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LA PREPARACIÓN DE LA FAMILIA EN LA ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE EN LA EDAD TEMPRANA. MANUAL DE ORIENTACIÓN

Yoani Pérez Ruiz




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1.4-El desarrollo del lenguaje en la edad temprana. Sus características

La concepción histórico-cultural en la psicología representada por L.S. Vigotsky y sus colaboradores presentan un conjunto de ideas novedosas que han resistido y resisten el paso de los años.

El enfoque de Vigotsky se basa en la concepción histórico-cultural de la psiquis humana, este plantea que la historia de la psiquis humana es la historia social de su constitución. La actividad mental es exclusivamente humana. Es el resultado del aprendizaje social, de la interiorización de la cultura y de las relaciones sociales. El desarrollo psíquico humano, es en esencia, un proceso sociogenético. Campa (2002)

Las funciones psicológicas humanas difieren de las de los procesos psicológicos de los animales porque están culturalmente mediadas, surgen de la actividad y se desarrollan históricamente.

Vigotsky decía: Toda la historia del desarrollo psíquico del niño nos enseña que desde los primeros días de vida, su adaptación se logra por medios sociales a través de las personas circundantes. El camino que va de la cosa al niño y del niño a la cosa pasa a través de otra persona. El tránsito de la vía biológica de desarrollo a lo social es el eslabón central en el proceso de desarrollo, el punto de viraje radical de la historia del comportamiento del niño.

El lenguaje como todas las funciones psíquicas superiores, no está exento de este proceso en su surgimiento, manteniendo la vigencia de dicho enfoque hasta la actualidad, necesitando del medio en que se desarrolla la niña/o para su formación y desarrollo, y en especial de la familia como piedra angular en este proceso.

“Los primeros años de la vida de un niño están llenos de hazañas e hitos cruciales o importantes; pero tal vez, el acontecimiento singular más celebrado es la producción de sus primeras palabras. La progresión del niño en el dominio de las complicaciones de nuestro sistema de lenguaje hablado es vigilado por los padres y educadores como un exponente de su total maduración cognitiva.” López (1998).

La aparición del lenguaje sólo puede comprenderse en relación con la necesidad que experimentan los hombres de comunicarse.

“El lenguaje es tan viejo como la conciencia, el lenguaje es la conciencia real, práctica que existe para otros hombres y, por lo tanto, también para mi” C. Marx. Campa (2002)

El lenguaje constituye una de las manifestaciones esenciales de la vida psíquica del hombre y es además una propiedad distintiva del ser humano, en relación con el resto de los seres vivos. Gracias a la palabra tiene lugar el desarrollo de procesos como la percepción, la memoria y el pensamiento, así como propicia la regulación compleja de las acciones.

Surgió el lenguaje desde el punto de vista filogenético por la necesidad de comunicación en el proceso del trabajo y su función inicial tuvo un carácter comunicativo ( condición social e intencional), desarrollándose en estrecho contacto con la generalización para más tarde convertirse en un poderoso medio de actividad cognoscitiva, medio del pensamiento.

De acuerdo con Luria, las funciones psíquicas superiores sólo pueden existir gracias a la intervención de estructuras altamente diferenciadas, cada una de las cuales hace su aporte específico al todo dinámico. Estos sistemas son autorregulados, es decir, el cerebro juzga los resultados de cada acción con relación al plan básico y termina la acción cuando ha completado satisfactoriamente el programa. Cada forma de actividad consciente es siempre un sistema funcional y tiene lugar a través del trabajo combinado de las tres unidades cerebrales: Unidad para regular el tono cortical, unidad para obtener, procesar y almacenar la información y unidad para programar, regular y verificar la actividad.

El lenguaje se refiere a la capacidad superior exclusiva del hombre de abstraer y generalizar los fenómenos de la realidad designándolos mediante símbolos convencionales. Esta función aunque fundamentalmente se origina en la corteza cerebral desde el punto de vista neurofisiológico, además de ser un hecho psicológico definido, es también no menos importante, un hecho social, lo que explica las teorías que sostienen el surgimiento de esta función filogenéticamente como la necesidad primaria básica que tuvo el hombre primitivo para comunicarse dentro de la actividad del trabajo colectivo.

