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LA PEDAGOGÍA CRÍTICA EN EL IESALC/UNESCO Y LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA EN EL MARCO DE LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA ENTRE EL 2005-2010

Germán López Noreña



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CAPÍTULO V. LA PEDAGOGÍA CRÍTICA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA EN EL MARCO DE LA REVOLUCIÓN EDUCATIVA 2006-2010

Jan Amos Komenský Padre De La Educación Moderna: De Quien En La Actualidad Muchos De Sus Planteamientos Continúan Vigentes

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Comenio

La historia reciente de la universidad como institución, permite develar el vínculo entre el proyecto que la sostiene y los valores modernos que abogan por la construcción de una civilización universal1. Hoy, en los inicios del siglo XXI, la universidad, al igual que otras instituciones, expresa el resquebrajamiento de los relatos que soportaron la Modernidad -cuyas matrices son la Historia, el Estado y la Ciencia. Diversos acontecimientos históricos interrogan ese ideal universalista.

La universidad experimenta, a su manera, el quiebre de los sistemas totalizantes y de las leyes universales; asiste a la proliferación de singularidades, multiplicidades, marginalidades, incertidumbres y continuas reconstrucciones. La universidad constituye el escenario de una crisis que se relaciona con las nociones de realidad y de representación, nociones que aluden al declive de valores modernos, como la ciencia, la verdad y lo normal. Ahora bien, esta crisis tiene relación con fenómenos que atraviesan el mundo social: la emergencia de la sociedad de consumo, las nuevas formas de reorganización social y cultural, la desaparición del Estado protector, los procesos de globalización, las políticas neoliberales, la transferencia de tecnologías de punta y la información como mercancía.

También afectan a la universidad, al menos para la comprensión de su rol, situaciones como las abordadas por la historia política reciente, las cuales muestran que uno de los signos que caracteriza al siglo XXI es la comisión, a nivel mundial, de genocidios, masacres, desplazamientos forzosos de poblaciones marginales y luchas etno-culturales y religiosas. A favor de unos y bajo el nuevo imaginario sobre la seguridad, se extermina a los otros; lógica de la guerra que alimenta los regímenes del terror y la dinámica del mercado mundial en expansión, potente para abarcarlo todo.

(Cruz Elena Espinal Pérez, 2006)

5.1 ALGUNAS CONSIDERACIONES GENERALES

Con frecuencia se escucha de la educación superior Latinoamericana y la colombiana, del como en uno de sus actores principales, específicamente el sector docente, se percibe un alto nivel de conocimiento e investigación disciplinar –considerándoseles en algunos como casi sabios-, pero altas deficiencias en la transmisión y el lograr accesible los conocimientos que imparten en sus estudiantes.

Mucho más preocupante, lo es el poco interés mostrado hasta el momento en la gran mayoría de las universidades colombianas e instituciones de la educación superior para con la pedagogía –sólo para tratar el caso colombiano- , en la que es mirada con desdeño, y en donde normalmente existe la errónea concepción que ese es tema para la escuela y para los docentes que tienen a cargo los párvulos y los adolescente en los niveles de la Básica Primaria y la Educación Secundaria. Creo firmemente que Prevalece en ellos en la mayoría de los casos el qué conocimiento se imparte a los educandos, en detrimento del cómo se realiza esa aproximación o construcción del conocimiento en los mismos.

Aun más: “la falta de una problemática educativa sólida ayuda a que la cuestión de la calidad de la enseñanza superior suela estar concentrada en la discusión de los contenidos (qué se enseña), con referencias marginales a la pedagogía (cómo se enseña). A esto contribuye la creencia generalizada de que un buen profesor es aquel que domina académica o profesionalmente su materia, generalmente un profesional especialista en algún campo científico o técnico, aunque sea un improvisado en su tarea especifica dentro de la universidad: enseñar. La experiencia de toda una vida dedicada a la docencia no siempre es garantía de una buena enseñanza, pues lo normal es que el resultado sea un rígido estilo educativo y la convicción de que toda problematización desde la pedagogía amenaza las seguridades alcanzadas.” (José Luis Coraggio, 1994: pág. 4).

