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TEORÍA DEL DESENVOLVIMIENTO GLOBAL CAPITALISTA Y SUS IMPLICACIONES PARA LA TRANSICIÓN SOCIALISTA EN LA PERIFERIA

Yoandris Sierra Lara



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CAPÍTULO 12. Condiciones de realización de las premisas materiales en el Modelo Global típicamente Productivo Comercial

12.1. La Funcionalidad Sistémica

12.1 a. Patrón de Acumulación

Como analizamos en el capítulo 8, el Modelo Global que tendencialmente pudiera sustituir al actual debe basarse en un patrón de acumulación productivo comercial. En cuanto a su expresión en la periferia, este nuevo patrón de acumulación activará la dinámica de la economía real, estimulará necesariamente tanto la demanda externa de estos países como la demanda interna. En este sentido, puede vaticinarse un incremento en el nivel de ocupación de estas naciones y nuevos intentos por consolidar la base industrial de los países, cuestión no resuelta en la pasada onda larga ascendente y que podría actuar como diferencia entre el neokeynesianismo central y el periférico.

Los países capitalistas periféricos encontrarán una situación económica favorable y más potente y una mayor importancia en el sistema capitalista mundial. En tal sentido, el grado de correspondencia en el capitalismo periférico se muestra relativamente más elevado. Esta condición sirve de base material para emprender procesos nacionalistas, de desconexión e incluso de transformación socialista.

El patrón de acumulación productivo comercial, propicia que en la dinámica fuerzas productivas – relaciones sociales de producción, el elemento más activo pase a ser nuevamente las fuerzas productivas. Sólo en medio de una onda larga ascendente, del dominio de un patrón de acumulación productivo comercial, las fuerzas productivas sociales se muestran en todo su poderío revolucionario, y quizás bastaría con que el factor subjetivo estuviese en consonancia con este movimiento objetivo

Así, en el contexto de este Modelo Global, la contradicción más urgente o directa se entabla entre la acumulación productivo comercial capitalista por una parte y la acumulación socialista por la otra. Es decir, la solución socialista aparece tanto a nivel de contradicción esencial (dada entre el carácter cada vez más social de la producción y el carácter permanentemente privado de la apropiación) como de contradicción funcional (dada entre la acumulación productiva comercial capitalista y la acumulación socialista).

12.1. b. Estado Nación

El Modelo Global de acumulación Capitalista típicamente Productivo Comercial se caracteriza en cuanto a la dimensión económica del Estado Nación por aplicar un paradigma interventor, regulador y protector del proceso económico capitalista. Dígase el Estado como una pieza clave en la reproducción del sistema económico capitalista. Esto responde, como se ha explicado principalmente en la parte II de este libro, a las exigencias objetivas del patrón de acumulación productivo comercial.

Pero la regresión del Estado al centro de la vida económica del capitalismo no bastará si esta ocurre solamente en el capitalismo central. El Modelo Global de Acumulación Capitalista necesita integrar funcionalmente tanto al centro como a la periferia en un sistema único. En consonancia con un patrón de acumulación productivo comercial el Estado debe garantizar la reproducción, regulación y protección del ciclo económico capitalista, pero para que este ciclo sea completo debe incorporar al Estado de las economías periféricas, de forma que sea parte activa y determinante en el mismo paradigma productivo – comercial.

Tanto como en el capitalismo central, el Estado en el periférico debe asumir el centro de la economía si se intenta nuevamente potenciar la economía real en tales países. Es opinión nuestra que uno de los principales problemas para el repotenciamiento económico del Estado periférico está asociado a los procesos de desnacionalización que se dieron durante las casi tres décadas de Modelo Global típicamente Especulativo Financiero de corte neoliberal. Pero este más que un reto económico o histórico, consideramos que es un problema político.

La desnacionalización fue principalmente la acción oportunista practicada por las ETNs ante la debilidad estructural, el servilismo y el mimetismo de los Estados Naciones periféricos y las burguesías locales asociadas al capital financiero transnacional. Procesos reales de nacionalización como los que se han practicado en Bolivia, Argentina, Venezuela y Ecuador en los últimos años, aún considerando las importantes diferencias entre estos países; son una prueba evidente de que los países periféricos pueden revertir la desnacionalización de sus recursos y empresas fundamentales cuando al frente se sitúan gobiernos y segmentos de la burguesía en unos y en otros grupos sociales, de un alto espíritu nacionalista.

Consideramos que en la misma medida en que puede afirmarse que la transnacionalización es una tendencia no acabada en el desarrollo del sistema capitalista contemporáneo, la desnacionalización es una tendencia no consumada y mucho menos consistente en el plano histórico – objetivo que la transnacionalización. Así, el problema de la desnacionalización – nacionalización se refiere a la reversión del poder económico estatal transferido groseramente hacia el sector externo de la economía nacional. Igual lógica puede ser planteada en torno a la nacionalización de la capacidad de regulación económica por parte del Estado.

