del estudiante, cuando lee una frase tiene ante él los significados materiales, sin ningún soporte completo, leer obliga a representarse, a volver a crear con el pensamiento y la imaginación, la situación real que la frase produce por los códigos del texto, en ella el sujeto debe analizar, sintetizar, abstraerse y generalizar, lleva al mismo a establecer un sistema de hipótesis (lo que es posible, porque el sujeto capta solamente las letras que portan la significación fundamental de la palabra ), que luego confirmará o no, durante la lectura.

La autora coincide, que en la lectura hay que desarrollar, además del análisis y la síntesis, la percepción, la memoria, el poder de imaginación y el poder de captación, los órganos que se emplean en la pronunciación y aquellas partes del sistema nervioso de la acción de leer. La lectura es la base, el escalón primordial a través del cual el ser humano tiene acceso a una gran parte de la cultura, se le facilita el aprendizaje que garantiza un cúmulo de conocimientos.

Esta será el arma fundamental para vencer todos los niveles de enseñanzas. Es por ello que la lectura, constituye una actividad instrumental, puesto que, tras ella, existe una finalidad, un propósito, el deseo de conocer y profundizar, de fomentar la comunicación entre los hombres. Su valor no estriba en el acto mecánico de leer, sino a los fines que se pueda dedicar lo logrado, en su influencia provechosa en la vida humana; también es una gran fuente de pensamiento y desarrollo mental, un instrumento muy sutil de adquisición de conocimientos y fuente de una rica vida intelectual.

Se sostiene que a través de la lectura, el individuo se informa, desarrolla su pensamiento, su imaginación, su memoria, y diferentes capacidades, desarrolla sentimientos y valores, contribuye al perfeccionamiento del hombre como ser humano, a partir de las reacciones emotivas que provoca el arte. De ahí que se haga imprescindible considerar que al leer, deben intervenir no solo los profesores y maestros, sino que le dé participación a la familia, dotándolas de las estrategias necesarias para dirigir, de forma efectiva, el aprendizaje de la lectura, posibilitando que el mismo transcurra en sus posibilidades, y que los padres, siempre que sea posible, bajo la asesoría del maestro, contribuyan a la eliminación de las dificultades que se presentan en el aprendizaje de la lectura.

Se considera que leer es una actividad y como tal, requiere de lectores activos, que toman una posición no pasiva ante el texto, que se estimulan, que se emocionan, que se involucran. Toman decisiones ante la lectura. El estudiante-lector evoluciona, crece junto al texto; es la vía que logra un aprendizaje desarrollador y que se potencia a partir de la aplicación de estrategias que contribuyen al logro del objetivo propuesto.

En el ámbito escolar, se han divulgado ampliamente las estrategias de lecturas propuestas por Kenneth Goodman, y que se asumieron en esta investigación, para el tratamiento a la motivación hacia este tipo de actividad, en los estudiantes de la muestra, destacando entre ellas:

 Estrategias de muestreo

 Estrategias de predicción

 Estrategias de inferencias

 Estrategias de autocontrol

 Estrategias de autocorrección.

Las estrategias de muestreo se aplicaron con el objetivo de obtener datos sobre las características y contenidos posibles del texto. Para ello, el lector reflexiona sobre el título, revisa la información de la portada y la contraportada, lee el índice, examina los epígrafes de los capítulos. De esta exploración inicial, se desprendió la identificación general, acerca del tipo de texto y otros datos de interés.

Las estrategias de predicción se aplicaron con el objetivo de predecir el contenido posible del texto; las estrategias de inferencias permitieron a los estudiantes elaborar proposiciones, a partir de sus propios saberes y completar el significado; las estrategias de autocontrol ayudaron a verificar si los significados construidos son válidos o no; por último, las estrategias de autocorrección, permitieron hacer las rectificaciones, que eran necesarias, cuando algunos de los significados a los que arribó el estudiante-lector, no resultaron coherentes.

A través de estas estrategias, a las que se hace referencia, se apoyó el trabajo para lograr la eficiencia que se necesita en el aprendizaje y dominio de las habilidades de la lectura y permitieron establecer los nexos adecuados en la comprensión y producción de textos.

La investigación realizada permitió comprender que leer, es más que saber reconocer cada una de las palabras que componen el texto. Leer es, básicamente, saber comprender y sobre todo, saber interpretar, o sea saber llegar a establecer opiniones propias, formuladas como valoraciones y juicios. De ahí que se impone como concepción que leer es participar en un proceso activo de recepción, y que saber es, saber avanzar, a la par del texto, saber detectar pausas, indicios o pistas, ser capaz de establecer relaciones, de integrar los saberes, vivencias y sentimientos.

