BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DESARROLLO SOSTENIBLE EN ESPAÑA EN EL FINAL DEL SIGLO XX

Alfredo Cadenas Marín y otros




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2.2.5 El Sector Turístico En España: Una Situación Preocupante Y Complicada Ante Las Previsiones Y Perspectivas Del Futuro

La situación geográfica de España, su clima templado, y el hecho de contar con 7.833 Km de costa, la convierten en el segundo destino turístico del mundo. Es a partir de los años 50 que en España se empieza a promocionar el turismo de forma intensiva, convirtiéndose, en pocos años, en una de las mayores fuentes de riqueza del país. Según los datos del Banco de España, en el año 1999 los ingresos por turismo, que representaron el 12% del PIB y 10% del empleo, superaron los 30 millones de euros,lo que representó un incremento de 3 millones de euros más con respecto al año anterior. En 2004, los ingresos generados por 53 millones de turistas, ascendieron a más 37.000 millones de euros.

El sector turístico en España tiene un carácter variado y regional. En este sentido, es posible encontrar ofertas turísticas que van desde el tradicional turismo de sol y playa, pasando por el turismo deportivo (tanto de montaña como de mar), el turismo cultural (urbano), hasta el recientemente popular turismo rural. Todas estas actividades generan un enorme impacto económico, social y ambiental, lo que convierte a este sector en pieza fundamental en la discusión de la sostenibilidad del modelo de desarrollo nacional.

Los beneficios económicos del turismo son innegables. Sin embargo, la presión a la que se ha sometido durante los últimos cincuenta años a buena parte de las zonas turísticas españolas está haciendo mella sobre la calidad del servicio y, lo más importante, sobre la percepción del propio turista en referencia a la conservación del entorno natural.

El litoral mediterráneo, donde se concentra buena parte del influjo turístico, ha sido el más castigado por este modelo de desarrollo intensivo-continuo. La densificación y la congestión urbanística, en la mayoría de los casos realizada sin ningún tipo de control o planificación, ha redundado en un panorama de insostenibilidad del tradicional turismo de sol y playa. En la actualidad existen numerosas iniciativas locales, tanto públicas (ayuntamientos y CCAA) como privadas, para reorganizar la actividad turística y hacerla más coherente con el nuevo paradigma de percepción social y valoración del entorno.

Estas iniciativas plantean estrategias específicas tales como, la renovación del parque hotelero y la inclusión en el mismo de medidas de eco-eficiencia (sistemas de ahorro de agua, energía...), la recuperación de playas, la conservación del paisaje, la regulación estricta de zonas de recreo, la gestión de residuos, etc. O la promoción del turismo cultural y ecológico que trate de descongestionar en el espacio y en el tiempo áreas de gran afluencia de turistas promoviendo la visita a zonas con atractivos de tipo histórico artístico. Castilla-La Mancha parece ir por el primer camino, mientras que en Asturias parece haberse optado más bien por el segundo. En Asturias la aglomeración turística queda repartida en un amplio territorio de campo, montaña, costa y playa y no se concentra temporalmente tanto en unos pocos días al Año.

2.2.5.1 La Necesidad De La Planificación Turística

En el diseño de modelos turísticos sostenibles más acordes con las necesidades del turista moderno y que, a su vez, presenten un alto grado de preocupación medioambiental, es imprescindible que exista un proceso de planificación y gestión.

La planificación turística no debe realizarse, únicamente, mediante el diseño de líneas de actuación clásicas, sino, más bien, como un verdadero proceso de negociación entre todos los agentes implicados (empresarios, entes públicos, residentes, turistas, etc.). En este sentido, la planificación debe ser el principal instrumento de programación de un desarrollo turístico con criterios de sostenibilidad, donde se consiga integrar el desarrollo del turismo como sector de especial relevancia económica para muchas zonas, sobre todo costeras, y el respeto al medio ambiente. Esta planificación debe tener como objetivo último la definición de un plan de desarrollo turístico sostenible. En este sentido, existen diversos estudios que identifican las características principales que debe tener un modelo turístico sostenible. En la Figura 2.5 se resumen estas características. En términos generales, es posible establecer relaciones causa-efecto en torno al impacto turístico en el medio natural. En la Tabla 2.9 se identifican, precisamente, estas causas y efectos:

Asimismo, cabe señalar los principales aspectos que parecen tener mayor preponderancia en estos nuevos planes de sostenibilidad turística:

• Participación, es decir, la integración de la comunidad (actores sociales) en el proceso mismo. Para ello, es fundamental que exista consenso sobre el modelo de desarrollo que se pretende poner en práctica y que la población sea consultada en todo momento. En este sentido, la Agenda Local 21 otorga a la participación una importancia crítica en el proceso, dedicándole una línea de actuación independiente. Como caso paradigmático, mencionar el municipio de Calviá (CAIB), donde la participación ciudadana se ha convertido en uno de los pilares principales del desarrollo local.

• Programación, de manera que se coordinen las inversiones, las responsabilidades y los plazos de ejecución. El objetivo último de este aspecto debería reflejarse en un Programa de Actuaciones Prioritarias que fuera una guía para el desarrollo de la actividad turística.

• Financiación. Esta financiación, básica para la puesta en práctica de cualquier proyecto de desarrollo, debe ser conjunta entre las entidades de carácter privado y las Administraciones Públicas.


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