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ENSAYO FILOSÓFICO ACERCA DE LA INCERTIDUMBRE CONSTANTE

Deymor Beyter Centty Villafuerte





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INCERTIDUMBRE

“El existencialismo ateo que yo represento es más coherente. Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho.” – Jean-Paul Sartre.

Considero que es mi deber con ustedes y conmigo mismo, el de comenzar el presente ensayo, sobre la base de una reflexión, que no es nueva en mí, sino que me asalta a diario, y que me acompaña ya varios años, y es la relativa al futuro y la forma tan absurda en que nosotros los seres humanos, los así llamados por la antropología comparativa, como “Homo Sapiens” (los homínidos inteligentes), tratamos de controlar de una u otra manera. El motivo de esta obsesión, es que en este futuro, se encuentra contenida de manera implícita, un aspecto al cual la mayoría, sino la totalidad de los seres humanos tememos, y es el concerniente a “La Incertidumbre”, que no es mas que el hecho concreto de no saber si lo que esperamos de nuestras vidas se concretizará, o peor aun no saber que nos depara el mañana. Nos referimos obviamente a lo inesperado, a lo cambiante de la vida en todos sus aspectos, como lo relativo al poder, al trabajo, la familia, al amor y sobre todo a la vida misma.

Existen pues, en nuestra cotidianidad, preguntas que obviamos hacernos todos los días, quizás por miedo, quizás por ignorancia, o por falta de tiempo, preguntas tan sencillas, pero con tanta profundidad, como son: ¿Estaré vivo mañana?, ¿Me despertaré mañana, si me duermo hoy?, ¿Mis padres vivirán hasta que sea adulto?, ¿Encontraré el amor ideal que tanto busco?, ¿Seguiré trabajando el próximo año?, ¿Mis hijos serán buenos profesionales?, ¿Tendré algún día hijos?, ¿Si muero, volveré a nacer?, ¿La vida acaba con la muerte?, peor aún, ¿Habrá cielo o infierno, como me contaron desde niño?, ¡Sí!, muchas preguntas, y todas ellas muy complicadas, por esa razón, es que obviamos hacernos tantos cuestionamientos a diario.

El hombre, por temor a lo incierto, ha llegado al extremo de nuestras facultades, inventando técnicas y métodos que nos permitan controlar este futuro incierto, predecirlo incluso, es decir tratar de controlar la incertidumbre propia de la existencia, construyendo modelos de certidumbre bajo ciertos parámetros, hemos elevado estos métodos y técnicas al plano del conocimiento científico, haciéndoles creer a los demás y peor aún a nosotros mismos, de que mediante el conocimiento científico y técnico de lo que sucedió en nuestro pasado y en nuestras vidas hoy, podremos controlar e incluso predecir y manipular este futuro a favor de nuestros intereses, y de los intereses de los demás seres humanos, ¡Que tal osadía!

He concluido hoy, y me refiero al hoy, como un proceso en el que he podido concretizar una idea, de forma lógica pero dialéctica, que mientras más profundizamos en el conocimiento del mundo externo, y en la disciplina misma del conocimiento, mas nos vemos obligados por esta disciplina científica a construir planes, no solo de carácter predictivo, sino también de corte normativo, como si el ser humano y por ende la humanidad en su conjunto, fuesen objetos a los cuales se puede moldear de manera subjetiva, alejándonos en ese sentido de la riqueza que encierra la praxis social, o la existencia misma del hombre, en la construcción de nuestro ser, nuestra esencia, o lo que decidimos ser al final de nuestro tiempo.

La excesiva planificación, nos ha hecho planear cada paso de nuestra existencia, cada decisión que debemos de tomar en la vida, porque el hacerlo se encuentra dentro de la lógica de vida que nos han enseñado a vivir, en un mundo lleno de normas y reglas que los demás han inventado y que ni siquiera nos hemos tomado el tiempo de reflexionarlas, peor aún, nos aferramos con todo nuestro ser a estos planes y esperamos que el resultado en el corto, mediano y largo plazo, considerando nuestra vida muy corta (85 años en promedio, en los países desarrollados, como esperanza de vida al nacer, comparada con el periodo de existencia de este universo que se estima en 6000 millones de años, es simplemente nada), sea tal cual lo planificamos, pero conforme transcurre el tiempo, la vida misma, nuestra existencia, se encarga de enseñarnos, mediante desagradables experiencias de vida, de que: “Lo único que nos pueden enseñar los planes que hacemos de nuestras vidas, es que no hay que hacer planes, porque la vida se nos escapa de las manos mientras nosotros perdemos el tiempo planificándola”, la vida hay que vivirla, así de simple, sin mas reflexiones, porque está es quizá, lo único perfecto que existe en la naturaleza, sino recordemos las palabras del reconocido filósofo Baruch Spinoza:

