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EL PUERTO DE LÁZARO CÁRDENAS Y SU EFICIENCIA EN LA CUENCA DEL PACÍFICO (2003-2008): UN ANÁLISIS ENVOLVENTE DE DATOS

Ariel Gutiérrez Ortiz



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2.1.1 Conceptos básicos de eficiencia

En una perspectiva de largo plazo la eficiencia implica la maximización del beneficio y la minimización de los costos. Farrell (1957) citado por Navarro (2005: 26) fue el primero en introducir el marco teórico básico para estudiar y medir la eficiencia. Propuso que se visualice la eficiencia desde una perspectiva real y no ideal, donde cada firma o unidad productiva sea evaluada en relación a otras tomadas de un grupo representativo y homogéneo. De esta forma, la medida de la eficiencia será relativa y no absoluta, donde el valor agregado de eficiencia para una firma determinada corresponde a una expresión de la desviación observada respecto a aquellas consideradas como eficientes.

El mismo autor dividió a la eficiencia en dos componentes: eficiencia técnica y eficiencia asignativa . El producto de ambas eficiencias provee una medida de la eficiencia económica , la cual significa básicamente que la sociedad debe maximizar en términos dinámicos sus beneficios a partir de los escasos recursos que posee (Arzubi y Berbel, 2002: 106). De esta forma, la “eficiencia económica es considerada como el logro de la máxima producción al menor costo posible” (Pinzón, 2003: 17). Asimismo, el propio Farrell, definió a la eficiencia económica como el tipo de eficiencia que presentaría una asignación en caso de ser eficiente desde el punto de vista técnico y asignativo.

Profundizando en el estudio de la eficiencia económica se tiene que cuando una empresa o firma desea cumplir con un objetivo económico se encuentra ante diversas opciones (García, 2002) citado por Navarro (2005: 26):

• Si una firma intenta minimizar el costo de producción, se habla de eficiencia de costos. Esta eficiencia indica el menor costo a través del cual las empresas pueden conseguir cada nivel de producción, dada la tecnología y los precios de los factores productivos.

• Si el objetivo consiste en maximizar el ingreso, se tiene eficiencia en el ingreso, la cual es posible conseguir a partir de los factores del proceso de producción, considerando los precios a los cuales se venden los productos.

• Finalmente, si la empresa maximiza los beneficios, requiere que se obtenga el máximo ingreso al mínimo costo, pero además es necesario que la empresa adopte el tamaño más adecuado para aprovechar las economías de escala.

Para que existan tanto la eficiencia en costos, ingresos y beneficios, es necesario que se proporcione tanto la eficiencia técnica como la asignativa. Por lo tanto, es necesario ampliar la conceptualización de los dos componentes de la eficiencia económica.

2.1.2 Eficiencia técnica

Uno de los componentes de la eficiencia económica es la eficiencia técnica o productiva. La generalidad de este concepto ha favorecido la aparición en la literatura de diversas definiciones.

En relación al concepto de eficiencia técnica, Koopmans (1951: 33) definió la situación de eficiencia técnica como aquella en la que un incremento en cualquiera de los outputs, exige una reducción en al menos alguno de los restantes o el incremento de alguno de los inputs, o bien, en la que la disminución de un input cualquiera exige, al menos, el aumento de algún otro o la disminución de algún output.

Debreu (1951: 16) y Farrell (1957: 259) conceptualizaron a la eficiencia técnica como la diferencia entre uno y un cociente que representa la mayor reducción proporcional en todos los inputs que aún permite la producción de todos los outputs, o como uno más el mayor crecimiento proporcional permitido en todos los outputs con el mismo consumo de inputs.

Yarad (1990: 183) menciona que la eficiencia técnica consiste en obtener la máxima producción física factible, dada la tecnología existente, a partir de una cierta cantidad de insumos.

Por su parte, González-Páramo (1995: 40) afirma que la eficiencia productiva o eficiencia técnica de una empresa está dada por su capacidad para transformar unos inputs (trabajo, capital y otros factores) en outputs (bienes o servicios) en el contexto de una tecnología, que puede sintetizarse mediante una función de producción, que marca el valor máximo o “frontera” de output alcanzable a partir de diversas combinaciones de inputs.

Trillo (2002: 5) menciona que el estudio de la eficiencia técnica o productiva centra su atención en el uso de los recursos humanos o de capital en la producción de uno o varios bienes y servicios. Es decir, se basa en utilizar unidades físicas, lo que implica que queda fuera del análisis el costo o precio de los factores y la valoración de los ingresos obtenidos de la producción.