Han existido numerosas teorías que intentan justificar el desarrollo del lenguaje infantil, entre ellas se encuentran las que plantean que el lenguaje es una conducta aprendida, dándole poco énfasis a lo biológico y más al ambiente (conductista), otras señalan que el lenguaje tiene un origen innato (innatista), otras se refieren a que la maduración del SNC es el pilar básico para el desarrollo del lenguaje (neurológica), algunos autores le dan importancia a que existe una predisposición genética para el aprendizaje del lenguaje, que es un instrumento social por excelencia (social), acogiéndonos en nuestra investigación a esta y otras teorías hacen hincapié en lo biológico y lo social como causas del desarrollo del lenguaje infantil, a pesar de todos los estudios realizados, todavía a todos asombra la aparición en el niño de esa maravilla que es el lenguaje.

Desde el punto de vista ontogenético también su formación queda bajo la influencia de estímulos psicológicos y sociales que permite que la función se vaya alcanzando gradualmente atravesando por varias etapas.

El desarrollo de la comunicación en el niño se verifica a través de una serie de etapas sucesivas que vienen a constituir un definido proceso sociofisiológico de adquisición que va desarrollándose a la par de las condiciones física y maduración del niño.

Múltiples son los autores que se han dedicado al estudio del lenguaje, entre los cuales citamos: Vigotsky (1974), Dale (1992), Narbona Juan y Chevrie-Muller (2000), López B. M (2000), Ferrer (2003).

La autora asume los criterios de Ferrer (2003) porque resalta las etapas concreta que transita el niño en el desarrollo del lenguaje y valora la importancia de la comunicación oral en la edad temprana para su desarrollo integral.

Estas etapas de integración abarcan un tiempo de vida que van desde que el niño nace hasta que dice los primero códigos orales con carácter significativo e intencional. Las etapas de integración completa del habla, se dividen en tres clases: el pre-lenguaje, el primer lenguaje y el lenguaje propiamente dicho.

El pre-lenguaje: se extiende desde el nacimiento del niño hasta que emite las primeras palabras en su valor de signo convencional. Dentro de esta importante época se produce una serie de manifestaciones y adquisiciones de fórmulas orales en la medida que el niño avanza física y mentalmente. Esto hace que se divida este periodo en sus sub-etapas que comprende.

1- Refleja indiferenciada: Comienza con el grito del recién nacido y abarca hasta la segunda o tercera semana de vida, ante estímulos externos e internos inespecíficos originando respuestas de orden reflejo indiferenciados.

2- Refleja diferenciada: Surge hacia el final de la tercera semana que ante estímulos ya de carácter más específicos manifestándose a través de modulaciones de la voz.

3- Balbuceo o juego vocal: Se presenta alrededor de la sexta semana y se extiende alrededor del quinto o sexto mes de vida. El niño comienza a manifestar un mundo sonoro representativo de un estado interno de satisfacción, de placer, son variados, inconstantes, no significativas pero abundantes y tan variados en su producción que puede considerarse un políglota en potencia. Hasta esta etapa el niño no necesita de la audición para su producción sonora.

4- Etapa asociativa acústico motriz: Es un periodo caracterizado por marcar la entrada de la audición como papel relevante. Es la etapa de la repetición o combinación de sonidos. El niño se oye y hace que repita el mismo sonido por imitación. Esta etapa se extiende hasta alrededor de los 7 u 8 meses que comienza la próxima.

5- Ecolálica ambiental: A partir de finalizar la etapa anterior el niño comienza a imitar sonidos que hacen otras personas y que son oídos con regularidad en su medio, pero aun así no existen en estas fórmulas sonoras la comprensión o significación especifica de ellos. Solo es una etapa más diferenciada que la anterior.