“Aún más, en la cosa creada es una perfección que ella exista y que sea causada por Dios, ya que la mayor de todas las imperfecciones es el no existir”

Es parte importante del trabajo del científico, el descubrir las leyes que rigen la naturaleza y la sociedad, pero también debemos de incluir dentro de esa naturaleza y sociedad, las leyes que rigen nuestras vidas, ciertas leyes generales que rigen la existencia, y una de estas leyes es la que denomino como la “Ley de la Incertidumbre Constante”, que como se han podido percatar, es el centro del presente trabajo.

Podemos generalizar entonces, que todo acto en nuestra vida, cada segundo que transcurre de nuestra existencia, esta signado por la “Incertidumbre”, la probabilidad si quieren de que todo lo planificado por cualquiera de nosotros, no suceda, es mas el hecho mismo de no saber a que nos enfrentaremos segundo a segundo de nuestra existencia, esta ley quizás pase inadvertida por la mayoría, debido al hecho de que asumimos en un acto de fe absurdo, de que nada nos ha de pasar, porque ciertamente hay fuerzas sobrenaturales que nos protegen o nos hacen inmunes a esa incertidumbre, a lo desconocido, a lo inesperado.

Sin embargo, si por un instante, tan solo por un momento, nos detuviéramos a pensar y a reflexionar con profundidad y serenidad, con respecto a lo que nos rodea, y a los sucesos que en nuestra vida se suscitan segundo a segundo, o pensar a profundidad acerca de nuestra historia de vida, nos daríamos cuenta que generalmente nuestros planes nunca han salido tal y como lo habíamos planificado.

Ante esta última afirmación, sé que los economistas y administradores, sustentaran con toda razón, de que lo planificado no necesariamente tiene que ser igual a lo ejecutado, que es por esta razón justamente que se evalúan los planes formulados con respecto a su ejecución, incluso aún los planes propuestos, están siempre sujetos a ser reformulados, además de que se ajustan de manera periódica, debido fundamentalmente a que los planes no son más que un instrumento de gestión tanto a nivel profesional, empresarial y fundamentalmente como una herramienta de transformación social, en el plano de la gestión pública.

Al respecto de las afirmaciones que asumo harán economistas y administradores, porque también soy economista, con respecto a mí idea acerca de los planes, sus afirmaciones por cierto certeras reafirman, la “Ley de la Incertidumbre Constante”, pues, como ellos mismos señalarían, los planes que se formulan, generalmente no coinciden entre lo planificado y lo ejecutado, en segundo lugar reconocen efectivamente que un plan es tan solo una herramienta de gestión, es decir que funciona como una hoja de ruta, y a sí lo es, es una guía para la acción, pero que debe de ser ajustada, porque la realidad te demuestra que esta guía siempre está alejada de los acontecimientos reales, finalmente añadiría un tercer aspecto (porque creo firmemente en la planificación como una herramienta de transformación social, pero no como una herramienta que tenga como objetivo guiar la vida o la existencia de los seres humanos, en términos del desarrollo de su conciencia y de su ser), el hecho de que tanto gestores privados, como gestores públicos, pueden manipular de cierta manera su entorno y los elementos componentes de sus sistemas empresariales o sectoriales.

Pongamos como ejemplo, para ilustrar esta parte, el caso del administrador de empresas, el cual planifica incrementar la producción de su empresa en un 30% en un periodo determinado, basado en sus expectativas empresariales, con relación al mercado, al finalizar el periodo debido a que puede controlar la producción mediante incentivos a los trabajadores, como son los premios o despidos, y si ha planificado adecuadamente la provisión de insumos, lo más probable es que logre al finalizar el periodo el incremento de la producción en la meta planeada, sin embargo esto no puede dejar de lado el hecho fundamental de que debe de enfrentar la incertidumbre con respecto a las ventas de los productos que ha fabricado, y que estas ventas además, coincidan con lo producido, sino es así tendrá que enfrentar a los indeseables stock de producción, los cuales son causa de la baja rentabilidad de la empresa y los procesos de contracción de los ciclos económicos, que llevan a los procesos recesivos de la economía.