Se considera la lectura como un proceso constructivo, que significa, utilizar enfoques nuevos y diferentes a los que se han venido, empleando. La lectura sirve para preparar, para los continuos cambios que se deben asumir y para comprender mejor los diversos rastros que muestran los hombres, en su lento paso por la vida. Por ello, es imprescindible abordar los elementos esenciales para lectura, que comprende:

 Capacidad cognitiva del lector que le permita penetrar el texto y para ello necesita los conocimientos necesarios para su interpretación.

 La compresión lingüística, que se refiere a los aspectos semánticos y sintácticos de la lengua.

 Enseñar y evaluar la lectura, como producto y no como proceso.

 La prolongación excesiva de la práctica de la lectura en voz alta, en el nivel medio.

En el contexto de la Tercera Revolución Educacional, las exigencias por la lectura, han dado lugar a profundos cambios en cada una de las bibliotecas, los métodos de enseñanza-aprendizaje demandan el empleo de muchos libros, folletos, publicaciones seriadas, diccionarios y otros materiales que la biblioteca proporciona a los estudiantes. Es por esto que se abordaron las cuestiones antes relacionadas, consideradas imprescindibles en el tratamiento al tema que ocupa a esta investigación y a partir de las potencialidades de que dispone la biblioteca del centro para permitir el logro de cada uno de esos elementos.

No se concibe un sistema de trabajo, desde la biblioteca, en el que el estudiante no sea capaz de seguir educándose y ampliando sus conocimientos, más allá de los textos del aula, porque una de las finalidades de la enseñanza actual, es la preparación del estudiante para el auto- aprendizaje, por lo que la biblioteca, se convierte en el eje central de la actividad intelectual que realiza, y es, además, su centro de información bibliográfica, por lo que los servicios contribuyen a que los estudiantes desarrollen, hábitos, habilidades y capacidades indispensables, en la formación de su personalidad y en su preparación para la vida.

La biblioteca no está sencillamente agregada a una clase o una institución docente. Es parte integrante de la escuela, y como tal contribuye a elevar la calidad y eficiencia del proceso docente educativo, coadyuva al logro de los objetivos, y es un centro de promoción de la lectura y de la cultura general, dentro de la escuela. Las actividades que se realizan en la biblioteca escolar, son de promoción de lecturas, de acuerdo al currículo de la biblioteca, como narraciones de cuentos, charlas de libros, presentaciones de libros, concursos, exposiciones, mesas redondas, entre otras.

En octavo grado, el currículo tiene objetivos generales:

 Utilizar recursos audiovisuales y electrónicos de manera tal que se combinen los objetivos curriculares y de recreación.

 Comunicar eficientemente el conocimiento mediante la presentación de datos y gráficos

 Diferenciar las fuentes primarias y secundarias de información, entre otros

 Aplicar las etapas del proceso de investigación:

 Planteamiento de la necesidad de investigación.

• Búsqueda de las fuentes de información.

• Selección de los documentos.

• Consulta y comprensión de la información

• Tratamiento y procesamiento de la información

La biblioteca escolar potencia la realización de estas actividades, por lo que la bibliotecaria y los profesores, establecen la más estrecha vinculación en el análisis de los contenidos de las diferentes asignaturas del grado. Por tanto, se considera que los textos que se eligen, responden a los intereses y necesidades del grado en que se realizó esta investigación, coincidiendo con Skatkin (1974), que al respecto señaló que: “Es necesario habituar a los estudiantes a encontrar respuestas por sí mismos a los problemas que surgen en el trabajo, utilizar publicaciones técnicas y económicas, distintos materiales de consulta, así como dirigirse a especialistas”. En ese criterio queda claro el lugar que ocupa la lectura en la independencia cognoscitiva de los estudiantes, la búsqueda de fuentes de información que ayuden a encontrar respuestas a los problemas que enfrenta en la vida y en el mundo que les ha tocado vivir, en estrecha coordinación con las personas más capacitadas de las ciencias, la educación, la cultura y el saber histórico.

Las actividades que se realizan en la biblioteca escolar, son novedosas, así los estudiantes se sienten motivados a continuar leyendo e investigando, y están encaminadas a elevar el nivel cultural de los estudiantes, complementan la labor sistemática del aula, contribuyen al desarrollo cultural de los estudiantes y constituyen un medio de recreación y esparcimiento.

El papel de la bibliotecaria escolar, en el desarrollo de las actividades que se realizan con los estudiantes, es de trascendental importancia. Es ella quien despierta el interés de los lectores por temas variados, que van desde la lectura de obras recreativas (cuentos, aventuras, fábulas, poesías, etc.), hasta aquellas, cuya temática abarca aspectos de la naturaleza, la técnica, la ciencia y sus aplicaciones en las distintas ramas del saber. Es por eso, que se cumplen con las siguientes perspectivas esenciales para el desempeño de la bibliotecaria escolar:

1- Ser un buen lector, sentir amor por los libros y disfrutar del goce que produce la lectura.