6- Habla propiamente dicha: Hace su debut alrededor de los 10 meses aunque generalmente aparece sobre los 12 meses pudiendo extender un poco más allá. Es entonces cuando en el niño aparecen las primeras, manifestaciones de elementos sonoros cargados de significación. Su condición física y mental ya le permite manifestarse de esa forma oral. Es por eso que se afirma que un niño habla cuando a la apalabra lo acompaña una conducta adecuada a la situación y cuando lo hace de manera intencional. O sea, la palabra va a acompañada de una reacción bien mental o bien motórica, debe suponerse que el niño tenga una cierta comprensión verbal antes que empiece a hablar. Debemos aclarar que todas estas etapas no tiene tiempo exacto de extensión y es por eso que se utiliza la forma: “alrededor” ya que es que cada una de ellas se imbrican entre sí y es posible encontrar manifestaciones de una de ellas en la que precede.

El primer lenguaje: Es la etapa que sucede al pre- lenguaje. Se manifiesta en la forma mediante la cual el niño comienza a mostrar y aumentar su vocabulario a través de estímulos multisensoriales que reciben del medio y la enseñanza del adulto. La forma en que lo hará, seguirá un orden, estructurado como básicamente sigue: Primero los nombres, después los verbos y las interjecciones y el resto de los componentes más tardíamente.

Lenguaje propiamente dicho: Comienza entre los tres y cuatro años de edad. El niño va moldeando las formas de expresión adulta. Se enriquece el vocabulario, va manifestando formas más elaboradas de expresión y va dando paso esta etapa de madurar el lenguaje en sus dos vertientes, el lenguaje externo y lenguaje interno.

Con relación al estudio de los sonidos del habla debemos referir que a pesar de ser el sonido el resultado de movimientos articulados, su condición sonora y de ser audible es lo que se considera “fonema”. Las formas de articulación son variadas, en nuestro idioma se agrupan entre una de las múltiples clasificaciones en vocales y consonantes. Otras formas de agruparlos es siguiendo diversas pausas así tenemos los sonidos labiales, guturales, nasales, etc.

La biofisiodinamia articulatoria no puede ser estudiada en hechos o fenómenos aislados (nasalidad, movimientos linguales, etc.). Es necesario tener en cuenta la producción autonomía y al mismo tiempo una serie de movimientos que constituyen un todo funcional, de ahí que dividamos los sonidos del habla en niveles articulatorios y además la valoración de los factores fundamentales que entran a formar parte del esqueleto funcional de producción.

Los niveles de articulación son cuatro y a continuación describiremos cada uno de ellos.

1er Nivel de articulación.

Se encuentra entre los labios y los dientes y los sonidos que pertenecen a él son los siguientes: M, P, B V, F.

2do Nivel de articulación.

Esta situado entre el borde inferior de los incisivos superiores y límite de la cara interna de la encía superior pudiéndose extender esta última zona en uno o dos centímetros. Los sonidos del habla correspondiente a este nivel son los siguientes: T, D, N, S, R, L.

3er Nivel de articulación.

Corresponde a la zona que bordea los límites entre el tercio anterior y tercio medio de la bóveda palatina. En este nivel se encuentran los fonemas: CH, LL, Ñ.

4to Nivel de articulación.

Está situado en la zona del istmo de las fauces tomando participación en el: base de la lengua, velo y sus pilares, pared faríngeas. Aquí se encuentran comprendidos los fonemas: J, G, K.

Otro aspecto a tener en cuenta es que todos los fonemas lo componen una serie de elementos o factores que van implícitos en cada uno de ellos y que al no estar presentes en la misma proporción o forma le dan una característica especial en su producción.

Estos factores básicos son:

• Presión orgánica o muscular.

• Presión aérea.

• Posición velar.

• Presencia o no de vibraciones laríngea.

La influencia de estos cuatro factores en el nivel correspondiente a su formación determinará la presencia del sonido articulado.

Con relación a las vocales debemos decir que estas en su producción siguen lineamientos logofoniátricos específicos. De manera general y al mismo tiempo fundamental, la fisiología de las vocales se apoya en los siguientes puntos:

• Juego y rejuego de la movilidad del maxilar superior y de los labios.

• Específicamente diferentes contracciones de la topografía lingual.

• Presencia constante de vibración laríngea.

• Se dice que no hay nada que suene más que la vocal.


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