Por otro lado, tomemos el caso de un planificador estatal, el cual puede determinar basado en alguna propuesta o estudio, que la inversión en educación debe de estar orientada a mejorar las capacidades de los maestros, para que de esa manera se pueda incrementar la calidad de la educación de un país X, considerando además de que el plan educativo formulado, deba de incidir en el uso de nuevas herramientas pedagógicas para lograr este objetivo con respecto a la calidad educativa; pues, el diagnostico realizado previamente así lo determino. Considere que para lograr este objetivo, se planee capacitar a 10 000 maestros del sector público a nivel nacional. Como el estado maneja los recursos de todos los miembros de una sociedad, cuenta pues, con el presupuesto suficiente para financiar la capacitación (sino puede producirlos, lo puede hacer mediante una mayor emisión inorgánica de dinero, acudir a un empréstito, es decir mayor deuda pública o por último incrementar la tasa impositiva con la finalidad de mejorar la recaudación), y como de otro lado, cuenta con las facultades coercitivas, para obligar la participación de los maestros en estas capacitaciones, lo más probable es que al final del periodo se logre capacitar a los 10 000 maestros propuestos como meta del plan, en el uso de nuevas herramientas pedagógicas.

Sin embargo, como en el caso anterior nada garantizará, en primer lugar el aprendizaje real por parte de los maestros de estas herramientas (pues, de títulos y certificados está inundado nuestro país, y sin embargo seguimos exigiendo que se mejore la calidad de nuestros profesionales), en segundo lugar tampoco podrá el planificador, estar seguro de que los maestros capacitados apliquen estas herramientas pedagógicas en cada sesión de clase que planifiquen con sus alumnos, entonces, nuevamente nos encontramos expuestos con un problema basado en “La Incertidumbre” de que ocurran o no los hechos planificados.

Hemos analizado dos casos, a través de dos ejemplos en los cuales el ser humano, tiene una mayor injerencia en los hechos que ayuden a la realización del plan, por lo tanto existirá una mayor probabilidad de éxito para la realización de sus planes, pero hemos demostrado también que esto se debe, a que manejan y controlan algunos aspectos de sus respectivos sistemas, también hemos demostrado que aun teniendo el éxito respectivo en el cumplimiento de sus metas, los planificadores empresariales y del sector público, siguen enfrentando a la incertidumbre de que el objetivo final, el que estaba implícito en el plan se alcance, porque son incapaces de manipularlo, y nuevamente son prisioneros de la incertidumbre.

En el primer caso presentado, el objetivo final era el de incrementar la rentabilidad de la empresa, mediante el incremento de la producción reflejado en el respectivo incremento de las ventas, en el segundo caso, el objetivo final, es el de mejorar la calidad de vida de la población, mejorando la calidad de la educación, capacitando docentes en el uso de herramientas pedagógicas que apuntan a mejorar la calidad educativa. Ambos objetivos de mayor relevancia, que el de incrementar la producción o capacitar a los maestros; son difíciles de lograr, porque no se pueden manipular todos los factores que condicionan su éxito.

Creo, sin afán de parecer excesivo con mis afirmaciones, que con lo expuesto anteriormente, he podido demostrar que estamos atrapados por la incertidumbre, esta nos rodea, nos envuelve, nos asfixia muchas veces, y nosotros en cambio tratamos inútilmente de no sentirla en nuestras vidas, intentamos ignorarla, inclusive de manera ingenua buscamos huir de ella, pero ella siempre está allí, en cada paso que damos, en cada aliento de vida que tomamos de la naturaleza, en cada una de nuestras acciones.

Cuando somos capaces de analizar nuestra existencia, vemos que ella siempre estuvo allí presente, siempre cómplice de nuestras lagrimas, de nuestro primer beso, de nuestro primer amor, de nuestro sufrimiento, de nuestra desilusión, ¿Que hubiese sido de nuestra existencia, si hubiésemos sabido que aquella mujer que conocimos en la fiesta, aquella mujer de los ojos profundos y de sonrisa coqueta, nos rompería el corazón tiempo después?, seguramente hubiésemos huido por el miedo al sufrimiento, a llorar, a extrañar, perdiéndonos de una de las experiencias más intensas que nos puede regalar la vida, que es el sufrir por un amor no correspondido. Estas experiencias que la vida nos depara, inciertas por cierto, son precisamente lo que nos hacen más humanos, lo que le dan sazón a la vida, el riesgo que asumimos, segundo a segundo, cuando tomamos una decisión y no somos capaces de predecir que es lo que pasara después, esa incertidumbre, es precisamente la esencia de la existencia.

Pero antes de seguir hablando de la potencialidad de la incertidumbre, y del rol que juega esta en la formación de nuestro ser, debo de recordarles, como esta incertidumbre está presente en nuestras vidas, y la forma en que ha desbaratado de seguro muchos de nuestros planes, y de como nosotros, de manera inocente, culpábamos de estos hechos adversos a una inexistente mala suerte que nos persigue, porque desconocíamos el hecho real, de que en este mundo no hay nada certero, ni aun la misma muerte.