2- Debe poseer un amplío dominio de la colección de su unidad de información

3- Conocer las necesidades informativas de cada usuario, para poder asistirlo de manera satisfactoria, de acuerdo a cada edad y grado.

4- Comprender y participar en el Programa Nacional por La lectura, y dentro de él, realizar las acciones que corresponde a la escuela y la comunidad.

5- Buscar los recursos correctos para enfrentar la demanda cada vez más creciente del sistema educativo actual, en transformaciones.

6- Conocer habilidades intelectuales de los estudiantes.

7- Influir sobre los estados, físicos y mentales de su comunidad de usuarios.

8- Propiciar la asistencia en la localización de materiales pertinentes.

9- Estudiar la comunidad y el ambiente donde se desarrollan sus usuarios, para poder actuar de manera favorable, en propiciar una base educativa enriquecedora.

10- Planifica de conjunto con los maestros y profesores, actividades que lo conduzcan a conocer las fuentes informativas y documentales que atesora la unidad de información.

11 - Desarrolla de manera eficiente y efectiva el currículo de la biblioteca escolar para que el estudiante desarrolle habilidades en el uso y manejo de ella, hasta llegar a la búsqueda de información en diferentes soportes.

12- Desarrollar destrezas y habilidades de aprendizaje en el uso de las estrategias de búsqueda, con ayuda de referencias y comparando el material localizado de manera inteligente.

Un elemento indispensable en el cual se fundamentó toda la labor en el proceso investigativo, lo constituyen las actividades que se desarrollaron en la biblioteca escolar. Estas, por su naturaleza y por los objetivos que cada una de ellas persiguió, contribuyeron a despertar el interés de los estudiantes por la lectura.

En el Proceso Docente Educativo, la lectura desempeña un papel fundamental, porque es una de las vías esenciales para que los estudiantes se apropien de los conocimientos que contienen los textos y constituyen el legado de otros hombres, sus ideas y sus pensamientos heredados. La lectura es un proceso continuo y permanente, comienza desde temprana edad, es evolutivo y progresivo, depende de su práctica sistemática. Es un proceso que se da desde todas las materias o asignaturas escolares. Teórico, porque la escuela ayuda al estudiante a comprender cuál es el proceso lector, en qué consiste y cuáles son sus características. El saber cómo se lee y se comprende constituye una condición para poder mejorar la calidad del proceso.

Es práctico, porque solo es posible avanzar en el proceso de lectura y comprensión ante situaciones funcionales de lectura. El que aprende a leer, sabe distinguir entre actos de lectura, cuya finalidad es comprender y servirse de un texto y ejercicios de entrenamiento, cuya finalidad es ayudar a dominar una técnica, o desarrollar una actividad de meta lectura, es decir, actividades donde se reflexiona sobre los propios procesos de lecturas de los sujetos que aprenden. De ello se desprende que, desarrollar la motivación por la lectura, es hoy una prioridad en la escuela cubana, ello representa la preparación previa para el logro de las habilidades que se requieren de un lector eficiente, que pueda aportar a su propio desarrollo personológico.

En esta investigación se abordan diferentes definiciones de motivación aportadas por prestigiosos estudiosos de este proceso propio de los seres humanos. Acerca de la motivación, M. Pozo sostiene que: “La motivación puede considerarse como un requisito, una condición previa del aprendizaje” . Es muy importante conocer que al aumentar la motivación por la lectura, se potencia el aprendizaje, de forma muy significativa. Se puede afirmar que el nivel de rendimiento académico alcanzado por el estudiante está en función, tanto de sus conocimientos y capacidades, como de otros factores que pueden englobarse genéricamente, bajo el término de motivación. Para lograr la motivación por la lectura se acude a los principios de enseñanza-aprendizaje implicada en ella:

 La promoción de una constitución activa y personal del conocimiento por parte de los estudiantes.

 La unidad de los efectos y cognición a través de un aprendizaje racional y efecto universal.

 Las oportunidades para trabajar en grupo y realizar aprendizaje operativo.

 El respeto a las individualidades, intereses, particularidades y necesidades de los estudiantes, desde la flexibilidad y diversidad en objetivos y situaciones educativas.

 Las posibilidades de aprender actividades desafiantes que despierten las motivaciones.

 La participación y soluciones de problemas reales contextualizados que permitan explorar, descubrir y hacer por transformado la realidad.

Para lograr estos principios, el lector debe atravesar diferentes niveles en el proceso de la lectura:

 Traducción: se corresponde con la lectura inteligente y responde a la pregunta. ¿Qué dice implícita o explícitamente el texto?

 Interpretación: se corresponde con la lectura crítica y responde la pregunta ¿Qué opino del texto? ¿Qué valoraciones puedo hacer de sus mensajes?

