BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

DESARROLLO REGIONAL E INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN EL SECTOR AUTOMOTRIZ. DESEMPEÑO, COMPOSICIÓN Y ASIMETRÍAS ENTRE ARGENTINA Y BRASIL (2000-2009)

Guadalupe Piñeyro y otros



Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (109 páginas, 467 kb) pulsando aquí

 

 

2. Panorama general de la inversión extranjera directa (IED) e internacionalización de la economía.

En los ´90 se observa un desarrollo de la globalización, donde se destaca un alto grado de crecimiento de los flujos transfronterizos de capitales y mercancías, como también un aumento y profundización de la interdependencia de las diferentes economías nacionales entre sí y con el sistema económico mundial. (Chudnovsky-López, 2006).

La paulatina internacionalización del espacio económico y el consecuente aumento de la interdependencia comenzaron a ejercer influencias notables sobre las estrategias empresariales y los flujos de inversión tanto hacia y dentro de los distintos países. (Bouzas, 1998).

Debemos enfatizar la definición de una inversión extranjera directa (IED) como una inversión que implica una relación de largo plazo, donde una persona física o jurídica residente de una economía (inversor directo) tiene el objetivo de conseguir una participación perdurable en una empresa residente de otra economía. Entonces la IED involucra que el inversor intenta practicar un nivel significativo de influencia o control en la conducción de la empresa residente en la otra economía. Así la IED puede ser efectuada por individuos, pero es mayormente efectuada por Empresas Transnacionales (ET), que tienen una casa matriz en su país de origen y poseen filiales localizadas en diferentes países extranjeros. (Chudnovsky-López, 2006).

Existen ciertos aspectos cualitativos de la IED según Chesnais (1996), donde establece una marcada diferencia entre el comercio exterior y la IED, donde esta no tiene una naturaleza de liquidez inmediata o diferida, es decir, no se reduce a una transacción puntual. Por lo contrario, el segundo aspecto a destacar es que introduce una “dimensión intertemporal” de gran importancia, para “la decisión de implantar flujos (producción, comercio) que se extienden, necesariamente, por varios largos períodos”. (Chesnais, 1996: 54).El tercer aspecto, es que “implica transferencia de derechos patrimoniales, y también de poder económico. Por último aspecto a enfatizar, quizás el de mayor importancia, “existe un componente estratégico evidente de la decisión de inversión de la compañía”. (Chesnais, 1996: 55)

Según Chudnovsky-López (2006), para analizar las motivaciones y determinantes de la IED, como también las estrategias y comportamientos de la ET, debemos tener presente el marco conceptual elaborado por Dunning (1988), denominado “paradigma ecléctico”. Dunning (1988) establece que cuando una firma tiene determinados activos o ventajas de propiedad y quiere explotarlas en terceros países se le presentan frente a ella tres expectativas:

• “Exportar los bienes y servicios que produce desde su país de origen,

• Conceder licencias de producción de dichos bienes y servicios a otras firmas o,

• Internalizar dichas ventajas, instalando plantas propias o adquiriendo instalaciones existentes en otros mercados (IED)”. (Chudnovsky-López, 2006: 5.)

Así la firma para elegir la última característica, además debe apreciar que en el país extranjero existen “ventajas de localización” útiles mediante la IED, es decir, el país en cuestión debe poseer algún factor que atraiga al inversor. Por otro lado, los costos de incorporación y organización de una nueva firma productiva deben ser menores que los costos de la transacción relacionados a la transferencia de las capacidades a un productor local (ventajas de internalización). En cuanto a las ventajas de propiedad de una empresa pueden provenir de la tenencia de ciertos activos “intangibles” (capacidades tecnológicas, patentes, marcas, etc.) tantas veces relacionados al carácter no-codificable del conocimiento y procesos internos de aprendizaje. Así para que un país reciba IED debe tener ciertas ventajas de localización que le permitan ser atractivo. Las ventajas de localización más significativas se hallan el tamaño y ritmo de crecimiento del mercado interno, la posesión, costo y calidad de los recursos naturales y “creados”, los costos de producción, el grado de estabilidad política y económica (políticas comerciales, regimenes de incentivos, etc.) del país receptor. También aparecen los acuerdos de integración regional ya que pueden favorecer la IED. (Chudnovsky-López, 2006).