Aun me acuerdo de aquella vez en que había planificado decirle a mí amiga, que no la quería como amiga, que había pasado más de un año a su lado esperando el momento “Ideal” para decirle que no la quería, que la amaba, que estaba enamorado de ella…, lo había planeado todo, el pretexto para alejarla del grupo, tenía el dinero para llevarla a tomar un café a un sitio muy especial, incluso había practicado lo que le iba a decir, pero cuando llegue a la universidad, y me acerque a ella para decirle que quería conversar a solas con ella, mi amiga me miró fijamente y me dijo: ¡Que bueno, porque quiero contarte algo que para mí es muy especial, y como tú eres especial para mí, te lo quiero decir! En ese momento me imagine que ella también quería decirme que me amaba, que se había dado cuenta que tampoco me veía como un amigo, caminamos un largo trecho, nos apartamos del grupo, se acerco a mí y me dijo con vos muy exaltada: ¡Me he enamorado!, ayer luís se me declaro y yo le acepte, estoy feliz ¡Amigo!

Odie la palabra ¡Amigo!, por muchos años, y le eché la culpa de aquello a mí mala suerte, no estaba en la capacidad de pensar de que las personas no giran alrededor de nosotros, de que no era el único hombre al cual le gustaba mí amiga, y finalmente tampoco somos capaces de poder manipular los sentimientos de otras personas para hacernos amar, simplemente se ama o no se ama, por más que nosotros planifiquemos como conquistar a una mujer, quizás logremos comprarla, pero jamás lograremos que ella nos ame, el amor es espontáneo, el amor es irracional, el amor es impensado, simplemente se da, y uno debe de asumirlo, o aceptar que no es amado… que no se es correspondido.

En ese sentido, ustedes se preguntaran, al igual como yo lo hice antes:

¿Es que estamos condenados a vivir en la angustia infinita de la incertidumbre?,

¿Cómo no desfallecer, si sabemos que todo aquello que planificamos, probablemente no suceda?,

¿La vida se tornará caótica, si no podemos dirigirla?,

¿Si no podemos controlarla, la incertidumbre nos llevará al caos?

Son preguntas importantes y de hecho justas, las formuladas anteriormente, pues, hemos sido educados en un sistema en el cuál se trata de manipular la vida de los demás y la propia (Incluso en el campo de la política, Nicolás Maquiavelo, en su obra “El Príncipe”, se concentra en demostrar que el hombre es un ser manipulable, y peor aún que existen personas que manipulan a los demás), se nos ha educado en un mundo signado por la predestinación, vivimos rodeados de mitos, buscamos incesantemente profecías que nos muestren el camino a seguir, que nos enseñen el futuro, esperamos la llegada de un Mesías o salvador religioso o político, un hacedor de milagros a quien entregarle nuestras vidas; y toda esta forma de ver el mundo, la manera en que fuimos educados, no es compatible con una visión de un mundo que se recrea a diario, segundo a segundo, no es compatible con una vida que se reinventa en cada paso que damos, en cada segundo nuevo de vida que tenemos la gracia de existir.

Existe pues mucho potencial en la incertidumbre, existe mucho por vivir si sabemos entender esta ley que nos acompañó desde que fuimos concebidos, solo es cuestión de saber entender con sabiduría las inmensas ventajas que nos da vivir bajo su lógica, y cada vez nos encontraremos en mejores condiciones de lograr la tan anhelada libertad que busca el hombre, que le llevará al camino de la felicidad, es decir a un estado de paz y liberación total.

En conclusión, hemos tratado de sustentar de manera lógica, pero siempre dialéctica, que es imposible para el hombre de hoy, poder manipular la vida y los acontecimientos que nos rodean, que el tratar de planificar nuestra existencia, poniéndonos metas fijas y buscando estereotipos, es la mejor manera de perdernos la vida, es el mejor camino para encontrar la desilusión y la frustración.

La vida es espontánea, por lo tanto incierta, cada hecho, cada movimiento, cada acontecimiento en nuestras vidas y en la historia misma de la humanidad, están condicionados por la probabilidad de ocurrencia de hechos adicionales. En otras palabras, para que se pueda dar “A”, es necesario que ocurran “B” y “C” hechos, pero “B” y “C” hechos, están condicionados a la ocurrencias de “D”, “E” y “F”, “G” hechos previos. Resultando que “A”, “B”, “C”, “D”, “E”, “F” y “G” hechos, tienen adicionalmente una probabilidad de ocurrencia igual a “X”.