Paradójicamente mientras esto se da, en verdad uno de los aspectos centrales en el proceso continuo de formación y cualificación del docente en la Educación Superior tiene que ser el componente pedagógico:

La Educación Superior se enfrenta a una serie de desafíos en un mundo que se transforma, por ello debe revisar su misión y redefinir muchas de sus tareas sustantivas, en especial aquellas que se relacionen con las necesidades de la sociedad en materia de aprendizaje y superación continua. Un punto clave en su misión está dirigido a destacar las tareas de las universidades, Se requiere llevar a cabo esfuerzos para elevar la formación pedagógica de los profesores, lo cual tributará en una mejor preparación de los egresados universitarios.

La mejora de la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje pasa necesariamente por la transformación del pensamiento y de los sentimientos de los profesores, para ello la Educación Superior necesita de la calidad del personal docente, de los programas y de los estudiantes, de las infraestructuras y del ambiente universitario.

Para que la Universidad pueda cumplir sus tareas académicas, laborales e investigativas requiere de profesores preparados, que no sólo sepan el contenido científico, sino que sepan enseñar lo que necesita la sociedad, de aquí la necesidad de que en la universidad se enseñe a los profesores a educar , para que los estudiantes aprendan a aprender.

En la Conferencia mundial sobre la Educación Superior de la UNESCO, se aprobaron documentos que insisten en la necesidad de la educación permanente del profesorado universitario y su formación pedagógica. En uno de esos documentos se especifica: "Un elemento esencial para las instituciones de enseñanza superior es una enérgica política de formación del personal. Se deberían establecer directrices claras sobre los docentes de la educación superior, que deberían ocuparse sobre todo, hoy en día, de enseñar a sus alumnos a aprender y a tomar iniciativas, y no a ser, únicamente, pozos de ciencia. Deberían tomarse medidas adecuadas en materia de investigación, así como de actualización y mejora de sus competencias pedagógicas mediante programas adecuados de formación del personal, que estimulen la innovación permanente de los planes de estudio y los métodos de enseñanza aprendizaje, y que aseguren condiciones profesionales y financieras apropiadas a los docentes a fin de garantizar la excelencia de la investigación y la enseñanza".

(Cáceres Meza Maritza et al, Revista Iberoamericana)

Algunos Ostrakones Utilizados En La Ley De Ostracismo

Fuente: http://www.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/

Ahora, ante el magro panorama antes esbozado, qué hay que hacer, si probablemente por vanidad académica o por negligencia de las instituciones de educación superior el componente pedagógico en el proceso educativo ha sido, como en los antiguos atenienses declarado al Ostracismo40

Entonces ¿Será necesario gestar una Pedagogía Universitaria? Es decir, exclusivamente para la práctica educativa en la Universidad. Luego, sí eso se diera ¿Qué noción de Pedagogía Universitaria se debe implementar?

De la posible respuesta al primer cuestionamiento, sin duda hay que reconocer que la Pedagogía en el contexto de la Educación Superior y la Universidad debe tener unas características especiales, siendo sus fundamentos principales la crítica y la creatividad, independientemente de la técnica o método que sea utilizado por los docentes; y las que deben ser complementadas con la intuición y la experiencia de ellos (Grijalva Agustín, 1999). Y además ella debe estar de cara a la realidad de los tiempos cuestionándole y argumentándole para constituirse en uno de los eslabones de la construcción de la ciencia.

Y de la segunda se hablaría más de noción que definición –en razón de correrse el riesgo con la última de excluir características trascendentales, situación explicitada por Roig (1998): “La pedagogía universitaria podría ser definida diciendo que es la conducción del acto creador, respecto de un campo objetivo, realizado con espíritu crítico entre dos o más estudiosos [docente y dicente], con diferente grado de experiencia respecto a de la posesión de aquel campo.”.

Consecutivamente, después de haberse planteado y tratado de argumentar las anteriores generalidades sobre la pedagogía en la Educación Superior y especialmente en la Universidad, nos dedicaremos a realizar un breve recorrido con sentido crítico por la pedagogía universitaria en Colombia.


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