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LA RENTA DE LA TIERRA: TEORÍA Y EVIDENCIA EMPÍRICA. EL CASO DEL FRIJOL EN MÉXICO

José Manuel Ortega Herrera y otros




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CAPITULO II. TIPOS DE RENTA DE LA TIERRA

2.1 Renta Diferencial y determinación del valor social o comercial

Hasta este momento hemos elaborado una síntesis de la teoría del valor y la complementariedad que tiene con la teoría de la renta, pasando por los valores, social y de mercado, por las condiciones naturales y sociales de la tierra y por las determinantes principales que influyen sobre la renta de la tierra.

Corresponde ahora, esclarecer el origen específico de la Renta Diferencial, que es la más común en el modo de producción capitalista. Marx dedica un capítulo específico al análisis de la Renta Diferencial, el cual muestra como un proceso de transformación de la plusganancia o ganancia extraordinaria en renta. Esta plusganancia surge de las diferencias de producción (productividad), determinadas por:

a) la monopolización de suelos con mejores condiciones naturales (fertilidad) que permite la mejor utilización del trabajo humano y/o que reducen costos de producción individual, y

b) por la mayor utilización de capital a las condiciones medias que permite la disminución de los factores de la producción y que inciden directamente en la organización del trabajo.

Es así que Marx concluye que la ganancia extraordinaria o plusganancia “…nace de la mayor capacidad natural productiva del trabajo, unida al empleo de una fuerza natural, pero no de una fuerza natural que se halle a disposición de todos los capitales invertidos en la misma rama de producción…” se trata “… por el contrario, de una fuerza natural monopolizable que… sólo se halle a disposición de quienes pueden disponer de determinadas porciones del planeta y sus pertenencias.” “Esta condición natural la brinda la naturaleza solamente en ciertos sitios, sin que ninguna inversión de capital pueda inventarla allí donde no existe.

Por consiguiente, la ganancia extraordinaria obtenida por el empleo de estas condiciones naturales no nace del capital, sino de la utilización por éste de una fuerza natural monopolizable y monopolizada. “En estas condiciones, la ganancia extraordinaria se convierte en una renta del suelo, es decir, corresponde al propietario…”

Marx concluye con cinco consideraciones finales que nos apoyarán en la exposición más exhaustiva sobre la formación de la Renta, y específicamente con la RD1 y RD2.

a) La renta diferencial “…brota siempre de la diferencia entre el precio individual de producción del capital concreto a cuya disposición se halla la fuerza natural monopolizable y el precio de producción del capital invertido en la rama de producción de que se trata, en su conjunto.”

b) “Esta renta del suelo no nace del aumento absoluto de la capacidad productiva del capital empleado o del trabajo apropiado por él…” “… sino de la mayor productividad relativa de determinados capitales concretos invertidos en una rama de producción, comparada con las inversiones de capital que no gozan de estas excepcionales condiciones favorables de productividad creadas por la naturaleza.”

c) “La fuerza natural no es la fuente de la ganancia extraordinaria, sino simplemente la base natural de ella, por ser la base natural de una productividad excepcionalmente alta del trabajo”.

d) “…la propiedad territorial no crea la parte de valor que se convierte en ganancia extraordinaria, sino que se limita a permitir que el terrateniente, propietario…( )…haga pasar esta ganancia extraordinaria del bolsillo del capitalista al suyo propio”

e) “…la tierra en general, como todas las fuerzas naturales, no tiene un valor, porque no representa ningún trabajo materializado en él, ni tiene tampoco, por tanto, un precio, ya que éste no es, por regla general, otra cosa que el valor expresado en dinero. Y donde no existe valor, es evidente, eo ipso, que no puede expresarse en dinero. Este precio es, pura y simplemente, la renta capitalizada…(por lo tanto)… su precio es un simple reflejo de la ganancia extraordinaria, calculada en términos capitalistas.”

A este respecto, son variados los estudios marxistas sobre el tema de la Teoría de la Renta, figuran los estudios de Armando Bartra, Mario Margulis y Guillermo Foladori. Cada uno de ellos logra aportar elementos que complementan el análisis de la Teoría y compartir formas de aplicarla. Nuestro análisis de la renta busca ser de carácter expositivo y didáctico a fin de que pueda ser utilizado como herramienta en los estudios sobre el campo. Para ello, consideramos los trabajos de Bartra, Foladori y Palacio (el más actual) como los continuadores de la obra marxista sobre la renta y en ellos basamos nuestro trabajo de investigación.

La teoría de la Renta no tendría tanta importancia si los movimientos y transferencias de valor fueran iguales en la industria como en la agricultura. El manejo de un bien natural, como lo es la tierra, para su uso y explotación, marca diferencias significativas en el funcionamiento de la relación capital–trabajo y sus repercusiones en los valores y en los precios de los productos del campo.