La nacionalización de la capacidad reguladora del Estado periférico se trata principalmente del control de las políticas macroeconómicas. Principalmente el manejo soberano de la políticas macroeconómicas orientadas a potenciar la acumulación productiva y elevar la demanda efectiva del sistema, elementos centrales del crecimiento económico marginados casi totalmente por el dogma neoclásico – neoliberal.

Se trata también de practicar una política fiscal redistributiva, orientada a mitigar el ya clásico problema estructural de inequidad en el ingreso que caracteriza las regiones subdesarrolladas, principalmente a América Latina. Una política de este tipo contribuiría a potenciar el consumo de las masas sociales y promovería la inversión en el sistema económico conllevando por fin al crecimiento del mismo. Se trata también de la regulación en el sistema monetario financiero nacional, seriamente desarticulado y desregulado por el Modelo Global de corte neoliberal ocasionando en nombre de la eficiencia fugas masivas de capitales de las naciones periféricas. Lo referido al manejo de las inversiones de capital foráneo ya lo tratamos arriba pero se corresponde también a la perspectiva en que el Estado puede regular la economía nacional.

Por otra parte, aún bajo un esquema de acumulación productivo comercial las naciones periféricas necesitarán inversiones de capital foráneo, cuyo origen puede ser estatal, privado o de instituciones supranacionales, en este tercer caso, proveniente de los Organismos Financieros Internacionales (OFIs). Esto parecería reproducir los mismos esquemas de dominación imperialista. En realidad, el Modelo Global típicamente Productivo Comercial de corte neokeynesiano no elimina las relaciones de dominio, dependencia y explotación imperialistas, pero necesariamente deben transformarse para poder conservarse vivas. Con la asimilación de un Estado Nación potente en la periferia el manejo o regulación de esas inversiones de capital foráneo pondrá un importante coto a la intervención y manipulación foránea en la economía nacional.

Cierto que nada asegura definitivamente esta situación, pero al menos las condiciones necesarias estarían más creadas para una verdadera regulación de las inversiones foráneas y la participación en general de los Organismos Financieros Internacionales en las economías periféricas gracias al fortalecimiento del Estado periférico en el plano económico. Razonamos que estos procesos de nacionalización, si bien pueden afectar directamente los intereses del capital transnacional en los países periféricos, son por otra parte importantes debido a que garantizan la funcionalidad global del sistema capitalista.

Por otra parte, y avalando el repotenciamiento del Estado, puede plantearse que, históricamente está demostrado que en el caso específico de América Latina el progreso económico y social sólo ha sido posible cuando el Estado ha asumido el centro de la vida económica y social de la nación, por lo que la tarea incumplida y pendiente del desarrollo de esta región propicia, demanda o exige objetivamente la participación estatal en la economía.

En el capitalismo central el Estado garantizaría la correcta marcha del proceso socioeconómico, el equilibrio global. Pero el problema en América Latina no es de equilibrios, es de estructuras atrasadas y dependientes. Un problema como este demanda como condición necesaria la participación plena y activa del Estado en la economía para relanzar y apuntalar el proceso de acumulación capitalista.

El patrón de acumulación productivo comercial a regir impone a título de necesidad la reconstrucción del mercado interno como un elemento fundamental para el logro del crecimiento económico. En la misma medida que esto se relaciona con la necesidad de potenciar el proceso de reindustrialización del capitalismo periférico, el proteccionismo estatal vía aranceles se verá incrementado. Sucederá esto en un momento en que el norte también practica tal criterio. Igualmente ya lo venía haciendo bajo el Modelo Global típicamente Especulativo Financiero de corte neoliberal, la diferencia está en que bajo el Modelo Global típicamente productivo comercial de corte neokeynesiano será declarado y los países subdesarrollados también lo practicarán.

Consideramos que en relación con el paradigma neoliberal, el Estado neokeynesiano brinda condiciones más favorables para el proceso de transición al socialismo.

Por cuestiones objetivas, prácticas, el acceso al Estado neokeynesiano significa un acceso a un Estado con altos niveles de propiedad pública, con una economía altamente nacionalizada, con palancas importantes para manejar la economía hacia direcciones prefijadas, con mecanismos de regulación y defensa ante el sector externo de la economía; es en definitiva, heredar verdaderamente la nación, cuestión que bajo el Modelo Global de corte neoliberal podría ser, o sólo un acto de cambio de dirección política sin gran trascendencia real, o en el mejor de los casos, el inicio de un largo camino de nacionalizaciones forzadas que pudieran agotar las energías del naciente gobierno instalado en el Estado.

Al mismo tiempo, el Estado neokeynesiano significaría una expresión más completa y funcional de poder económico de la burguesía periférica que el Estado neoliberal. Esto es favorable para los propósitos revolucionarios dado que el Estado Burgués es la antípoda dialéctica de las clases y grupos explotados por el capital, por lo que es conveniente desde el punto de vista objetivo y dialéctico un Estado estructural y funcionalmente fuerte. Así, lo cuantitativo tiene más probabilidades de transformarse en algo cualitativamente diferente.


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