BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

REFORMAS CONSTITUCIONALES Y REVOLUCIÓN BOLIVIANA

Ricardo Tito Atahuichi Salvatierra




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LA CONSTITUYENTE Y LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES

Para la dirección del MAS la Asamblea Constituyente es el fundamento en el que sustentó su programa de gobierno y su política de cambio a realizar en la estructura económica y superestructura jurídico y política del Estado, en el marco liberal consistente en refundar Bolivia sobre la base de una nueva Constitución Política de corte liberal e indigenista, apartándose de las normas relativas al constitucionalismo social, contenidas en la Constitución vigente que son el resultado de la ideología nacionalista revolucionaria incorporada por la revolución de Abril.

Sin la asamblea se queda sin horizonte, razón por la que se encuentra en una disyuntiva ineludible: o avanza apoyándose en la experiencia hecha por el pueblo o se derrumba, no hay términos medios en la lucha por el poder. La agresividad y ofensiva del comité cívico de Santa Cruz lo demuestra cuando aprueba su Estatuto autonómico y afirma que tendrá su propia Constitución Política, respaldando las directrices de los dirigentes de la “nación camba”, que está decidida a dividir la patria, aprovechando la posición étnica del masismo, resumida en la propuesta relativa al Estado plurinacional, que favoreció y exacerbó radicalmente los regionalismos locales.

Hay que considerar que el pueblo insurgente, en la revolución de 1952, depasó la dirección nacionalista burguesa del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), dirigido por Víctor Paz E. y Hernán Siles S., que organizó un golpe de Estado que no tuvo éxito, razón por la que sus dirigentes principales, se asilaron en las embajadas, considerando que el golpe había fracasado. Y, que transformó el golpe de Estado de Abril, que fue el detonante de la revolución, en una insurgencia popular.

Y finalmente, que la revolución de Abril, alcanzó un nivel antiimperialista y anticapitalista elevadísimo a tal grado que la insurgencia revolucionaria, dirigida por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y respaldada por la población nacional (Estudiantes, fabriles, campesinos, etc.), dio como resultado: la organización de las milicias armadas, en sustitución del Ejercito que posteriormente fue reorganizado por Víctor Paz Estenssoro, que se constituyó en el brazo armado de la defensa de la revolución; la fundación de la Central Obrera Boliviana (COB) que ante la ocupación de las minas de Hoschild, Aramayo y Patiño, por los mineros, impuso la nacionalización de las minas y la creación de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL); la incorporación, en la lucha revolucionaria, del control obrero con derecho a veto; la reforma agraria, que impusieron los campesinos ocupando las casas de hacienda y las tierras de los terratenientes; el voto y la educación universal; y la constitución del Estado revolucionario sustentado económicamente por la propiedad estatizada (COMIBOL, YPFB, ENDE, ENFE, y otros) que fue el sostén económico del Estado revolucionario; la fuente generadora de empleo, y el puntal para el desarrollo de la industrialización y la diversificación económica que se produjo particularmente en el oriente.

Es un error político, que tendrá nefastas consecuencias para la patria y el pueblo, no comprender que la revolución de 1952 definió el cambio de la estructura y superestructura de la sociedad boliviana, que posibilitó el paso del Estado semifeudal al Estado revolucionario e idealizar la función de las etnias (Naciones originarias), en una etapa en la que el sistema capitalista propugna, a través de la ideología neoliberal, la globalización para constituir un sistema imperialista con una estructura y superestructura homogénea y única, en la que los Estados no deben poseer libre autodeterminación y soberanía y constituirse en simples factorías, de distribución de mercancías producidas por las transnacionales, evitando obstaculizar: la concurrencia del mercado; la explotación de los recursos naturales a precios bajos; el uso de la mano de obra barata; etc. es un error de consecuencias nefastas para la patria y el pueblo.

Bolivia, como Estado capitalista atrasado, se encuentra socialmente conformado por clases sociales, burguesía, pequeña burguesía y el proletariado, definidos por el modo de producción capitalista boliviano. Y las etnias, erróneamente denominadas “pueblos originarios”, porque se desconoce el carácter natural nómada del hombre (teoría de las migraciones), constituyen parte de esas clases sociales. Además el problema central a resolver prioritariamente en la sociedad es el atraso y la pobreza y no el étnico que será resuelto en el camino del proceso de la diversificación y el desarrollo industrial y económico del Estado, como lo hicieron Rusia, China y otros.

La Constituyente al ser derivada no tiene la fuerza política ni social para refundar Bolivia menos cambiar totalmente la C. P. E. por estar supeditada al poder constituido pero, puede ser útil en la lucha por la independencia económica si a través de reformas constitucionales se consolida el Estado revolucionario, pasando de la democracia representativa a la participativa.


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