Para analizar este tipo de renta es necesario ubicar claramente el proceso de producción de las mercancías en el sector agrícola. En esta actividad existen un sin número de empresas dedicadas a la producción de los distintos bienes para la base de la alimentación en un país. Para hacer más claro el análisis, nos situamos en sólo un bien y en las empresas que lo producen: es obvio que cada empresa tendrá distinta producción y distinto trabajo empleado, resultado de ello serán los diferentes valores individuales por empresa, que luego competirán en el mercado para venderse. Es en este punto donde los diferentes valores producidos se homogenizan: el paso de valores individuales a valores sociales o comerciales ; esta homogenización del valor social o comercial es producto de la competencia que se da al interior de cada rama de producción: industria y agricultura.

Si el valor (individual) es la relación social como se relacionan indirectamente los productores de una rama productiva, obvio será que mediante esta magnitud se encuentran en el mercado y, por lo tanto, se formará un valor comercial o tiempo de trabajo socialmente necesario (trabajo promedio empleado por todas las empresas de la actividad). Cada empresa produce en valores o tiempos de trabajo individuales que se manifestará directamente en la productividad, la cual se define como la relación entre una cantidad física de productos y el tiempo de trabajo invertido en su producción:

PRODUCTIVIDAD = # de Productos / Tiempo de Trabajo Invertido

En el modo de producción capitalista busca elevarse la productividad en la producción, por lo tanto tiende a reducir los tiempos de producción y/o a producir más bienes en menor tiempo; por lo tanto, mientras se busque mayor productividad los productos necesitarán menor tiempo de trabajo socialmente necesario (o menor valor) para su hechura. Así, la relación inversa entre productividad y valor queda definida: las ramas con mayor productividad (como la industria) requieren de menor masa de trabajadores y por lo tanto menor plusvalor, mientras que las ramas con menor productividad tienden a acumular mayor masa de trabajadores y por lo tanto a crear más valor. Así, también queda definida la Composición Orgánica de Capital (C:V) como la relación entre Capital Constante (masa de medios de producción utilizados) y Capital Variable (masa de trabajadores), relación que marca de modo determinante la Ley de Acumulación Capitalista esbozada de manera clara en el capítulo XXIII del Tomo I .

Observado lo anterior resulta que existe una igualdad aparente en cómo se determina la formación de valores sociales o comerciales de los productos de los ramos industrial y agrícola. Veamos qué pasa en el sector industrial:

En el Cuadro 1 tenemos tres empresas (A, B, C), la producción y el tiempo de trabajo invertidas en cada una; las siguientes dos columnas nos muestran la Productividad y el Valor de cada empresa (individual), siguiendo con el valor social formado por el promedio de los Valores Individuales; las últimas dos columnas nos indican el valor transferido por cada empresa y cuál de ellas recibe más o menos valor. De esta forma, el que tiene menor productividad (A) pierde 20 unidades de valor aunque su valor por unidad sea mayor al de B y C. De manera contraria, C, que tiene la productividad más alta, tiene el valor por unidad menor y un remanente de 20 unidades de valor.

En el caso de la Industria, el valor de las mercancías está determinado, individualmente, por la cantidad de trabajo necesario para su producción o hechura; al pasar a un nivel de mercado, estos valores se homogenizan, pues el trabajo contenido en cada uno de ellos es indiferente o abstracto, respecto de los demás, o lo que es lo mismo, se intercambian por su valor contenido, se llega a un valor social de producción o un tiempo de trabajo socialmente necesario al interior de su rama productiva, conformado por una competencia por reducir los tiempos de producción: esto es, la productividad media del trabajo en la misma rama. Al colocar los diferentes valores de los productos en el mercado, los productores compiten y provocan que los valores se estabilicen en condiciones medias de producción (un equilibrio entre los de mayor y menor productividad); así, los que produzcan en condiciones mejores (mayor productividad, menor valor) a la media social, obtendrán mayores ganancias, contrariamente los que producen en peores condiciones dejarán obligadamente de recibir ganancias extras. Este proceso es temporal, pues las empresas menos productivas están obligadas a incrementar su productividad en los ciclos siguientes de rotación del capital, de lo contrario estarían en contra de su misma lógica capitalista: la obtención de ganancia. Es decir, la competencia (concurrencia o mercado de cada rama) actúa, aquí, como reguladora de las condiciones medias, tanto del trabajo necesario para la producción de los bienes (valor), como también para la formación de los precios medios de los productos lanzados al mercado; la productividad es la determinante individual de cada unidad económica que participa en el mercado de un producto.