Según Dunning (1994) la IED puede adoptar diferentes formas, entre las cuales establece cuatro grandes grupos: resource seeking, market seeking, efficiency seeking y strategic asset seeking. Sin embargo en la ejecución o aplicación habitualmente es común que las diferentes motivaciones concuerden. El autor define Resource Seeking a las inversiones dirigidas a utilizar recursos naturales, o mano de obra no calificada, que son la primordial ventaja de localización que tiene el país receptor. Luego las inversiones market seeking aprovechan el mercado doméstico del país receptor. Tanto el tamaño y la tasa de crecimiento del mercado receptor, como también las políticas públicas (inclusive temas relacionados a la protección de la producción local) son determinantes para este tipo de IED. En la actualidad, la IED del tipo market o resource seeking estaría trasladando su puesto sobresaliente hacia otro tipo de estrategias, denominadas strategic asset seeking.

“El objetivo central de este tipo de estrategias es adquirir recursos y capacidades que, para la firma inversora, pueden contribuir a mantener y acrecentar sus capacidades competitivas nucleares en los mercados regionales o globales. Los activos estratégicos que buscan las ET pueden ir desde capacidades de innovación y estructuras organizacionales, hasta el acceso a canales de distribución o el logro de un mejor conocimiento de las necesidades de los consumidores en mercados con los cuales no están familiarizadas” (Dunning, 1994: 36).

Este tipo de estrategias se plasmó a través del auge de “fusiones y adquisiciones” advertido en los años ‘90. A su vez, mientras se transforman las condiciones de competencias en los países receptores como consecuencia del proceso de desarrollo, las inversiones market seeking son continuadas con asiduidad de inversiones efficiency seeking, donde se busca racionalizar la producción para establecer economías de especialización y de ámbito. Así los procesos de integración regional, como también la reducción de los costos de transporte benefician esta forma de estrategias, debido a que se realizan mediante esquemas de complementación y articulación, tanto en el ámbito comercial como en el productivo, de los procedimientos de las diferentes filiales de la ET. (Chudnovsky-López, 2006).

De esta manera, en un contexto que se distingue un proceso de interrelación de las economías se origina una creciente integración mundial o global, donde se observa en forma mas precisa a través del mayor predominio de las empresas transnacionales. Estas empresas se transformaron en los agentes económicos dominantes, que comercian internacionalmente e invierten en el exterior para obtener algo, esto se manifiesta en sus diferentes estrategias. (Mortimore et al. 2001).

Así la IED a través de las empresas transnacionales es el agente activo estratégico, tanto en el proceso de integración de las economías en el mundo globalizado, como también en la transmisión de poder de los estados a los grandes actores privados del mercado. La integración económica mundial se manifiesta en el aumento del número y la influencia de las empresas transnacionales y de sus filiales. Se observa que persisten los antiguos consorcios junto a nuevos y activos jugadores, con especial presencia en los sectores de la nueva tecnología (computación, electrónica, etc.). El ámbito de gestión de las firmas transnacionales, además de concentrar el dominio de la tecnología y de las corrientes del intercambio, empieza a ser con potencia, la integración productiva en redes mundiales, claramente visible en un profundo proceso de fusiones y adquisiciones, que en los últimos años se ha acelerado. (Ibarra et al. 2004).

Para los autores Chudnovsky- López (2006), existen dos aspectos principales que nos permiten comprender el rápido aumento de la IED en los años 1990. Por un lado, de la parte de las firmas, aparece la presión e influencia que produce la competencia para innovar consecutivamente, con el propósito de realizar nuevos productos y procesos, como también mejorar la calidad e intentar disminuir el precio de los bienes y servicios. Todo esto se encuentra acompañado por la predisposición creciente de los costos de innovación y diseño, como también a la disminución del ciclo de vida de los productos, promoviendo a las empresas a dispersar sus operaciones en el exterior, mediante IED, para lograr amplificar su ingreso a los mercados y recursos, además de obtener un progreso en sus competencias tecnológicas. (Dunning, 1994). Mientras que el segundo aspecto, es que los Estados compiten entre si por la atracción de IED, esto se evidencia no solamente en la liberalización de los regimenes que controlaban el accionar de las ET, sino además a través del permiso de incentivos para las inversiones, produciendo las llamadas “guerras de incentivos”.

Teniendo en cuenta el pensamiento de Chesnais (1996), debemos establecer ciertos aspectos importantes: la IED reemplazó el comercio exterior como línea principal del proceso de internacionalización, con su rol preponderante en servicios como en el sector manufacturero. Así aparecen las corporaciones multinacionales como agentes responsables de la IED. Las empresas multinacionales se favorecen, paralelamente, de la liberalización del comercio, de la adopción de nuevas tecnologías y de las nuevas formas de organización de la producción. Las grandes corporaciones industriales se reorganizan como “empresas-redes” y mediante las nuevas formas de organización y control, a través de complejas modalidades de terciarización, las grandes corporaciones desarrollan una centralización del capital y una descentralización de las operaciones, utilizando las posibilidades aportadas por la teleinformática y por la automatización. (Chesnais, 1996).


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles