BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

CONTABILIDAD AMBIENTAL. CRÍTICA A LA CONTABILIDAD FINANCIERA AMBIENTAL

Eutimio Mejía Soto




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2. Partidas ambientales

Los organismos emisores de estándares y principios contables a través de las diversas regulaciones han distinguido las siguientes partidas ambientales:

2.1. Ambiente

El ambiente es “un conjunto de cosas, condiciones e influencias como clima, temperatura, relaciones con otras personas y efectos derivados de ellas”. (Barraza y Gómez, 2005, 54). Los mismos autores acuden a la Real Academia de la Lengua, donde se establece el concepto como “elemento en que vive o se mueve una persona, animal o cosa; y también como conjunto de circunstancias físicas, culturales, económicas y sociales que rodean a las personas y a los seres vivos”.

Confesa Fernández (1997, 32, citado en Barraza y Gómez, 2005, 54) conceptualiza que ambiente es “el entorno vital, o sea, el conjunto de factores abióticos (físico-naturales, estéticos, culturales, sociales y económicos) y de factores bióticos o tróficos (parásitos, predacción, competencia, etc.), que interaccionan entre sí, con el individuo y con la comunidad en que vive, determinando su forma, carácter, comportamiento y supervivencia”.

Sunkel (1980, 13 citado por Ariza, 2000, 166) expresa que el ambiente es “el ámbito biofísico natural y sus sucesivas transformaciones artificiales así como su despliegue espacial”. Para Machado (2004, 202) “el ambiente puede ser considerado como un medio para la vida”.

Para Fraume (2007, 285) el medio ambiente es “todo lo que rodea a un organismo; los componentes vivos y los abióticos. Es el conjunto interactuante de sistemas naturales, construidos y socioculturales que está modificado históricamente por la acción humana y que rige y condiciona todas las actividades de la vida en la tierra, en especial humana, al ser su hábitat y su fuente de recursos.

Pahlen y Fronti de García y Wainstein (2004, 119) retoman la definición de Fernández Cuesta de medio ambiente empresarial, el cual se define como “el entorno vital o conjunto de factores físico-naturales, estéticos, culturales, sociales y económicos que interaccionan con la empresa en estudio y comunidad en la que se inserta. Es decir, el uso temporal que dicha empresa hace del ámbito espacial que la rodea, incluyendo en dicho espacio la herencia cultural e histórica”.

La Comisión de la Unión Europea CUE en su recomendación de (2001) y el ICAC (2002), definen el ambiente como “el entorno físico natural, incluidos el aire, el agua, la tierra, la flora, la fauna y los recursos renovables y no renovables, tales como combustibles fósiles y los minerales”.

2.2. Activos ambientales

El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas ICAC (2002) señala que “los elementos incorporados al patrimonio de la entidad con el objeto de ser utilizados de forma duradera en su actividad, cuya finalidad principal sea la minimización del impacto medioambiente y la protección y mejora del medio ambiente, incluyendo la reducción o eliminación de la contaminación futura de las operaciones de la entidad” se contabilizarán como un activo.

“Bienes propiedad de la empresa e inversiones realizadas con el propósito de preservar y proteger el ambiente, así como minimizar los daños que se le pudieran ocasionar. Dentro de este grupo se encuentran:

* Inventarios de materiales que se usen en el proceso productivo para minimizar la emisión de residuos, por ejemplo, en el caso de la elaboración de detergentes biodegradables;

* Propiedad, planta y equipo que se empleen con los mismos fines;

* Cargos diferidos representados por gastos de investigación y desarrollo en la tecnología limpia, así como los gastos de reforestación” (Ablan y Méndez, 2004, 17).

El IASB (2009) define activo como “Un recurso:

* Controlado por la entidad como resultado de sucesos pasados; y

* Del que la entidad espera obtener, en el futuro, beneficios económicos”.

Los activos ambientales “son costos ambientales capitalizados y amortizados en el ejercicio en curso o en ejercicios futuros porque satisfacen los criterios para el reconocimiento como activos” (UNCTAD, 1998, 6).

AECA (1999, citado por Cañibano, 2000, 85) señala que “un activo es un recurso controlado económicamente por la entidad como resultado de sucesos pasados, del cual resulta probable la obtención en el futuro de rendimientos por la entidad”.

El término inventarios se asocia directamente a los activos. El Estándar Internacional de Contabilidad IAS No 2, los define así:

“Son activos:

* Poseídos para ser vendidos en el curso normal de la operación;

* En proceso de producción con vista a esa venta; o

* En forma de materiales o suministros, para ser consumidos en el proceso de producción, o en la prestación de servicios”.

Ostengo (2006, 132) reafirma el carácter económico-financiero de la contabilidad, a partir de la definición que la AAA ofrece de activo, cuando lo ilustra como “un recurso económico dedicado a fines comerciales en una entidad contable específica, con conjuntos de potenciales servicios disponibles para operaciones esperadas o beneficiosas para ellas, entendiéndose por potenciales de servicios, la capacidad para generar beneficios en el futuro”. En la mencionada definición, un buen número de recursos ambientales no tienen la posibilidad de ser reconocidos a nivel contable.


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