 Extrapolación: se corresponde con la lectura creativa y responde la pregunta; ¿Para qué me sirvió el texto?

Raúl Cabrera C, 2000 plantea que: “La motivación por la lectura es un complejo sistema de proceso y mecanismos psicológicos que determina la orientación dinámica de la actividad del hombre en relación con su medio. Se le atribuye carácter motivacional a todo lo que impulsa y dirige la actividad del hombre”. Para que el estudiante sienta motivación por leer es necesario la motivación del profesor, y la bibliotecaria que desarrolle el gusto por la lectura, que esta actividad sea un placer, un gusto, que pueda realizarla con facilidad, que conozca los libros y sepa entenderse con ellos.

Se comparte la idea de que la escuela y la familia tienen gran responsabilidad por la motivación de la lectura, si los estudiantes ven a sus padres y maestros leer, lo oyen haciendo un comentario sobre un libro, o escuchan un cuento o un poema que le ha gustado mucho, lo incitan a consultar o leer un libro. En la motivación por la lectura, es necesario también, la creación de un espacio, donde el estudiante, pueda compartir los libros, los sentimientos que ha provocado en él determinada obra, debatir sobre interpretación personal de un texto. Para que este espacio sea efectivo se requiere de atención y estímulo por parte del maestro, y el interés y la participación del colectivo y de los agentes socializadores de la enseñanza.

La motivación se forma de acuerdo con factores sociales, es un aspecto importante para lograr la efectividad del Proceso Docente Educativo. Por otra parte, la motivación, se considera que es el concepto genérico que designa a las variables que no pueden ser inferidas directamente desde los estímulos externos, pero influyen en la dirección, intensidad, coordinación del compartimiento que conducen a alcanzar determinadas metas, es el conjunto de factores innatos (biológicos) y aprendizajes cognoscitivos, efectivo y social que indican, sostienen y definen la conducta. De ahí, su interrelación con la personalidad y con la actuación de los estudiantes en el contexto de que se trate.

Diego González Serra, destacado psicólogo, sostiene que la motivación no es más que “un conjunto concatenados de procesos psíquicos que conteniendo el papel activo y relativamente autónomo de la personalidad y en su constante transformación y determinación recíproca con la actividad externa, regulan la dirección de la intensidad o actividad del comportamiento. Sus objetivos y estímulos van dirigidos a satisfacer las necesidades del hombre”. La ve como algo estrechamente relacionado con la psiquis humana, con la actuación del estudiante, según sus características personales, en vínculo con lo externo del mundo en que vive.

Armando Rugarcia, (1985), define la motivación “como la predisposición cognoscitiva y afectiva del estudiante para involucrarse con su maestro en el cumplimiento de los objetivos de, una tarea; mediante la acción consciente, planificada, original, impulsada por un conjunto de factores de diversa índole, sustentada científicamente y que es llevada adelante por el profesor como guía del proceso y ejecutada por sus protagonistas, los estudiantes” . Esto le imprime al maestro el deber de orientar al estudiante y ayudarlo a asumir responsabilidad por su propio aprendizaje.

De esto se infiere que, la orientación hacia la actuación del individuo, constituye el aspecto motivacional de la actividad afectiva, en la realización de determinada tarea, estrechamente relacionado con la propuesta que sostiene esta investigación. Queda demostrado que en la medida que el estudiante se siente orientado para realizar las actividades, sabe qué y cómo aprender, conoce el esfuerzo que requiere una tarea y utiliza los recursos adecuados para realizarla, tiene conciencia de que el esfuerzo lo lleva a un rendimiento superior, y por consiguiente está motivado. Este lo induce a un mayor grado afectivo de implicación en el proceso; ya que la ocupación en esa actividad que le permite adoptar modos de actuación en la que refleje su grado de satisfacción por lo que realiza.

Se considera que toda lectura responde a determinadas necesidades y a particulares intenciones. Se lee para informarse, documentarse, entretenerse. Se lee por indicaciones de otros, por sugerencia o recomendación. Se lee también por iniciativa propia. La lectura puede ser considerada como un medio y como un fin. Se suele considerar como medio cuando es valorada como una herramienta, a través de la cual se obtienen conocimientos, entonces, es vista como un instrumento en el proceso de formación del ser humano. Y es valorada como fin, cuando se practica más libremente y en función del placer y del recreo, Pero en ello influye el grado de motivación que se ha logrado, como estímulo a la actividad de lectura.

Se define que la motivación es un proceso, en el cual el individuo orienta sus acciones hacia la satisfacción de las necesidades generadas por un estímulo concreto, que al conquistarlo experimenta una serie de estímulos graficantes. La motivación es un proceso que demuestra el interés del estudiante por leer, en la significación que adquiere el acto de leer para él, en las posibilidades que tiene éste para emplear en clases lo que ha leído y en cada uno de sus contextos de actuación.


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