La anterior proposición lógica, obviamente es, un modelo muy reducido de la realidad, pues, esta realidad se encuentra condicionada a la ocurrencia de “n” acontecimientos y todos estos acontecimientos se encuentran íntimamente relacionados entre sí, es como en la teoría del caos, donde un huracán, tiene su origen en el viento generado por el movimiento de las alas del vuelo de una mariposa, al otro lado del continente donde se produce el huracán.

Quiere decir entonces, que el hecho mismo de que estemos vivos, es un hecho que depende de muchos factores externos a nosotros, los cuales no podemos manipular forma alguna, y cuyas probabilidades de ocurrencia, es muy complicado que las podamos estimar a diario, pues, nuestra vida esta en función del cumplimiento de ciertas leyes físicas que rigen el universo, de la ocurrencia o no de un sismo significativo en la ciudad donde vivimos, o si desean de algo tan sencillo como la concentración y prudencia del conductor de un vehículo que circula por la calle donde nosotros transitamos.

Como pueden ver, es difícil controlar todos los aspectos que condicionan nuestra vida, es mas, no conocemos aún todos estos hechos y sus respectivas probabilidades de ocurrencia, simplemente si estamos vivos, es porque hasta hoy todos estos hechos y sus respectivas probabilidades de ocurrencia o no, han jugado a nuestro favor, hasta que llegue día, la hora y el segundo en que esto cambie, y jueguen en contra nuestra, y nuestra vida se acabe, concluya, bueno obviamente me refiero a nuestra existencia materializada en esta forma conocida como “Humana”, la cual llegara a su fin, dando paso a un transito de forma de nuestra esencia.

Justo ahora, se me viene a la memoria, la vida de un sujeto, vida que de seguro se parece a muchas de las que ustedes conocen de cerca o simplemente han oído hablar, cuya vida profesional “Exitosa”, le permitió alcanzar un status social privilegiado, tenia empresas, una casa muy confortable, era socio de varios club privados, se había casado con una mujer muy hermosa y con ella había tenido un par de hijos, y todo esto lo había logrado antes de cumplir los 35 años. Todo para él marchaba según sus planes, y si seguía así, de hecho que cumpliría su deseo de jubilarse a los 55 años, para irse de viaje con su esposa a recorrer Europa, tal y como lo habían planeado ambos antes de casarse, lastima que al subir a un avión para regresar a casa, después de haber cerrado un excelente negocio, todos estos planes se vieran truncados, el avión en el que viajaba se estrello poco antes de aterrizar, el sujeto murió al igual que todos los pasajeros del avión… Así de incierta es la vida, y con tantos ejemplos que se nos presentan a diario, no queremos darnos cuenta de ello.

No hay que temer a la incertidumbre, hay que aprender a vivir con ella, en párrafos anteriores ya habíamos señalado el hecho de que, lo incierto de la vida se convierte en negativo para nosotros, cuando queremos manipular y controlar esa incertidumbre, pero sin embargo, está incertidumbre, se convierte en un regalo formidable, cuando vivimos de la mano con su lógica, con sus leyes internas, sin oponernos a ella, simplemente aprovechando cada nuevo hecho, cada nuevo camino que la vida nos presenta, reinventándonos a cada instante, viviendo de manera espontánea, avanzando en la vida, pero considerando también que nuestro camino no es rígido, sino flexible, por lo tanto es nuestro deber asumir que nuestra vida puede cambiar en cualquier momento, y este hecho en concreto, no debe de acabar con nuestras ilusiones y esperanzas, sino mas bien, debemos de buscar en ese cambio, una oportunidad para ser mejores seres humanos.

Finalizaremos esta primera parte, utilizando los descubrimientos que la física cuántica ha aportado a la ciencia, recordando para ello, el famoso “Principio de Incertidumbre”, descubierto por el físico alemán Werner Heisenberg, quien sostuvo que: “La teoría cuántica había demostrado que es materialmente imposible para la ciencia, poder efectuar mediciones de carácter simultáneo acerca de la posición y de la velocidad de una partícula subatómica (el electrón por ejemplo), por lo menos con precisión infinita”. En ese sentido, si el átomo que es la unidad mínima en que se divide la materia, esta compuesto de electrones, protones y neutrones, los cuales se encuentran en constante movimiento, y tal como lo demostrara Werner Heisenberg, estas partículas subatómicas son imposibles de medir y predecir, nuestra esencia, que es la energía se encuentra por lo tanto signada por la incertidumbre, y nosotros que somos un conjunto de átomos organizados, por ende desde un punto de vista basado en la física cuántica, somos tan solo incertidumbre materializada, al igual que el resto del universo.


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