Para la Agricultura suceden situaciones diferentes. En primer lugar, es necesario tener en cuenta las propiedades de la tierra ya desarrolladas en páginas anteriores. Con ellas, se plantea que los grados de productividad no pueden ser rápidamente modificados, esto debido a que las condiciones naturales de la tierra son diferentes y su producción está relacionada directamente con la fertilidad y con la ubicación, pues las condiciones naturales y específicas de cada terreno están determinadas por la naturaleza, o sea, fuera del poder de la mano del hombre. Al no haber una igualdad de eficiencia en la producción marcada por las condiciones naturales en las diferentes tierras, y no poder modificar tan fácilmente las productividades de los terrenos, el valor social no se forma en el mercado donde se forjaría un valor medio de la rama como en el caso de la industria; y por el contrario, se establece a partir del valor individual de la tierra que trabaja en peores condiciones que las demás, o que tiene mayores costos de producción y/o menor productividad (en el siguiente cuadro está representado por la Empresa o suelo A):

Entonces, todas las tierras con mejores condiciones naturales (B y C) obtienen una ganancia excedente por sobre el valor individual que se invirtió, esta diferencia entre el valor de las peores tierras (el valor mayor de mercado con productividad menor) y el valor de las tierras mejores da como resultado la Renta Diferencial.

Podemos comprobar que tanto en la Agricultura como en la Industria se forma un valor medio (construido a partir del promedio de las productividades, mayores o menores, de los productores), para posteriormente participar en la conformación de una tasa media de ganancia en donde quienes produzcan con menor productividad tendrán subganancias y viceversa. La diferencia entre la Agricultura e Industria consiste en cómo se forma el valor medio al interior de cada rama:

a) En la industria se forma a partir de la nivelación de los valores individuales de las empresas que producen cierto producto.

b) En la agricultura se forma en base a la tierra que trabaja en peores condiciones o con mayores costos de producción (o de menor productividad), de ahí que las rentas obtenidas son privilegio permanente de algunos productores que conservan la propiedad de las mejores tierras y que no se transfieren a otros. Y, en segundo lugar, se crea un “falso valor social” .

Explicamos de manera resumida este concepto: si quisiéramos contabilizar el valor total de las mercancías de una rama en el mercado (valor comercial) multiplicaríamos el precio de producción individual por el número total o masa de ellas; también lo podemos obtener multiplicando el precio medio de producción (formado por el promedio de productividades) y multiplicarlo por la masa de mercancías. Cuando el valor comercial no coincide con el precio total de las mercancías es porque la formación del precio medio de producción está desbalanceado, o sea que la mayor parte de los productores se concentran en uno u otro lado (mayor o menor productividad) y no en la media antes descrita. En la Agricultura es evidente que el grueso de las mercancías producidas con menor productividad se obtiene de la incorporación de tierras menos fértiles a la producción, es por ello que por eso se toma como valor medio , y por eso mismo que el valor comercial total de los productos no coincide con el precio total de las mercancías: esta diferencia es el llamado falso valor social. Los productos del campo aparentemente crean más valor (240 en el cuadro anterior). Este valor mayor en la Agricultura pone de manifiesto que en ésta rama productiva existe una desigualdad de condiciones de producción por dos razones: procesos productivos polarizados (empresas con grandes diferencias de productividad) y el monopolio de las tierras fértiles, que invariablemente suponen la incorporación de otras de menor calidad. También por esto, es mayor el producto y mayores las desigualdades de repartición de éste, es por eso que la diferencia (columna última en los cuadros) es mayor en la Agricultura que en la Industria.

Podemos clasificar las dos formas principales de Renta Diferencial caracterizadas por el uso extensivo e intensivo de la tierra, ambos determinados por la fertilidad natural, por la inversión de capital recibida, por la Tasa Media de Ganancia y por la ubicación de los suelos en cultivo:

- El uso extensivo lo entendemos como la sucesiva inversión en tierras antes no cultivadas, lo que significa la incorporación de nuevas tierras al proceso productivo y una creciente inversión de capital.

- Por uso intensivo nos referimos a la inserción de capital sin aumentar la superficie cultivada o sobre un mismo suelo.

La Renta Diferencial I (RD1), podemos decir, está determinada por el desarrollo extensivo del capitalismo en la agricultura, en donde se invierten magnitudes iguales de capital sobre extensiones de tierras sucesivamente incorporadas a la producción y con rendimientos desiguales, debido a las diferencias de fertilidad.

La Renta Diferencial II (RD2) está condicionada por el desarrollo intensivo de la tierra, esto es las inversiones sucesivas de capital de diferente magnitud en tierras de fertilidad y extensión igual, rindiendo frutos diferentes marcadamente determinados por la fertilidad de la tierra, y más específicamente por el agotamiento de los terrenos usados para la producción.


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