La definición de la función de producción eficiente significa que la eficiencia técnica de cualquier firma es relativa al conjunto de firmas de la cuales la función es estimada. Si más firmas son introducidas en el análisis, podrían reducir, pero no pueden incrementar la eficiencia técnica de una firma dada.

Es interesante notar que la simple heterogeneidad de los factores no importará, siempre y cuando se distribuya de manera equilibrada con respecto a las empresas. Es cuando existen diferencias entre las firmas en el promedio de calidad (o más estrictamente, en la distribución de cualidades) de un factor, en donde la eficiencia técnica de una firma reflejará la calidad de sus inputs además de la eficiencia de su administración. Si esas diferencias en la calidad son físicamente medibles, podría ser posible reducir este efecto definiendo un amplio número de factores de producción relativamente homogéneos, aunque en la práctica nunca sería posible eliminarlos completamente.

Por eso, la eficiencia técnica de una firma siempre debe, hasta cierto punto, reflejar la calidad de sus inputs; es imposible medir la eficiencia de su administración separada de los factores. Así que, la eficiencia técnica es definida en relación a un conjunto de firmas dado, con respecto a un conjunto dado de factores medidos de una forma específica y cualquier cambio en esas especificaciones afectará la medición (Farrell, 1957: 259-260).

A partir del trabajo inicial de Farrell, otros autores han propuesto conceptos alternativos. Navarro (2005: 28) cita a Forsund y Hjalmarsson (1974) y Forsund et al. (1980), quienes descompusieron la eficiencia técnica, asignativa y de escala. Posteriormente Banker, Charnes y Cooper (1984) mencionados por Navarro (2005: 28), dividieron la eficiencia técnica (o eficiencia técnica global) en eficiencia técnica pura y eficiencia de escala.

La eficiencia técnica pura muestra en qué medida la unidad productiva analizada está extrayendo el máximo rendimiento de los recursos físicos a su disposición. Mientras que la eficiencia de escala es relevante cuando la tecnología de producción presenta rendimientos de escala variables. Este tipo de eficiencia muestra si la unidad productiva analizada ha logrado alcanzar el punto óptimo de escala. Los rendimientos de escala se obtienen al aumentar proporcionalmente la cantidad de todos los factores que intervienen en la función de producción. Existen tres tipos de rendimientos de escala (Varian, 1998: 331-333):

• Rendimientos constantes a escala. Significa que sí se incrementa la cantidad de cada uno de los factores, la producción aumenta en la misma proporción.

• Rendimientos crecientes a escala. Implica que sí se incrementa la cantidad de cada uno de los factores, la producción aumenta en una proporción mayor.

• Rendimientos decrecientes a escala. Se presentan cuando al incrementarse la cantidad de cada uno de los factores, la producción aumenta en una menor proporción.

De esta forma, la eficiencia técnica global es el producto de las eficiencias técnica pura y de escala. Partiendo del concepto de eficiencia técnica, se considera a la tecnología como un elemento clave para entender éste término. Las empresas se enfrentan a restricciones tecnológicas, puesto que sólo existen algunas combinaciones de factores viables para obtener una cantidad dada de producción, por lo que las empresas deben limitarse a adoptar planes de producción que sean factibles desde un punto de vista tecnológico. Así, al conjunto de todas las combinaciones de factores y de productos tecnológicamente factibles, se le denomina conjunto de producción. Este conjunto muestra las elecciones tecnológicas posibles de la empresa.

Si los factores cuestan dinero a la empresa, es necesario examinar la producción máxima posible correspondiente a una cantidad dada de factores, esto es lo que se denomina como frontera del conjunto de producción y mide el volumen máximo de producción que puede obtenerse con una cantidad dada de factores. De aquí se deriva el concepto de isocuanta, que es el conjunto de todas las combinaciones posibles de los factores que son suficientes para obtener una cantidad dada de producción (Varian, 1998: 331-333).

Entre las posibles causas de la ineficiencia técnica, productiva o global, generalmente se encuentra un problema relacionado con la organización de las tareas por parte del responsable de la gestión. Otra posible explicación podría encontrarse en la motivación de los individuos que forman parte de la organización productiva. La denominada eficiencia X, cuyo origen se encuentra en Leibenstein (1966) mencionado por Navarro (2005: 29), se derivaría de la inexistencia de incentivos y mecanismos de evaluación que aseguren el máximo rendimiento de los trabajadores y, en consecuencia, garanticen la consecución del mayor producto posible. Los individuos pueden limitar su esfuerzo, en su propio interés, de manera que se requieran más horas de trabajo de las necesarias por cada factor de producción.


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